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<DIV align=center><FONT face=Arial size=4><STRONG><U><FONT size=5>boletín
informativo - red solidaria de revistas</FONT></U><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 6 de marzo 2007 -
Redacción: </STRONG></FONT><A href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
face=Arial size=4><STRONG>germain5@chasque.net</STRONG></FONT></A></DIV><FONT
face=Arial>
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</DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=3><STRONG>Bolivia</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial>Un año de Evo Morales: el auge
económico, la amenaza de balcanización y el papel del Ejército <BR><BR>Alberto
Cruz *</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><STRONG>La Haine</STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.lahaine.org/"><STRONG>http://www.lahaine.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2> </DIV>
<DIV align=justify><BR>La ley de reforma agraria no es una lucha frontal contra
el latifundio, ni mucho menos, pero sí es una medida que la oligarquía consideró
una amenaza vital para su status quo puesto que es donde se ubica todo su poder
</FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>El 22 de enero Evo Morales cumplió un año en la
presidencia de Bolivia. No se puede negar que en este tiempo, y a pesar de los
problemas que ha tenido que enfrentar, hay mejoras claras en la mayoría de los
indicadores económicos principales que han sido posibles gracias a que una de
las primeras medidas de su gobierno fue el terminar la relación con el Fondo
Monetario Internacional. El permitir que expirase el acuerdo con el FMI le ha
dado al gobierno de Morales una cierta libertad para impulsar nuevas políticas
económicas y de desarrollo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Una de las primeras medidas puestas en marcha por el
gobierno de Evo Morales fue la de aumentar su control sobre los hidrocarburos.
Los altos precios en el mercado internacional y el aumento de impuestos a las
petroleras iban a demostrar a los bolivianos que los cambios podían llegar a sus
bolsillos beneficiándose, además, de los planes sociales que han llegado hasta
los lugares más alejados y abandonados: programas de alfabetización, créditos
blandos para la compra de tractores en las cooperativas agrícolas, extensión de
la sanidad gracias a la implicación de 2.000 médicos cubanos y otras
mejoras.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Con sobresaltos en su aplicación y críticas por lo que se
considera una tibia política a la hora de poner en práctica la nacionalización
de los hidrocarburos, lo cierto es que ello ha permitido al país tener un
crecimiento –siempre hablando en términos macroeconómicos- del 4’1% en este año,
un porcentaje nunca visto en Bolivia en los 20 años que el país estuvo sujeto a
las directrices del FMI y del Banco Mundial.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, no les falta razón a los críticos. Si bien
es cierto que hay una posición antiimperialista, de independencia del FMI y del
BM, se ha hecho todo lo posible por preservar la estabilidad macroeconómica.
“Evaluando los contratos [con las multinacionales como la española Repsol, la
brasileña Petrobras, la británica BG o la francesa Total] y sus alcances en
función de los intereses del desarrollo nacional, resulta preocupante constatar
que seguimos prioritariamente respondiendo al interés de las empresas que han
encontrado en los nuevos términos del contrato, términos no solo aceptables,
sino además, condiciones favorables a su carácter transnacional: conservan un
papel estratégico en la industria de hidrocarburos del país y obtienen mayores
ganancias cuanto más se consolide el papel que nos han asignado en su estrategia
internacional, el de país primario exportador”, se lee en un informe
especializado publicado a finales de 2006.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y sigue diciendo algo más inquietante aún: “la
posibilidad de iniciativas bolivianas para industrializar el gas y el petróleo,
son posibles pero en todo caso, no prometen ser de gran impacto; en gran medida
porque los recursos económicos que deberían destinarse a YPFB, están sino
omitidos, sí francamente reducidos por un buen tiempo. Lo cierto es que bajo las
nuevas condiciones que asumimos, la interrogante sobre con qué recursos se
capitalizará YPFB para asumir el reto estratégico de la industrialización, queda
sin respuesta. La industrialización en territorio nacional y a través de YPFB,
pierde viabilidad pues se opta en los nuevos términos contractuales, por
ratificar a YPFB como empresa supervisora y administradora de contratos;
renunciando a que tome el control operativo de la industria y a que sea efectiva
gestora de su desarrollo” (1).</DIV>
<DIV align=justify><BR>El gobierno de Morales ha tenido un comportamiento más
bien pragmático y no ha otorgado a la compañía estatal, Yacimientos Petrolíferos
Fiscales de Bolivia (YPFB), el papel predominante que viene jugando en Venezuela
PDVSA, por ejemplo, para impulsar un cambio drástico en la mejora de las
condiciones de vida de la gran mayoría de la población. Una oportunidad perdida
en la que hay que apuntar el importante papel que ha jugado el Brasil de Lula a
la hora de “moderar” la aplicación de la medida nacionalizadora. No obstante, no
son pocas las voces que piden una “refundación” de YPFB para que la producción y
explotación de los hidrocarburos esté realmente en manos de esta institución
estatal.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>El juego de la oligarquía</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La moderada nacionalización de los hidrocarburos no
molestó expresamente a la oligarquía (según las encuestas el 90% de la población
boliviana apoya la nacionalización), pero sí lo hizo la aprobación de una ley de
reforma agraria que si se aplica en su literalidad supondría redistribuir entre
los campesinos unos 123.000 kilómetros cuadrados de tierras ociosas e
improductivas, una extensión equivalente a dos países, Austria y Suiza juntos,
por dar un dato. Por el momento sólo se ha entregado a los campesinos el 11% de
estas tierras ociosas en manos de terratenientes. No es una lucha frontal contra
el latifundio, ni mucho menos, pero sí es una medida que la oligarquía consideró
una amenaza vital para su status quo puesto que es donde se ubica todo su poder:
la propia Conferencia Episcopal de Bolivia considera que el 90% de las tierras
productivas de Bolivia están en manos de 50.000 personas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A partir de entonces los intentos para derrocar al
gobierno de Morales no han hecho más que tomar diferentes formas, entre la que
la más novedosa es la reivindicación “autonomista” de una serie de
departamentos: Beni, Pando, Santa Cruz y Tarija. Sólo en estos departamentos
triunfó la propuesta de la oligarquía de autonomía regional, abrumadoramente
derrotada en el resto del país, pero en el diseño de lo que está ocurriendo
juega un papel crucial el embajador de EEUU en el país andino, Philip Goldberg.
Este hombre ha ocupado cargos importantes en las representaciones diplomáticas
estadounidenses en la ex Yugoslavia y en Kosovo, por lo que su nombramiento no
fue casual puesto que se produjo sólo unos meses más tarde de que fracasase el
referéndum autonomista impulsado por la oligarquía. En Bolivia se ha seguido muy
detenidamente la trayectoria de este embajador y se habla del peligro de
“balcanización” del oriente del país (2).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde ese momento, el objetivo es derrocar a Morales. La
llamada oposición y la élite económica consideran que las reformas puestas en
marcha son una amenaza para su forma de vida y se valen de todos los medios
posibles para impedir que se consoliden. Es, además, una lucha racista: “si no
nos unimos los cambas [blancos, habitantes mayoritarios de estos departamentos],
los collas [indígenas] nos van a querer arruinar, ya que lamentablemente tenemos
un presidente indígena” (3). Se puede decir más alto, pero no más claro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras el fracaso parcial a la hora de impedir la
aplicación de la ley de reforma agraria -aunque va muy lenta- la oligarquía ha
optado por agitar la bandera de la autonomía de lo que en Bolivia se conoce como
“la media luna”, los departamentos más orientales, donde se incluyen las mayores
reservas de gas del país y donde existen más tierras fértiles. Durante los meses
de noviembre y diciembre la oligarquía lanzó varios ultimátum advirtiendo al
gobierno que si no atendía sus demandas declararía la autonomía “de facto”, a lo
que Morales respondió con un llamamiento a las Fuerzas Armadas para que
defendiesen la unidad nacional.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Alianza campesino-militar</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque la pretensión secesionista no es verosímil en un
futuro inmediato, sí merece la pena detenerse en el papel que el gobierno de Evo
Morales está otorgando al Ejército y que recuerda mucho a lo que hizo el
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, nada más ganar las elecciones de 1998:
apoyarse en el Ejército como única institución implantada en todo el
territorio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Uno de los primeros objetivos de Morales tras ganar las
elecciones fue neutralizar al Ejército como un hipotético obstáculo a su
gobierno. El Ejército de Bolivia ha sido siempre clasista, fuertemente influido
por la Doctrina de Seguridad Nacional que patrocinaba EEUU y que, en síntesis,
consideraba al Ejército como el garante de la seguridad interior, es decir, el
control de las movilizaciones sociales. Morales pretendió convertir al Ejército
en su aliado y, siguiendo el modelo venezolano, “garante de la revolución
democrática”. Para ello aprovechó la “crisis de los misiles” –el envío a EEUU de
misiles chinos en poder del Ejército de Bolivia durante el mandato de su
antecesor en el ejecutivo- para pasar a retiro a 28 generales, ascender a mandos
intermedios como coroneles, abrir las academias militares a cadetes indígenas
(vetados hasta ese momento) y ganarse así una mayor fidelidad por parte del
nuevo estamento militar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El cambio en el Ejército, realizado no sin temores puesto
que la oligarquía cuenta con importantes vínculos con un estamento que siempre
le ha sido fiel, se visualizó el 1 de mayo de 2006, cuando Evo Morales decretó
la nacionalización de los hidrocarburos y el Ejército ocupó los campos y
refinerías de las multinacionales, provocando un no disimulado malestar en la
Unión Europea, expresado a Morales a través del comisario europeo de Energía,
Andris Piebalgs, y el ministro austríaco del mismo ramo, Martin Bartenstein
(Austria ostentaba en ese momento la presidencia de turno de la UE). Medio año
después la misma operación se ha realizado con la nacionalización de la minería
simbolizada en la toma de control por el Estado de la planta de fundición de
metales de Vinto, en Oruro, el pasado 9 de febrero. También aquí había efectivos
del Ejército y Morales anunció que será esa institución quien se encargue de
controlar 25 centros tecnológicos donde se capacitará a los futuros técnicos en
minería.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al mismo tiempo, Evo Morales ha otorgado a las Fuerzas
Armadas de Bolivia la misión de extender el desarrollo social a todas las partes
del país ante la incapacidad del Estado para garantizar su presencia en todo el
territorio y garantizar la atención de las necesidades básicas de la población.
Así, no es infrecuente ver a soldados en tareas de desparasitación, vacunación,
alfabetización –en colaboración con el Ministerio de Educación y Cultura- o
construcción de carreteras. También el Ejército lleva adelante la “Campaña
Cirugía de Mano Gratuita” en zonas apartadas, cubriendo el aspecto al que no
llegan los médicos cubanos, encargados de la medicina preventiva.<BR>Y ello en
un momento en el que Morales ha decidido acelerar la alianza campesino-militar
al otorgar el estatus militar a los “ponchos rojos”, soldados campesinos aymaras
de larga tradición combativa en Bolivia, a quienes encomendó defender la
integridad del territorio “junto a las Fuerzas Armadas” (4).</DIV>
<DIV align=justify><BR>La oligarquía ha visto en ellos una amenaza real y los
considera “un grupo ilegal armado”, amenaza con una guerra civil y afirma que
hay que respetar el voto popular de los departamentos que aceptaron el
planteamiento autonómico. He aquí una perla de manipulación informativa, muy del
gusto de los defensores de las libertades al estilo Globovisión en Venezuela:
“el Gobierno [de Evo Morales] promueve la violencia, la exclusión de las
minorías, el racismo, el sectarismo, ahonda la diferencia de etnias, clases
sociales, campesinos y citadinos, ricos y pobres y está polarizando
peligrosamente al país en regiones. No tiene la visión de aceptar que la “media
luna”quiere autonomía, que se la ganó con el voto. Quiere centralizar, copar el
poder y las instituciones del Estado y carece de un programa de gobierno. La
elección de los jueces de la Corte Suprema de Justicia a dedo, significa comprar
la justicia” (5).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es el discurso universal de la oligarquía cuando ve
peligrar sus privilegios, válido para cualquier país del mundo. El primer año de
Evo Morales tiene luces y sombras, pero es necesario apoyar una experiencia que
ha rescatado la soberanía y dignidad de Bolivia impulsando al mismo tiempo una
democracia multicultural y participativa como no se ha visto nunca en ese país
andino y ello contando con el rechazo oligárquico y estadounidense. Tal vez se
podía haber hecho más y mejor, pero desde luego lo hecho hasta ahora no es
poco.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Alberto Cruz es analista del Centro de Estudios Políticos
para las Relaciones Internacionales y el
Desarrollo.<BR><BR><STRONG><U>Notas</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U></U></STRONG><BR>(1) Bolivia Press nº 12, 3 de
diciembre de 2006.<BR>(2) CEDIB, 15 de enero de 2007.<BR>(3) Declaraciones de
David Torrico, presidente del denominado Comité Cívico de Pando al diario La
Razón el 4 de julio de 2006.<BR>(4) La Razón, 24 de enero de 2007.<BR>(5) La
Razón, 25 de enero de 2007.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>