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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT></U><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 12 de febrero 2007
- Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Haití</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La MINUSTAH, con un general
brasileño al mando, busca justificar su prórroga</STRONG></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Naciones Unidas pretende instaurar
el modelo de las favelas para acabar con la resistencia popular
<BR><BR></FONT><FONT size=2>José Luis Vivas<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Rebelión</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.rebelion.org/"><STRONG>http://www.rebelion.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>Desde el 7 de febrero, fecha en que según informes
totalmente ignorados por los grandes medios informativos más de 100.000 personas
se manifestaron en varias ciudades de Haití por la retirada de las tropas de la
ONU, esta parece haber puesto en marcha de forma frenética una serie de
operaciones cuyo objetivo último parece ser el de castigar a los que
participaron en esas manifestaciones, básicamente la población pobre del país, y
justificar una nueva extensión del mandato de la ONU, que expira el 15 de
febrero.<BR><BR>El director del Instituto para la Justicia y la Democracia en
Haití, Brian Concannon, afirmó recientemente que las últimas incursiones de la
ONU en el barrio de chabolas de Cité Soleil, en la capital haitiana, podrían ser
descritas como una forma de “castigo colectivo”. Según Concannon “es difícil no
advertir una relación entre las grandes manifestaciones ocurridas en Cite Soleil
y los barrios que la ONU ha seleccionado para realizar extensas operaciones
militares". Lo poco que ya sabemos sobre las actuaciones que la ONU ha llevado a
cabo dentro de Cite Soleil tras las manifestaciones del 7 de febrero parece
confirmar plenamente esa hipótesis.<BR><BR>Ya al día siguiente el portavoz
adjunto de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití
(MINUSTAH), Jean-Jacques Simon, declaraba que “los bandidos armados que operan
en la capital haitiana continúan recibiendo financiación, armas y municiones
cuya procedencia sigue sin conocerse”. Añade: “hemos sido víctimas de numerosos
ataques, pero afortunadamente no hemos tenido heridos. Las bandas tienen acceso
a municiones increíbles”, afirma sin aclarar como es posible que tras esos
“numerosos ataques” con tales “municiones increíbles”, las fuerzas de la ONU no
hayan tenido un único herido. Según Simon, las presuntas pandillas criminales
están aglutinándose justamente en Cite Soleil, que casualmente también el centro
de la resistencia a la ocupación de la ONU, y dónde presuntamente se estarían
intensificando los ataques contra los cascos azules. “Por un simple ataque, los
cascos azules han recibido millares de disparos”, como ya hemos visto sin una
única víctima. “Eso significa que las pandillas siguen recibiendo financiación”,
puesto que “continúan contando con toda la munición que quieran”. No obstante el
tamaño aparentemente inagotable de esas municiones, Simon se declara incapaz de
precisar su procedencia y qué grupos estarían financiando esas presuntas
actividades criminales, a pesar de que la misión principal de la ONU en Haití
sería justamente la de proteger a la población contra ese tipo de
actividades.<BR><BR>Simon, como se podría prever, no olvida mencionar las
manifestaciones contra la MINUSTAH del día anterior. Según Simon, las bandas
“utilizan a los manifestantes como subterfugio para ejecutar sus planes”, sin
aclarar qué tipos de planes se pueden llevar a cabo de esa forma. Lo que sí
queda claro, a juzgar por la forma como la ONU viene justificando los “daños
colaterales” ocasionados por sus actuaciones, es que con esas palabras Simon
está abiertamente advirtiendo a la población haitiana que en futuras
manifestaciones la ONU se reserva el derecho de disparar contra los
manifestantes, con el pretexto de que esa forma estará combatiendo a los
pandilleros que presuntamente los utilizan “para sus planes”.<BR><BR>El día
siguiente, 9 de febrero, la ONU reafirma en un comunicado su “voluntad de poner
fin a la violencia organizada procedente de las pandillas armadas de Haití”. El
general brasileño Carlos Alberto dos Santos Cruz, comandante de la fuerzas de la
MINUSTAH, declara que “no tendremos ninguna tolerancia con los secuestros,
acosos o terror que llevan a cabo las pandillas delictivas”. Y asegura:
“continuaré limpiando estas áreas de esas pandillas que le roban a la gente su
seguridad”<BR><BR>Estas ominosas palabras, pronunciadas por un general de las
fuerzas armadas de Brasil, merecen algunos comentarios. Es irónico que haya
encargado justamente al ejército de Brasil la tarea de liderar los trabajos para
instaurar la paz en los barrios pobres de Haití. Veamos las palabras de un
investigador brasileño, Marcelo Freixo, profesor de Historia y ahora también
diputado estadual en Rio de Janeiro, acerca de la ocupación militar de los
barrios de chabolas, o “favelas”, de Rio, llevada a cabo poco antes de las
elecciones presidenciales del pasado año en Brasil:<BR><BR>“La acción militar en
las favelas de Rio de Janeiro es extremadamente arbitraria. En primer lugar
porque se hace uso de un instrumento legal llamado mandato de busca genérico, lo
que hemos venido denunciando en Rio desde hace mucho tiempo como un instrumento
usado por la policía para criminalizar a la pobreza. El ejército también está
utilizando ese mecanismo jurídico es sus actuaciones. El gobierno de Lula se ha
pasado 4 años sin cumplir el Plan Nacional para la Seguridad Pública, que prevé
una serie de actuaciones que parten del principio de la protección a las
comunidades, y no de la seguridad de la sociedad frente a esas comunidades.
Ahora, al final de la presente legislatura, el ejército se pone en acción de
forma torpe y atolondrada por un motivo ínfimo, pequeño, en una acción
desnecesaria que es proporcionalmente mayor que la que se está llevando a cabo
en Haití. Un concepto de seguridad que se refuerza con un procedimiento en el
que las favelas constituyen el espacio ocupado por el enemigo público, un
espacio de ausencia de derechos que viene a representar el desorden, la
inseguridad, hasta tal punto que se ha llegado a colocar un tanque de guerra
apuntando contra una comunidad. Quizá no estuviera cargado. Pero el instrumento
de opresión es enorme. Una operación así criminaliza a toda una comunidad e
incrementa la segregación que ya existe en una sociedad que es profundamente
desigual. Eso es en verdad un acto para la manutención de un orden basado en el
temor de una sociedad, que se siente mejor protegida con tanques que con la
ampliación de los derechos, y que de esa forma determina el símbolo de la
inseguridad: el joven pobre y negro que vive en la favela. La actuación
admisible aquí sería la de una política de seguridad pública incluyente. El
estado tiene que estar presente con políticas sociales dentro de las favelas.
Hoy sus residentes son víctimas del tráfico de drogas, de la policía, y más aún
de la lógica de unos medios informativos que provocan que esas comunidades
acaben transformándose en el foco de referencia de toda la inseguridad que reina
en Rio de Janeiro.”<BR><BR>Al parecer esa misma lógica es la que está guiando
las actuaciones de las fuerzas de la ONU en Cite Soleil. En la madrugada de 9 de
febrero la MINUSTAH decide lanzar una operación “a gran escala”, según un
comunicado de prensa de la ONU, denominada “Operación Jauru Sudamericana”, e
invade Cite Soleil con más de 700 cascos azules, 40 tanques, y varios
helicópteros. El operativo establece un “cordón de seguridad en torno al área de
Boston”, donde el 2 de febrero pasado fueron muertas dos hermanas, de 4 y 7
siete años, a causa de los impactos de proyectiles lanzados durante una
incursión de las fuerzas de la ONU en la zona. El objetivo del operativo sería
el de desalojar de Boston a los miembros de una supuesta pandilla armada. El
barrio de Boston queda así aislado por un “perímetro de seguridad” para impedir,
según la ONU, que los miembros de la pandilla puedan fugarse. También informan
que “mientras que los cascos azules estaban llevando a cabo su operación en Cite
Soleil, los vecinos (miembros de la población civil) trataban de huir del mayor
barrio de chabolas del país, mientras otros se veían impedidos de entrar”,
provocando así protestas que exigían “la retirada de la MINUSTAH de Haití”, y
que los cascos azules replicaron con el lanzamiento de gas lacrimógeno. Se habla
de una manifestación paralela de 200-300 personas contra las fuerzas de la
MINUSTAH.<BR><BR>Las actuaciones de las fuerzas de la ONU en los barrios pobres
de Puerto Príncipe suelen dejar tras de sí varios muertos, que según la ONU
serían todos “bandidos”, a pesar de que entre las víctimas se encuentran niños y
mujeres embarazadas. La evidencia de esos hechos, recogidas por reporteros
independientes, ha forzado la ONU a reconocer que ha habido “daños colaterales”,
pero insiste en que la mayoría de los muertos son bandidos. Conviene de nuevo
ver lo que nos cuenta Marcelo Freixo sobre un fenómeno similar en
Brasil:<BR><BR>“En 2003 la policía mató a 1.195 civiles [en Rio de Janeiro], un
récord. Todos con registro de auto de resistencia, o sea personas que la policía
mató y registró como si hubieran muerto en una confrontación o resistiendo a una
orden de detención. En 2004 hubo un pequeño decremento, fueron 1.094. En 2005 la
policía siguió manteniendo una media de 3 personas muertas por día,
supuestamente durante disputas… Incontables investigaciones... muestran que la
mayor parte de esos autos de resistencia se refieren, en verdad, a ejecuciones
sumarias... Tenemos la policía que más mata en el mundo, y debemos preguntarnos
si es eficaz. Los índices de criminalidad y la percepción de la población de Rio
muestran que no… [La] justificativa permanente [para las muertes], que consolida
lo que llamamos la criminalización de la pobreza, [es la de que todos son
bandidos]…. Cualquier persona muerta en las favelas – jóvenes, negros, gente con
baja escolaridad y pobres – en la versión de la policía es inmediatamente
registrada como un traficante con quien se entró en confrontación”.<BR><BR>De
forma análoga, la MINUSTAH suele declara tras sus incursiones que los muertos
son todos bandidos. El balance de víctimas de la Operación Jauru Sudamericana
aún no se conoce, pero ya el 9 de febrero la ONU misma ya hablaba de tres
muertos y siete heridos. Según nos informa AlterPresse “siempre se da el caso de
que las manifestaciones de los partidarios de Lavalas, como las del miércoles 7
de febrero, para exigir el retorno físico a la república caribeña del ex
presidente Jean Bertrand Aristide, parecen coincidir con un recrudecimiento de
las acciones de secuestro en el área metropolitana de Puerto Príncipe, que
disminuyeron por un tiempo en diciembre de 2006”. Muchos sospechan que esas olas
de secuestros estén siendo fomentadas por sectores contrarios a la retirada de
las tropas de la ONU.<BR><BR>Se han alzado voces que pretenden prorrogar el
mandato de la ONU por lo menos hasta 2011, año en el que termina también el
mandato del actual presidente Préval. Es de suponer que hasta esa fecha la
MINUSTAH haya logrado finalmente instaurar la violencia y la desolación en los
barrios pobres de Haití, según el modelo brasileño, de tal manera que
imposibilite cualquier forma de organización popular y doblegue de una vez por
todas una resistencia que comenzó con la lucha por la independencia de Haití,
hace más de 200 años, y que no ha cesado hasta nuestros días.
<HR>
<STRONG><EM><FONT size=3>La información difundida por Correspondencia de Prensa
es de fuentes propias y de otros medios, redes alternativas, movimientos
sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones, Ernesto Herrera:
</FONT></EM></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
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