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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 6 de febrero 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Argentina</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Condiciones laborales en Argentina,
sus repercusiones en los trabajadores infantiles<BR></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>El silencio habla en otro
idioma</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG><BR>Madres y padres sin sindicatos,
niñ@s agremiados<BR> <BR>Este pedido de sindicalización de los
trabajador@s infantiles, si bien los visualiza, los petrifica en un rol de
trabajador desde una voz de adultos sin adultos, sin historia, sin crianza. Los
padres de estos niñ@s y adolescentes, ocupados, desocupados, precarizados poseen
una historia de lucha como clase trabajadora que ha sido derrotada desde
mediados de los setenta, cuando comienza a evidenciarse una nueva estructura
productiva y laboral en nuestro país, en Latinoamérica y en el mundo. Los
trabajadores infantiles, hijos de esta generación de trabajadores derrotados en
sus luchas, cuerpos que heredaron esta derrota, se les ofrece la
posibilidad de sindicalizarse: niños de 8, 10 o 12 deberían agremiarse
como instrumento para mejorar su condición de vida. <BR> <BR>Miriam
Tasat<BR></STRONG><A
href="mailto:prismamet@yahoocom.ar"><STRONG>prismamet@yahoocom.ar</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR> <BR>El derecho a la educación está garantizado en
nuestra Constitución; sin embargo la universalización de la escuela
primaria en un panorama con índices de deserción en aumento (EPH), con la
mayoría de los hogares argentinos con dificultades económicas, con niveles
de segmentación y fragmentación educativa que hace a la mentada
calidad educativa, hace irrumpir en nuestros oídos un, ya viejo, análisis
sobre la institución escolar: cada clase social con su correspondiente realidad
educativa.<BR> <BR>El derecho al trabajo está garantizado en nuestra
constitución; sin embargo parte de la población goza de determinados derechos
laborales y otra gran proporción no. Quienes se ven vedados de estos derechos, o
casualidad trabajadores en negro, poseen los menores niveles educativos,
primaria o secundaria incompleta (O. Altimir y L. Beccaria, 1999)
<BR> <BR>Los derechos de l@s niñ@s están garantizados en nuestra
Constitución, sin embargo según una encuesta del INDEC indica que sobre trabajo
cada vez son mas los chicos de sectores pobres que trabajan entren los 12
y 14 años. <BR> <BR>Las ideas abolicionistas sobre el trabajo
infantil, con este simple análisis de algunos derechos que no se cumplen debería
llevarnos, por lo menos, a pensar donde comenzamos a empantanarnos con universos
de palabras que nos someten y alienan aún mas.<BR> <BR>Un buen lugar para
empezar es el llamado “mundo del trabajo”, como nos configuran las
relaciones sociales para llegar al punto de tener leyes que se cumplen a
excepción en una democracia que pretende salvar sus males con conceptos
enmascaradores como “trabajo en blanco” o “trabajo en negro”. A
diferencia de lo que se podría pensar el núcleo del empleo no se encuentra en el
trabajo registrado, en blanco, sino un peculiar carácter que configura las
relaciones sociales que hoy impone el movimiento constante del capital: la
sobremirada de un grupo hacia otro.<BR> <BR>Esta mirada, proyección de la
nueva forma de coerción económica en el capitalismo actual, se constituye,
incluso, en un mismo espacio físico como puede ser cualquier
oficina de alguna empresa; así encontramos empleados registrados que
conviven en su jornada laboral con trabajadores con distintos niveles de
precarización hasta encontrar la situación laboral llamada: “trabajo
en negro total”.<BR>Ésta coerción, como repertorio unilineal de acción de
la clase dominante, disciplina a los trabajadores “en blanco” en referencia de
los trabajadores “en negro” y viceversa. <BR> <BR>La dinámica
cotidiana de estos binomios polarizantes, por ejemplo: los incluidos-los
excluidos, contribuyen en su tensión a mantener y reproducir
las relaciones sociales.<BR> <BR>Estas polarizaciónes, no solo son una
realidad semántica del ámbito laboral, este perspicaz y económico mecanismo de
auto ubicación en referencia al otro social en ventaja o en desventaja,
limita, dificulta y permea todas las posibilidades de escapatoria a la red
de opresión. En este dificultoso panorama, para poder encontrar la
salida justa para la mayoría de la población, es necesario descentrar la
mirada y constituir nuevas estrategias de significación y de acción por fuera de
las dadas (¿en forma de ley?).<BR> <BR>Observamos en el ámbito educativo
estas miradas en apariencia opuestas, ambas retroalimentan al sistema de las
relaciones sociales de producción que hoy necesita el capitalismo: los
escolarizados-los sin escolarizar , los que terminaron solo la primaria-los que
no terminaron ni primaria, los alfabetizados-los analfabetos, los que terminaron
la secundaria-los que no completaron sus estudios, los del grado 2° A turno
mañana-los del grado 2°B turno tarde, los que hicieron postrado-los que tienen
solo estudio terciario, incluso los que transitaron jardín, los del grupo etéreo
de 45 a 55 años, los padres con primaria incompleta sin
sindicatos, los niñ@s trabajadores en perspectiva de sindicalizarse
escolarizados, etc.<BR> <BR>Para ser claros, somos parte de una
población trabajadora que anda, desanda su historia y pone el cuerpo
a la región más desigual del mundo. En Argentina sostenemos una estructura
económico y social con un desempleo abierto del 12 o 13 % incluyendo
a los desempleados que perciben los 150 pesos del subsidio, con ventas
netas para empresas como Repsol YPF del orden de los 22,000 millones
en el 2005(Ranking Clarín de Prestigio 2006), con solo 19.000 contribuyentes que
pagan el impuesto a la riqueza por poseer más de un millón de pesos, con 11,4
millones de personas (30% de la población) viviendo con menos de 6,30 pesos o
dólares según parámetro del Banco Mundial( INDEC) , con la participación de los
asalariados en el ingreso nacional en un orden del 24 % (Centro de
Estudios sobre la Población, Empleo y Desarrollo, de la UBA),con el 30% de los
trabajadores con real capacidad de sindicalización (el 70% restante transita las
distintas formas del “trabajo en negro”). </DIV>
<DIV align=justify><BR>En Argentina hay 200 grupos monopólicos que tienen la
propiedad de las principales empresas, bancos, comercios, tierras y negocio de
exportación, El segmento extranjero genera el 91 por ciento de las utilidades
del universo comprendido por” las 500 firmas mas importantes” (Enge- INDEC) y un
exiguo universo de los empleos “en blanco”. En el caso de la construcción, rubro
con acelerado incremento y concentración de capitales transnacionales, genera
solo un 3% de los puestos registrados en el sector.<BR><BR><STRONG>Los silencios
en este panorama acallan otras cifras que soportan los mismos cuerpos en
Argentina</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Los altos niveles de accidentes del trabajo (
dentro del trabajo en negro no hay cifras), el aumento del acoso psíquico y
moral en el ámbito laboral, el crecimiento de la estafa laboral llamada
pasantías (ver denuncias hechas ante Defensoría a: Equis, Mac Donald,
Telefónica, Telecom Personal ) y de los contratos basura, las jornadas semanales
sin feriados, el aumento de la brecha entre ricos y pobres, la naturalización
del trabajo infantil como actividad formadora, la mortalidad femenina
temprana, el supuesto problema de empleo como problema educativo, el
desconocimiento casi absoluto de las lenguas maternas indígenas que aún anidan
en un amplio colectivo de los trabajadores, el aumento a partir de la década del
90 de la reincidencia carcelaria femenina, la desaparición de niñ@s,
adolescentes y adultos trabajadores o estudiantes, los altos grados de
deserción, repitencia y desgranamiento escolar, los obstáculos para la libre
agremiación que se transforman en la práctica en falta del derecho de huelga,
los elevados casos de luchadores populares con causas judiciales abiertas
(Fidela), el alto importe pagado en la subsistencia diaria en concepto de
impuesto al valor agregado, la lista puede continuarse.<BR> <BR>Esta
población “no esta afuera”, no están excluida, todo lo contrario: al dejar a las
mayorías en la pobreza e indigencia, y así aumentar la población que ofrece su
fuerza de trabajo como los trabajador@s infantiles, se disminuye el costos
de mano de obra a términos de los mas bajo de nuestra ensangrentada
historia; y a la vez actúa como efecto disparador para la
resimbolización de los mecanismos de control social (yo adentro-vos afuera).
<BR> <BR>Tal como se vienen constituyendo las relaciones sociales tienen
salida, para las grandes mayorías de hambrientos, sedientos y explotados, desde
fuera del techo del sistema: una propuesta social que rompa el techo del
capitalismo sumada a la propuesta gremial configuraría la posibilidad de romper
los falsos binomios que nos vienen constituyendo cotidianamente.<BR> <BR>El
sistema necesita poblaciones con grados diversos de vulnerabilidad,
entendida ésta por la aproximación a zonas de riesgo social; la coerción extrema
presenta a la fuerza de trabajo en su despojo más puro y se ve obligada casi a
esclavizarse, aquí los dispositivos de control y represión del sistema nada
saben del mentado concepto de “ciudadanía” .</DIV>
<DIV align=justify><BR>La “experiencia ciudadana” de Jorge Julio López,
desaparecido el 18 de setiembre del 2006, luego atestiguar en el juicio contra
el genocida Etchecolaz, nos hace una vez mas repensar, entre tantas otras cosas,
en los territorios imaginarios en los que vivimos, uno de ellos el
judicial).<BR> <BR>La exclusión no es más que la configuración de las
condiciones de vida de cierta fuerza de trabajo que realiza las labores del
capital intensivo que aún reditúa con creces al capitalismo en regiones como la
nuestra y muestra en Argentina la ausencia en reinversión
tecnológica.<BR> <BR>La ley no resuelve la relación patrón-obrero
(primer binomio constituyente del capitalismo) cualquiera fuese su edad de los
comprendidos<BR>Los trabajadores infantiles, ¿deberían continuar
trabajando promoviendo mejoras en su condición laboral?, ¿debería estar
permitido hacerlo, pues el trabajo “forma”, educa?<BR> <BR> El trabajo
que educa y transforma es aquel que realiza una persona, que
poseyendo la idea constitutiva de lo que va a producir en su cerebro, lo
lleva a cavo en un acto, transformando su idea en obra, en producto. El trabajo
humano, así, crea realidad a la vez que recrea al sujeto como ser
social.<BR> <BR>Este es el trabajo que educa, que socializa en términos de
solidaridad entre pares y no es, por cierto, el trabajo que ofrece el
capitalismo hoy a los adultos y menos aún a niñ@s y adolescentes. Los
empleadores para mantener sus altas tasas de ganancias, establecen condiciones
laborales cada vez con mayor precariedad, y de manera descarnada
sobre poblaciones que transitan las zonas de mayor vulnerabilidad. Éstas
no son solo zonas representativas, sino que tienen su asidero en regiones
geográficas concretas, por tanto: el reclutamiento de fuerza de trabajo cobra
una peculiar dinámica en distintas puntos de la realidad
enmarcados en situaciones especiales, tanto individuales como grupales.
Así, los grupos humanos de los inmigrante, de las personas de determinada
edad o género, de los indocumentados, de los indígenas, de los analfabetos,
de las jefas de hogar, de l@s presidiarios entre otros, son
blanco en la caza de fuerza de trabajo ultra económica.<BR> <BR> Hay
un perfil que puede ser más violentado que otros en las relaciones laborales
actuales en Argentina, está constituido por las jóvenes generaciones, no
mayores de edad aún, concentrados en “zonas francas” o “fronteras”. Si son
mujeres y/o indígenas, mayor será su desprotección y sobreexplotación.
Recordemos que en las redes constituidas para el tráfico de personas las mujeres
son más buscadas que los hombres, pueden cosechar y a la vez en otros turnos son
abusadas sexualmente entre otras actividades.<BR> <BR>El 57% de l@s niñas y
adolescentes buscados en Argentina son del sexo femenino y su oscilan las edades
entre 13 y 17 años. La mayoría de los niñas, niños y adolescentes buscados son
oriundo de la Provincia de Buenos Aires.<BR> <BR>Sobre 2240 denuncias
recibidas permanecen siendo buscados 251 niñ@s y adolescentes. Son 30 los
chicos que aparecieron sin vida de los buscados por Missing Children al 31 de
agosto del 2006. En tanto; “Desde el 25 de mayo del año 2003 hasta el 28
de julio del 2006 han sido 505 las personas asesinadas por las Fuerzas de
Seguridad. En su mayoría jóvenes pobres…”
(Correpi)<BR> <BR> <BR><STRONG>Siguiendo las huellas de nuestra
historia: no hay sueldos, se paga con vales semanales</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Las “zonas francas” pueden estar en el medio de una
metrópolis, por ejemplo los llamados “talleres clandestinos” terciarizan la
explotación de la fuerza de trabajo fuera de la gran industria: Sólo en el
ámbito de la Ciudad de Buenos Aires se estima que ascienden entre 2000 y 2500
este tipo de ámbito de explotación humana. La Cooperativa de vivienda La Alameda
denunció, que en un relevamiento realizado en más de 70 talleres textiles se
demuestra como Naun, Lacar, Montagne, Rusty, Cocorayado, Porsaid, Rash entre
otros, hacen uso de este sistema de terciarización, desprendimiento
monstruoso de la gran empresa del Estado de Bienenestar.<BR> <BR>En
tanto “las fronteras” no son únicamente el límite entre un país y otro; pueden
ser aprovechados también los límites internos jurisdiccionales, o las
llamadas “zonas liberadas”, o los vestigios legales que deja el sistema.
Recordemos que la ley sobre inmigración 25871/03 (ex “ley Videla”) aún no ha
sido reglamentada y en su artículo 55 prohíbe ocupar inmigrantes a menores
de 14 años. <BR> <BR> Las condiciones de trabajo en la horticultura y
cultivo de plantas y flores no son mejores para niñ@s, adolescentes
y adultos: con jornadas superiores a las 12 horas, llegando hasta 18
horas, con reclutamiento mediante engaños, con situaciones de encierro aunque se
trabaje a cielo abierto, con enfermedades en la piel y respiratorias, con
semanas laborales de 6 días, con pagos por producción fuera de todo
convenio de trabajo, no hay sueldos se paga con vales semanales.
<BR> <BR> En la provincia de Salta durante el mes de octubre fueron
hospitalizados más de una decena de niños por insolación en el Hospital de
Zaravia, como consecuencia de larguísimas jornadas de trabajo en fincas de
la zona del Departamento de Guemes. Estos trabajador@s infantiles, transitan las
edades de 8, 10, 12 o 15 años (Copenae).<BR> <BR>Sus padres también fueron
trabajador@s infantiles, hoy también cosechan junto a sus hijos para hacer
rendir el más que escueto jornal: Los niñas, niños y adolescentes cobran entre
20 y 30 centavos por cajón, llegando a cobrar en el día promedio 7 pesos. Los
mayores del grupo también trabajan de sol a sol, también caen en los hospitales
por insolación, deshidratación o desnutrición, pero ya este grupo etáreo dejo de
ser parte de los indicadores sociales que muestran la descomposición
social que atraviesa el capitalismos en virtud de seguir acumulando y
concentrando ganancias. Los privilegiados son los niños al momento de compadecer
quien es el que muere primero trabajando.<BR> <BR><STRONG>Las maestras,
siempre las maestras</STRONG><BR> <BR>Los altos niveles de ausentismo a
clase mantienen una fuerte relación con la problemática compleja del
trabajo infantil y con las penurias de no saber como hacer para comer hoy, como
hacer para vestirse y calzarse hoy, como hacer para estar tranquilo o alegre
cuando el adulto en función de padre o madre no está o esta poco a su lado por
tener que correr de un lado al otro tratando de sostener lo poco que va quedando
de su hogar. Las maestras de la zona feudal del Noa y del Noe de nuestro
país, frecuentemente intentan sacar a luz estas situaciones injustificables en
un capitalismo con niveles de tecnología supremo. En tanto, en zonas
como la de Ciudad Oculta en la Ciudad de Buenos Aires, las docentes
saben que sus alumnos también “trabajan con las verduras y a la vez
concurren a la escuela; lo que no sabemos, porque no llegan ni a la escuela, ni
a la salita de salud, son de los otros niños que trabajan todo el
día.”<BR> <BR>A estos barrios (Oculta, Soldati, Barracas, Retiro entre
otros), van llegando mujeres y hombres del “interior” del país de de
países limítrofes al nuestro con sus hij@s, sumándose a los grupos o
familias extendidas ya establecidas según la comunidad de la cual provengan.
<BR> <BR>Por tanto, encontramos grupos aymarás, kollas, guaraníes
entre otros, provenientes del noroeste, noreste y litoral argentino,
también de Bolivia y de Paraguay. Traen consigo algunas esperanzas, sus
costumbres, sus lengua y muchos niñ@s. <BR> <BR>Estos pequeños
desde el jardín relucen por su silencio, “ha muchos de ellos se los derivó al
fonoaudiólogo, pues creíamos que eran sordos al no contestar a las consignas que
le dábamos.” Est@s niñ@s poseen una lengua materna que no es el español, en su
vida cotidiana con sus padres, hermanos y su familia extendida escuchan
otros sonidos que lo constituyen. <BR> <BR>No son pocos los casos, gran
parte de estos niñ@s alcanzan el repertorio del idioma castellano en situaciones
de trabajo como: cortando hilos en los talleres donde la mamá trabaja, llevando
a otros hermanos a la escuela, cuidando a otros niños en su barrio, plantando,
limpiando, embalando verdura, armando ramos de flores, vendiendo plantas y
flores en changuitos por la ciudad, levantando baldes con arena, carreteando
ladrillos, alisando paredes, acarreando agua, descargando camiones con
mercancías variadas o en la recolección de residuos con un nuevo carácter de
actividad con patrón.<BR> <BR>La ciudad ofrece a los miembros de
estas unidades domésticas, diferentes ofertas laborales según edad y
género al que pertenezcan, que incluyen, paradojalmente, algunas “para la vuelta
al pago”: en los barrios de Constitución en Chacarita u Once,
existen cartelitos que buscan “chicas jóvenes para todo servicio que
quieran viajar e instalarse en el interior del país ”, se les ofrece
vivienda y comida, las interesadas puede llamar a un celular que figura en
el mismo cartelito.<BR> <BR>Otros hechos sorprenden, por lo evidente,
por lo oculto: existen hombres adultos, algunos con años de residencia en
estos barrios que, de la noche a la mañana viajan a España…siguiendo las huellas
de nuestra historia fueron, en su momento, operarios
industriales, con los avatares se reconvirtieron en mozos y hoy se
van España ( allá los esperaría un contrato de trabajo…).<BR> <BR>Existen
los circuitos de “los ciber” que permanecen abiertos toda la noche, en los
cuales los adolescentes son reclutados para el traslado de mercaderías ilícitas
(hay uno, incluso, frente a un hogar de niños…).<BR> <BR>Argentina tienen
firmado el convenio 138 sobre edad mínima de admisión al empleo y el convenio
182 sobre la eliminación de las peores formas de trabajo infantil que no es
escuchado por los capitalistas que contratan a trabajadores infantiles,
provenientes de las distintas provincias argentinas, criollos o indígenas,
como también de países vecinos, los inmigrantes. En el campo como en
la ciudad se les pagan sueldos miserables aún peor que a sus padres, en
forma de vales semanales en rubros como: textil, calzado, cableado,
horticultores, ceramistas, construcción, limpieza, incluso en la recolección de
residuos, que se ha transformado en la actualidad en una actividad laboral con
“dueños”.<BR> <BR>El trabajo registrado, “trabajo en blanco, resabio
de la gran empresa del Estado de Bienestar, constituye hoy, desde un
pasado liquidado lo que a los trabajadores se les muestra como un futuro
en su subjetividad. En realidad la opereta del empleo formalizado desde el
fordismo constituye la cantanta imposible de un presente-futuro: estar en blanco
y que los problemas de empleo se terminen<BR> <BR> <BR>Hoy el
capitalismo se constituye en un circuito masacrador del cual grandes sectores
para sobrevivir deben transcenderlo, con la mirada, con el pensamiento, con la
acción.<BR> <BR>Intentos varios, van surgiendo para hacer aceptable ante el
sentido común, aquello que es inaceptable, pero que el sistema de
producción actual necesita para mantener o aún para elevar su tasa de ganancia.
La naturalización de situaciones sociales insoportables, es un mecanismo
social de control que contribuye a hacer invisible tal
situación. Por ejemplo, un niño trabajador si está en el contexto
familiar, no es un trabajador infantil si no que está en situación de aprendiz.
Debemos tener en claro que generalmente el trabajo infantil se construye
en su seno de las relaciones del grupo doméstico; por ser, precisamente,
una estrategia del grupo para sobrevivir.<BR> <BR>El intento por ver como
normal al trabajo infantil también abrevo en el “culturalismo”, se acepta el
trabajo infantil como practica cultural de siglos de existencia, así los
niños provenientes de estos grupos y comunidades son visibilizados como
practicantes de costumbres y no como trabajadores que están siendo super
explotados al lado de sus mayores también en condición de trabajadores. Se
escuchan y escriben frases como éstas justificando el trabajo infantil: “su
cultura así lo exige y es una costumbre difícil de desarraigar”, “son practicas
centenarias”, “así están acostumbrados...”<BR> <BR>Cabe acotar que no hago
mención al trabajo de ayuda diaria que cualquier chico puede hacer en su casa,
que lo hace ocasionalmente o que le lleva algunos minutos y no le resta
tiempo ni para ir a la escuela, ni para jugar, ni para ser niño hoy. Hablo de
trabajo diario, sistemático que garantiza una retribución material o simbólica
que diario ayuda a la supervivencia, hablo de aquel trabajo que le demanda
responsabilidades de adulto cuando aún es un niño, aquel trabajo que lo desgasta
física, mental y psíquicamente.<BR> <BR><STRONG>Padres sin sindicatos,
niños agremiados</STRONG><BR> <BR>Hoy el intento de naturalización del
trabajo infantil pasa por su agremiación.<BR> <BR>Este pedido
de sindicalización de los trabajador@s infantiles, si bien los
visualiza, los petrifica en ese rol de trabajador desde una voz de adultos
sin adultos, sin historia, sin crianza. Los padres de estos niñ@s y
adolescentes, ocupados, desocupados, formalizados, precarizados poseen una
historia de lucha como clase trabajadora que ha sido derrotada desde los
setenta, cuando comienza a evidenciarse una nueva estructura productiva y
laboral en nuestro país y en Latinoamérica y en mundo. <BR> <BR>Sobre está
derrota, se silencia la voz de adultos trabajadores que no están sindicalizados
en virtud de los cambios del mercado laboral. <BR> <BR>Los trabajadores
infantiles, hijos de esta generación de trabajadores derrotados en sus luchas,
cuerpos que parieron esta derrota, se les ofrece la posibilidad de
sindicalizarse: niños de 8, 10 o 12 deberían agremiarse como
instrumento para su mejora social y la de su grupo. <BR> <BR>Si realmente
estamos por la erradicación de trabajo infantil, y entendemos los fuertes y
múltiples vínculos que mantiene este con la estructuración de la masa
empleable en el capitalismo actual, no son serias las propuestas agremiacionista
a no ser que sirvan para concentrar información y atraer la plata que bailotea
para financiamiento para este sector desde distintos lugares de
mundo.<BR> <BR>La propuesta sindicalista de trabajadores infantiles tiene
aciertos en tanto critica al abolicionismo pero convengamos que tampoco es
cierto que se lo erradique agremiando a fuerza de trabajo de tempranas
edades.<BR> <BR><STRONG>Si esto se trata en Francia, ¿a nosotros que nos
espera?</STRONG><BR> <BR>Presenciamos la marcha hacia la baja de la edad
para la incorporación legal al mercado de trabajo a nivel mundial: recordemos la
lucha por el primer empleo en Francia, los estudiantes y jóvenes que se
movilizaron contra la ley Villepin, contra el refuerzo de la precariedad
laboral, contra períodos de prueba de 2 años para los menores de 26 años,
contra la reducción del costo laboral en “las zonas francas urbanas” o la
exención de cargas para el contrato del primer empleo (CPE).
<BR> <BR>Mención especial merecen los artículos que intentaron
habilitar el aprendizaje laboral a partir de los 14 años para los hijos de los
trabajadores, a la vez que intenta autorizar el trabajo nocturno a
partir de los 15 años destinados a los adolescentes inmigrantes, hijos de los
sectores más vulnerables de la población Francia. <BR> <BR>En los sectores
más pobres se concentran los niños trabajadores en virtud de estrategias
buscadas para mantener la sobrevida. Los sectores medios tienen adolescentes
trabajadores en virtud, ya no para sobrevivir, sino para mantener cierto
nivel de consumo estimulado por las empresas. Estos adolescentes a la vez que
mantienen el nivel de compra buscado por el mercado, son también necesarios por
su resonancia como modelos para los sectores más bajos: se sigue la pauta de
compra si bien con mercadería de inferior calidad. <BR> <BR>Los
trabajadores, adolescentes de clase media, conforman un grupo con determinado
“look cultural” a sostener en virtud de la lógica del consumo y por sus
efectos replicadores en jóvenes de la misma edad pero de condiciones más
humilde.<BR> <BR>En realidad hay todo un giro a nivel mundial con respecto
al tema niñez. Se avanza a acortar la edad para el ingreso legal al mercado de
trabajo, porque el Estado permite trabajar a quienes no decide
garantizarle sus derechos de niñ@s citados por en la Convención de los
Derechos del Niñ@, se desconoce estos derechos universales y especiales en su
condición de persona en desarrollo, en esta línea se observan los renovados
intentos de bajar la edad de imputabilidad.<BR> <BR>No se está
salvaguardando a gran cantidad de mano de obra futura con algún nivel
óptimo para su desempeño futuro en “el mundo del trabajo, con respecto a
salud, educación, madurez, desarrollo, con niveles de abstracción y
creación importantes. ¿Por qué?<BR> <BR>¿Qué sucede con estas unidades
domésticas cuando los miembros de más corta edad entran a un hospital insolado
luego de haber trabajado al sol hasta 12 horas, traspasando mediodía con grados
superiores a los 41°?<BR> <BR>Los niños cosechadores del NOA y del NOE
argentino suscitan sus vidas ayudando a la economía familiar de sobreviva:
la canasta básica que expresa el INDEC no encuentra parámetro cuando un cajón de
verdura cosechada por pequeñas manos, buscadas por esto, por ser pequeñas, es
pagado entre veinte y treinta centavos.<BR> <BR>No es un problema de
inmoralidad familiar , como cierto discurso impuesto nos habla, por lo
cual esta infancia este siendo explotada a niveles de esclavitud junto a
sus mayores, ni que le falte a estos niñ@s sindicalizarse a los ocho años para
que le paguen mas o le acorten la jornada de explotación., o que visibilicen su
sufrimiento para llegar a comer y enriquecer a unos pocos organizándose en
gremios infantiles: Los hijos de trabajadores desocupados, trabajadores en
negro, o formalizados precarizados, deben ingresar en el mercado de
trabajo a tempranas edades cuando su desarrollo psicomotriz, el
lenguaje, la emotividad, la capacidad de aprender o de abstracción no han
sido aún plenamente desarrollados. <BR> <BR>No podemos aportar al cambio
económico y social en este país, sin ver a la niñez trabajadora en
relación al adulto con el cual estableció el particular vínculo de la
crianza, vínculo que nos convierte en humanos. Estos adultos también
también trabajan en condiciones de casi esclavitud y ponen también en riesgo su
vida en el pujante capitalismo que nos toca presenciar:<BR> <BR>“El Chaco
es una de las zonas donde hay más mortalidad femenina temprana, mujeres que
mueren muy jóvenes, y a la vez una mortalidad infantil muy alta. Al analizar la
información el promedio levanta por la cantidad de mujeres que trabajan en la
cosecha algodonera y lo hacen con su hijo en las espaldas… Tocan el copo de
algodón, que tiene más veneno que otros cultivos por cuestiones climáticas.
Cientos de mujeres sacan el copito con la mano y a veces el avión fumigador les
pasa por encima, inclusive aparece veneno en leche materna pues la grasa acumula
el veneno, aquí está la causa de la mortalidad de los chicos tan chiquitos, y
con esto no pasa nada, nadie dice nada…Los cientos de chicos que mueren por
causas evitables y nadie dice nada, nadie abre la boca, yo creo que mi
disciplina toma estas cosas y hace por lo menos abrir conciencias.” Lic. Ana
María Liberali – Centro de Estudios Alexander Von Humboldt. <A
href="http://www.osplad.org.ar/mundodocente/mundodocente2006/">www.osplad.org.ar/mundodocente/mundodocente2006/</A></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>La incorporación de grandes poblaciones al trabajo infantil
si bien es teñido hoy con exacerbación por una ola culturalista (los incas
lo hacían, en Bolivia todos los padres trabajan junto a los hijos) intenta tapar
las frustraciones, que en estas familias provoca el ver que una nueva generación
mas de los suyos es explotada en campos o en ciudades como les paso a ellos, a
sus padres y a los padres de los padres. Al comenzar a hablar con estos
padres de trabajadores infantiles y recordar su propia niñez o su
relación con la escuela, recuerdan con mucho dolor el momento del abandono
escolar y el pasaje al mundo del trabajo por lo general efectuado en casas
particulares para limpiar, cama adentro, o en el campo recorriendo el histórico
rumbo de la cosecha. No es vivenciado como trabajo infantil la labor doméstica
de niñas, que por lo general son las primeras en abandonar la escuela en virtud
de cuidar hermanitos en edad de lactancia o encargadas de acarrear agua,
lavar la ropa o esperar a los adultos y niños trabajadores con alimento
cotidiano.<BR> <BR>En tanto en la realidad, las unidades domésticas
practican estrategias en situaciones desesperantes que les permitan llevar al
hogar el alimento diario, en virtud de tal los niños son incorporados al mercado
de trabajo. La sobreviva para ellos y su grupo de referencia mas íntimo es
el estigma diario. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El problema es que estos niñ@s y adolescentes sin salir a
trabajar no sobreviven. Sin adultos organizados, solos, no tienen opción
para encontrar otra opción... </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Buenos Aires, noviembre 2006.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información
difundida por Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios,
redes alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A> </DIV>
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