<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 19 de marzo 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Haití</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Maten a los pobres, no toquen a los
escuadrones de derecha <BR><BR>Ben Terrell *</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>La
Haine</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://www.lahaine.org/"><FONT face=Arial
size=2><STRONG>http://www.lahaine.org/</STRONG></FONT></A></DIV><FONT face=Arial
size=2></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT><BR><BR><FONT face=Arial
size=2>La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) ha
apoyado sin ningún pudor a las fuerzas de la derecha, incluso a la policía
haitiana, y ha abusado sistemáticamente de los derechos humanos de los pobres,
los partidarios de Aristide y a su partido Lavalas </FONT></DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR>Ahora que Kofi Annan comienza una nueva vida después de
la ONU, es importante revisar el poco discutido “cambio de régimen” que el
gobierno de Bush diseñó con la ayuda de Annan. Los defensores del secretario
general saliente señalan que Annan hizo lo que pudo para dejar en claro que no
estaba de acuerdo con la Invasión a Iraq, pero en el caso de Haití en realidad
colaboró para facilitar una sanguinaria agenda imperial.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La MINUSTAH, la misión de la ONU en Haití, se creó con el
objeto de apoyar el régimen ilegal instalado después del golpe de estado que
derrocó al gobierno democráticamente elegido del presidente Jean-Bertrand
Aristide en febrero de 2004. Los países que participan en la misión de la ONU en
Haití, cuyo mandato está en proceso de renovación, se congraciaron con
Washington para subsanar las desavenencias que tenían con el gobierno de Bush
por la guerra de Iraq. Muchos observadores consideraron la participación de
Brasil como parte de su proyección para lograr un puesto en el Consejo de
Seguridad de la ONU.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Brian Concannon, director del Instituto para la Justicia
y la Democracia en Haití y ex observador de derechos humanos de la ONU en ese
país, señala que “hasta el año 2004 la ONU, por buenas razones, solamente había
desplegado fuerzas de paz en aquellos lugares donde había que hacer cumplir un
acuerdo de paz. Únicamente en Haití ha desplegado el Consejo de Seguridad cascos
azules para hacer cumplir un golpe de estado contra un gobierno electo. Con la
FMP (Fuerza Multinacional Provisional) primero y la MINUSTAH después, la ONU
abandonó medio siglo de principios y de sentido común, con resultados
predecibles.” Desde que reemplazaron a los infantes de marina usamericanos en
julio de 2004, las tropas de la ONU han apoyado a la policía haitiana en sus
arremetidas contra los seguidores pobres de Aristide y su partido Lavalas en las
ciudades.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Brian Concannon ha señalado que “en contraste con su
acción contundente en Cité Soleil, la MINUSTAH ha sido tolerante con los grupos
paramilitares de derecha. Durante meses después de su despliegue, la MINUSTAH se
negó a desalojar de las comisarías de policía a los grupos paramilitares que
habían ayudado a derrocar el gobierno. En agosto de 2005, un grupo paramilitar
llamado el Ejército Pequeño Machete asesinó a plena luz del día a docenas de
espectadores de un partido de fútbol cerca del lugar donde se encontraba un
puesto de observación de la MINUSTAH. La MINUSTAH ni siquiera intentó detener la
masacre o perseguir a los paramilitares, aunque durante más de dos años este
grupo ha aterrorizado el área de Grande-Ravine.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde febrero de 2004, miles de activistas pacíficos y
otros civiles han sido asesinados, detenidos, torturados y exilados por el
régimen instalado después del golpe. Este hecho fundamental nunca aparece en los
análisis de los medios sobre Haití, por lo que muy pocos en Usamérica entienden
por qué algunos haitianos se han armado para defender sus vecindarios. En
defensa de las operaciones que están realizando en los barrios más pobres de
Puerto Príncipe, los comandantes de la ONU en Haití manifiestan que sólo atacan
cuando han recibido disparos. Pero durante una visita de una semana que hice a
Haití en agosto de 2006, me contaron una historia distinta.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El 24 de agosto presencié en Simon Pele (comunidad que
linda con el enorme barrio costero de Cité Soleil) una operación de la ONU que
ignoró por completo los peligros de usar armas de fuego de alto calibre en un
área densamente poblada. Las ONU había realizado estas operaciones en Simon Pele
durante todo el mes de agosto, en una campaña para “asegurar” el área. En un
video filmado por un fotógrafo que también se encontraba en el área se ve a un
soldado brasilero disparando desde la parte de arriba un vehículo blindado. Vi a
soldados brasileros que corrían desde dos vehículos s blindados hacia
Simon-Pele. Los soldados que estaban en el barrio también disparaban sus
armas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Uno de esos soldados mató a un joven con cuya madre hablé
cuatro días después. Adacia Samedy me contó que su hijo Wildert estaba
arreglando un radio en el techo de la casa familiar, cuando francotiradores de
la ONU le dispararon. La Sra. Samedy me dijo, “mi mensaje para la ONU es éste:
gracias por matar a mi hijo. No entiendo cuál es el sentido de su trabajo,
vienen, disparan y pueden matar a quien esté pasando por el sitio.” Le pregunté
si algún miembro de la ONU había regresado para verificar si habían muerto
civiles o para ofrecer alguna clase de ayuda. La ONU ni siquiera había
reconocido su pérdida. Las preguntas que le he hecho al vocero de la ONU
respecto al asesinato de Wildert Samedy siguen sin respuesta.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otra familia, la de William Mercy, un civil en silla de
ruedas, me contó que también habían sido ignorados por la ONU después de un
ataque a la sección donde viven en el barrio de Bel Air en Puerto Príncipe. En
junio de 2005, tropas brasileras que recorrían el callejón donde se encuentra su
casa y le dispararon en la cabeza al jefe de la familia Mercy. Ese mismo día
asesinaron a otros civiles desarmados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Entrevisté a un señor mayor que estaba sacando a su
familia del área, la cual, me comentó, no tiene nada que ofrecer a la juventud
del lugar más que miseria. Le pregunté acerca de los grupos armados contra los
que la ONU dice luchar. Me contestó “lo único que puedo decirle al respecto es
que en este barrio mucha gente ha sido herida y asesinada por la ONU. Ninguna de
esas personas estaba relacionada con grupos armados, todos eran
trabajadores.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cerca de la vivienda cubierta de balas de la que estaba
sacando los muebles, había una iglesia con las marcas de los disparos de las
fuerzas de la ONU. Un periodista haitiano me dijo que la ONU afirmaba que en la
iglesia se refugiaban miembros de un grupo armado, pero en vista de la
importancia del catolicismo para los residentes, ningún combatiente armado
usaría la iglesia para esconderse. En esa misma calle una escuela también fue
destruida por armas de alto calibre.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el año 2005, la Asociación de Estudiantes de Derecho
de Harvard Defensores de los Derechos Humanos y el Centro de Justicia Global de
Brasil concluyeron que “la MINUSTAH ha servido para ocultar los abusos cometidos
por la Policía Nacional de Haití (PNH) durante sus operaciones en los barrios
pobres e históricamente tensos de Puerto Príncipe. En lugar de asesorar e
instruir a la policía para que mejore sus prácticas y vigilar sus errores, la
MINUSTAH ha sido la celestina de sus abusos.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Unos meses antes, un informe de la Escuela de Derecho de
la Universidad de Miami concluyó que “ambas fuerzas admitieron que cuando la PNH
realiza una operación en un barrio pobre hay confusión y desorden porque la HNP
y las fuerzas de la MINUSTAH no comparten radios pero, aunque lo hicieran, no
hablan el mismo idioma.” Admitieron que cuando realizan operaciones en los
barrios no tienen una estrategia ni un objetivo claro y que al final todo se
resume en un “dispara antes de que te disparen”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En 2004 y 2005 las tropas de la ONU actuaron como
espectadores mientras la policía disparaba sobre manifestantes pacíficos que
exigían el regreso de Aristide. En abril de 2005, Amnistía Internacional señaló
que “Se ha informado que funcionarios de la Policía Nacional de Haití (PNH)
usaron repetidamente armas letales contra los partidarios de Lavalas mientras
manifestaban frente a la sede de la misión de la ONU en Boudon, Puerto
Príncipe.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para algunas prominentes figuras de la derecha en Puerto
Príncipe, sin embargo, no era suficiente permitir que la policía haitiana mate
civiles. En reuniones con funcionarios de la ONU, los medios propiedad de las
élites y conocidos oponentes de Aristide hicieron una campaña de demonización de
los barrios pobres de tal magnitud, que a un activista le recordó la propaganda
difundida antes del genocidio ocurrido en Ruanda en 1994. En enero de 2006,
Reginald Boulos, presidente de la Cámara de Comercio de Haití y uno de los
principales defensores del golpe de 2004, declaró en Radio Metropole: </DIV>
<DIV align=justify><BR>“No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos.
Pensamos que los generales de la MINUSTAH tienen que hacer planes para limitar
los daños colaterales. Pero nosotros en el sector privado estamos listos para
crear un fondo de asistencia social para ayudar a todos los que serán las
víctimas inocentes de la acción necesaria y valiente que hay que realizar en
Cité Soleil. Cuando los terroristas ocupan algunas zonas sin ley, siempre hay
víctimas inocentes.” En otra parte de la entrevista, Boulos pidió a las tropas
de la ONU que ayudasen a la policía a “neutralizar a todos los delincuentes y
terroristas armados que aterrorizan el área metropolitana.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>La mayoría de los adultos pobres de Haití recuerdan
claramente el terror de los escuadrones de la muerte entre 1991 y 1994, después
del primer golpe en contra de Aristide, cuando alrededor de cinco mil personas
fueron asesinadas. Esa historia fue recordada con frecuencia durante el
“Encuentro Solidario con el Pueblo de Haití”, organizado por activistas de
Lavalas en agosto de 2006, al que asistieron visitantes internacionales que
deseaban compartir puntos de vista y experiencias políticas con los haitianos
que estaban luchando en el país. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Jacques Delpechin, autor de “Silencios en la historia de
África: Entre el síndrome del descubrimiento y de la abolición” y director
ejecutivo de la Alianza Ota Benga para la Paz, la Curación y la Dignidad en la
República Democrática del Congo, quien habló varias veces en la conferencia, me
dijo “Es importante que la gente entienda que Aristide y los miembros de Lavalas
están conectados, a través de las generaciones, con la triunfante revolución de
los esclavos de hace 200 años.” Luego, mientras compartíamos un automóvil en
Puerto Príncipe, me comentó que “el problema de Haití es realmente un problema
estructural: no estaban supuestos a triunfar o, peor aún, a sobrevivir y seguir
resistiendo.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>En lo que concierne a las “grandes potencias”, Depelchin
señaló que “no debemos hacernos ilusiones: [la ONU] es un club de estados,
estructuras que no pueden respetar ni siquiera sus propios convenios (por
ejemplo, la Convención de Ginebra contra el Genocidio, aprobada en 1948). En el
caso de que la ONU vacile, ahí está el G8 para asegurarse de que el poder
definitivo lo ejerza el más poderoso. Los radicales del mundo deben pensar en
términos de la clase de política de emancipación que llevó a los esclavos a
derrocar el sistema de entonces. La democracia al estilo de
Usamérica/Francia/Canadá no es más que el consenso político en torno a una
agenda establecida por intereses económicos y financieros. Esa agenda quiere
asegurar que lo que ocurrió entre 1791 y 1804 se olvide para siempre o que, si
se llega a recordar, sea una historia escrita y difundida por las potencias
existentes.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>El líder revolucionario haitiano Touissant L’Overture
escribió en una ocasión que cualquier intento de los dueños de plantaciones por
restaurar la esclavitud “sería intentar lo imposible: supimos enfrentar los
peligros de obtener nuestra libertad, sabremos desafiar la muerte para
mantenerla.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>René Civil, dirigente de Lavalas que pasó la mayor parte
del período del golpe en el exilio, hizo la misma relación cuando señaló: “El
pueblo de Haití, que cree en la libertad, que ha probado la libertad, nunca
aceptará este criminal sistema esclavizante.” Civil también denunció el sistema
global que “impone la guerra económica, política, militar y social al mundo” e
impide que naciones pobres como Haití ejerzan sus independencia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>René Civil fue detenido momentos después de hablar en la
conferencia, con base en acusaciones que Brian Concannon califica de “dudosas”.
Aunque inicialmente afirmaron que solamente querían someterlo a un
interrogatorio de rutina, las autoridades han trasladado a Civil a la
penitenciaría del centro de Puerto Príncipe. En Haití, los disidentes temen por
la seguridad de Civil y también les preocupa que su detención sea el comienzo de
una nueva ronda de acoso judicial a los activistas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Dave Welsh, sindicalista usamericano que asistió a la
conferencia de solidaridad, me dijo “Haití todavía está bajo ocupación militar.
Los ocupantes esperan que la etiqueta de la ONU le dé legitimidad a los planes
de Francia, Usamérica y Canadá de beneficiarse de la mano de obra y los recursos
de la nación, controlar el estado haitiano e impedir la restauración de la
soberanía y la democracia en Haití. Países como Brasil, que suministran a la ONU
tropas que repetidamente y sin compasión matan civiles en sus casas, sin duda
tienen sus razones para apoyar durante dos años esta brutal ocupación.” Welsh
también estuvo en Haití en 2005 como parte de una delegación de derechos
laborales y humanos que documentó las secuelas de una masacre en la cual
soldados brasileros asesinaron a 60 residentes de Cité Soleil cuando perseguían
a un líder comunitario militante de Lavalas. (También hablé con sobrevivientes
de esa masacre, incluso con una mujer embarazada a la que las tropas de la ONU
le dispararon desde un helicóptero. Fue salvada por Médicos sin Fronteras, pero
perdió la criatura).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Brian Concannon me ha comentado que en conversaciones
recientes ha oído “una y otra vez a haitianos pobres decir que quieren el
desarme en sus barrios, siempre que al mismo tiempo se desarmen los vecindarios
ricos que son la principal fuente de las armas que llegan a los barrios pobres,
y también los escuadrones de la muerte y antiguos soldados que impunemente matan
a los partidarios de Lavalas.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Concannon agrega, “si las operaciones de la MINUSTAH
verdaderamente tuviesen por objeto establecer la ley y el orden, comenzarían por
obedecer la ley: detendrían a los sospechosos de poseer armas con una orden de
detención válida en lugar de atacar indiscriminadamente a los barrios
pobres.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero la ONU no muestra ningún interés en seguir esa
dirección. El 19 de agosto, Amaral Duclona, vocero de grupos armados de Cité
Soleil opuestos a las fuerzas golpistas, declaró a Reuters, “las tropas de la
ONU no quieren la paz y el desarme porque necesitan justificar su presencia
aquí.” Duclona preguntó, “¿Cómo podemos entregar nuestras armas mientras las
fuerzas de la ONU continúan atacándonos?” El 19 de octubre de 2006, tropas
brasileras derribaron viviendas en Cité Soleil para ampliar una carretera y
mientras los residentes manifestaban para detener el proyecto, los soldados
dispararon y mataron a por lo menos tres personas. Dos meses más tarde, el
Comité de Acción en Haití, con sede en San Francisco, el cual mantiene un
estrecho contacto diario con activistas y observadores de derechos humanos en
Puerto Príncipe, declaró, “En la madrugada del viernes 22 de diciembre, a partir
de las 3 aproximadamente, 400 soldados de las fuerzas de ocupación de la ONU
dirigidas por Brasil, en vehículos blindados, realizaron un ataque masivo contra
la gente de Cité Soleil, sitiando una vez más a esta empobrecida
comunidad.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Testigos señalan que a las 5 de la mañana comenzó una
lluvia indiscriminada de disparos de armas pesadas que continuó durante buena
parte del día. Al referirse a los soldados de la ONU y a la policía haitiana,
Rose Martel, residente de Cité Soleil, declaró a Reuters, “Vinieron a
aterrorizar a la población. No creo que hayan matado a ningún bandido, a menos
que nos consideren bandidos a todos nosotros.” El Instituto para la Justicia y
la Democracia en Haití calcula que más de 20 civiles, entre ellos ancianos y
niños, fueron asesinados. Sobrevivientes informaron a un médico usamericano que
los entrevistó después del ataque que “un helicóptero de la ONU sobrevolaba en
círculos [Cité] Soleil y disparaba a las casas de miles de personas.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>La operación del 22 de diciembre fue, en parte, la
respuesta a una campaña sostenida de presión de la derecha que culpaba a
supuestos líderes de pandillas de Cité Soleil por los secuestros en Haití. Pero
Lovinsky Pierre-Antoine, coordinador de la Fundación 30 de Septiembre, una
organización que apoya a las víctimas de los dos golpes contra Aristide, me dijo
que el secuestro más cubierto por la prensa en las dos semanas anteriores al
ataque del 22 de diciembre, el del senador André Riche opositor de Lavalas,
había sido un “teatro político”. Según Lovinsky, los medios de comunicación de
la derecha difundieron incendiarios editoriales sobre el secuestro sin hacerse
muchas preguntas esenciales, como por ejemplo por qué a los guardaespaldas del
prominente político opuesto a Lavalas, que estaban armados hasta los dientes, no
les robaron las armas, y cómo logró Riche escapar ileso del cautiverio. Lovinsky
manifestó que los medios que piden que se tomen medidas enérgicas contra Cité
Soleil “apoyan plenamente a Michael Lucis”, el ex director central de la policía
judicial que está implicado en las operaciones de secuestro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El Comité de Acción en Haití manifestó “Los
secuestradores generalmente están bien conectados con las élites y el régimen
golpista. Hasta el jefe de la policía, Andresol, admite que la policía nacional
participa en gran parte de la ola de delitos, incluso en los secuestros.” El
periodista canadiense Anthony Fenton habló con “numerosas fuentes” (que no
quisieron declarar en forma oficial por razones de seguridad) que relacionaban
al senador Youri Latortue, sobrino de Gerard Latortue, primer ministro del
régimen instalado después del golpe, con mafias de secuestradores. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En agosto de 2005, el prominente hombre de negocios
Stanley Handal, fue detenido por estar implicado en casos de secuestro, informó
el Proyecto de Información sobre Haití. “Handal es miembro de una de las
familias más acaudalas de Haití que apoyó el derrocamiento de Aristide en 1991 y
en 2004. Inicialmente fue detenido junto con ocho miembros de la policía
haitiana por manejar una banda dedicada al secuestro, después de que intentó
usar una tarjeta de crédito robada a una de sus víctimas. El juez que lo puso en
libertad, Jean Péres Paul, es responsable de que el padre Gerard Jean-Juste siga
preso y de la detención el 9 de septiembre de los periodistas Kevin Pina y Jean
Ristil. Se ha informado que el funcionario de la policía encargado de la
investigación inicial del caso Handal ha tenido que ocultarse para
protegerse.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las esperanzas de un cambio progresivo en Haití fueron
alentadas por la elección de René Préval el 7 de febrero de 2006. El triunfo de
Préval fue una victoria en circunstancias desfavorables del movimiento popular
que en 1990 había llevado a Jean-Bertrand Aristide a la presidencia. Préval, que
entre 1996 y 2001 fue presidente de Haití, el segundo elegido democráticamente,
apoyado por Espwa (“esperanza” en creole), partido formado apresuradamente para
las elecciones con muy poca capacidad de organización. En vista de que el
gobierno instalado después del golpe se negó a poner en libertad a los presos
políticos y de la represión continua a Lavalas, el partido de Aristide (la
organización política más grande de Haití) no presentó oficialmente ningún
candidato a las elecciones presidenciales. <BR>Un año después, sin embargo,
tanto el poder judicial como ministerios del gobierno de Préval continúan
controlados por golpistas y los principales medios son manejados por las élites
derechistas. Aunque Préval ayudó a obtener la liberación de prominentes presos
políticos, como Annetee Auguste (“So Anne”), Yvon Neptune y otros, cientos de
presos políticos encarcelados ilegalmente por el régimen instalado después del
golpe continúan presos. Préval tiene muy poco control sobre la misión de la
ONU.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En un informe sobre la misión de la ONU en Haití fechado
19 de diciembre de 2006, Annan recomendó que el mandato de la MINUSTAH se
prorrogase después del 15 de febrero de 2007. El informe de Annan ignoró las
acusaciones de abuso sexual a mujeres y niñas haitianas por tropas de la ONU,
así como los asesinatos documentados de civiles en asaltos militares. Según
Annan, “el despliegue continuo de la Misión será esencial, pues las fuerzas de
desestabilización continúan usando la violencia para lograr sus
objetivos.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los representantes de la ONU, sin embargo, no parecen
estar interesados en la violencia en contra de Lavalas. Un estudio de la
prestigiosa revista médica “The Lancet” concluyó que en el lapso de 22 meses
después del derrocamiento de Aristide ocurrieron 8.000 asesinatos y 35.000
ataques sexuales solamente en el área del gran Puerto Príncipe. Más del 50 por
ciento de estos asesinatos se atribuyeron a facciones de opositores a Aristide y
a Lavalas, que incluían grupos armados de opositores a Lavalas, ex miembros del
ejército y fuerzas de seguridad del gobierno. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El informe también señala que “los encuestados señalaron
que soldados de la ONU habían proferido amenazas de muerte, amenazas de lesiones
físicas y amenazas de violencia sexual”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Una de las autoras del informe, Athena Kolbe, me dijo que
“El verano pasado notificamos a más de una docena de funcionarios de la ONU en
Haití acerca del informe y les dijimos que estaríamos en el país y podríamos
hacerles llegar anticipadamente una copia del informe y discutirlo con ellos si
tenían preguntas. No tuvimos ninguna respuesta de nadie relacionado con la
MINUSTAH ni antes ni durante el viaje... Recibimos un correo electrónico de un
miembro del personal de la ONU en el que se negaba a reunirse con nosotros
porque estaba muy ocupada y decía “no creo que tengan ustedes nada importante
que compartir con nosotros.”</DIV>
<DIV align=justify><BR>A principios de enero, el general brasilero Carlos
Alberto Dos Santos se convirtió en el cuarto comandante de las fuerzas de la ONU
en Haití (que al 30 de noviembre de 2006 estaban constituidas por un total de
8.360 uniformados). “Vamos a trabajar en la misma dirección en que lo hemos
venido haciendo, nada ha cambiado en nuestra misión ni en nuestras
obligaciones", afirmó Dos Santos. Desde entonces, las operaciones militares de
la ONU han continuado. Entre los civiles muertos por disparos de la ONU en estos
ataques, según lo informado por el Proyecto de Información sobre Haití, están
Stephanie Lubin, de siete años, Alexandra Lubin, de cuatro años y Boadley
Bewence Germain, de nueve años.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En su campaña en contra de la prórroga del mandato de la
MINUSTAH, Lovinsky Pierre-Antoine y otros activistas señalan los continuos
asesinatos de civiles por las fuerzas de la ONU.<BR><BR><BR>* Ben Terrell,
escritor que vive en San Francisco, ha visitado Haití cuatro veces desde el
golpe de 2004 que derrocó al gobierno elegido democráticamente del presidente
Aristide. Artículo publicado en Global Research. Traducido por Chelo Ramos para
La Fogata.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>