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<DIV align=center><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=4><U><FONT
size=5>boletín informativo - red solidaria de revistas</FONT></U><BR><FONT
color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 13 de
enero 2007 - Redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Uruguay</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>El gobierno "progresista" de Tabaré
Vázquez reprivatizó la línea aéra uruguaya al ceder el 75% del paquete
accionario a un conglomerado de capitales estadounidenses, alemanes y
argentinos. En el Frente Amplio el anunció "causó sorpresa"...pero "se
respalda la negociación"...</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Transparencia cero</STRONG></FONT></DIV><FONT
face=Arial>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Los aspirantes a la compra de PLUNA son los
mismos capitales que compraron el Nuevo Banco Comercial, vinculados al fondo de
inversiones estadounidense Advent International. Por razones inexplicables, su
identidad se mantiene oficialmente en reserva. El secreto incluye la ingeniería
financiera y el costo para el Estado de una reprivatización que obligó al Frente
Amplio a extender un cheque en blanco a los negociadores, los ministros Rossi y
Astori.</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Samuel Blixen<BR>Semanario Brecha,
Montevideo, 12-1-07</FONT></STRONG><BR><BR><BR>Los amagos de rechazo y
cuestionamientos que surgieron en filas del Frente Amplio después de que el
jueves 4 los ministros de Economía, Danilo Astori, y de Transporte y Obras
Públicas, Víctor Rossi, anunciaron la posible venta del paquete accionario de
PLUNA a un consorcio internacional, quedaron ahogados por un compromiso de
silencio, para no asustar a los inversores y no dificultar el proceso del
negocio, según se explicó. En una total ignorancia sobre los detalles de la
operación, el partido en el gobierno optó por delegar confianza en los
negociadores.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los reparos surgieron cuando los ministros adelantaron
que el Estado mantendría, en la futura empresa aeronáutica nacional, apenas el
25 por ciento del capital accionario y delegaría en los nuevos dueños, definidos
vagamente como un conglomerado de capitales estadounidenses, alemanes y
argentinos, la gestión empresarial.<BR>El secreto y la cautela son por ahora los
componentes fundamentales de la negociación. Los ministros y los directivos de
PLUNA se han aferrado a un compromiso de discreción que extiende un manto de
misterio sobre los aspectos fundamentales: la identidad de los compradores; los
porcentajes en el capital accionario; el verdadero aporte del Estado, por la vía
de capitalización o de pasivos; el plan de gestión; el estado patrimonial de
PLUNA tras el rescate de las acciones que estaban en manos de VARIG; y las
razones que impulsaron al gobierno a la contratación del broker Ficus
Capital</DIV>
<DIV align=justify><BR>Todos los intentos por esclarecer los detalles de la
operación chocaron ante un gesto de irritación. El argumento principal,
expresado off the record, fue: “PLUNA no tiene patrimonio, está fundida, así que
el Estado no pierde nada”. Si PLUNA no vale nada, entonces, ¿por qué el interés
de inversores extranjeros? A menos que, como ocurrió con los salvatajes de
bancos, el Comercial, el Pan de Azúcar y últimamente con la venta del Nuevo
Banco Comercial, haya un “saneamiento” previo que ponga en carrera a la empresa
en subasta.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ante el carácter confidencial y hermético de las
negociaciones –que la oposición, pero también algunas voces oficlalistas,
califican como “escasa transparencia” –, la historia de esta reprivatización a
punto de culminar se reconstruye en base a informaciones parciales y muchas
veces imposibles de confirmar oficialmente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La historia comienza en marzo de 2006, cuando el ministro
Astori fue tajante con los flamantes directores de PLUNA Ente Autónomo: no hay
más plata para PLUNA, anunció, y sugirió que se pusieran en contacto con Ficus
Capital para resolver el problema de fondo. La sugerencia del ministro coincidió
con las gestiones que el gobierno venezolano encaminaba para asociar a su
empresa Conviasa con PLUNA. Hasta ahora no ha habido una explicación suficiente
sobre el fracaso de dichas negociaciones; el presidente de PLUNA, Carlos Bouzas,
sugirió, cuando BRECHA indagó: “Pregúntenle a Hugo Chávez”. Las orientaciones
del ministro Astori respecto de PLUNA parecen guardar una coherencia estratégica
desde aquel episodio inicial cuando, en plena crisis de 2002, se opuso
decididamente a que la bancada del Frente Amplio –entonces en la oposición–
incluyera en el texto de la ley referida a la creación del Nuevo Banco Comercial
una cláusula que condicionara la privatización futura de la institución a una
anuencia parlamentaria. Esa misma coherencia orientó la negociación con Advent
International (que compró el NBC) y la oposición del Ministerio de Economía al
acuerdo entre Cofac y Bandes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el tramo que va de marzo a la conferencia de prensa
del jueves 4, Paul Elberse, principal directivo de Ficus, activó sus contactos
financieros y reclutó seis inversionistas interesados en la línea aérea
uruguaya, cuya identidad no quisieron proporcionar ni el ministro Rossi ni el
presidente de PLUNA. En un primer descarte, quedaron por el camino dos de los
aspirantes y otros tres fueron descalificados tras un análisis que realizaron
Ficus y los representantes del gobierno. Dicho proceso fue calificado por el
ministro Astori como de “una gran profesionalidad”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Finalmente, el gobierno apresuró las negociaciones con el
aspirante que quedaba en carrera, un ignoto consorcio llamado Leadgate
Investment, formado, según los ministros Rossi y Astori, por capitales
estadounidenses, alemanes y argentinos. Al conocerse la preferencia oficial tras
el descarte de Ficus, la única cabeza visible del promitente comprador fue el
financista argentino Matías Campiani (véase recuadro).</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Los compradores</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>La aparición en escena de Campiani dio pistas para establecer
la identidad de los capitales que se mueven detrás de Leadgate. La prensa
recordó la vinculación de Campiani con Parmalat, pero nadie en el gobierno
manifestó interés en señalar su carácter de director del Nuevo Banco Comercial,
lo que hubiera aportado nuevos elementos de consideración.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En sus páginas en Internet, Leadgate es avaro en
información. Afirma que fue creada en 1999 y que se dedica a “inversiones
directas”. Tiene su sede en Miami, y oficinas en Beverly Hills, Munich y
Montevideo. La dirección de Miami corresponde a las oficinas que dirige allí
Ernest Bachrach como ejecutivo de Advent International; Bachrach es
vicepresidente del Nuevo Banco Comercial. El teléfono de Leadgate en Montevideo
corresponde a las oficinas de Ecolat, la sucesora de Parmalat-Uruguay que dirige
Campiani. Advent es el principal dueño del NBC, junto con Morgan Stanley, un
consorcio de inversiones emparentado con el banco J P Morgan.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Todo hace suponer –hasta que se brinde la información
detallada– que el verdadero aspirante de PLUNA es Advent International y que
Campiani y Bachrach son sus cabezas dirigentes, es decir, el Nuevo Banco
Comercial; ambos, además, integran el directorio de la empresa argentina oca,
que fue comprada por Advent. El andamiaje de consorcios y empresas se ajustaría
a un molde vastamente repetido en el Río de la Plata; recuerda la misma
estructura utilizada por los hermanos Rohm cuando adquirieron el Banco Comercial
con la creación de San Luis Investment, integrado por el Banco General de
Negocios, el J P Morgan, el Crédit Suisse y el Deutsche Bank, que permanecieron
en un discreto segundo plano mientras la gestión quedaba en manos de los
Rohm.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otras pistas pueden aportar más elementos sobre la
identidad de los promitentes compradores y el papel que juega Ficus Capital. En
principio Ficus opera como broker, es decir, el agente que anuda contactos entre
compradores y vendedores, pero resulta significativo que uno de sus ejecutivos
fundadores, Francisco Ravecca, “experto en negocios internacionales, finanzas de
empresas y capital de riesgo”, trabajó antes para Advent International. De la
mano de Paul Elberse, antiguo gerente general del Nuevo Banco Comercial, Matías
Campiani, actual director del NBC, extiende la influencia de Advent en Uruguay.
Resulta imprescindible establecer cuál es la estrategia de Advent y de Campiani,
y si ella se ajusta o no a los criterios de los capitales de riesgo, que en
América Latina se inclinan a comprar empresas en dificultades (dificultades que
favorecen los términos de la negociación) y después venderlas.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>El nuevo paquete accionario</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Además de Campiani hay una segunda “cabeza visible”: el
uruguayo Luis Rodríguez, que se define como asesor de empresas españolas. El
papel de este hijo de un antiguo funcionario de PLUNA está determinado por la
necesidad de sustentar el requisito legal de una mayoría accionaria de origen
“nacional” en el capital de una empresa estatal. Rodríguez se encargó de
difundir las expectativas más optimistas para PLUNA: se pretende convertirla en
la línea top de la aeronáutica comercial regional, y en un factor de crecimiento
exponencial de la corriente turística a Punta del Este; en materia de
declaraciones, el techo es ilimitado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según los escasos elementos aportados, Leadgate depositó
2 millones de dólares como requisito previo para las negociaciones, y está
dispuesto a una capitalización inicial de 15 millones de dólares más otros 10
millones a través de líneas de crédito para capital de trabajo. En una etapa
posterior destinará 152 millones de dólares para la operativa de la empresa,
fundamentalmente para la compra de 20 aeronaves que le permitirían aumentar la
frecuencia de vuelos a España e iniciar frecuencias a Estados Unidos; en estos
planes, se mantendría no sólo el personal actual de PLUNA, sino que se
incrementaría hasta llegar a 1.200 funcionarios. No se sabe si Leadgate asume el
pasivo, total o parcialmente, que dejó VARIG.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esa es otra incógnita: según ciertas fuentes (véase nota
aparte) para el rescate de las acciones de VARIG (49 por ciento) PLUNA habría
destinado 20 millones de dólares, presumiblemente haciéndose cargo de los
pasivos. Al ampliarse el paquete accionario, Leadgate controlaría el 75 por
ciento, invirtiendo 15 millones de dólares. De ese 75 por ciento, un 25
correspondería a Luis Rodríguez, quien oficiaría de testaferro para que el 51
por ciento del total estuviera detentado por accionistas uruguayos, un requisito
exigido para que PLUNA continúe siendo línea de bandera.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El 25 por ciento que retendría PLUNA Ente Autónomo
tampoco es tal, porque en esa cifra están incluidos los porcentajes pequeños de
los empleados de PLUNA y de los hermanos Mesa. Ninguno de los actores oficiales
de la negociación accedieron a despejar la incógnita, pero parece ser que la
representación del Estado se reduciría a un 23 por ciento y fracción.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mientras se acumulan las preguntas, que los dirigentes
del Frente Amplio prefieren no formularse por el momento, la sensación en medios
políticos y sindicales es de estupor: quizás, razonan, este esquema de
reprivatización de PLUNA es el único posible, lo que no justifica que se maneje
con total hermetismo. Como ha pasado anteriormente, los aspirantes, que se
disponen a realizar una pormenorizada auditoría, tendrán las respuestas antes
que la gente. La razón es un compromiso de reserva, que se extiende a la
identidad de los compradores y, más aun, a la realidad de la empresa. Esos
criterios, en el pasado, fueron duramente cuestionados por la hasta ayer
oposición.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Quién es quién</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Matías Campiani.</STRONG> Su nombre se hizo
popular en nuestro país, particularmente en Colonia, cuando desembarcó en 2004
como el salvador de Parmalat Uruguay. Ciertamente este joven ejecutivo argentino
no era desconocido en ambientes financieros pero, como después se volvió
costumbre, su presencia en Uruguay mezcló un protagonismo sazonado con dinamismo
y una dosis de “bajo perfil”. Cuando asumió el control de Parmalat Uruguay –tras
la debacle del emporio lácteo italiano– y creó Ecolat, Campiani fue en extremo
ambiguo al definir el origen de los capitales interesados en la planta de
Colonia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Campiani tenía, para entonces, una interesante foja de
servicios. Ejecutivo del controvertido grupo Exxel (que en Uruguay describió un
fugaz vuelo rasante al adquirir los supermercados Devoto para después venderlos
al grupo Géant-Casino), asumió como presidente de oca –operador postal y el
primer correo privado de Argentina creado por Alfredo Yabrán– cuando, después de
un azaroso proceso, la empresa fue vendida al grupo Advent International, un
fondo de inversión radicado en Boston, Estados Unidos. oca tenía un pasivo de
240 millones de dólares y sus principales acreedores eran el J P Morgan, el
Crédit Suisse, el Deutsche Bank y el Bank Boston. Advent compró oca en 32
millones de dólares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para cuando oca fue controlada por Advent, Campiani ya no
integraba Exxel: había pasado a ser ejecutivo senior del grupo estadounidense de
“inversiones directas”. Es de presumir que Campiani compró Parmalat Uruguay con
el dinero de Advent.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un “perfil bajo” más profundo exhibió Campiani en su
segunda y más importante incursión en la plaza uruguaya: la compra del Nuevo
Banco Comercial (NBC). Cuando se concretó la reprivatización, el año pasado, el
ministro de Economía, Danilo Astori, explicó que “al país llega un grupo de
mucho prestigio integrado por Advent, Morgan Stanley e instituciones de Holanda
y Alemania, generando una tranquilidad muy grande”. En medios financieros
locales se sostiene que en la intermediación por el NBC participó Ficus Capital,
la empresa de Paul Elberse.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Campiani asumió como director del NBC en representación
de Advent; su vicepresidente es Ernest Bachrach, un argentino-estadounidense que
en 1995 se mudó a Buenos Aires para pilotar las operaciones regionales de Advent
y que integra, también, el directorio de oca. Por esa razón, cuando se concretó
la reprivatización, el diario Clarín de Buenos Aires pudo titular: “oca compró
un banco uruguayo”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora, si se concreta la privatización de PLUNA, Advent
International ostentará en Uruguay tres emprendimientos disímiles: una
procesadora de lácteos, un banco y una línea aérea.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Paul Elberse.</STRONG> Definido como “un
ejecutivo casado con el éxito, con aires de modelo de Ralph Lauren”, el broker
que introdujo a los promitentes compradores de PLUNA aparece como un misterioso
“relacionador” de las altas finanzas que cultiva contactos con poderosos grupos
de inversión extranjeros dispuestos a impulsar empresas de riesgo. En Uruguay,
sus éxitos personales a veces fueron a contramano del destino de las empresas en
las que participó.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Como ejecutivo de abn Amro desempeñó gestiones de manager
en Moscú, Singapur y Nueva York y fue gerente de la filial en Montevideo. Su
nombre fue sorpresivamente manejado por las autoridades económicas del gobierno
de Jorge Batlle cuando a fines de febrero de 2002 estalló la crisis bancaria.
Cuando el ministro de Economía, Alberto Bensión, decidió desplazar a las
autoridades del Banco Comercial, afectado entonces por una “corrida” superior a
los 70 millones de dólares y un vaciamiento que superaba los 100 millones de
dólares, Paul Elberse fue nombrado gerente general en sustitución de los
hermanos Carlos y José Rohm; estuvo, por tanto, íntimamente ligado al escándalo
del préstamo secreto otorgado por el J P Morgan, el Crédit Suisse y el Deutsche
Bank para capitalizar al Comercial, del cual eran dueños en un 75 por
ciento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al frente del Comercial, Elberse fue impotente para
impedir el desplome de la institución, pero secundó las ilegales operaciones de
“asistencia financiera” del Banco Central, que consumieron más de 200 millones
de dólares en unos seis meses, a pesar de saber que el Comercial tenía
patrimonio negativo y estaba en bancarrota.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando el Parlamento decidió el cierre del Banco
Montevideo, del Banco de Crédito y de La Caja Obrera, pero resolvió “gestionar”
el Comercial hasta su futura reprivatización, Elberse fue nombrado por el
entonces ministro de Economía Alejandro Atchugarry como gerente general de lo
que se llamó Nuevo Banco Comercial (NBC). Su nombre estuvo asociado a otro
escándalo, denunciado por el entonces diputado frenteamplista Víctor Rossi
cuando se conocieron los sueldos que cobraban los ejecutivos del NBC: Elberse
percibía un salario que rondaba los 30 mil dólares mensuales para timonear una
institución que había congelado los ahorros de sus depositantes. Para cuando
Rossi y el senador Reinaldo Gargano pudieron confirmar las cifras de los
salarios ejecutivos, que el ministro Alfie se había negado a brindar, Elberse ya
había sido despedido, pero por entredichos con su jefe, el ministro de Economía.
La plana mayor del NBC había cobrado cerca de 700 mil dólares en seis meses.
Elberse, por su parte, cobró 33 mil dólares en abril, 35 mil en mayo, 55 mil en
junio, 35 mil en julio, y 22 mil en agosto, período en que la “corrida” se hizo
imparable hasta desembocar en el “corralito”. Por los términos de su contrato,
Elberse inició un juicio civil que le reportó más de un millón de dólares de
indemnización.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tales cifras podrán ser de uso común en el mundo de las
finanzas, pero resultaban incompatibles con la crisis que se vivía, y que fue el
centro de la argumentación del diputado Rossi. Elberse, de todas formas, no es
responsable de tales criterios salariales: alguien, en el gobierno colorado,
autorizó los sueldos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Elberse no se desvinculó de la plaza uruguaya. Creó dos
empresas, Ficus Capital y Fidential Servicios Fiduciarios. La primera “ofrece
servicios completos de banca de inversión y operaciones de bolsa, proporcionando
asesoramiento, experiencia en estructuración y capacidades ejecutivas en los
mercados de capitales para clientes con intereses comerciales en el Cono Sur de
Latinoamérica”; la segunda “presta servicios de asesoramiento en materia
fiduciaria”. Algunos de sus ejecutivos comparten el staff de ambas firmas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ficus fue un elemento clave para el desembarco de los
aspirantes a PLUNA; hay múltiples canales que conectan a Ficus con los
promitentes compradores, razón por la cual en los últimos días se extendió la
sospecha de que Paul Elberse podría ser designado como gerente general de la
nueva compañía aérea que surja de la reprivatización.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información
difundida por Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios,
redes alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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