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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT></U><BR><EM><FONT color=#800000
size=6>Correspondencia de Prensa</FONT></EM><BR>Año IV - 11 de febrero 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Colombia</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>FARC versus ELN</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Semanario Brecha</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3>Montevideo, 9-2-07</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><FONT size=3><A href="http://www.brecha.com.uy/"><STRONG><FONT
size=3>http://www.brecha.com.uy/</FONT></STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV align=justify>Las fotografías lucen envejecidas. El blanco y el negro han
ido variando a un gris empantanado. Las barbas tupidas y sin canas de los
personajes hablan de que fueron tomadas en un momento lejano, por más que el
tiempo de la montaña corre más lento que el de la ciudad. Sin embargo, el mayor
anacronismo de esas instantáneas de los años de la coordinadora guerrillera
parecen ser las pancartas que proclaman la unidad entre las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional
(ELN).</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Las dos principales revistas colombianas de actualidad,
Semana y Cambio publicaron en sus ediciones de la semana pasada extensos
informes especiales sobre una guerra silenciosa que estaría enfrentando a las
FARC contra el ELN. <STRONG>(Redacción de Correspondencia de Prensa: incluimos a
continuación de la nota de Brecha, las crónicas integras aparecidas en las
revistas colombianas)</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Las versiones son incompletas y a veces contradictorias. La
procedencia oficial de algunas de las fuentes vuelve potancialmente desmentibles
ciertos detalles, pero circulan con insistencia. Según Semana, el vicepresidente
de la república, Francisco Santos, denunció que las FARC estarían dispuestas a
terminar con el ELN y aseguró que "van más de 500 muertos" en esta disputa. La
publicación señala que los organismos de inteligencia son más conservadores y
hablan, en un informe confidencial, de 150 muertos de las FARC y 30 del ELN.
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>La portada de Cambio titula "Muerte al ELN" resumiendo una
situación en la que, según asegura en las páginas interiores, las FARC "buscan
aniquilar los reductos del ELN" con el objetivo de "consolidar su poder en zonas
petroleras y controlar corredores estratégicos para el negocio del
narcotráfico". </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Ambas revistas detallan diversos episodios de traiciones
mutuas en los que mandos medios de ambos grupos habrán caído en emboscadas
tendidas por el otro bando. Pero cuando se trata de un análisis de fondo que
explique el enfrentamiento, parece primar la tesis oficial de la incidencia del
narcotráfico. Semana, por ejemplo, sitúa los orígenes del problema en 2002,
cuando las fumigaciones de los cultivos de coca en zonas dominadas por las FARC
habrían desplazado a esta fuerza hacia territorios que tradicionalmente se
consideraban como área de influencia del ELN: "En ese entonces el ELN, por
convicciones revolucionarias, no aprobaba financiarse con dichos cultivos",
relata Semana en la nota de portada del viernes pasado, por lo que "hubo varios
roces armados y diversas reuniones para intentar frenar el baño de sangre".
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>En 2005 el alto el fuego habría llegado de la mano de la
decisión del ELN de "hundirse hasta el cuello en la economía de la coca" debido
a la crisis de financiamiento que estaba atravesando. Esta tregua duró sólo un
instante, ya que al poco tiempo "las dos guerrillas competían ferozmente" por
controlar las tierras cultivables y las rutas de transporte. </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><STRONG>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>FARC contra ELN <BR><BR>Las dos principales guerrillas están
en una guerra a muerte por todo el país, en la que hay traiciones, fusilamientos
y centenares de muertos. ¿Por qué se están matando? <BR><BR>Revista
Semana<BR></STRONG></FONT><A href="http://www.semana.com/"><FONT
size=3><STRONG>http://www.semana.com/</STRONG></FONT></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>Hace 40 años, 'Tirofijo' y Fabio Vásquez fundaron las
Farc y el ELN con un claro ideal revolucionario: derrocar el Estado colombiano.
Manuel Marulanda era un joven de 34 años cuando en las montañas del sur del
Tolima decidió crear un grupo guerrillero de 140 hombres que sería la semilla
del más poderoso ejército revolucionario del país. Al mismo tiempo, en
Santander, en el otro lado de la cordillera, Gabino -de 14 años- se convertía en
el guerrillero más joven que empuñaba un fusil en las filas del recién fundado
ELN. Hoy, en el ocaso de sus vidas, estos dos legendarios guerrilleros, que
podrían haberse unido para tomarse el poder, terminaron en una cruenta guerra
por dinero y territorio. Irónicamente, las mismas armas que un día se alzaron
desde las Farc y ELN con el fin de cambiar el país, hoy se levantan para matarse
entre sí. <BR><BR>Hasta ahora los colombianos sólo conocen la guerra entre
enemigos declarados. Militares y policías contra guerrilleros. Paramilitares
contra insurgentes. Militares contra paramilitares. Lo que es difícil de
imaginar es una batalla entre ejércitos que parecían hacer parte del mismo
bando. Esta guerra de guerrillas es tan cruel como silenciosa. Sus muertos no
salen en la prensa, sus vejámenes no son denunciados por las organizaciones de
derechos humanos y sus victorias militares sólo se celebran en lo profundo de la
selva. Lo que empezó como escaramuzas entre mandos medios, se ha convertido en
una ofensiva por todo el país, comandada por los más curtidos y sanguinarios
jefes de cada guerrilla. <BR><BR>'Grannobles', el temido hermano del 'Mono
Jojoy', comanda las tropas del oriente con la orden de aniquilar al ELN en
Arauca y Casanare. En el suroccidente, región bajo la influencia de Alfonso
Cano, los combates contra el ELN han dejado cerca de 200 muertos en los últimos
tres meses. En el Catatumbo, el fuego cruzado entre ambos grupos ya llegó hasta
suelo venezolano. Y hay traslado de combatientes hacia las selvas de Chocó,
donde las autoridades vislumbran más enfrentamientos. A tal punto ha llegado la
rivalidad, que el propio 'Tirofijo' dijo en el mensaje de fin de año a sus
tropas que "el ELN mantiene la misma concepción política de los partidos
tradicionales, con el agravante de que mantiene diálogos con el gobierno en
medio de semejante crisis de gobernabilidad y guerra contra el pueblo, lo que no
permite acuerdos de unidad de acción, mucho menos como aliados estratégicos en
la lucha contra el sistema. Si sus mandos depuran su organización enemiga, la
situación puede que mejore a largo plazo". Los sangrientos episodios de esta
historia podría servir de guión para una película de gángsters. Pactos que se
traicionan, fusilamientos públicos, alianzas con la mafia y una desaforada
codicia por el botín de esta guerra: la coca. En el trasfondo, sin embargo, está
en juego un quiebre muy importante en los escenarios militar y político del
conflicto colombiano. <BR><BR>Hace 43 años Manuel Marulanda Vélez, alias
‘Tirofijo’, y Nicolás Rodríguez alias ‘Gabino’ eran dos jóvenes revolucionarios
que pretendían por la vía de las armas cambiar el Estado. ‘Tirofijo’ fundó las
Farc y ‘Gabino’, con tan sólo 14 años de edad ingresó al naciente ELN. A
comienzos de los años 90 los dos grupos guerrilleros se unieron en la
Coordinadora Guerrillera. En una época en la que Farc y ELN eran amigos. Hoy los
dos grupos son enemigos mortales y se enfrentan por todo el país
<BR> <BR>La guerra entre las Farc y el ELN ha dejado un número
indeterminado de muertos en cada bando. Algunos estiman en el último que la
cifra puede pasar de 500 subversivos muertos en esta guerra entre guerrillas. La
orden de aniquilar al ELN provino del propio ‘Tirofijo’, quien en diciembre
pasado les ordenó a sus hombres borrar del mapa a los elenos <BR><BR><STRONG>La
mala hierba</STRONG> <BR><BR>Las alarmas sobre la intensidad de este
enfrentamiento se encendieron el 18 de enero pasado, cuando se rumoró con
insistencia que el ex congresista Luis Eladio Pérez, secuestrado por las Farc en
junio de 2001, había recobrado la libertad en el sur del país. La información
que corría de boca en boca era que en medio de los combates entre las dos
guerrillas, Pérez había logrado escapar de sus captores. Otras versiones decían
que había quedado en poder del ELN y que éste se disponía a entregarlo a su
familia como un gesto humanitario. Todo resultó ser falso. Pero quedó en
evidencia que la guerra de las guerrillas estaba en su momento más cruento. En
Nariño se produjo un desplazamiento masivo a causa de esta conflagración armada.
El vicepresidente de la República, Francisco Santos, denunció que las Farc
querían acabar al ELN y aseguró que "van más de 500 muertos". Los organismos de
inteligencia son más conservadores y hablan en un informe confidencial de "150
de las Farc y 30 del ELN". Un alto oficial de la Policía de Cauca le dijo a
SEMANA que "todos los días hay que recoger muertos que dejan tendidos en los
caminos".<BR><BR>La situación se empezó a agudizar entre los dos grupos desde
hace cuatro años cuando, a raíz de la fumigaciones de los cultivos de coca en
Caquetá y Putumayo, y de las operaciones del Plan Patriota, las Farc se
desplazaron en masa hacia Nariño y Cauca e inundaron de coca la región. En ese
entonces, el ELN, por convicciones revolucionarias, no aprobaba financiarse con
dichos cultivos. Hubo varios roces armados y diversas reuniones para intentar
frenar el baño de sangre. En 2005, se logró un acuerdo de no agresión, cuando el
ELN, asfixiado económicamente, decidió hundirse hasta el cuello en la economía
de la coca. Sus frentes empezaron a cobrarles cuotas a los campesinos cocaleros,
a regular los precios y a hacer negocios con los intermediarios de la mafia. Las
dos guerrillas competían ferozmente por controlar las zonas más cultivadas, las
rutas de transporte de coca y a la población. La relación era tensa en el Valle,
en Cauca y, por supuesto, en Nariño, tanto en la frontera con Ecuador como en la
costa Pacífica. <BR><BR>La fricción permanente era insostenible. Hasta que el
primero de diciembre del año pasado, 'Ramírez', jefe del Octavo Frente de las
Farc, y 'Óscar', comandante de uno de los frentes del sur del ELN, se reunieron
en lo más recóndito de las selvas de Cauca. La reunión, que debía servir para
distensionar el ambiente entre ambos, al parecer terminó en traición. Según
denuncia del propio Secretariado de las Farc, después de una larga conversación,
los dos hombres se despidieron y acordaron volver a reunirse cuando pasaran los
operativos del Ejército sobre la zona. Pero cuando 'Ramírez' se retiraba con sus
hombres, habría sido asesinado por hombres del ELN que le tendieron una
emboscada. La muerte de este jefe guerrillero es un episodio muy confuso.
Campesinos de la región aseguran que efectivamente fueron los 'elenos' quienes
le tendieron una celada. Sin embargo, la Tercera Brigada del Ejército reportó
que este había sido dado de baja en combate por sus tropas, en medio de intensas
operaciones militares. <BR><BR>Las Farc consideran sospechoso que en esa ocasión
"no se presentaron enfrentamientos entre el ELN y el Ejército y que éste no los
persiguiera". Incluso acusan a sus rivales del ELN de tener un acuerdo con el
gobierno y con la mafia para destruirlos a ellos. Independientemente de las
dudas que hay alrededor de la muerte de 'Ramírez', este episodio fue el
detonante para desatar una verdadera batalla campal entre los dos grupos
guerrilleros. <BR><BR>La venganza de las Farc no se hizo esperar. A finales de
diciembre emboscaron a un grupo del ELN en la región del río Mira, Nariño, y
mataron a cuatro guerrilleros, incluido 'José Luis', uno de los más respetados
jefes de ese grupo. "Los cogieron a mansalva porque había un acuerdo de no
agresión", dice un guerrillero del ELN en una comunicación radial interceptada
por los organismos de seguridad. "Iban a solucionar el problema de Cauca (la
muerte de 'Ramírez') pero, como siempre, nos atacaron de manera traicionera, por
la espalda... se trenzó un combate que duró casi una hora", continúa el
informe.<BR><BR>Los reclamos mutuos no paran allí. En cada enfrentamiento se
presentan saqueos de armas y dinero. En conversaciones interceptadas a las Farc
durante la primera semana de enero, un guerrillero se queja ante su jefe
inmediato. Dice que: "los elenos nos capturaron a tres que traían un encargo...
una metra. Los tienen amarrados y dicen que no los entregan". A lo que el jefe
responde sin titubear: "vamos a ver cómo es la vaina. Todos pendientes. Eleno
que miremos por ahí, hay que cascarle". <BR><BR>Lo más grave es que se está
afectando la población civil. El ELN, que había accedido a levantar las minas en
la región de Samaniego, Nariño, ahora ha vuelto a sembrar la zona con
explosivos, para defenderse de las Farc. Los enfrentamientos ya ocasionaron el
desplazamiento de 280 campesinos, y la cifra tiende a crecer. Según Harold
Montúfar, alcalde de ese municipio nariñense, "cerca de 1.500 personas les
dejarán las veredas vacías para que sigan matándose entre ellos. Hoy parecen
pueblos fantasmas, pues no volvieron los profesores ni los funcionarios de
salud, y el desabastecimiento es enorme". Los pobladores han denunciado que el
ELN no deja ingresar comida a las zonas donde hay presencia de sus nuevos
enemigos. <BR><BR>Las Farc acusaron públicamente al ELN de haberse aliado con el
capo de la droga Wílber Varela, que tiene a su servicio los grupos de pistoleros
'Los rastrojos' y 'Águilas negras', ambos bandas sanguinarias que se dedican al
narcotráfico en esa misma región. Un alto dirigente del ELN negó a SEMANA que
hubiese alianza con la mafia, pero admitió que comparten territorio con varios
de estos grupos emergentes, con los que conviven pacíficamente. "No podemos
darnos bala con todo el mundo", dijo. <BR><BR>Todos estos ingredientes reunidos
están convirtiendo a Nariño y Cauca en un peligroso polvorín. "Que se maten
entre ellos" o "en ese enfrentamiento no hay bala perdida", piensa mucha gente.
Pero el asunto no es tan fácil. En la guerra de guerrillas la población civil
siempre es el centro de gravedad. Y la que lleva la peor
parte.<BR><BR><STRONG>Rencor, viejo rencor</STRONG> <BR><BR>Las hostilidades
entre las dos guerrillas que se viven en el sur del país no son las primeras que
han tenido las Farc y el ELN. Durante todo 2006, Arauca fue testigo de una
estratagema similar, y en Antioquia una confrontación peor en 2005 tuvo un
insólito desenlace. <BR><BR>Arauca fue durante muchos años un territorio
controlado por el ELN, que tenía capturadas las alcaldías y la gobernación;
recibía ingresos millonarios por extorsiones y secuestros a las compañías
petroleras y ostentaba uno de los frentes guerrilleros más poderosos y mejor
armados del país, el Domingo Laín. Hasta cuando llegaron las Farc a disputarles
las jugosas rentas de las regalías. Hubo tensiones, muertos y amenazas durante
mucho tiempo. A los pocos años, el gobierno intervino en Arauca y desbarató las
redes de políticos que estaban al servicio de los insurgentes. Sin las regalías
en la mochila, las guerrillas se volcaron al control de las rutas por donde sale
la coca para Venezuela. <BR><BR>El capítulo más feroz de esta larga historia se
vivió el año pasado, cuando un mando medio del ELN, 'la Ñeca', sacó su pistola y
asesinó a sangre fría a un veterano jefe de las Farc, conocido como 'Che'. El
hecho ocurrió cuando, en medio de algunos tragos, trataban de limar asperezas.
Lo que siguió después fue una pugna violenta donde hubo emboscadas, incendios a
casas, amenazas a líderes de organizaciones sociales aliadas de un bando o de
otro, e incluso un concejal de Arauquita fue asesinado por cuenta de esta lucha.
Las Farc no lograron aniquilar al ELN como lo había ordenado 'Grannobles'. Pero
lograron el control sobre la ribera del río Cravo, la ruta más importante para
transportar insumos y cocaína. Las Farc querían quedarse solos en la región y
controlar totalmente la frontera con Venezuela, pero no lo lograron. El ELN
tiene en Arauca una de sus retaguardias históricas y pudo resistir la arremetida
de las Farc. <BR><BR>Hace pocas semanas, 'Grannobles' les transmitió a sus
hombres la orden que recibió del Secretariado de las Farc: "Lo importante es
resguardarse para que no les den golpes, y golpearlos donde puedan... tanto a
los de las tres letras (ELN) como a los otros (Ejército)". Un mensaje sin lugar
a equívocos. Para la cúpula de las Farc, el ELN se ha convertido en un enemigo,
y como a tal lo combatirán. <BR><BR>El otro antecedente de esta guerra ocurrió
en el oriente antioqueño. Todo comenzó en 1999 cuando, según versiones de las
Farc, el ELN se quedó con el dinero de un secuestro que habían hecho de manera
conjunta. A pesar de múltiples reclamos, al parecer el dinero se quedó en las
arcas elenas. Un tiempo después ocurrió otro episodio propio de una
tragicomedia. En uno de los muchos secuestros masivos que realizó el ELN en la
carretera Medellín-Bogotá en esa época, cayó un importante guerrillero de las
Farc que iba vestido de civil. A pesar de que el hombre dijo mil veces que era
de la otra organización, y de que las propias Farc intercedieron para su
liberación, el ELN no quiso devolverlo hasta que no pagaran por él.
<BR><BR>Incidentes de este tipo desataron una guerra sin cuartel en la que las
Farc no escatimaron en combates, masacres ni muertes selectivas de importantes
líderes. La situación era especialmente grave para el ELN porque el Frente
Carlos Alirio Buitrago, que operaba en Antioquia, era el que más secuestros
realizaba y aportaba la mayor financiación para el Comando Central de esa
organización. Esa guerra, finalmente, la ganaron las Farc. <BR><BR>El ELN, que
había estado en el oriente de Antioquia por más de 20 años, tuvo que salir de
allí y desplazarse hacia el Eje Cafetero. Lo que no sabían es que allá los
estaba esperando 'Karina', una especie de Nikita de las Farc, que los persiguió
sin piedad. Finalmente tuvieron que replegarse en el norte del Tolima. El golpe
final a este frente se lo dio la Policía cuando capturó a 'Byron', su principal
jefe, hoy detenido en Itagüí, y quien asegura con amargura que las Farc "son un
ejército de ocupación". <BR><BR>Otro dirigente del ELN detenido en esa prisión
describe a sus más recientes enemigos como unos totalitarios que "donde somos
fuertes nos piden apoyo. Donde somos iguales nos piden que coordinemos, y cuando
nos ven débiles, nos atacan". <BR><BR>¿Qué es lo diferente en este nuevo
capítulo de guerra intestina entre insurgentes? <BR><BR>Por un lado, todo apunta
a que la guerra va para largo en todo el país. En Chocó los organismos de
inteligencia han reportado un inusual incremento de hombres y armas de ambos
grupos, y el traslado hacia allí de 'Timoleón', uno de los más aguerridos
comandantes del ELN, quien además es un enemigo acérrimo de las Farc, desde que
éstas atacaron su campamento el año pasado y casi lo matan de un tiro en la
cabeza. <BR><BR>En Norte de Santander se puede repetir una situación similar a
la de Nariño por la cantidad de cultivos de coca que hay allí y la cercanía con
la frontera venezolana. Por último, las autoridades prevén que en Bolívar, una
zona donde las dos guerrillas han actuado conjuntamente y en armonía, se acabe
la luna de miel. En manos de los organismos de inteligencia hay evidencia de que
'Martín Caballero', el hombre fuerte de las Farc en los Montes de María, está
recopilando información sobre posibles blancos de combate de los
'elenos'.<BR><BR>Pero lo más revelador es que estos roces de mandos medios ya no
son locales. Ahora el Secretariado de las Farc ubica al ELN como parte del bando
enemigo. Y no le perdona que mantenga diálogos con el gobierno de Álvaro Uribe.
Paradójicamente, esta guerra de guerrillas se puede convertir en un catalizador
para la negociación. El ELN, con sus 3.000 hombres y las finanzas debilitadas no
puede sostener una confrontación en varios frentes, y se verá obligado a ponerle
el acelerador al proceso. Esta semana el gobierno aceptó al nuevo vocero de esa
organización, Pablo Beltrán, a quien los analistas ven como el verdadero
estratega de la negociación. La encrucijada del ELN es grande. No puede seguir
en la guerra sin el apoyo de las Farc, y no puede salirse de ella si las Farc
optan por atacarlos una vez desarmados. De todas manera, mientras los diálogos
sigan avanzando, la guerra está declarada."De aquí hasta que el ELN se
desmovilice es difícil que esta confrontación disminuya", dice Antonio Navarro,
secretario general del Polo Democrático. <BR><BR><STRONG>Cuesta abajo</STRONG>
<BR><BR>Los increíbles sucesos aquí relatados revelan un quiebre importante en
el conflicto. En primer lugar, una degradación profunda de las estructuras
guerrilleras, que como nunca parecen haber perdido su norte y su esencia
política. Su guerra interna está más motivada por la codicia y el desagravio que
por diferencias ideológicas o políticas de fondo. El final más deseable de esta
historia es que el ELN se decida por fin a integrarse a la vida civil. De lo
contrario, su ingreso al mundo del narcotráfico, que ya parece estar consumado,
podría corroerlo con mucha más facilidad que a sus contrincantes. El ELN tiene
menos disciplina interna y unidad de mando, y en una alianza con la mafia su
fragmentación militar sería inminente. Con un ELN fuera de la guerra, las Farc
sin duda coparían los territorios de sus otrora aliados. Pero, paradójicamente,
todo el esfuerzo del gobierno se concentraría en ellas. Y ese es el mejor
escenario para las Fuerzas Armadas. En todo caso, este es un epílogo decadente
para dos guerrilleros legendarios que, cuando se alzaron en armas irradiaban la
llama revolucionaria y hoy sólo encarnan el lado más oscuro del ser humano: la
barbarie de la guerra. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Exterminio al
ELN</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Revista Cambio</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://www.cambio.com.co/"><STRONG><FONT
size=3>http://www.cambio.com.co/</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR> <BR>En vísperas de la navidad de 2006,
monseñor Carlos Germán Mesa Ruiz, obispo de Arauca, llegó con báculo y
ornamentos a un paraje del pie de monte llanero para cumplir una cita con los
jefes del bloque nororiental del Eln. Antes de sentarse a la mesa dispuesta para
la reunión, el prelado se puso su estola, inició una oración por la paz y clamó
para que cesara la sangrienta ofensiva que este grupo guerrillero libra contra
las Farc desde hace ya 10 meses.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los sacerdotes Teodoro González Bustacara y Deyson
Mariño, párrocos de Arauca y del corregimiento Panamá de Arauquita, lo
asistieron con las lecturas en medio del silencio de sus interlocutores. Cuando
concluyó la breve ceremonia, los miembros de la comisión del Eln anunciaron que
presentarían algunas propuestas para propiciar un acercamiento con las Farc,
pero antes lanzaron una proclama en la que acusaron a sus adversarios de haber
asumido una actitud prepotente e ideado "una concepción hegemónica, que los hace
creer dueños únicos de la lucha revolucionaria en Colombia".</DIV>
<DIV align=justify><BR> "En todo caso, hablamos más de Marx que de Cristo",
le dijo a CAMBIO monseñor Mesa, quien explicó que esa fue una de las cinco
reuniones realizadas desde agosto del año pasado por una comisión de diálogo
pastoral de la Iglesia con representantes del Eln, empeñado en defender a sangre
y fuego un territorio donde se hizo fuerte en épocas del boom petrolero y en
enfrentar la ofensiva militar de las Farc para aniquilarlos. Se trata de una
guerra a muerte que aunque ha pasado desapercibida para la mayoría de los
colombianos, ha dejado ya cerca de 300 muertos y ha tenido graves consecuencias
para la población civil, como lo confirman organismos de derechos humanos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Durante este mismo lapso, otra comisión de la Iglesia
encabezada por el padre Darío Echeverri, secretario de la Conferencia Episcopal
y miembro de la Comisión Facilitadora que promueve un acuerdo humanitario con
las Farc, gestionó contactos con este grupo subversivo en busca de mitigar el
impacto de la confrontación con el Eln no sólo en Arauca, sino también en Cauca
y Nariño. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La comisión ha buscado el apoyo de conocidos dirigentes
sociales y de izquierda, como Carlos Lozano, director del periódico Voz, pero el
acceso a las áreas de influencia de Grannobles, hermano menor del Mono Jojoy y
cabeza del Bloque Oriental -frentes 10 y 45 y una columna móvil-, no ha sido
fácil dada la radical postura de las Farc. Hasta ahora sólo ha sido posible un
encuentro en el que sin lecturas bíblicas previas ni ceremonias religiosas, los
comisionados de buenos oficios escucharon la versión que dieron jefes de las
Farc sobre el florero de Llorente que, dicen, los empujó a la guerra. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las Farc sostienen que en marzo de 2006, un guerrillero
del Eln conocido como La Ñeca, responsable del trabajo de masas en Arauca,
manchó con sangre el propósito de una visita de emisarios de las Farc
encabezados por El Che, que ese día fue asesinado. Tras estos hechos, el bloque
nororiental del Eln se negó a entregar a las Farc el cadáver, ni permitió que su
viuda lo viera y tampoco quiso entregar a La Ñeca para hacerle un juicio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De acuerdo con la misma versión, pese a que el Eln se
comprometió a castigar al homicida, contactos de las Farc lo vieron primero en
Venezuela y luego en Bucaramanga, donde se movía con plena libertad y por eso
decidieron "ajusticiarlo". Pero el Eln dice que esa muerte fue un error de los
comprometidos, que optaron por ventilar diferencias mientras se tomaban unos
tragos.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Entre dos fuegos</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Independientemente de cuál sea la verdad de las muertes
de El Che de las Farc y La Ñeca del Eln, la realidad es que el enfrentamiento
Farc-Eln va más allá y está relacionado con control territorial, uso de
corredores estratégicos para el narcotráfico y la proximidad de la campaña para
la elección de gobernadores y alcaldes. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Según cálculos de los dos bandos y verificaciones hechas
por la Defensoría del Pueblo y organismos de derechos humanos, la cifra de
muertos de esta guerra que libran en Arauca, Cauca y Nariño, llegaba el pasado
31 de diciembre a 280. Sin embargo, fiscales que llevan procesos de derechos
humanos advierten que puede haber un subregistro alto, porque es común que las
guerrillas oculten el número de sus muertos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Por su parte, funcionarios de la estructura de apoyo
judicial que funciona en la XVIII Brigada del Ejército aseguran que ese
subregistro podría explicar el reciente hallazgo de fosas comunes en zonas
rurales de Arauquita. "Hace una semana, por ejemplo, encontramos una fosa en la
finca Dios Verá, de San José de Arauquita -le dijo a CAMBIO un fiscal-. Contenía
los cuerpos de tres hombres vestidos con uniformes y arneses de campaña, tenían
brazaletes o algún otro distintivo, pero mostraban las características de un
clásico ajusticiamiento".</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Arauca hay mucha preocupación por la guerra que libran
Farc y Eln, pues cada grupo tiene entre sus objetivos militares a profesores,
líderes campesinos, presidentes de juntas de acción comunal e incluso
representantes de ONG. Germán Samudio Puerto, procurador regional de Arauca,
dice que el "pistoleo y el sicariato" son frecuentes y dolorosas expresiones de
asesinatos selectivos, que van aparejados con amenazas de docentes y desarraigos
de campesinos, y se lamenta por la indeferencia de las autoridades "Puedo
dar fe de la indolencia con la que altos servidores públicos miran el problema
-le dijo a CAMBIO-. Durante un Consejo de Seguimiento Electoral, realizado por
los días en que se iniciaba esta guerra, le oí decir a uno de ellos que había
que dejar que los grupos se mataran. Como si fuera fácil aislar del conflicto a
los civiles indefensos...".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según Giomara Gómez, del programa de Acción Social de la
Presidencia de la República, durante el segundo semestre de 2006, el
desplazamiento por esta causa creció 80%, fenómeno que confirma Alicia Castillo,
vocera de las mujeres desplazadas y quien explica que las cifras empezaron a
crecer desde agosto del año pasado, cuando las Farc recorrieron varias veredas
de Tame y Fortul anunciando un reclutamiento masivo de niños mayores de 10 años,
como parte de la represalia contra milicianos del Eln. "Lo que hicieron algunos
padres fue enviar a sus hijos a las cabeceras municipales en busca de amparo",
le dijo a CAMBIO un funcionario del Instituto de Bienestar Familiar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por su parte, Pedro Julio Quintero Quintero,
representante de Arauca ante la Asociación Nacional de Desplazados, anuncia para
el 15 de febrero una marcha de 4.000 personas para protestar porque, según él,
la Gobernación ha calificado a los desplazados como guerrilleros y porque la
única ayuda tangible que han recibido en materia de capacitación laboral han
sido cursos para la fabricación de muñecas de trapo, sin ninguna posibilidad de
comercialización.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Llegan cartas</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Monseñor Mesa y los padres González y Mariño tienen en
sus manos cartas y declaraciones de las Farc y el Eln en las que se hacen
acusaciones mutuas de "crímenes de guerra" y de asesinatos de miembros de
comunidades que les daban soporte social.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según el frente Domingo Laín, históricamente el más
poderoso del Eln y hasta hace poco el mejor armado en Arauca, el frente 45 de
las Farc masacró el 28 de octubre del año pasado a una comisión de 15 milicianos
del frente nororiental en la región del alto San Joaquín, y tres días después
reunió a los indígenas de Alto San Miguel y amenazó con someterlos a juicios
sumarios como colaboradores del Eln. "¿Hasta dónde llega el atropello contra los
indígenas incluyéndolos en el conflicto?", pregunta el frente del Eln en una las
cartas. El 29 de diciembre hubo otra masacre contra sus milicianos en una zona
rural de Betoyes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En otras cartas, las Farc contraatacaron y acusaron al
Eln de estar asesinando sin fórmula de juicio a civiles inermes en las regiones
de Delicias, Mordisco y Alto Caranal, denuncia a la cual los emisarios del Eln
respondieron en la reunión de diciembre con monseñor Mesa, diciendo que los
"civiles inermes" que mencionaban las Farc eran, en realidad, milicianos que
robaban, chantajeaban y secuestraban en la carretera Saravena-Tame. "Todas
nuestras acciones militares se explican dentro de la apelación a la legítima
defensa", dijeron los guerrilleros del Eln.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Monseñor Mesa dice que la posibilidad de un arreglo que
ponga fin al enfrentamiento entre los dos grupos subversivos y detenga lo que
considera una "tragedia humanitaria", depende en buena medida de que las Farc
envíen a una mesa de diálogo o de amigables componedores a personas con
capacidad de decisión. "Los mandos medios viven plegados a un discurso radical y
sectario que no incluye la palabra concesión", asegura el obispo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los jefes del Eln hablan de una "solución sin
sometimiento" que comprometa a las partes a respetar la integridad física y
moral de la población civil y a responder por los daños y perjuicios económicos
causados. Y además se declaran dispuestos a aceptar la presencia de testigos de
la comunidad internacional que garanticen los acuerdos. Sin embargo,
Grannobles, de las Farc, ha dicho a los comisionados que no habrá acuerdos
posibles mientras el Eln busque apoyo de paramilitares y acepte la "infiltración
del Ejército en sus filas" con el propósito de conservar dominio e influencia en
zonas donde sus cuadros han sido aniquilados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por lo pronto, las posibilidades de solución parecen
difusas y los contrincantes no ahorran esfuerzos para estigmatizar inclusive a
muertos y organizaciones sociales. Por ejemplo, las Farc difundieron la especie
de que el presidente del Concejo de Arauquita, José Manuel Roa, asesinado en
noviembre pasado, tenía nexos con un sector político del Eln llamado Asociación
de Jóvenes Emprendedores Revolucionarios. Y le han puesto el mismo inri a la ONG
Joel Sierra de derechos humanos, unas de las organizaciones que en Arauca han
pagado una alta cuota de sacrificio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El Eln ha hecho blanco de sus ataques a la Asociación de
Campesinos de Arauca, a la que señala de ser un apéndice de las Farc y les ha
puesto a sus miembros el rótulo de "objetivos militares". Y ante el asesinato de
por lo menos cuatro presidentes de juntas de acción comunal, algunas de esas
juntas, lo mismo que pequeñas cooperativas de labriegos han tenido que
disolverse para proteger la vida de sus afiliados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Analistas consultados por CAMBIO creen que la
ofensiva de las Farc contra el Eln, que a comienzos de la década de los 90 fue
su aliado dentro de la llamada coordinadora guerrillera Simón Bolívar, tiene,
como única explicación posible, la intención de consolidarse en territorios que
ofrecen nuevas y mayores perspectivas para la financiación de su aparato
militar. En Arauca han encontrado nuevas reservas de petróleo y en Cauca y
Nariño, contrario a lo que dice el discurso oficial, la erradicación de cultivos
ilícitos está rezagada en el cumplimiento de sus metas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No obstante el panorama descrito, el general José Rafael
González Villamil, comandante de la XVIII Brigada del Ejército, ve la situación
menos dramática. Según él, los frentes de los dos grupos guerrilleros -sobre
todo el de las Farc- buscan mejores posiciones a lo largo de los 420 kilómetros
de frontera con Venezuela y esa lucha por el territorio fronterizo es el único
lunar en materia de orden público que se presenta en Arauca. Para probarlo apela
a cifras y dice que el 31 de enero se cumplieron 636 días sin ningún atentado
contra el oleoducto y más de 400 sin voladuras de torres de energía, cuando en
el año más crítico que fue 2002, se presentaron 126 atentados contra el
oleoducto y 60 contra las torres de energía. Y agrega: "El hecho de que durante
2006 hayan sido abatidos 56 guerrilleros, capturados 258 y se hayan
desmovilizado 22, hacen que en Arauca se respire un nuevo clima". </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Bipartidismo armado</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>No obstante la mirada positiva del Comandante de la XVIII
Brigada del Ejército, el gobernador Julio César Acosta y monseñor Mesa coinciden
en que el enfrentamiento entre las dos organizaciones guerrilleras acabó con el
esquema bipartidista de repartición del poder, que empezó a ser disputado por
aliados de esos grupos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El gobernador Acosta, representante de Cambio Radical, lo
explica así: "Aquí hubo un día en que el Eln se adueñó de la administración
pública y del Partido Liberal, y las Farc le echaron mano al conservatismo, a la
frontera agrícola y a la coca". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Para monseñor Mesa, los dos grupos son hoy como dos
partidos que le exigen a la gente que se defina y no parecen dispuestos a
admitir que haya neutrales. "El fenómeno ha cobrado tal magnitud, que incluso la
Iglesia se ha visto afectada por esa polarización -reconoce el obispo-. Los
propios grupos dicen que hay sacerdotes que los apoyan o que son más que
simpatizantes, y yo, con franqueza, no estoy en condiciones de negarlo. Ese es
otro factor que explica la urgencia del diálogo pastoral".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por lo pronto no hay indicios de que alguno esté
dispuesto a ceder: las Farc están empeñadas en su proyecto de expansión y el
Eln, aunque debilitado militarmente, se resiste a perder el último de sus
bastiones, que en los tiempos del cura Pérez fue el más poderoso. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero es un hecho que para consolidar su poder en zonas
petroleras y controlar corredores estratégicos para el negocio del narcotráfico,
las Farc buscan aniquilar los reductos del Eln no sólo en Arauca, sino en Cauca
y Nariño. Y esta situación, de abierta desventaja militar para el Eln, permite
preguntarse si al grupo no le convendría más acelerar el inicio de un proceso de
paz formal del que puedan sacar ventajas políticas. </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>En Cauca y Nariño</STRONG></DIV>
<DIV align=justify>
<P><FONT class=textoNormal>Arauca no es el único escenario de la guerra
Farc-Eln. En Cauca y Nariño la situación es similar y allí un hombre clave de
las Farc, conocido como J.J o Jurga Jurga, ha sido encargado por el secretariado
de sacar al Eln a sangre y fuego. </FONT></P>
<P><FONT class=textoNormal>La ofensiva ha incluido ataques para derribar lo que
alguna vez el cura Manuel Pérez, fundador de la organización, llamó "talanqueras
morales de la organización" y por eso, y a sabiendas de que el Eln siempre ha
negado cualquier relación con el narcotráfico, la semana pasada las Farc
hicieron circular en sus zonas de influencia un comunicado según el cual ese
grupo ha organizado retaguardias con el apoyo del cartel del norte del Valle con
el fin de garantizar su supervivencia militar y económica.</FONT></P>
<P><FONT class=textoNormal>Pero las acusaciones no paran ahí. Mientras J.J.
mueve el aparato militar y selecciona blancos, una comisión de propaganda de las
Farc también le atribuye al Eln alianzas con el Ejército y con bandas emergentes
de paramilitares. Por eso la semana pasada, en una declaración que publicó en su
página web, las Farc calificaron de curioso el hecho de que mientras resistían
una ofensiva de las tropas de la III Brigada del ejército, el Eln hubiera
asesinado a un comandante del frente 60.</FONT></P>
<P><FONT class=textoNormal>En Cauca la población ha visto multiplicar los
riesgos. Los habitantes del Eje, El Bordo, Argelia y Patía han sido testigos de
la llegada de la columna Jacobo Arenas, una de las principales estructuras de
las Farc, mientras que el Eln ha pedido refuerzos que han tenido dificultades
para pasar la Cordillera Occidental. </FONT></P>
<P><FONT class=textoNormal>La situación es de mucha tensión y por eso la
Defensoría del Pueblo promovió la firma de un acuerdo humanitario en el que, en
principio, representantes de los dos grupos se comprometían a respetar a la
población civil.</FONT></P>
<P><FONT class=textoNormal>Samaniego, en Nariño, es otra población en la mira de
las Farc, no solo por razones estratégicas sino también simbólicas. Ese
municipio se convirtió el año pasado en un laboratorio no declarado de paz,
cuando el Eln se comprometió con las autoridades y con la gente a facilitar la
limpieza de campos sembrados con minas antipersona.</FONT><FONT
class=textoNormal>Ese desminado humanitario hoy hace parte hoy del patrimonio de
una paz en construcción, según lo ha destacado en sus análisis el observatorio
especializado en el tema que funciona en la Vicepresidencia de la República. Dar
al traste con ese logro es entonces uno de los propósitos de las Farc, una
guerrilla que se desboca en su política de tierra arrasada.</FONT></P>
<P><FONT class=textoNormal>Las comisiones que intentan la mediación han
fracasado, por ahora, a la hora de invocar un principio que las guerrillas de
otros tiempos decían acatar: el de la ética de la guerra. Sin embargo, sus
integrantes confían en que un futuro acuerdo entre los bandos pudiera también
favorecer los propósitos de llevarlos a una mesa de diálogo productivo con el
Gobierno.</FONT>
<HR>
<EM><STRONG><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></STRONG></EM><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><EM><STRONG><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></EM></A> </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><BR><BR> </FONT></DIV></BODY></HTML>