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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 21 de febrero 2007
- Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Foro Social
Mundial</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Y al séptimo día, el Foro descansó
</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><FONT size=2><STRONG><FONT size=3>Los
ecologistas tuvieron que aguantar otro infierno: Petrobras. Principal
financiador de la delegación brasileña al Foro Social Mundial de Nairobi, la
petrolera no escatimó los medios para proclamar mediante decenas de pañuelos
homónimos que “Outro mundo é possivel”</FONT></STRONG> </FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Florent Marcellesi *</STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG>La Haine</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.lahaine.org/"><STRONG>http://www.lahaine.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Según los teólogos, el siete es una de las cifras bíblicas
que se emplean con frecuencia para trasmitir el sentido de la perfección, de lo
divino, de la plenitud y de la armonía. Aplicando este concepto al séptimo Foro
Social Mundial (FSM) que tuvo lugar en Nairobi, Kenia, a finales de enero
pasado, sería interesante preguntarse con un poco de perspectiva si este Foro
tuvo algo de perfecto, divino, armónico o pleno.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Descartaremos de entrada la perfección. Como institución
humana, el Foro Social Mundial no pudo escapar de su condición terrestre. El
Foro mordió el fruto prohibido y se enfrentó a sus más duras contradicciones
internas. Mientras los voluntarios y los participantes daban vida al paraíso
altermundialista, la principal manzana de la discordia tuvo un nombre: CelTel.
Aunque todavía no se ha esclarecido –ni siquiera en el Consejo Internacional del
FSM– el por qué de esta fuente de financiación, la multinacional de telefonía
móvil fue uno de los principales patrocinadores del evento, acogiendo con un
“Making life better” y autobuses de promoción y recarga de móviles al
participante de la tecnología moderna. En un estado de esquizofrenia avanzado
–un puño levantado y el otro conectado al capitalismo global– se planteó una
crisis aguda de coherencia y credibilidad de las quermeses alternativas.</DIV>
<DIV align=justify>Además, los ecologistas tuvieron que aguantar otro infierno:
Petrobras. Principal financiador de la delegación brasileña, la petrolera no
escatimó los medios para proclamar mediante decenas de pañuelos homónimos que
“Outro mundo é possivel”. Sin olvidar el especial cariño de los brasileños hacia
esta empresa estatal, su peculiar trayectoria histórica y relación con el poder
actual, haría falta recordar que la compañía actúa a menudo como cualquier
multinacional, tanto en la biosfera del Yasuní, en Amazonia ecuatoriana, como en
la hermana Bolivia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A pesar de no ser perfecto, este Foro tuvo aspectos
divinos, casi místicos. No por la trascendencia de algunos oradores
–afortunadamente cada vez más minoritarios– que todavía prefieren la política
retórica y dogmática a una actitud humilde de cooperación práctica, sino por la
fuerte presencia de organizaciones religiosas. No nos tiene que sorprender este
hecho, ya que en África en general y en Kenia en particular –donde proliferan
las iglesias evangélicas, el trabajo social de campo en los suburbios se realiza
la mayor parte del tiempo a través de misiones confesionales. No sólo se trata
de un proceso africano sino también de un proceso internacional que está
redefiniendo el mapa de las relaciones de poder dentro de los Foros y de otras
cumbres alternativas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otro lado, lo divino no implica la armonía. Eso no lo
digo como aprendiz de teólogo sino como intérprete ya que no se consiguió poner
remedio a la maldición de la Torre de Babel. Dejemos claro que en un foro donde
nuestra pluralidad linguïstica y de experiencias es parte de nuestra riqueza,
sin recursos suficientes para la interpretación no hay comunicación interna
posible. Por lo tanto, no hay espacio de diálogo entre participantes y poca
eficacia para el FSM. Y vista la repercusión mediática externa mínima en los
tentáculos de Babilonia, parece también imprescindible que pensemos de nuevo
nuestra relación con los mass-media para que “otro mundo posible” sea más que el
lema de unos discípulos ilustrados y que se consiga una mayor apertura y
visibilidad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La armonía tampoco se pudo conseguir entre el propio Foro
y los más necesitados de los suburbios de Nairobi, sin duda una de las paradojas
más perturbadoras del FSM. Mientras los mensajes mesiánicos de justicia social
surgían desde las entrañas del Foro y que nuestro ideario de lucha nos animaba a
la apertura solidaria con los suburbios, no se produjo ningún milagro. Los
desfavorecidos de las favellas, en mayoría niños, buscaban más el Santo Grial en
los bolsillos de los asistentes que en las palabras de salvación de los más de
1.500 enriquecedores talleres.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hablando de dinero, podemos afirmar que sí se llegó a la
plenitud. De hecho, bastaba con leer las conclusiones de los periódicos locales
o hablar con un compañero taxista para darse cuenta de la significación real del
Foro para los autóctonos: un fuerte empuje para la economía local. Unas divisas
frescas y abundantes que supieron aprovechar al máximo tanto la economía
informal del agua para participantes sedientos, como la economía formal de los
restaurantes oficiales –pertenecientes a un ministro keniata– y de la hostelería
cuyos precios eran un insulto en comparación con el nivel de vida local.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En cuanto a la plenitud ecológica teórica –presente
mediante temas como el cambio climático y el fin del petróleo– no tuvo
traducción en la praxis. El reciclaje, la gestión del agua y residuos o el
comercio justo no fueron los protagonistas del Edén keniata. Una fuerte
contradicción cuando uno sabe que el FSM era recibido por Wangari Maathai,
Premio Nobel de la Paz en 2004, fundadora del Green Belt Movement y que se hizo
famosa por plantar árboles y luchar contra la deforestación. Una mujer ejemplar
que acababa de apoyar personalmente la creación en Nairobi de la organización
Jóvenes Verdes Mundiales la semana anterior. Tampoco se podía conseguir la
plenitud total por la ausencia casi provocadora del entorno zapatista, una de
las raíces del movimiento altermundialista.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Si el número siete significa el descanso, podríamos
imaginar que el número ocho representará un nuevo comienzo. Por lo tanto,
dondequiera se celebre el octavo FSM de 2009, ya sea en Amazonia, Corea del Sur,
a la frontera México-EEUU o de nuevo en Nairobi, en el transcurso de estos dos
años que nos separan del próximo Foro se van a plantear unos retos fundamentales
que definirán una nueva etapa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nueva etapa teórica puesto que más allá del ideario
clásico basado en la justicia social y solidaridad, cada vez se dibuja de manera
más clara la aceptación del pacifismo, de la ecología y del feminismo como
valores del cambio. Aunque queda mucho por hacer, vista la poca presencia de
mujeres (y de jóvenes) entre los oradores, el enfoque de género, ecologista y el
rechazo de la violencia como medio de lucha implican una revisión progresiva de
la tradición política izquierdista dominante y una mutación del pensamiento
revolucionario único hacia la pluralidad y la diversidad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nueva etapa práctica donde se afirma que otras vías de
financiación son posibles y necesarias. No se trata de imaginar un FSM fuera del
mundo sino más bien un foro que sepa disminuir sus contradicciones internas y
apoyarse en las iniciativas socio-económicas en concordia con su propia Carta de
Principios. No es ningún sueño pensar que es posible financiarse con la
creciente economía social, solidaria y ecológica y con empresas o cooperativas
que respeten unos criterios mínimos de responsabilidad social y medioambiental.
Al mismo tiempo, no es ningún sueño anhelar que el comercio justo y el cuidado
del entorno deban ser los pilares de cualquier “alter-evento”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras este breve repaso, es evidente que el FSM 2007 no
habrá alcanzado la perfección divina, armónica y plena tanto en la práctica como
en la teoría. Pero que quede claro, nadie se lo había pedido: la pureza ya no
forma parte del ideario.<BR><BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Florent Marcellesi, Coordinador de Jóvenes Verdes del
Estado español, miembro de Babels y participante en el Foro Social Mundial 2007
de Nairobi, Kenia. Babels es una red internacional de Intérpretes voluntarios
creada en el Foro Social europeo de Florencia.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>