<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 13 de marzo 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><STRONG>Cuba</STRONG></FONT></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>El corazón de la
economía cubana, en manos de las Fuerzas Armadas </FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT
size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>El níquel y el turismo son la
locomotora</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT
size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><FONT size=3><STRONG>El poder militar, un cuerpo
monolítico sin fisuras visibles</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Los generales manejan el 30% de las empresas. Y
producen más del 60% de las divisas que entran al país. Los empresarios
extranjeros aseguran que los militares son muy serios para hacer
negocios. Las Fuerzas Armadas Cubanas tienen una gran experiencia de
combate. Ahora, sus oficiales se entrenan para administrar
empresas.<BR></STRONG></FONT> <BR><STRONG><FONT size=3>Gustavo Sierra,
enviado especial a La Habana</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><FONT size=3><STRONG>Clarín, Buenos
Aires, 12-3-07</STRONG><BR></FONT><BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>Decenas de cubanos y venezolanos
juntos en la enorme sala del Palacio de las Convenciones de La Habana pueden
producir un griterío que aturde. Pero en el momento en que se vio un movimiento
de agentes de seguridad, el lugar quedó abruptamente en silencio. Se produjo una
tensión inusual en esta parte del Caribe. Entró Raúl Castro, algo pequeño, con
su uniforme marrón militar repleto de insignias y estrellas, y el salón volvió a
ser una fiesta. Aplausos, risas, comentarios. Nadie quería perderse la tercera
aparición pública del nuevo hombre fuerte de Cuba desde que se anunció la
enfermedad de Fidel y menos en una ceremonia con tanto significado político. Se
firmaban acuerdos con Venezuela por 1.500 millones de dólares.<BR><BR>Al lado de
Raúl, el ministro de Energía venezolano, Rafael Ramírez, y el virtual
vicepresidente, Carlos Lage. Luego, todos los otros funcionarios. Como en el
Kremlin, aquí los asientos, las posturas y los estados de ánimo se pueden leer
como hojas de té en el fondo de la taza. La relación política y económica con
Venezuela es de máxima prioridad para Cuba. La isla depende del petróleo de
Caracas como por dos décadas dependió del soviético. Esta vez fue un convenio de
355 proyectos y la instalación de once plantas de etanol en Venezuela para las
que se va a destinar toda la zafra azucarera. "Sin la ayuda venezolana la
economía cubana ya se hubiera caído", dice un economista independiente. El otro
punto clave es que de la ceremonia participa el hombre que ha sido ministro de
Defensa desde la Revolución de 1959 y decenas de altos oficiales que manejan las
empresas del Estado. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) hoy controlan el
30% de las compañías cubanas y producen el 64% de las divisas que entran al
país.<BR><BR>Los generales en actividad y algunos retirados dirigen 844 empresas
que van desde ingenios azucareros hasta hoteles y de gasolineras hasta acerías.
Y se forman en el denominado Grupo de Administración Empresarial que dirige el
general Julio Casas Regueiro, el segundo oficial en jerarquía detrás de Raúl
Castro. Allí se enseña lo que denominan un sis tema que combina "la organización
capitalista con los principios socialistas". Y en el fondo se trata de un
sistema de organización basado en los estímulos materiales. Se premian la
productividad, la efectividad y el racionalismo. De acuerdo con el coronel
Armando Pérez Betancourt, director del Sistema de Perfeccionamiento Empresarial
(SPE), que maneja buena parte de las empresas, citado por la prensa cubana, "el
principal objetivo es elevar la eficiencia y que ésta se refleje en un
crecimiento permanente de las utilidades y los aportes en divisas al
Estado".<BR><BR>Y los militares apuntan orgullosos a una estadística oficial
recientemente publicada: de las 844 compañías de su sistema apenas el 7%
registró pérdidas comparado con el 38% del resto de las empresas estatales. "La
verdad es que son los más eficientes. Da gusto hacer tratos con ellos porque lo
que prometen lo cumplen. Y si lo comparamos con el resto de las empresas,
particularmente en el turismo, son una verdadera maravilla", comenta un
empresario español mientras se toma un mojito en el bar del hotel Meliá
Cohíba.<BR><BR>No es nueva la participación de los militares en la economía
cubana: viene desde el momento de la gran crisis de los años noventa, cuando la
Unión Soviética dejó de proveer a la isla con 4.600 millones de dólares al año.
En ese momento, el PBI se redujo en más de un 35% al tiempo que el producto
básico de exportación cubano que era el azúcar cayó abruptamente en todos los
mercados. En 1997 se hizo cargo del Ministerio del Azúcar el general Ulises del
Toro, un veterano de la lucha contra la dictadura de Batista y de la guerra de
Angola. Se necesitaba disciplina para poner en orden un sector de la economía
que dejó sin trabajo a 650.000 personas. <BR><BR>Todo esto en el contexto de un
crecimiento espectacular de la economía. De acuerdo con las cifras oficiales, en
2005 se registró un aumento del 11,8% del PBI y en el 2006, un 12,5%. "Este es
un logro aún más sorprendente por alcanzarse en un país que está sometido
injustamente desde hace medio siglo al criminal bloqueo de Estados Unidos",
asegura el ministro de Economía, José Luis Rodríguez. Pero los técnicos
independientes aseguran que esas cifras que suponen el mayor crecimiento
económico de América latina, por encima de Argentina y Venezuela, se deben a que
se sumaron los servicios médicos y educativos que los cubanos dan dentro y fuera
del país a niveles de precios internacionales, cuando en realidad los
profesionales los reciben en el devaluado peso cubano. "El crecimiento de Cuba
no es nada inventado, no es nada que alguien decretó. Hoy en día no se podría
explicar el comportamiento económico del país, como no se pueden explicar los
ingresos a la balanza de pagos si no se tienen en cuenta los servicios", explica
Alfredo Jam Masso, director de Macroeconomía del Ministerio de Economía y
Planificación.<BR><BR>Ese crecimiento tampoco se puede entender sin las 72.000
toneladas al año que se extraen de níquel en Cuba. El valor internacional de
este mineral es de 43.000 dólares la tonelada. Como tampoco se pueden comprender
sin las inversiones chinas en petróleo y minería. O el turismo, que logró
generar las mismas ganancias que alguna vez tuvo el azúcar pero con apenas una
tercera parte de empleados. <BR><BR>Y los trabajadores de estas industrias son
los privilegiados de Cuba. Son los que tienen mayor acceso al CUC, la moneda
convertible, que los transforma en "los nuevos ricos" cubanos.<BR><BR>La mayor
distorsión de la economía está en las dos monedas que circulan en Cuba, la del
peso cubano que se cotiza a 25 unidades por dólar, y que es en lo que se pagan
todos los salarios y con lo que se pueden comprar los productos básicos; y el
peso convertible, que es con lo que se compra todo lo demás y que se cambia a
1,20 dólar por unidad. Es decir que el CUC está al nivel del euro y pone los
precios de los servicios cubanos entre los más caros del continente. <BR><BR>"La
única manera de sobrevivir es teniendo un familiar afuera que te envíe dólares
(1.200 dólares al año es lo máximo que permite el gobierno de Estados Unidos al
medio millón de cubanos residentes en ese país), recibiendo propinas o
incentivos en CUC o robando al Estado para venderlo en CUCs", me explica Oscar
Espinosa Chepe, un economista independiente. "Y el 60% de la población tiene
acceso de una u otra manera a la moneda convertible. El problema lo tiene el
otro 40%. Esto ha creado prácticamente dos clases sociales en Cuba",
agrega.<BR><BR>Regresando al recinto de las convenciones, ya con Raúl fuera de
la sala y los militares más relajados, me pongo a conversar con un oficial. Es
un hombre de mediana edad y un rango alto. Asegura que no le disgusta para nada
dirigir una empresa. "Ya se acabó lo de la guerra en Angola y esas cosas. Ahora
tenemos esta otra tarea que es tan dura como la guerra, pero me siento a gusto.
Y te quiero aclarar que no nos estamos haciendo ricos con todo esto, como cree
el imperialismo. Ganamos unos 30 dólares (unos 680 pesos) y podrás ver que para
irnos a casa tendremos que hacer botella (dedo, autostop)". Pero Orlando, un
empleado del lugar que escuchó la conversación, me dijo después que "es verdad
que los militares no roban, pero tienen muchos privilegios a los que todos los
otros no podemos acceder", y enseguida me ofreció una caja de habanos Cohiba:
"Es de los buenos, los consigue un amigo directamente en la fábrica (lo dice con
una media sonrisa mentirosa) y se lo puedo dejar muy barato. Cómpreme que
necesito unos CUC para mandarle a mi mamá en el campo." </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El níquel y el turismo son la
locomotora</FONT></STRONG><BR><BR>Las exportaciones de níquel y la recepción de
turistas arrastraron hacia arriba la economía cubana en los últimos dos años. El
mineral aporta cerca de dos millones de dólares por día a los flacos bolsillos
de la Revolución. Y si bien no se alcanzó la cifra prevista de 2.500.000
turistas el año pasado, se llegó bastante cerca y entraron 3.000 millones de
dólares a las arcas estatales.<BR><BR>El alto precio del níquel, de 43.000
dólares la tonelada, hizo que varias empresas internacionales se interesaran en
invertir en esa actividad en la isla. Desde el 2000, el mineral se había
convertido en el principal rubro de exportación y en 2006 generó divisas por
2.500 millones de dólares. <BR><BR>En el 2006 llegaron a la isla 2.200.000
turistas. La mayoría provino de Canadá (604.000 visitantes), luego el Reino
Unido y España, y más atrás los de Rusia, México y Argentina. De acuerdo con el
Ministerio de Turismo, la actividad emplea directamente a 105.000 personas e
indirectamente a otras 210.000. <BR><BR>El desafío es atraer a al menos el 30
por ciento del total de los 12 millones de turistas que llegan al Caribe cada
año. "De los 12 millones, ocho son estadounidenses y tienen dificultades para
llegar a Cuba. Nosotros aspiramos a atraer a los otros cuatro millones", explica
un funcionario de turismo. <BR><BR>"Los promotores turísticos nos aconsejan que
promocionemos el turismo sexual para aumentar el número de viajeros a nuestro
país. Pero eso es lo único que no haremos jamás", dice un operador de una
empresa cubano-española de La Habana. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El poder militar, un cuerpo
monolítico sin fisuras visibles</FONT></STRONG> <BR><BR><BR>Las Fuerzas Armadas
Revolucionarias (FAR) cubanas son un cuerpo monolítico al que no se le ven por
ahora fisuras. "Algunos quieren ver una especie de 'golpe militar democrático'
que cambie el régimen, pero no entienden que los militares son la esencia del
régimen", explica un diplomático con años de experiencia en el laberinto
político de la isla.<BR><BR>El poder de los uniformados proviene directamente
del Politburó del Partido Comunista. Cinco de sus 19 miembros son generales:
Leopoldo Cinras, Ramón Espinosa, Abelardo Colomé, Julio Casas y Ulises Rosales
del Toro. Otro general poderoso es Abelardo Colomé Ibarra, el ministro del
Interior. Pero el oficial de mayor rango tras los hermanos Castro es el general
Alvaro López Miera, un hombre de 62 años (relativamente joven para la
nomenclatura cubana) y ocupa el cargo de jefe del Estado Mayor de las FAR.
<BR><BR>Estos hombres tienen bajo su mando trescientos mil soldados
profesionales más un millón de hombres y mujeres de las denominadas Milicias de
Tropas Territoriales. Y otros 3,5 millones de trabajadores de las Brigadas de
Producción y Defensa también reciben entrenamiento militar. Una cifra
impresionante para un país que cuenta con 11,3 millones de
habitantes.<BR><BR>Las Fuerzas Armadas cubanas son las únicas con experiencia de
combate de guerra fuera de su territorio en América Latina y las únicas que
salieron victoriosas de dos conflictos: los de Angola y Etiopía. <BR><BR>"Tienen
un armamento un poco obsoleto, pero están muy bien entrenadas, mucho mejor que
cualquier ejército del continente, exceptuando Estados Unidos", se explaya el
diplomático.<BR><BR>Hasta ahora no han tenido grandes deserciones. La más sonada
fue la del general Rafael del Pino, en 1997, que se fue con un avión de combate
a Estados Unidos. Era un héroe de la invasión de Bahía de Cochinos en 1961. Y el
momento de mayor zozobra lo vivieron los militares en 1989, cuando Fidel Castro
mandó fusilar al general Arnaldo Ochoa y a otros dos altos oficiales acusados de
corrupción. Ochoa era un muy popular general que había comandado a las tropas
cubanas en las guerras africanas. <BR><BR>El momento más difícil de la
Revolución se registró entre 1993 y 1994, cuando la población, ya cansada de las
necesidades económicas producidas por la desaparición de la Unión Soviética, se
lanzó a protestar en las calles. En agosto del 94 se produjeron los disturbios
más violentos, cuando un grupo de jóvenes se congregó espontáneamente en el
Malecón de La Habana gritando "libertad" y "abajo Fidel". En ningún momento
actuaron las Fuerzas Armadas. Fue el propio Fidel Castro que salió a la calle
para enfrentar a los manifestantes y el "trabajo sucio" lo hicieron unas
"brigadas de acción rápida" de militantes del partido.<BR><BR>"La represión
destruiría la mitología popular que mantiene el sistema; es por esa razón que
los militares no van a salir a reprimir", explica un veterano periodista
extranjero con más de 30 años de trabajo en la isla. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información
difundida por Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios,
redes alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A> </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>