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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT></U><BR><EM><FONT color=#800000
size=6>Correspondencia de Prensa</FONT></EM><BR>Año IV - 7 de febrero 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Ecuador</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Efectivamente, el gobierno del
Presidente Rafael Correa parece no entender que el único soporte para llevar
adelante el compromiso que asumió con el pueblo ecuatoriano, es fortalecer las
fuerzas que apoyan este proceso, no debilitarlas a través de acuerdos
espurios...</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Acerca de los acuerdos, la teoría
política y el ejercicio del poder </FONT></STRONG></DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Guillermo Navarro Jiménez<BR><BR>Quito 6 de febrero
del 2007</FONT></STRONG><BR> <BR><BR>La teoría que plantea la necesidad de
evitar el “choque de trenes”, acuñada desde los más altos niveles del gobierno
de Rafael Correa, a propósito de la confrontación del poder ejecutivo con
el poder legislativo, no tiene asidero alguno a la luz de la teoría política, la
que enseña, en forma abreviada y simplificada, que no es más que la practica
para acumular fuerzas en procura de lograr objetivos políticos ciertos.
Acumulación que, por oposición, determina una reducción de las fuerzas
contrarias al proyecto político que se defiende. Contraposición que
ineludiblemente lleva a la confrontación.<BR> <BR>Si a lo anterior se
agrega que nuestras sociedades, se admita o no, puesto que ello no cambia la
verdad objetiva, se caracterizan por contradicciones principales entre clases,
y, secundarias entre estratos de una misma clase, por los irreconciliables y
distintos intereses que caracteriza a unos y otros, la presencia de
confrontaciones se vuelve una constante, cuanto más que las contradicciones se
han profundizado por la crisis estructural del capitalismo. Profundización de
contradicciones que, igualmente, obedecen a la elevación cualitativa de la
conciencia de las masas respecto al origen de los problemas estructurales que
confrontan, proceso que determina un cambio cualitativo acelerado de “clase en
sí” a “clase para sí”, en la visión conceptual de los clásicos.
<BR> <BR>En esa perspectiva, la confrontación es inevitable, cuanto más que
el pueblo ecuatoriano se pronunció en las urnas, por una profunda transformación
estructural de la sociedad ecuatoriana, que afectará profundamente los intereses
de las clases dominantes, como lo anuncian ya los pronunciamientos de sus
principales voceros y la campaña de desinformación y manipulación que
desarrollan los grandes medios de información, controlados por el poder
económico de siempre, ante la solicitud formulada por el Presidente Correa ante
el Tribunal Supremo Electoral para que proceda, como lo manda la Constitución y
la Ley Orgánica de Elecciones, a convocar a una Consulta Popular que defina la
realización de una Asamblea Constituyente de plenos poderes.<BR> <BR>Si
ello es así, los acuerdos públicos o soterrados del Ministro de Gobierno con el
Congreso Nacional para evitar la confrontación social son improcedentes, no sólo
por partir del error teórico de que el “choque de trenes” no se producirá, como
ya lo han demostrado los hechos, sino y fundamentalmente, por cuanto
afectan al proceso de acumulación de las fuerzas favorables al proyecto de
transformación profunda demandado y asumido. Efectivamente, si se analizan los
resultados políticos que generó el primer acuerdo con Lucio Gutiérrez, quien se
ha pronunciado abiertamente en contra de la transformación, es evidente que el
gobierno del Presidente Correa, debilitó sus fuerzas por la crítica que hubo de
soportar por parte de los Partidos y movimientos aliados. La crítica se
concentró en: <BR> <BR>- El retome, por parte del Ministro de
Gobierno, de la vieja práctica corrupta que supone que política es el toma y
daca, lo que determinó que se realicen concesiones que fueron desde la entrega
de cuotas muy importantes de poder a las fuerzas contrarias al proceso,
específicamente a Lucio Gutiérrez;</DIV>
<DIV align=justify><BR>- Las ventajas que se proporcionaba a los
partidos políticos tradicionales en el Estatuto con el cual se convocaba a
Asamblea Constituyente, en tanto se debilitaba la representación de las fuerzas
amigas, situación que volvía inútil el uso de este instrumento indispensable
para el cambio;</DIV>
<DIV align=justify><BR>- La concesión al Congreso Nacional de
facultades que no constan en la Constitución de la República ni en Ley alguna,
en franco incumplimiento de la obligación constitucional que obliga al
Presidente Correa a cumplir y hacer cumplir la Constitución y las
Leyes.<BR> <BR>Las acciones del Ministro de Gobierno (¿con la anuencia del
Presidente Correa?), determinaron que Lucio Gutiérrez controle la presidencia
del Tribunal Supremo Electoral, y, con ello, las fuerzas de oposición logren la
mayoría en esa entidad, lo que les permitió, sobre la base del acuerdo
Gobierno-Gutiérrez y en clara violación de la Constitución, remitir al Congreso
Nacional la solicitud de convocatoria formulada por el Presidente Correa, para
que se pronuncie sobre la misma. Si ello ya conformaba un error político de
bulto, el Ministro de Gobierno volvió a repetirlo, al acordar con los Jefes de
bloque del Congreso que éste “de paso”, según sus palabras, a la Consulta
Popular, en clara violación del Artículo 104 de la Constitución, y, lo que es
más grave, sentando un antecedente legal de previsibles consecuencias en contra
de la Asamblea Constituyente de plenos poderes, que van desde la conformación de
una comisión de juristas encargadas de elaborar el texto constitucional que
discutiría la Asamblea Constituyente, lo que de hecho niega los plenos poderes
de la misma, hasta la postergación de la fecha en que se realizaría.
<BR> <BR>La cesión de poder a favor de quienes se oponen al proceso de
transformación también se manifestó en el anticonstitucional nombramiento,
por parte del Congreso Nacional de Fiscal General de la Nación en la persona del
Dr. Cucalón. Designación que culminó con la renuncia del supuesto Fiscal, como
producto del movimiento social adverso a la designación. A lo expuesto y como
todo apunta, el acuerdo igualmente determina la designación como Procurador
General de la Nación en la persona de un miembro del partido de Lucio
Gutiérrez.<BR> <BR>Así planteado el problema, es evidente que el
gobierno de Rafael Correa, al privilegiar los acuerdos de toma y daca que
concreta el Ministro de Gobierno, en lugar de propiciar un fortalecimiento de
las fuerzas que apoyan la Asamblea Constituyente las deblita, intencionadamente,
según quienes suponen la existencia de un quintacolumnista en el seno del
gobierno, o, por una falta de comprensión de la teoría política y,
principalmente por un temor al ejercicio del poder, según nuestro
criterio.<BR> <BR>Efectivamente, el gobierno del Presidente Rafael Correa
parece no entender que el único soporte para llevar adelante el compromiso que
asumió con el pueblo ecuatoriano, es fortalecer las fuerzas que apoyan este
proceso, no debilitarlas a través de acuerdos espurios. Que el poder no existe
como realidad objetiva, que únicamente se convierte en una realidad cierta
cuando se lo ejerce, y, lo que es más importante que el gobierno tiene el total
y absoluto derecho a ejercerlo, en exacta réplica de las formas y procedimientos
a través de los cuales la dominación lo ha ejercido desde inicios de la
República para conservar sus privilegios. La única diferencia radicará,
entonces, en que el ejercicio del poder debe servir para ampliar, consolidar y
fortalecer las fuerzas políticas que apoyan la transformación a posibilitarse a
través de una nueva Constitución. Debe servir para conformar acuerdos en que
nuestro poder se acreciente y no las de los contrarios al proceso.
<BR> <BR>Todo ello, por cierto, si el objetivo real del gobierno de Rafael
Correa es avanzar en la realización de la Consulta Popular que posibilite la
realización de una Asamblea Nacional Constituyente de plenos poderes. Propósito
que se muestra cada vez más remoto a la luz de los acuerdos públicos y los no
públicos antes comentados. Si nuestra duda razonable es procedente, el
movimiento social debe estar presto para dar la respuesta que ameritaría el
paulatino abandono de ese trascendental objetivo, caro a la mayoría del pueblo
ecuatoriano y por el cual fue electo presidente Rafael Correa.</DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><FONT color=#000080 size=3><STRONG><EM>La información
difundida por Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios,
redes alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </EM></STRONG></FONT><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT color=#000080
size=3><STRONG><EM>germain5@chasque.net</EM></STRONG></FONT></A></DIV>
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<HR>
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<DIV><BR><BR><BR> <BR> <BR><BR> </FONT></DIV></BODY></HTML>