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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 26 de febrero 2007
- Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT
size=3>Venezuela</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Nacionalizaciones eran las de
antes</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Jorge Altamira</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG>Prensa Obrera Nº 222</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.po.org.ar/"><STRONG>http://www.po.org.ar/</STRONG></A><BR><BR></DIV>
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<DIV align=justify>La semana pasada, en una entrevista a la CNN, un asesor del
Deutsche Bank puso a las nacionalizaciones de la telefónica CANTV y de la
Eléctrica de Caracas entre las noticias “positivas” que habían llegado de
Venezuela durante la semana, ¿Quién lo hubiera dicho? Dijo, además, que Chávez
había respetado las reglas de mercado. El financista no había registrado ninguna
huella de una “profundización de la revolución”. <BR><BR>Y con razón. Al comprar
el 28,51% de la participación de la norteamericana Verizon en CANTV, por 572,24
millones de dólares, el gobierno bolivariano se había limitado a realizar lo que
en la jerga capitalista se llama una Oferta Pública de Adquisición –OPA-. Estaba
comprando las acciones a tres puntos por debajo de una oferta anterior realizada
por el consorcio mexicano Slim. Verizon vendió apenas un poco más barato al
Estado venezolano, lo que ya había estado dispuesto a vender a Telmex. Venezuela
también le pagará a la norteamericana AES alrededor de 740 millones de dólares
por el 82% de la participación accionaria de ésta en Eléctrica de Caracas. En
ambos casos, Chávez prometió respetar la propiedad de los accionistas
minoritarios, lo cual quiere decir que ambas empresas seguirán cotizando en la
Bolsa. Uno de los accionistas minoritarios de CANTV es el pulpo Telefónica de
España. <BR><BR>Esto no es siquiera una nacionalización en el sentido histórico
del término, sino una transacción comercial corriente con la particularidad de
que tiene por protagonista al Estado. Una nacionalización es tal cuando
significa, primero, una estatización completa de la propiedad; segundo, una
ampliación de la dominación social del Estado nacional. Convertir el dinero
público en acciones de igual valor es tanto una estatización de las acciones
como una privatización del dinero público. Es cierto que el dinero se transforma
en capital cuando es capaz de generar una plusvalía y una ganancia, pero en este
caso se requerirá más capital para financiar el desarrollo de las empresas
compradas, y no es claro que exista tanto dinero. O sea que el nuevo capital
bolivariano dependerá del concurso o la asistencia de un nuevo capital que no
será bolivariano. Mientras continúe cotizando en la Bolsa, el funcionamiento de
la empresa comprada seguirá las reglas del mercado (o sea del lucro privado), de
ninguna manera las del interés nacional en un sentido social amplio. Es el caso
de Petrobras, que recientemente peleó a cara de perro el precio del gas que le
compra a Bolivia, para defender precisamente el lucro de sus accionistas y el
valor de las acciones en la Bolsa. <BR><BR>No se puede decir de ninguna manera
que Verizon y AES fueron ‘indemnizadas’, porque pagar el valor del capital de la
empresa nacionalizada y mucho más el precio corriente de sus acciones en la
Bolsa, es bastante más que un resarcimiento o una indemnización; la escala de la
diferencia del costo entre una cosa y la otra, importa un cambio cualitativo. La
cotización de las acciones no es el equivalente al valor de los activos de la
empresa deducidas las deudas, o sea el valor del patrimonio; sino que constituye
una capitalización de las utilidades esperadas a la tasa de interés corriente
del mercado. Encierra por lo tanto una potencia de pérdidas cuyo tamaño
dependerá de la marcha del mercado. En el caso de los pulpos mineros, por
ejemplo, su cotización supera unas diez veces el valor contable de su
patrimonio. En muchos casos, la crisis se presenta cuando el valor bursátil de
una empresa cae a su valor real o contable. O sea cuando ‘aterriza’. <BR><BR>El
nacionalismo burgués ‘antiguo’ tenía una regla para determinar la indemnización
en caso de nacionalizaciones: el valor del capital una vez deducidas las
ganancias obtenidas en el período de explotación. En algunos casos el resultado
era cero, es decir que no se pagaba nada. Cuando los militares peruanos
nacionalizaron en masa las haciendas azucareras de la costa del país, en
1970-72, indemnizaron a los hacendados con bonos a treinta años que rendían el
2% de interés anual. El resarcimiento que estuvo dispuesto a pagar el gobierno
militar nacionalista de Perú no tiene nada que ver con la OPA de Chávez. Si los
países dominados tuvieran que rescatar el capital accionario a su valor bursátil
cada vez que tienen que nacionalizar, estarían obligados a contraer una deuda
pública que los llevaría de inmediato a la bancarrota. Torrijos no tuvo que
comprar el canal de Panamá para nacionalizarlo, simplemente hizo valer el fin de
la concesión. En algunos casos, las indemnizaciones fueron equivalentes al valor
fiscal de la propiedad, no al valor comercial. <BR><BR>En los círculos de la
izquierda se define a una nacionalización como ‘burguesa’ cuando va acompañada
de un resarcimiento o indemnización a los propietarios capitalistas. Las
recientes nacionalizaciones en Venezuela serían por lo tanto una suerte de
nacionalización burguesa. De ningún modo, los pagos prometidos por Chávez y el
resultado de esa compra de acciones, no implican ni siquiera un cambio en la
forma del capital. Pero identificar a la nacionalización burguesa con la
indemnización es también un error tanto conceptual como histórico: una
nacionalización es burguesa cuando no sale de los marcos capitalistas, o sea que
no forma parte de una transformación del régimen político o social. La cuestión
de la indemnización es secundaria, pues podría ocurrir que la indemnización
fuera nula. En los programas marxistas se contempla la posibilidad de una
indemnización a los capitalistas que sean expropiados, para que puedan reanudar
su existencia como trabajadores. <BR><BR>Junto a estas compras parciales de
acciones, el gobierno de Venezuela también determinó una reducción del IVA en
toda la cadena alimentaria y en algunos casos su completa eliminación. ¿Se acabó
entonces con un impuesto que confisca a los consumidores? De ningún modo, se
trata de una subsidio a los capitalistas, que ha sido estimado en cinco mil
millones de dólares al año, esto porque debido al contexto inflacionario no
redundará en una reducción proporcional o equivalente de los precios. El
gobierno autorizó también un aumento de las remesas en dólares que los
venezolanos pueden gastar en el exterior, lo cual no parece una medida de gran
alcance para la mayoría emprobrecida del país. <BR><BR>Estas observaciones sobre
el escenario venezolano demuestran que tuvimos razón cuando señaló que los
anuncios nacionalistas constituían una tentativa para poner un control a una
crisis económica e inflacionaria, y no una profundización de la revolución luego
de los comicios de diciembre pasado, que Chávez ganó en forma aplastante.
<BR><BR>Para completar el panorama, también pareciera que la propuesta de
Partido Unico ha sido relativamente frenada, a partir del nombramiento de
Vicente Rangel, el ex vice de Chávez, para presidir la comisión organizadora de
ese partido. Rangel ha declarado hace unas dos semanas que había que evitar que
la autoridad popular de Chávez derrapara al autoritarismo político. Pero si
Chávez ha necesitado que un Congreso propio le otorgara super-poderes por 18
meses en casi todos los rubros de legislación, no se ve cómo un partido único
podría no sucumbir a un régimen de poder personal. <BR><BR>Si el “socialismo del
siglo XXI” pretende abrirse paso comprando al capital en la Bolsa y formando un
aparato político único, podemos asegurar que está condenado al fracaso, al menos
como socialismo, y también como otra cosa.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
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