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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT></U><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 16 de febrero 2007
- Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Guatemala<BR><BR>Adopciones cinco
estrellas<BR><BR>Lujosos hoteles de Ciudad de Guatemala reservan pisos
exclusivamente para parejas extranjeras que viajan a adoptar niños, reflejo de
una demanda que crece cada año sin control de una autoridad gubernamental
específica<BR><BR>Inés Benítez</FONT></STRONG> </FONT></DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG>IPS, Guatemala</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.ipsnoticias.net/"><STRONG>http://www.ipsnoticias.net/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>En 2006 hubo 4.496 adopciones en este país, 10 por
ciento más que en 2005, según datos de la Procuraduría General de la Nación
(PGN). Noventa y ocho por ciento fueron internacionales y la mayoría efectuadas
por parejas estadounidenses. <BR><BR>"Yo no fui escuchado, no di el
consentimiento para que mis hijos fueran dados en adopción", dijo a IPS el
guatemalteco Gustavo Tobar, de 36 años, quien alega que en 1998 "se llevaron" a
sus hijos Osmín Ricardo, de siete años, y Jeffrey, de año y medio, amparándose
en unas denuncias "inciertas" de maltrato y desnutrición. <BR><BR>El caso de
Tobar, un taxista que lleva "casi 10 años luchando todos los días" para
demostrar las "irregularidades" en el proceso de adopción de sus vástagos, fue
presentado el 19 de julio de 2006 ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, que celebró su 125 periodo extraordinario de sesiones en Guatemala.
<BR><BR>"Fueron víctimas del juego sucio de las adopciones. Las personas que
llevaron a cabo el procedimiento lo que querían era dinero", aseguró al
referirse al beneficio económico que representan las adopciones representan para
quienes las tramitan. <BR><BR>Las parejas extranjeras deben disponer de sumas de
entre 25.000 y 30.000 dólares para adoptar un niño, lo que incluye el viaje, el
papeleo y los abogados guatemaltecos, pues el proceso de adopción se lleva a
cabo por vía notarial y no judicial. Así, el trámite puede durar menos de un
año, frente a la larga y engorrosa espera habitual en otros países. <BR><BR>Las
adopciones están regidas por el Código Civil, la Ley de Protección Integral de
la Niñez y Adolescencia y la Convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño, pero no existe una normativa específica. <BR><BR>Es habitual
ver a los padres adoptivos con bebés de pocos meses en las entradas de los
hoteles más exclusivos de la ciudad. En los denominados pisos "familiares" hay
salas comunes con juegos infantiles, microondas para calentar biberones y demás
comodidades. <BR><BR>Pero tras estos ágiles y sencillos procedimientos hay casos
de mujeres presionadas y manipuladas, una realidad que las familias adoptivas
desconocen, alertó Héctor Augusto Dionisio, coordinador del Programa Legal de la
no gubernamental Casa Alianza, una asociación de defensa de la infancia que
patrocina denuncias. <BR><BR>Según Dionisio, para encontrar menores, grupos de
abogados y notarios trabajan en contacto con las llamadas "jaladoras", o
intermediarias pagadas, cuyo cometido es convencer a las mujeres de que den a
sus hijos en adopción. <BR><BR>A veces, las madres entregan a sus hijos recién
nacidos porque no los pueden mantener. Según datos oficiales, más de 50 por
ciento de los 11,2 millones de guatemaltecos viven en la pobreza. <BR><BR>En
otros casos, "las jaladoras comienzan ofreciéndoles ayuda médica y apoyo
económico y terminan animándolas a firmar papeles en blanco donde autorizan, sin
saberlo, la adopción de sus hijos", dijo Dionisio. <BR><BR>En la prensa nacional
se encuentran espacios con mensajes dirigidos a mujeres embarazadas en los que
tras unos números de teléfono se les propone que "escojan vida", "escuchen su
corazón" y den en adopción a sus hijos. <BR><BR>Según Dionisio, los
intermediarios ofrecen también dinero a las madres a cambio de sus bebés.
<BR><BR>En tanto se completan los trámites, los niños quedan al cuidado de
familias cuidadoras, sustitutas de las suyas, que reciben un pago. De esta
forma, advirtió Dionisio, los bebés pasan más desapercibidos que en casas cuna.
<BR><BR>"La ausencia del Estado en los procesos convierte a Guatemala en un
paraíso para las adopciones", dijo a IPS Marvin Rabanales, de la Coordinadora
Institucional de Promoción de los Derechos de la Niñez. <BR><BR>La falta de una
autoridad específica reguladora facilita "una compraventa de seres humanos" de
la que se lucran sobre todo abogados y notarios, pero también pediatras,
registros civiles, casas cuna y demás personas vinculadas al proceso, aseveró.
<BR><BR>En una visita a Guatemala en enero, la secretaria de Estado adjunta para
Asuntos Consulares del gobierno estadounidense, Maura Harty, advirtió de que
cuando Washington haya ratificado este año el Convenio de La Haya, las
adopciones no podrán continuar a menos que Guatemala cambie su proceso para
cumplir con las normas de ese tratado. <BR><BR>El Convenio Relativo a la
Protección del Niño y a la Cooperación en Materia de Adopción Internacional,
firmado el de 29 de mayo de 1993 por la Conferencia de La Haya sobre Derecho
Internacional Privado y en vigor desde 1995, tiene 71 países parte, entre ellos
Guatemala. <BR><BR>El Convenio establece normas de transparencia en los procesos
de adopción, evitando el lucro, la venta y la explotación de menores y alentando
en primer lugar la adopción local. <BR><BR>Sin embargo, Guatemala no lo aplica,
pues en agosto de 2003 la Corte Constitucional declaró inconstitucional el
decreto ratificatorio que había sido aprobado por el parlamento. <BR><BR>Además,
otros cinco países parte --Alemania, Canadá, España, Holanda y Gran Bretaña--
objetaron su adhesión, pues no aceptan negociar adopciones internacionales con
este país centroamericano. Con excepción de esos Estados, el Convenio está en
vigor y debería regir las relaciones de Guatemala con los demás países que lo
hayan ratificado. <BR><BR>"Guatemala es como una fábrica de niños, ya que muchos
nacen para ser dados en adopción", dijo a IPS la procuradora de la Niñez de la
PGN, Josefina Arellano, quien recordó que el Congreso legislativo tiene
pendiente implementar el Convenio de La Haya. <BR><BR>Según la Organización
Internacional de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Guatemala es el
cuarto país del mundo en cantidad de menores dados en adopción, detrás de Rusia,
China y Corea del Sur, pero ocupa el primer lugar en proporción a su población.
<BR><BR>Las anomalías detectadas en los procedimientos, y las noticias de
compraventa, robo y suplantación de niños están detrás de la decisión de varios
países de suspender las adopciones de guatemaltecos. <BR><BR>Existen casos de
mujeres que se arrepienten de haberse desprendido de sus hijos, pero los
tribunales no les dan una oportunidad de retractarse, afirmó Nidia Aguilar, de
la Defensoría de los Derechos de la Niñez de la Procuraduría de los Derechos
Humanos. <BR><BR>Sara, de 31 años, relató a IPS que se sintió presionada y
amenazada por un abogado cuando estaba embarazada de su tercer hijo, una niña
que ya cumplió cuatro años en el seno de una familia guatemalteca adoptiva sin
que mediara, según denunció, un proceso legítimo de adopción. Ahora lucha porque
le permitan verla los fines de semana. <BR><BR>Las adopciones nacionales
representan menos de dos por ciento del total --sólo 75 en 2006--, pese a que
entidades como Unicef insisten en que las internacionales deben ser la última
alternativa. <BR><BR>Al volante de su taxi, Tobar contó que cuando un juez
declaró en estado de abandono a sus hijos trabajaba en México y viajaba cada 20
días a Guatemala para ver a su familia. Su mujer, Flor de María, empleada toda
la jornada, dejaba a los menores en casa de una vecina que "resultó estar
vinculada con una red de captadores de niños". <BR><BR>Tobar no ha tenido
contacto con sus hijos desde 1997. Ha visto a Osmín Ricardo en una fotografía
gracias a un periodista de la revista estadounidense Newsweek que en 2002
entrevistó y retrató al menor en Estados Unidos, y luego visitó Guatemala para
conocer a la familia biológica. <BR><BR>Osmín Ricardo vive en el nororiental
estado de Pennsylvania, y Jeffrey en la sureña Houston. Han pasado nueve años
desde que salieron de Guatemala en manos de sus familias adoptivas. <BR><BR>"Ya
no hablarán español. Si nos encontrásemos, no nos entenderíamos. Seríamos como
sordos o mudos", se lamentó su padre.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
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size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
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