<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2></FONT><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><FONT size=4><STRONG><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT></U><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 2 de febrero 2007 -
Redacción: </STRONG></FONT><A href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
size=4><STRONG>germain5@chasque.net</STRONG></FONT></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>América
Latina</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El Pentágono se moviliza para
combatir el “populismo radical” </FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>El establecimiento de pequeñas bases
militares en numerosos países para ‘dominar sin ocupar’, además de la formación
de los ejércitos locales en sus propios países, es la nueva estrategia de EE UU
para Latinoamérica.<BR><BR>Fernando Molina Cortés </FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Diagonal y La
Haine</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://www.lahaine.org/"><STRONG><FONT
size=3>http://www.lahaine.org/</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG><BR>El creciente
establecimiento de gobiernos izquierdistas en Latinoamérica preocupa cada vez
más a la Administración y grupos de poder estadounidenses. Ecuador, Nicaragua,
Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela se están saliendo del patio
trasero de EE UU, que ve así peligrar su influencia en el sur del continente.
Como afirma Noam Chomsky en una reciente entrevista para la BBC, “los medios de
dominación [de EE UU sobre Latinoamérica] se ven además socavados por la
tendencia hacia la integración de las economías en la región, por la
diversificación en las relaciones internacionales, la búsqueda del control sobre
los recursos nacionales y el rechazo a las recetas de las instituciones
financieras internacionales”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Así pues, después de un tiempo en el que la Casa Blanca
ha centrado la atención bélica en el Medio Oriente, la Administración Bush y el
Pentágono están definiendo un discurso ideológico que justifique el
intervencionismo en la región. Además de los términos ya empleados a nivel
global como “la guerra contra el terror”, que desde el 11-S lo justifica todo,
se están acuñando nuevas expresiones como “narcoterrorismo” para intervenir en
los países andinos productores de la hoja de coca y, sobre todo, la expresión
“populismo radical”, en clara referencia a los gobiernos de Hugo Chávez, de Evo
Morales y de Rafael Correa, entre otros. En la pasada reunión de la Organización
de Estados Americanos, la secretaria de Estado estadounidense, Condolezza Rice,
alertó sobre la necesidad de “crear nuevos mecanismos para reprender a aquellos
países que se apartan del camino democrático”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Bajo la excusa de este supuesto “déficit democrático” y
de la guerra global contra el terrorismo y el narcotráfico, Washington ha
incrementado más la ayuda militar y policial en la zona que la social y
económica. El departamento de Estado usa la palabra “terrorismo” en 16 de sus
informes al Congreso sobre países de la región para justificar la asistencia
militar. La “guerra contra el terror” permite ahora redefinir cualquier interés
en términos de seguridad militar. Pero parece ser que, de momento, la política a
seguir por EE UU excluye la intervención bélica explícita. El Pentágono propuso
cambiar la estrategia basada en una limitada cantidad de grandes bases militares
por una basada en numerosas y pequeñas bases o ubicaciones operativas de
vanguardia (FOL, por sus siglas en inglés ), instaladas en ocasiones a cambio de
canje por deuda externa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No interesa tanto la ocupación del territorio si se puede
asegurar la apropiación de los recursos naturales de la región, sean éstos
minerales, hídricos y/o estratégicos. En definitiva, se trata de profundizar en
el control de las zonas donde la riqueza estratégica permite asegurar a EE UU su
hegemonía sobre los recursos y sobre los intercambios económicos. Y acompañando
esta estrategia de FOL, se apuesta también por el entrenamiento de los ejércitos
locales en su propio territorio, mediante empresas privadas de personal militar
y formadores del Pentágono.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Este entrenamiento ‘a domicilio’ evita la intervención
bélica directa, lo que reduce el desgaste interno que supondría la muerte de
soldados estadounidenses. Asimismo, tras pasar el entrenamiento militar de manos
del Departamento de Estado (Exteriores) al Pentágono (Defensa), se disfruta de
la impunidad que proporciona el liberarse de la supervisión del Congreso en
materia de derechos humanos. Los entrenamientos ‘a domicilio’ en Latinoamérica
los realiza el Comando Sur. EE UU asegura su presencia en todo el mundo a través
de sus comandos geográficos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El Comando Sur (US.SOUTHCOM) opera en 32 naciones: 19 en
América Central y América del Sur, y 13 en el Caribe, además de supervisar la
Base de Guantánamo. El SOUTHCOM arma, entrena y adoctrina a los ejércitos
latinos mediante “programas conjuntos” en los que en ocasiones se subcontratan
compañías privadas de mercenarios que proporcionan militares especializados,
habitualmente oficiales “retirados” del Ejército norteamericano.</DIV>
<DIV align=justify><BR>EE UU exige además un convenio con cada país mediante el
que se otorga inmunidad diplomática a los soldados y a todo su personal, por el
cual se libera de responsabilidades al SOUTHCOM acerca de cualquier reclamo, que
además sería resuelto bajo las leyes de EE UU. Según el general James T. Hill,
ex jefe del SOUTHCOM, a “las amenazas tradicionales de los narcoterroristas y
sus semejantes (...) se les complementa ahora una amenaza emergente mejor
descrita: el populismo radical, [con el que] el proceso democrático es socavado
para disminuir más que proteger los derechos individuales”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Y añade: “Algunos líderes en la región están sacando
provecho de las frustraciones profundas derivadas del fracaso de las reformas
democráticas (...). [Estos] líderes pueden al mismo tiempo reforzar sus
posiciones radicales inflamando el sentimiento antiestadounidense. Además, otros
actores buscan socavar los intereses de los EE UU en la región apoyando estos
movimientos”. “Estamos ayudando a los esfuerzos de nuestras naciones socias a
dirigirse a estas amenazas y a los actores estructurales subyacentes”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Y concluye Hill: “Las actividades del SOUTHCOM expanden
la influencia de los EE UU, aseguran a amigos y disuaden a los adversarios
potenciales”. En el informe de 2005, el SOUTHCOM declara abiertamente que entre
sus objetivos está “conformar un grupo de países con pequeños ejércitos, pero
afines ideológicamente a Estados Unidos. Tal fin implica la defensa de nuestros
intereses estratégicos y comerciales”.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Escuela de las Américas</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Recientemente, el periódico USA Today anunciaba que EE UU
reanudará en su Escuela de las Américas de Fort Benning (Georgia) el
entrenamiento de militares latinoamericanos. Estos entrenamientos, basados en
tácticas de contrainsurgencia, operaciones de comando, guerra psicológica,
inteligencia militar y tácticas de interrogatorio, habían cesado en el año 2002
tras la publicación años antes de los manuales empleados en la escuela, en los
que se defendía la práctica de la tortura, la extorsión o la ejecución sumaria,
definiendo como objetivos a las personas que pertenecieran a organizaciones
sindicales, que “distribuyesen propaganda en favor de los trabajadores o de sus
intereses y simpatizasen con manifestaciones o huelgas”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Hay que recordar que en esta escuela se formaron un gran
número de militares sudamericanos implicados en las sangrientas dictaduras de
los años ‘70, apoyadas por EE UU con el fin de acabar con los movimientos de
izquierdas y colocar en el poder a gobiernostítere que aceptaran el liberalismo
económico.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La triple frontera</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La triple frontera que comparten Brasil, Argentina y
Paraguay es de interés primordial para EE UU, por su posición geoestratégica y
por ser rica en recursos naturales. Según el diario mexicano La Jornada, es la
llave de los proyectos geoestratégicos norteamericanos para controlar, con
tropas de rápida movilización, los países fronterizos e implementar la “guerra
de baja intensidad” contra el terrorismo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El Departamento de Estado dijo que “no hay información
creíble” respecto a que grupos terroristas operen en la zona, pero varias
agencias norteamericanas insisten, escudándose en la presencia en la zona de
población de origen árabe. Es zona prioritaria para los entrenamientos ‘a
domicilio’ del SOUTHCOM, con base en la localidad de Mariscal Estigarribia, al
oeste de Paraguay, a 250 kilómetros de Bolivia, muy cerca de Argentina y donde
se estima que podría contar con 16.000 efectivos. Desde esta base se ‘tienen a
tiro’ las reservas gasíferas y petrolíferas de Bolivia, que hacen frontera con
Paraguay, y se puede controlar la segunda reserva de agua dulce del planeta, el
Acuífero Guaraní.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>