<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 22 de febrero 2007
- Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Venezuela</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>La ley habilitante de Venezuela y el
costo político de la eficiencia <BR><BR>Gregory
Wilpert</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR></FONT><FONT face=Arial
size=2><STRONG>Venezuelanalysis.com</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.venezuelanalysis.com/"><STRONG>http://www.venezuelanalysis.com/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>Rebelión</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.rebelion.org/"><STRONG>http://www.rebelion.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción por Maria Victor y
Carol Delgado</STRONG><BR><BR><BR>La temida "dictadura venezolana" que ha estado
prediciendo la oposición en ese país durante los últimos ocho años, según ellos,
finalmente ha sido instaurada con la ley habilitante. Esto hace que los críticos
de Chávez en todo el mundo se sientan reivindicados (otra vez). No obstante,
esta sería aproximadamente la sexta vez que esto ocurre. Al revisar la historia
reciente encontramos que cuando Chávez fue elegido en 1998, los críticos
empezaron a decir que iba a establecer una dictadura en Venezuela. Los analistas
políticos han tenido que revisar sus cálculos sobre cuándo precisamente esa
dictadura iba a entrar en vigencia, porque después de cada prédica de dictadura
inminente, Chávez ha hecho algo que completamente ha anulado la dictadura
anunciada. <BR><BR>Por ejemplo, después de su elección en 1998, lo primero que
hizo Chávez fue llamar a un referéndum para consultar sobre de si debía haber o
no una nueva constitución y se fue a las urnas para establecer una Asamblea
Constituyente. Cuando la Asamblea Constituyente asumió más poderes que el
Congreso, la oposición empezó a vociferar ¡dictadura!, pero resulta que la
Asamblea propuso una Constitución que era más democrática que la anterior.
Igualmente, los 49 decretos-leyes del 2001 fueron otra señal de que venía una
dictadura, no obstante esas leyes democratizaron la propiedad de la tierra y el
acceso al crédito en Venezuela, entre otras cosas. Y de nuevo, el golpe de abril
2002 fue justificado con el cuento de que Chávez ordenó a sus partidarios que
dispararan a los opositores, pero después del golpe, muy pocos golpistas fueron
arrestados. Este patrón se repite otra vez con el golpe petrolero de 2002-2003 y
en la lucha relacionada con el referéndum revocatorio del 2004. En cada ocasión
la oposición y los críticos internacionales se han visto forzados a revisar la
fecha del comienzo de la dictadura venezolana, tal cual como esos cultos
religiosos que predicen el fin de mundo y se ven forzados a revisar la fecha del
"último día" de la democracia en Venezuela.<BR><BR>Ahora, con la última serie de
decisiones que ha tomado Chávez, de solicitar una nueva ley habilitante, de
negarle la renovación de la licencia a una estación de TV, de lanzar un nuevo
partido socialista único, y de proponer un número indefinido de re-elecciones,
la oposición sigue con el mismo discurso otra vez. Ahora dicen que Chávez
definitivamente ha cruzado la raya. Después de todo, ¿qué es mas dictatorial que
"gobernar por decretos", "cerrar un canal de televisión", "formar un partido
unico" y convertirse en un "presidente vitalicio"? Si esto fuera lo que
estuviera sucediendo en Venezuela, sería siniestro de verdad. Sin embargo, estas
descripciones, de la oposición y de los medios internacionales son completamente
ajenas a lo que realmente está pasando en Venezuela. Examinemos lo de "gobernar
por decreto" que sí representa riesgos, pero no en la medida que tiene
desesperados a la oposición. [1]<BR><BR><STRONG>"Gobernar por
decreto"</STRONG><BR><BR>Hasta los medios progresistas tal como el programa
radial muy popular en Los Estados Unidos Democracy Now! ha adoptado esta frase
para la ley habilitante que la Asamblea Nacional de Venezuela ha aprobado.[2]
¿Es esto lo que significa una ley habilitante, que Chávez puede gobernar por
decretos? El problema es que esta frase se refiere a una serie de situaciones,
pero es más bien utilizada para describir el poder de un dictador o monarca
quien puede decretar lo que le plazca y que todos tienen que acatarlo. Ejemplos
clásicos de ese tipo de poder fueron los gobiernos de Augusto Pinochet y Adolfo
Hitler. <BR><BR>Sin embargo, en Venezuela, la ley habilitante es completamente
diferente a esos tipos de gobierno por decreto pues se encuentra limitada de
varias maneras. Primeramente, el Presidente está sujeto a la Constitución.
Solamente puede hacer un decreto en las áreas específicamente señaladas por la
Asamblea Nacional, en el límite de tiempo que la Asamblea imponga y dentro de un
marco que sea consistente con la Carta Magna venezolana. En otras palabras, no
puede arbitrariamente ordenar poner presa a una persona ni puede suspender
ningún derecho cívico básico. Incluso, algunas de las leyes necesitan ser
sometidas a la Corte Suprema, la cual las examinará para ver si están o no
conformes a la Constitución.<BR><BR>En segundo lugar, y contrariamente a lo que
se dice popularmente, aunque los partidarios de Chávez controlan todos los
poderes del Estado, los decreto ley pueden ser anulados por el más importante de
todos los poderes: el de los ciudadanos. Es decir, los decretos-ley pueden ser
suspendidos por el voto popular. La Constitución venezolana de 1999 dictamina
que casi todas las leyes pueden ser sometidas a referéndum si lo solicita al
menos 10% de los votantes registrados, pero en el caso de los decretos-ley
solamente se necesitan las firmas del 5% de los votantes registrados (esto es
800.000 personas de los 16 millones de votantes registrados). [3] <BR><BR>En
tercer lugar, la Asamblea Nacional puede en cualquier momento modificar o
rescindir los decretos-ley si así lo juzgara conveniente. Esto es diferente a
las leyes habilitantes de los Estados Unidos llamadas "Fast Track" (camino
rápido), en las cuales el presidente puede firmar tratados internacionales donde
el congreso solamente puede aprobar el tratado, sin
cambiarlo.<BR><BR><STRONG>¿Pueden las leyes habilitantes conducir a una
autocracia?</STRONG><BR><BR>Así pues, los decretos-ley derivados de la ley
habilitante de Venezuela son medidas moderadas en comparación con el
entendimiento común del concepto "gobernar por decreto." Entonces, la próxima
interrogante, y la más importante, es ¿pueden esas leyes terminar siendo
peligrosas para la democracia venezolana? Los críticos de Chávez que conceden
los puntos anteriores, sin embargo, dicen que a pesar de los límites de los
decretos ley la falta de separación entre los poderes ejecutivo y legislativo
traerán resultados desastrosos. Nunca explican por qué exactamente eso va a
suceder, solamente repiten que no hay control y balance entre los dos poderes.
Ciertamente, el que los partidarios de Chávez controlen el poder legislativo
hace que las medidas de control sobre el ejecutivo sean menos fuertes, que si la
oposición lo controlara, pero esta circunstancia es así para cualquier sistema
de gobierno parlamentario y cualquier sistema gubernamental en el cual el
ejecutivo y el legislativo estén controladas por un mismo partido. Y lo más raro
aún, es que quienes se oponen a Chávez casi nunca dan estas alarmas perniciosas
sobre otros países donde sucede lo mismo.<BR><BR>Más importante que la cuestión
de controles y balances (que ya hemos visto existe en Venezuela con el poder
ciudadano y la Asamblea Nacional), es lo que Chávez va a hacer con la ley. El
objetivo principal de estas leyes, según el texto de la ley habilitante, es
promover la democracia popular, hacer el Estado más eficiente, erradicar la
corrupción, incrementar las seguridad ciudadana, nacionalizar industrias
estratégicas, entre muchas otras cosas. Si esto es lo que realmente van a
realizar estas leyes, entonces ¿para qué toda esta alharaca? Imaginamos que los
críticos de Chávez creen que se va a utilizar la ley habilitante para aprobar
alguna ley tiránica completamente diferente, pero es que ¿hay alguna evidencia
que esto pueda suceder?<BR><BR>Si examinamos la vez pasada cuando Chávez tuvo el
poder de una ley habilitante, en 2001, se verá que esto no sucedió. Los 49
decretos-ley que Chávez firmó en noviembre del 2002 tuvieron un efecto
democratizante, tal como la reforma agraria que democratizó la distribución de
la tierra, la reforma bancaria que mejoró el acceso al crédito para las
micro-industrias, la reforma pesquera que le dio capacidad a los pequeños
pescadores de incrementar su producción porque protege la pesca artesanal al
obligar a los pescadores grandes a pescar mar adentro, o la ley de hidrocarburos
que incrementó los ingresos del Estado provenientes de la producción petrolera.
Basado en esta experiencia previa, no hay ninguna razón para creer que esta vez
Chávez va a aprobar leyes regresivas o diferentes a las que la ley habilitante
le ha autorizado.<BR><BR>Lo que es más, las encuestas de la ONG chilena
Latinobarómetro han indicado una y otra vez que a pesar de todas las
catastróficas prédicas de la oposición sobre la supuesta cuesta abajo hacia la
dictadura en Venezuela, los venezolanos mismos de manera aplastante creen que su
gobierno es democrático y que cada día se vuelve más democrático. Han pasado
ocho años de la Revolución Bolivariana y los venezolanos están en segundo lugar,
después de Uruguay, en la categoría de satisfacción con su democracia,
comparados con el resto de Latinoamérica. Este porcentaje ha ido incrementándose
a través de la presidencia de Chávez, subiendo desde el 32% en 1998 al 57% en el
2006. Mientras tanto, el promedio para Latinoamérica fue de 38% en el 2006.[4]
Este resultado, y el de muchas otras encuestas similares, contradicen
completamente la noción de que Chávez esta llevando a Venezuela paulatinamente
hacia una dictadura.<BR><BR><STRONG>¿Es la ley habilitante una buena
idea?</STRONG><BR><BR>Toda vez que se tiene claro que la ley habilitante no es
ni un dictatorial “gobierno por decreto” ni que llevará al país hacia una
dictadura, entonces es justo preguntar si la ley será buena para Venezuela. Se
debe notar, por ejemplo, que hay una contradicción entre el deseo de Chávez de
aprobar leyes para promover más democracia participativa y el proceso de
llevarlo a cabo evitando el hacerlo a través de la asamblea democráticamente
elegida. Es decir, hacer que el poder ejecutivo desarrolle y apruebe leyes es un
proceso menos democrático que la vía legislativa, con sus muchos y largos
debates y deliberaciones. En otras palabras, la eficiencia ha sido preferida al
debate y deliberación. Los Chavistas dicen que esto vale la pena porque el
pueblo venezolano ya no puede aguantar más esperas para que llegue la justicia
social a Venezuela.[5] <BR><BR>Aunque esto sin duda es cierto, existe el riesgo
serio de que el costo de traer la justicia social pueda ser más grande que lo
que el pueblo ha creído. Primeramente, la falta de deliberación pausada y
democrática puede resultar en leyes mal formuladas que terminen por introducir
menos mejoramientos sociales de lo que hubiera sido el caso con leyes bien
desarrolladas. Al final, el objetivo de introducir mejoramientos sociales
rápidos puede sufrir un revés más que si la Asamblea Nacional hubiese formulado
las leyes.<BR><BR>En segundo lugar, hay un riesgo aun más grande: que se afinque
en el país la actitud (que ya de por sí es bastante fuerte en Venezuela) de que
las leyes provenientes de un líder fuerte son mejores que las leyes provenientes
del proceso aparatoso de la larga deliberación democrática. Esta actitud abre el
camino hacia la creencia de que una dictadura benévola es la mejor forma de
gobierno.<BR><BR>En tercer lugar, quizás el peligro más grande de introducir una
ley habilitante ahora cuando su necesidad no es obvia para todos, es que esto
empuja hasta los críticos moderados de Chávez hacia aquellos que creen que
Chávez está llevando hacia una dictadura. Aunque esto de por sí nunca ha sido
una preocupación para Chávez, y no cambia mucho la correlación de fuerzas entre
chavistas y la oposición, si puede cambiar la dinámica dentro de la oposición.
Que personas antes de la oposición moderada, como Teodoro Petkoff, se unan con
personas que dicen que Venezuela es una dictadura totalitaria, le da poder
dentro de la oposición a aquellos que dicen que hay que sacar a Chávez del poder
sea como sea. Sin embargo, si la oposición ve que sus opciones se están
desvaneciendo, pueden caer en la tentación de tomar armas y lanzar una "guerra
de los contras"– tal como la que lanzaron contra los Sandinistas en Nicaragua –
en contra de la Revolución Bolivariana. Aunque esto no es aparente en el
momento, sigue siendo una posibilidad y se vuelve más viable con cada excusa que
Chávez le da a la oposición, no importa lo débil que sea la
excusa.<BR><BR>Finalmente, se ha fortalecido la campaña internacional para
desacreditar al gobierno de Chávez como resultado de la ley habilitante y las
otras medidas mencionadas arriba. Si esta campaña tiene éxito, habiendo las
anteriores aparentemente fracasado, la Revolución perderá sin duda un apoyo
internacional que mucho necesita. Hay aún una gran reserva de simpatía y
comprensión en todo el mundo para el proyecto Bolivariano, pero esta reserva no
es ilimitada. <BR><BR>Chávez y sus partidarios deben preguntarse a sí mismos si
los riesgos potenciales de perder el apoyo internacional, de promulgar leyes de
calidad inferior, de fortalecer la política personalista, y el posible
surgimiento de resistencias violentas al estilo de una fuerza de "contras" valen
la pena, para ganar eficiencia en la creación del socialismo del siglo XXI.
Venezuela no avanza hacia una dictadura y los prestidigitadores de la oposición
van a tener que revisar la fecha del día fatídico para Venezuela otra vez. Pero
puede ser que el país vaya hacia otro período de incertidumbre y
desestabilización si Chávez y sus partidarios no van con cuidado.
<BR><BR><BR><STRONG><U>Notas</U></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>[1] Los demás serán discutidas en
otros comentarios más adelante.<BR><BR>[2] "Do Chavez’s New Decree Powers
Undermine Venezuelan Democracy? A Debate," Democracy Now!, 2 de febrero
2007<BR><BR>[3] Artículo 74 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela<BR><BR>[4] "Poll: Venezuelans Have Highest Regard for Their
Democracy", Venezuelanalysis.com, 20 de diciembre 2006.<BR><BR>[5] Ver, por
ejemplo, : "Why Aren't You in a Hurry, Comrade?", Venezuelanalysis.com, 5 de
febrero 2007.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>