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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa<BR></EM></FONT>Año IV - 20 de marzo 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Irak </FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Se desangra Irak a 4 años de la
invasión<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Ningún lugar es seguro, mientras crece
la lucha sectaria; los supuestos avances, invento de Estados
Unidos<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Patrick Cockburn</FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>The Independent</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Traducción de Jorge Anaya</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>La Jornada, México, 20-3-07</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> <BR>Desolación de una anciana iraquí luego de que
uno de sus parientes fue herido al estallar uno de dos coche bomba en Kirkuk; 12
personas perecieron. El presidente estadunidense George W. Bush dijo que el plan
de seguridad para Bagdad tardará ''meses, no días,'' en dar resultados. Se
informó también que el ex vicepresidente Taha Yassin Ramada fue ejecutado Foto:
Reuters <BR> <BR>El cuerpo de un iraquí fue encontrado ayer por
soldados estadunidenses y policías iraquíes que patrullaban el barrio Al
Ghazaliyah, en Bagdad Foto: Reuters <BR>Khanaqin, provincia de Diyala, Irak, 19
de marzo. Cuatro años después de que tropas estadunidenses y británicas
invadieron Irak, el país está empapado en sangre y sus pobladores mueren de
miedo. A menudo los iraquíes muestran una mirada de pánico suprimido a medias
cuando relatan la forma en que la muerte violenta los ha golpeado una y otra vez
a ellos y sus familias.</DIV>
<DIV align=justify><BR>"El año pasado tuve dos huidas", relató este fin de
semana Kassim Naji Salaman, fornido chofer de carrotanque de gasolina, afuera
del poblado de Khanaqin, en el centro del país. "Mi familia y yo vivíamos en
Bagdad, pero salimos corriendo cuando mataron a mi tío y a mi primo, y nos
mudamos a una casa del pueblo de Kanna, en Diyala."</DIV>
<DIV align=justify><BR>Salaman esperaba que él y su familia, todos sunitas,
estarían más seguros en un distrito sunita. Pero casi todo Irak es peligroso.
"Unos milicianos secuestraron a mi hermano Natik, que manejaba un carrotanque, y
lo obligaron a meterse en la cajuela del auto que llevaban. Cuando lo sacaron le
dieron un tiro en la cabeza y dejaron su cuerpo en el camino. Tengo miedo de
regresar a Kanaan, donde mis familiares están refugiados, porque los milicianos
me matarían también."</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los iraquíes esperaban que su vida mejorara cuando
estadunidenses y británicos invadieron el país con intención de derrocar a
Saddam Hussein, hace exactamente cuatro años. Estaban divididos en cuanto a si
se trataba de una liberación o de una ocupación, pero casi ninguno luchó en 2003
por el viejo régimen. Hasta la propia comunidad sunita de Hussein reconocía el
daño que causó a su pueblo durante un cuarto de siglo de guerra caliente y fría.
Redujo el nivel de vida de iraquíes propietarios de vastas reservas de petróleo,
desde una norma comparable a la de Grecia hasta una semejante a la de
Malí.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero tan pronto cayó Hussein, los iraquíes tuvieron la
certeza de que se trataba de una ocupación y no de una liberación. El ejército y
los servicios de seguridad se disolvieron. Irak dejó de existir como Estado
independiente. "Los estadunidenses quieren clientes, no aliados", lamentó un
disidente iraquí que cabildeó durante años en Londres y Washington en pro de la
invasión.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La guerra de guerrillas contra las fuerzas estadunidenses
surgió con extraordinaria velocidad y fiereza en la comunidad sunita, integrada
por 5 millones de personas. Hacia el verano de 2003, siempre que iba yo al
escenario de un ataque con bomba o una emboscada a soldados invasores,
encontraba iraquíes bailando de júbilo alrededor de los charcos de sangre en el
camino o sobre los vehículos Humvee incinerados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para los iraquíes, de 2003 en adelante cada año ha sido
peor que el anterior. Tan sólo en noviembre y diciembre del año pasado fueron
asesinados unos 5 mil civiles, a menudo por tortura, según la ONU. Esta cifra se
puede comparar con los 3 mil muertos en los 30 años del conflicto en Irlanda del
Norte. Muchos iraquíes han votado con los pies; unos 2 millones han huido -la
mayoría hacia Siria y Jordania- desde que el presidente George W. Bush y el
primer ministro Tony Blair enviaron tropas estadunidenses y británicas a Irak,
hoy hace cuatro años.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tan peligroso es viajar en cualquier lugar de Irak fuera
del Kurdistán, que los periodistas tienen dificultades para reunir pruebas de la
carnicería que se desarrolla en la nación sin exponerse a morir ellos mismos.
Durante mucho tiempo, Blair y Bush han dado a entender que la violencia se
limita al centro de Irak.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta mentira debió quedar demostrada para siempre en el
informe Baker-Hamilton, escrito por importantes legisladores republicanos y
demócratas, el cual examinó un día del verano pasado en el que los militares
estadunidenses anunciaron que hubo 93 ataques y se descubrió que la cifra real
era de mil 100. En otras palabras, la violencia se había subestimado por un
factor de 10.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Diyala es una de las provincias más violentas en Irak. En
otros tiempos era de las más ricas, con huertos opimos que florecían en las
riberas del río Diyala, que se une al Tigris en el sur de Bagdad. Pero su
geografía sectaria es letal: su población es una mezcla de sunitas y chiítas con
una pequeña minoría kurda. Durante al menos dos años se ha visto convulsionada
por una violencia cada vez más intensa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es imposible que un periodista extranjero viaje a Diyala
desde Bagdad si no está "incrustado" en las fuerzas estadunidenses. Yo sabía,
porque había hecho antes el trayecto, que era posible llegar a Khanaqin, en el
rincón noreste de la provincia, controlado por los kurdos, tomando un camino que
pasa por poblados kurdos a lo largo del lado iraquí de la frontera con
Irán.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Comenzamos en Arbil, la capital kurda, y de allí seguimos
tres horas por las montañas hacia Sulaimaniyah. La Unión Patriótica del
Kurdistán (UPK), partido del presidente Jalal Talabani, nos consiguió un guía
que conocía el camino para llevarnos a Khanaqin a la mañana siguiente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Salimos de las montañas a través del túnel de Derbendikan
y seguimos por la ribera derecha del Diyala, empapada por lluvias torrenciales,
hasta llegar al poblado de Kalar, al fondo del valle. Allí es importante dar
vuelta a la derecha por un largo puente que cruza el río, porque el siguiente
poblado del camino, Jalawah, está en disputa entre kurdos y árabes sunitas.
Luego el camino se dirige a la frontera iraní hasta Khanaqin, controlada por la
UPK.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo que habría ocurrido si hubiéramos seguido hacia
Jalawah quedó claro cuando nos encontramos un líder tribal de esa población,
llamado Ghassim Mohammed Shati. Al preguntarle sobre el estado de la seguridad
en Jalawah, nos dijo: "El centro de la ciudad es bastante seguro, pero mi padre,
mi hermano y mi tía fueron asesinados a las afueras en marzo de 2005".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Shati, que también era capitán de la policía, buscó la
ayuda del alcalde de Khanaqin, Mohammed Amin Hassan Hussein, quien al parecer no
pudo dársela. Resulta sorprendente que el líder tribal no buscara sólo dar
muerte a los insurgentes que mataron a sus parientes. "La única solución -dijo-
es dar empleo a los policías y oficiales del ejército que fueron cesados y que
hoy apoyan a Al Qaeda. Si les dan empleo dejarán de matar."</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La situación, peor que nunca</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Todas las personas con las que hablé estuvieron de
acuerdo en que la situación en Diyala está peor que nunca. El coronel Azad Issa
Abdulrahman, sombrío jefe de policía de Khanaqin, indicó que la capital
provincial, Baquba, de 250 mil habitantes, aunque dista sólo 50 kilómetros de
Bagdad, y otra ciudad grande llamada Miqdadiyah, estaban bajo control de los
insurgentes. "El gobierno sólo controla unos cuantos de sus propios edificios",
reconoció. Los insurgentes dicen estar fundando el emirato islámico de
Diyala.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A principios de este mes Estados Unidos, con bombo y
platillos, envió 700 soldados del quinto batallón del 20 regimiento del ejército
a Diyala, a restaurar la autoridad del gobierno. Se trenzó en feroz batalla con
insurgentes, en la cual perdió dos vehículos blindados Stryker. Pero, como tan a
menudo ocurre en Irak, a los ojos de los locales la presencia o ausencia de
fuerzas estadunidenses no tiene mayor importancia en lo relativo a quién tiene
el poder en la localidad como gusta de creer el comando militar estadunidense.
Se supone que apoyan a los 20 mil elementos de las fuerzas de seguridad
iraquíes, pero a principios de este año se anunció que se iba a cesar a mil 500
policías locales por no oponerse a los insurgentes. Un momento embarazoso
ocurrió cuando comandantes militares estadunidenses e iraquíes afirmaron en una
videoconferencia de prensa conjunta que tenían firme control de la situación en
Baquba, y entonces insurgentes irrumpieron en la oficina del alcalde, lo
secuestraron y lo volaron en pedazos.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Difícil saber quién está a cargo</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>En Diyala el poder está fragmentado. Como en el resto del
país, es difícil saber quién está a cargo. A menudo son señores de la guerra
políticos o militares, cuyas lealtades son múltiples. Por ejemplo, en Diyala se
encuentra la quinta división del ejército iraquí, pero es chiíta en su mayoría.
Lo que más temía encontrar Salaman, el chofer sunita de pipas, era a los
soldados chiítas que tripulan los retenes del ejército, o a milicianos del
Ejército del Mehdi chiíta vestidos de soldados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los iraquíes como él enfrentan un número aterrador de
amenazas. Al señalar que él era el único proveedor de sustento de 18 mujeres y
niños porque tantos de sus parientes varones han sido asesinados, decía con
desesperación: "Ni siquiera puedo ir de visita al pueblo donde viven porque
soldados, milicianos u otros hombres enmascarados pueden matarme. Ya no sé ni
cómo mandarles dinero". El problema, dijo, es que el ejército y la policía están
de un lado o de otro de la división sectaria o étnica. No preveía que las cosas
mejoraran.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El gobierno iraquí, cuyos ministros en sus visitas a
Londres o Washington emiten declaraciones optimistas sobre cómo mejora la
situación del país, tiene un peso sorprendentemente débil fuera de la zona
verde. Con frecuencia sus intervenciones sólo causan daño. Por ejemplo, la
fuente principal de empleo en Khanaqin era el gran cruce de la frontera con Irán
en Monzariyah. El tráfico fronterizo generaba mil empleos. Pero el gobierno ha
cerrado el cruce, y la carretera, antes saturada de camiones, hoy está
vacía.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otro indicio del menguante control gubernamental es que
no se han entregado raciones en Diyala durante siete meses. Alrededor de 60 por
ciento de los iraquíes dependen de las raciones subsidiadas por el gobierno,
pero ya no llegan porque quienes las entregan dicen que es peligroso. Resulta
comprensible, porque a menudo los insurgentes consideran colaboracionistas a los
choferes de los camiones que transportan los víveres y los matan a tiros. En el
poblado de Kanaan, donde vivía Salamaan, cinco hombres fueron quemados vivos por
el crimen de resguardar dos gasolineras.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Una dificultad al explicar lo que ocurre en Irak al mundo
exterior es que desde 2003 los gobiernos estadunidense y británico han producido
una serie de hitos espurios: la captura de Saddam Hussein en diciembre de 2003,
la supuesta devolución de soberanía a Irak en junio de 2004, las dos elecciones
y la nueva constitución de 2005 y, en fecha más reciente, la "oleada" militar en
Bagdad. En todos los casos los beneficios de estos sucesos fueron inventados o
exagerados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Luego de que fundamentalistas sunitas volaron la mezquita
chiíta de domo dorado en Samarra, en el centro de Irak, en febrero de 2006, Irak
se vio desgarrado en lucha sectaria. Bagdad se dividió en una docena de ciudades
hostiles, sunitas y chiítas, que se lanzaban obuses una a otra. Los ministros
del gobierno, si eran controlados por comunidades diferentes, se combatían entre
sí. El Ministerio del Interior, controlado por chiítas, secuestró a 150 personas
del Ministerio de Educación Superior, bajo control sunita, y dio muerte a
muchas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por un breve instante en noviembre pasado, luego de las
elecciones de medio término en Estados Unidos y el informe Baker-Hamilton,
parecía que Washington empezaría negociaciones con sus muchos enemigos dentro y
alrededor de Irak. Pero el presidente Bush se negó a reconocer el fracaso. Ahora
se envían 21 mil 500 efectivos de refresco a Bagdad y la provincia de Anbar, en
el oeste.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta ahora hay pocos indicios de que la "oleada" cambie
en realidad el curso de la guerra. Por el momento las milicias chiítas se han
retirado, pero los bombazos continúan. "Los chiítas han dejado de matar sunitas,
pero los sunitas no han dejado de matar chiítas", me dijo un funcionario del
gobierno. "Si las cosas siguen así y el liderazgo sunita no denuncia, habrá una
explosión de odio sectario todavía peor que el anterior."</DIV>
<DIV align=justify><BR>Diyala, cuyas alguna vez prósperas poblaciones
productoras de frutas ahora se vuelven fortalezas sunitas o chiítas fuertemente
armadas, es símbolo del fracaso de la ocupación que comenzó hace cuatro años.
Desde un primer momento fue evidente que sólo los kurdos de Irak daban respaldo
total a la presencia estadunidense y británica. Los sunitas siempre la
combatieron y los chiítas sólo la consecuentaron mientras sirvió a sus
intereses. El mayor cambio político del año pasado es que la mayoría de los
chiítas apoyan hoy los ataques armados a las fuerzas comandadas por Estados
Unidos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hace cuatro años la invasión fracasó. Derrocó a Saddam
Hussein, pero no hizo más. Desestabilizó Medio Oriente. Despedazó a Irak. Tenía
el propósito de demostrar que Estados Unidos era la única superpotencia mundial,
que podía hacer lo que quería. En realidad demostró que era más débil de lo que
el mundo suponía. Mientras más se resista a admitir el fracaso, más tiempo
durará la guerra.</DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>* Patrick Cockburn es autor de The occupation: war and
resistance in Iraq (La ocupación: guerra y resistencia en Irak), publicado por
Verso.</DIV>
<DIV align=justify><STRONG><EM><FONT size=3>
<HR>
<FONT color=#000080>La información difundida por Correspondencia de Prensa es de
fuentes propias y de otros medios, redes alternativas, movimientos sociales y
organizaciones de izquierda. Suscripciones, Ernesto Herrera:
</FONT></FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR></DIV></FONT></BODY></HTML>