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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 24 de marzo 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Imperialismo</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Entrevista con Gilbert Achcar *
</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El Líbano y la crisis de Oriente
Próximo</FONT></STRONG> <BR><BR><STRONG>Paul D’Amato<BR>International Socialist
Review</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.isreview.org/"><STRONG>http://www.isreview.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Traducido del inglés para Rebelión por Germán
Leyens</STRONG><BR><BR><BR>La editorial "Icaria" ha publicado hace poco en
castellano "La guerra de los 33 días. Israel contra Hezbolá en el Líbano y sus
consecuencias", escrita con Michael Warschawski. "El choque de barbarismos"
aparecerá pronto en español publicado por la misma editorial. Por otro lado y en
el mes de abril, "Paidós" publicará su última obra "Poder peligroso" junto a
Noam Chomsky. Recientemente Gilbert Achcar volvió de un viaje al Líbano</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La prensa en este país muestra el movimiento de
oposición encabezado por Hezbolá en Líbano, que trata de cuestionar el gobierno
de Siniora, como un movimiento que provoca un conflicto sectario. ¿Cómo lo ve
usted? ¿Cuál es el carácter de la oposición, y qué trata de
lograr?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Ya es un hecho que todo el conflicto toma cada vez más un
carácter sectario. Pero no es la división sectaria o religiosa a la que
estábamos acostumbrados en el pasado del Líbano – me refiero a la guerra civil
de quince años de 1975-1990, que principalmente opuso a un campo
predominantemente cristiano contra otro predominantemente musulmán – aunque las
cosas nunca fueron tan simples como parecen. La división sectaria toma esta vez
una forma que no tiene precedentes en el Líbano: parece más como una extensión
al Líbano de la división que prevalece en Iraq, que opone a las dos ramas más
importantes del Islam, suníes y chiíes. La tensión entre las dos comunidades es
ciertamente bastante aguda en el propio Líbano. Es verdad que ni la oposición ni
la así llamada mayoría – tiene una mayoría parlamentaria, pero no puede
pretender que represente a la mayoría de la población – son homogéneas desde el
punto de vista religioso. Ambas involucran a varios grupos que pertenecen a
diferentes sectas y religiones. La abrumadora mayoría de los chiíes libaneses
está en la oposición: están organizados por Hezbolá por una parte, y por Amal
por la otra. Están aliados con una de las dos principales fuerzas de los
cristianos maronitas, dirigida por el ex general Michel Aoun. Se puede sumar a
eso una colección abigarrada de varios otros grupos – fuerzas cristianas, una
fuerza menor en la comunidad drusa y algunas pequeñas fuerzas suníes, que tienen
fundamentalmente en común que están vinculadas al régimen sirio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Frente a esto, en el campo de la “mayoría,” está el clan
Hariri, que goza de una clara mayoría entre los musulmanes suníes, más la
dirección mayoritaria de la secta drusa, representada por Walid Jumblatt, y una
parte de los cristianos, compuesta por varios grupos entre los cuales el más
prominente son las Fuerzas Libanesas, fuerzas de extrema derecha que fueron muy
crueles durante la guerra civil que duró quince años. Básicamente, en términos
sectarios, los cristianos son la única comunidad que está realmente dividida en
dos mitades. En cuanto a las otras comunidades, es obvio que por una parte, la
abrumadora mayoría de los chiíes está en la oposición, mientras la mayoría de
los suníes y drusos está en el campo de la “mayoría.” La oposición exige una
mayor representación en el gobierno con poder de bloqueo (es decir un tercio de
los escaños según la constitución), así como una nueva ley electoral y
elecciones anticipadas.<BR><BR><STRONG>Esto parece representar un cambio
ocurrido desde la invasión israelí del año pasado. Después de que Hezbolá
rechazó la agresión, los miembros de Hezbolá se convirtieron en los héroes de la
hora en el Líbano, y en todo Oriente Próximo. Suena como si usted estuviera
diciendo que las cosas han vuelto a cambiar hacia una mayor división. ¿Por qué
razón?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Sí, ha habido definitivamente un cambio, pero también
hubo expectativas o lecturas exageradamente optimistas respecto a la situación
en esos días. Durante la guerra, la brutalidad y la terrible furia de la
agresión israelí tuvieron el efecto de unificar más o menos al pueblo libanés en
su condena de Israel. Pero, si se hubiera seguido más de cerca la situación,
habría quedado claro que no hubo un cambio radical en la situación política. Las
divisiones que existían antes del ataque israelí volvieron a prevalecer
rápidamente después de la guerra, debido a las dinámicas políticas internas y la
actitud de los diversos liderazgos – con aún más intensidad debido a la
situación creada por la guerra en sí. La lucha política después de la guerra se
volvió mucho más delicada y mucho más crucial para todos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para Hezbolá, la actual confrontación política es
absolutamente vital. El partido ha sido el objetivo del intento israelí de
destruirlo. El intento fracasó, pero el proyecto no ha sido descartado.
Washington reemplazó a Israel y trata de continuar la guerra por otros medios.
Presionó para obtener la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU,
mediante la cual logró que las fuerzas de la OTAN fueran desplegadas en el sur
del Líbano como fuerzas suplentes a ser utilizadas en caso de confrontación
interna en el país, es decir, a fin de prestar ayuda a los socios de Washington.
Desde entonces, Washington ha estado constante y activamente presionando hacia
la guerra civil en el Líbano. En realidad, si hubiera que resumir la política de
Washington hacia el Líbano así como hacia Palestina, podría ser descrita
adecuadamente como “incitación a la guerra civil”: guerra civil entre palestinos
y guerra civil entre libaneses, para no hablar de la guerra civil que se
desarrolla en Iraq. Tanto en el Líbano como en Palestina, existe una fuerza que
Washington ve como un enemigo importante – Hamas entre los palestinos, Hezbolá
en el Líbano. Tras estas dos fuerzas, Washington apunta a Irán (a Siria también,
pero Irán es la principal preocupación de Washington). En ambos países existen
socios de Washington: la “mayoría” y el gobierno de Siniora en el Líbano, Fatah
y Madmud Abbas en Palestina.<BR><BR><STRONG>Por eso USA e Israel están
entregando dinero a Fatah en Palestina.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Exactamente, les están enviando armas. De manera que
éstas son situaciones gemelas, y al mismo tiempo son simétricas, como un reflejo
en un espejo. En el Líbano, la oposición lucha contra el gobierno (el consejo de
ministros), que es dominado por los socios de Washington que tienen la mayoría
parlamentaria, mientras el presidente (general Emile Lahoud) está en la
oposición. En Palestina es exactamente al revés: El gobierno y la mayoría
parlamentaria son dominados por Hamas, y el presidente (el dirigente de Fatah,
Mahmud Abbas) es el socio de Washington. En ambos países, Washington impulsa la
guerra civil. En el caso del Líbano recurre a la única arma ideológica que han
encontrado USA y sus socios árabes para contrarrestar la influencia de Irán en
el área – o sea el sectarismo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En su esfuerzo por protegerse del impulso bélico de USA y
de las amenazas en su contra, Irán ha utilizado la retórica panislámica; ha
estado sobrepujando a todos los regímenes árabes en la retórica anti-israelí –
incluyendo posiciones provocativas sobre el Holocausto. Teherán también está
construyendo un escudo protector en la forma de una red de alianzas que va más
allá de las fuerzas chiíes. La alianza dirigida por Irán no es un “eje chií,”
como lo presentan a los sunies Washington y sus aliados árabes. Involucra a
fuerzas que no son chiíes. Hamas es claramente no chií – incluso la Hermandad
Musulmana de Egipto, la mayor organización del fundamentalismo islámico suní,
salió políticamente en apoyo a Irán. Tampoco el régimen sirio es un “régimen
chií” – en realidad está muy lejos de la ideología jomeinista iraní, ya que
comparte la ideología laica del anterior peor enemigo de Teherán, el régimen
baasista iraquí.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Utilizan Washington y sus aliados toda la idea
del “arco chií” como un arma ideológica?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Es exactamente así. El único instrumento que tienen para
contrarrestar a Teherán es utilizar el sectarismo, y denunciar a Irán y su arco
de influencia como un “arco chií” – hasta el punto de que recientemente hubo
incluso manifestaciones en los territorios palestinos en las que manifestantes
de Fatah contra Hamas gritaban consignas denunciando a Hamas como chiíes,
utilizando “chiíes” peyorativamente como los antisemitas utilizan
“judíos.”</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Por qué tienen algún éxito con algo
semejante?</STRONG><BR><BR>Por desgracia, a falta de una izquierda, de fuerzas
de clase, de conciencia progresista – cuando las fuerzas dominantes de ambos
lados son fuerzas religiosas – es bastante fácil incitar a sentimientos
semejantes. Si estuvieran enfrentando a un partido de clase que fuera más allá
de las líneas sectarias, no será tan fácil contrarrestarlo con argumentos
sectarios. Pero enfrentan a fuerzas religiosas, cuyas principales organizaciones
tienen carácter sectario: Irán y Hezbolá son fuerzas religiosas chiíes. En
semejantes condiciones, aunque Hamas forme parte de la alianza, suena verosímil
que se utilice el argumento sectario. Y esto ha sido muy alimentado por la
guerra civil que se desarrolla en Iraq, que enfrenta a suníes contra
chiíes.<BR><BR><STRONG>¿Ha aumentado la tensión sectaria después de la ejecución
de Sadam Husein?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Los socios árabes de Washington la utilizaron como una
oportunidad más de agitar a los suníes sectarios contra la división chií. La
ejecución fue realizada de manera muy torpe por el gobierno iraquí. Se obtiene
la impresión de que Washington realmente quiso que ocurriera de ese modo,
sabiendo que sería utilizado por sus aliados en el área para aislar a Irán y
denunciar su influencia y sus aliados. No me sorprendería en absoluto si alguna
mano USamericana estuviera tras el vídeo del ahorcamiento de Sadam Husein –
circuló tan rápido y fue explotado de un modo tan flagrante. De repente, todo
tipo de personas que solían odiar a Sadam Husein mientras estaba en el poder, lo
convirtieron en un mártir del sunismo. ¡Fue bastante grotesco!</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿En qué medida ha tratado Hezbolá de actuar
contra, o de superar, las divisiones sectarias – o por lo menos proyectarse como
parte de una oposición amplia? Parece como si Hezbolá tratara, por lo menos en
algunos aspectos, de presentarse como parte de una oposición política más
amplia. ¿Diría que existe un elemento de eso, pero que no va a tener éxito
porque la lógica sectaria es demasiado profunda?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Si, definitivamente. Hay algo de eso. Hezbolá no quiere
aparecer como una fuerza puramente sectaria, y trata de ampliar sus alianzas.
Por eso están perfectamente contentos por su alianza con Aoun, que es una fuerza
importante entre los cristianos, y tratan de congraciarse con algunas fuerzas
suníes, incluyendo a fundamentalistas islámicos suníes libaneses y cualesquiera
tipos de aliados que puedan encontrar en comunidades aparte de la comunidad
chií. Pero básicamente, son una organización chií. Para ser miembro de Hezbolá,
hay que ser chií. Es por naturaleza no sólo una organización religiosa, sino una
organización sectaria. Se ha basado en la comunidad chií y nunca se ha
preocupado en serio de ninguna manera por extenderse fuera de ella. Sus
prioridades son: primero, unidad entre los chiíes – de ahí su alianza con Amal,
la otra importante organización Amal. Luego quieren evitar choques con otros
musulmanes – los suníes – porque no es de su interés ni del de Irán. De ahí sus
posiciones conciliadoras. La incitación al sectarismo, en realidad, es sólo de
interés para los regímenes saudí, egipcio y jordano, y de Washington tras ellos,
porque es el único instrumento ideológico efectivo que tienen. Y, por los
motivos mencionados, Hezbolá – aunque trata de impedir que la situación
deteriore hacia el sectarismo – es, por su propia naturaleza, un objetivo fácil
para los que quieren avivar el sectarismo.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Es ése el motivo por el que Hezbolá canceló las
manifestaciones en enero – por temor a que la violencia sectaria salga fuera de
control?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Hezbolá comprende que algunos de los socios de
Washington: Jumblatt y las Fuerzas Libanesas en particular, son instrumentos de
una estrategia que apunta a provocar la guerra civil. Existe una diferencia en
este aspecto dentro de la “mayoría,” entre las fuerzas recién mencionadas y el
clan Hariri, es decir, las fuerzas vinculadas a los saudíes. Estas últimas son
más “moderadas” en el sentido de que son más cautelosas. Es algo como la
diferencia que existe en Washington entre el gobierno Bush y el campo “realista”
Baker-Hamilton. Los gobernantes saudíes están en general ciertamente mucho más
en la onda de Baker-Hamilton que con el actual gobierno de Bush. Estuvieron muy
contentos con el gobierno de Bush padre, pero Bush hijo es un problema para
ellos porque su gobierno es de lejos demasiado aventurero. Pueden ver lo
desastroso que ya es para ellos el balance de Bush.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Cuál es el papel de Siria en todo
esto?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Siria sigue estando muy involucrada en Líbano, por
cierto. Es también uno de los problemas con la estrategia de Hezbolá: sus
vínculos con Siria. La mayor parte de las fuerzas en la oposición son fuerzas
pro-sirias – todas ellas en realidad, con la excepción de Aoun que solía ser el
enemigo más acérrimo de Siria en Líbano. Hezbolá es un aliado de Siria, no hay
misterios al respecto. Amal está aún más estrechamente vinculado al régimen
sirio. Y las otras fuerzas de oposición están también estrechamente ligadas al
régimen sirio. Uno de los propósitos actuales del movimiento es bloquear el
tribunal internacional sobre el asesinato de Rafik Hariri, (Hariri fue asesinado
el 14 de febrero de 2005, por un coche bomba, y los servicios sirios son
acusados de ser responsables del asesinato), que Washington impulsa a través de
la ONU para utilizarlo como instrumento para chantajear a Damasco. Es uno de los
propósitos obvios de lo que está sucediendo y, por ello, el clan Hariri puede
decir a sus partidarios sociales, sus partidarios sectarios: “Miren, esa gente
quiere proteger al régimen sirio, los asesinos de Rafik Hariri. Quieren proteger
a los asesinos del gran líder de la comunidad,” etcétera.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Y quieren convertir a Líbano en un protectorado
de Siria...</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Sí, por cierto. Utilizan ese tipo de retórica. Y por
desgracia es verosímil porque grandes segmentos de la oposición están compuestos
de fuerzas pro-sirias totalmente podridas. Es un problema inmenso, bastante
alejado del modo como alguna gente en la izquierda en todo el mundo ha
romantizado a Hezbolá durante la guerra. No cabe duda de que Hezbolá libró una
resistencia verdaderamente heroica. Tuvo combatientes que realmente defendieron
admirablemente a su país, sus hogares, sus familias: ¡no cabe discusión al
respecto! Pero ir más lejos y creer que Hezbolá sea de alguna manera una fuerza
de izquierda no lo justifica de ninguna manera la realidad.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>En la prensa se ha hablado de protestas
sindicales contra políticas neoliberales y de un nuevo acuerdo en París, que
trata de la imposición de políticas neoliberales en el Líbano. ¿Ha intentado
Hezbolá de organizar la resistencia utilizando el tema?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Aquí llegamos al problema de la reunión Paris III del 25
de enero. Fue una reunión de donantes, donantes ricos, países occidentales y
petroleros, reunidos para ayudar supuestamente al Líbano. Fue convocada por el
presidente francés Jacques Chirac, que ha estado trabajando en una alianza muy
estrecha con Washington en relación con el problema libanés desde 2004. Chirac
es uno de los más fuertes patrocinadores del gobierno de Siniora y del clan
Hariri – solía tener lazos muy estrechos con Rafik Hariri. La conferencia fue
organizada alrededor de un programa económico y social que es un clásico
programa de “consenso de Washington.” En este me refiero a las medidas
neoliberales convencionales del FMI y el Banco Mundial que fueron impuestas a
tantos países durante los años ochenta y noventa y que siguen siendo impuestas.
El programa del gobierno de Siniora para la conferencia Paris III es una versión
brutal de lo mismo. Obtienes lo que quieras: privatización, e impuestos al valor
agregado en lugar de impuestos escalonados según los ingresos. El plan contiene
todas las recetas clásicas mediante las que las capas más pobres de la sociedad
son forzadas a soportar la carga principal de medidas que supuestamente conducen
a un equilibrio financiero más saludable y capacitan al gobierno para que pague
su deuda. El Líbano ha acumulado una inmensa deuda con el pasar de los años
(actualmente más de 40.000 millones de dólares). De modo que se trata por una
parte de un programa del tipo clásico del FMI-Banco Mundial. Por otra parte,
esta conferencia fue un instrumento político. Fue pensada por Chirac, y con él
por Bush, como una manera de dar un fuerte apoyo al gobierno de Siniora y a la
“mayoría” en el Líbano.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La manera como la oposición encaró esa situación lo dice
todo. Diversas fuerzas de la oposición – Hezbolá, Aoun – criticaron el programa
de la conferencia Paris III, pero en realidad de modo bastante moderado.
Criticaron el programa del gobierno, como lo haría cualquiera oposición, pero
sin rechazar su lógica básica. Y luego hubo la dirigencia de la confederación
sindical que llamó a una movilización contra el programa gubernamental. Esa
dirigencia está en realidad estrechamente relacionada con la oposición y con
Siria: es un producto del período de dominación siria sobre el país. La
manifestación convocada por la confederación para el 9 de enero contra la orden
del día de Paris III resultó totalmente ridícula – 2.000 personas, en un país
que ahora está acostumbrado a manifestaciones de cientos de miles de personas.
Se debió a que la oposición no se movilizó de ninguna manera seria. Aunque
proclamó su apoyo, no se movilizó realmente, por el motivo obvio de que la lucha
contra el neoliberalismo no es definitivamente su preocupación real. ¡Realmente
explicaron que no querían poner en peligro la conferencia de París!</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Parece ser que la única manera posible de superar
la división sectaria es a través de organizaciones políticas y sindicales que
presentaran una alternativa no-sectaria basada en la resistencia contra esas
políticas neoliberales.</STRONG><BR><BR>Es exactamente el punto. Por suerte hay
gente que trata de hacer eso. Es lo que trata de hacer el Partido Comunista
Libanés (PCL). El PCL no participó en la sentada de la oposición desde que ésta
comenzó en diciembre pasado en el centro de Beirut. Se excluyó, declarando que
no comparte los puntos de vista de la oposición, que se orienta a cerrar un
acuerdo con la mayoría. Los comunistas dijeron: “Eso no es nuestro programa, no
pensamos que la salida en el Líbano resulte de un acuerdo entre dirigencias
sectarias. Estamos dispuestos a luchar juntos con la oposición por exigencias
democráticas – una nueva ley electoral, nuevas elecciones. Pero no queremos
vernos involucrados en una lucha por un acuerdo entre fuerzas sectarias que
terminaría en la formación de un gobierno conjunto.” Y entonces, cuando llegó a
la oposición a Paris III, el PCL se negó a participar en el día de manifestación
convocado por la confederación sindical y apoyado por la oposición porque, dijo,
no era verosímil. Decidió organizar su propia manifestación, pero el deterioro
de la situación lo obligó a cancelarla.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Los choques sectarios en Beirut?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Sí, por cierto. De manera que el Partido Comunista
Libanés trata de posicionarse fuera de los dos campos y constituir una tercera
fuerza sobre la base de un programa de izquierda. Ha estado haciéndolo desde el
comienzo del período que comenzó después del asesinato de Rafik Hariri en 2005,
cuando hubo las dos manifestaciones en marzo, una de Hezbolá y la otra de lo que
ahora llama la “mayoría,” o la “coalición del 14 de marzo.” El PCL no participó
en ninguna de las dos manifestaciones, y llamó a una tercera en otra fecha – con
algunos miles de manifestantes. No fue gran cosa en comparación con las inmensas
manifestaciones de medio millón de los dos principales campos. Pero, a pesar de
ello, no fue totalmente menospreciable que hubiera algunos miles de personas
manifestando con banderas rojas y consignas libres de todo carácter sectario –
consignas progresistas. En la reciente guerra, el PC libanés no permaneció
neutral, desde luego. Participó en la movilización y en la lucha contra la
agresión israelí, en alianza con Hezbolá, - una alianza sin subordinación, como
lo señaló el secretario general del PC. Fue una alianza desde una posición
independiente contra Israel, pero no una alianza alrededor del objetivo de
formar una empresa común de fuerzas sectarias por un nuevo gobierno; esto último
no forma parte del programa del PC.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Por la estructura sectaria del sistema político
libanés, ¿podría decirse que no es posible negociar acuerdos que no incluyan una
aceptación de esa estructura?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo que es posible es realizar una campaña que se base en
consignas democráticas, tales como una nueva ley electoral y nuevas elecciones.
La actual ley electoral diseñada por las autoridades sirias, deforma la
representación de diversas fuerzas. Originalmente, se quería que redujera la
representación de la fuerza de los partidarios de Aoun, cuando este último era
el peor enemigo de la presencia siria en el Líbano. Por eso, lo primero que
exigió Aoun – después de volver del exilio una vez que partieron las tropas
sirias – fue un cambio de la ley electoral. Pero los socios de Washington se
negaron a otorgarle eso, y fueron a las elecciones en una coalición con Hezbolá
y Amal. No hay que olvidar que fue Hezbolá la que llevó a esta mayoría al poder.
Aoun fue completamente excluido en las elecciones de 2005 por los socios de
Washington, aunque su papel había sido muy activo en contra de las fuerzas
sirias. Así que pasó a la oposición y, unos meses después, formó una alianza con
Hezbolá. Su ambición es obviamente llegar a ser presidente. (Según las reglas
electorales en el Líbano, el presidente debe ser un maronita cristiano, y Aoun
es maronita.) Aoun pensó que la mejor de manera de satisfacer su ambición era
llegar a un acuerdo con Hezbolá, considerando la inmensa fuerza electoral que
representa como la principal fuerza dentro de la mayor comunidad en el
Líbano.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Existen demandas del PC o de otras fuerzas
laicas de izquierda, para reformar por completo el sistema para que se siga
basando en una identificación y en partidos sectarios?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>En realidad, la idea de que las instituciones debieran
ser transformadas para librarse de la distribución sectaria de escaños y del
poder fue acordada por el consenso de los círculos dominantes en el Líbano
cuando la guerra civil terminó en los años 1989-1900. Una conferencia de
representantes libaneses se realizó en Arabia Saudí, y acordaron una orden del
día de reforma política, el Acuerdo Taif. Oficialmente, todos en el Líbano están
a favor de eso, pero es sólo formal.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo hay quienes son más serios en cuando al
cambio del sistema político, como por ejemplo Aoun. Hezbolá está oficialmente a
favor, pero considerando que es sobre todo una fuerza sectaria, está dividido
entre su carácter sectario, que encaja en el sistema sectario, y el hecho de que
ya que los chiíes sean la minoría más importante, son los ganarían con un
sistema en el que no existe una distribución sectaria predefinida de los escaños
y del poder – donde la distribución se arregla mediante elecciones y acuerdos
parlamentarios. Por lo tanto, es evidente que la situación es ambigua. En los
hechos, es la izquierda, los comunistas, los que están dedicados más
enérgicamente a una laicización del país, más allá de la simple abolición del
“sectarismo político.”</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿Cuáles son los orígenes de la política
sectarista en el Líbano? ¿Puede datar de la Ocupación Francesa?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Sería demasiado reductivo decir que el conflicto sectario
tiene su origen en el Monte Líbano gobernado por el imperio otomano en el Siglo
XIX. Antes de que el Líbano existiera en sus actuales fronteras, hubo una
división sectaria entre las dos principales comunidades en Monte Líbano, que
eran los maronitas y los drusos. Estas fueron dos minorías en una región bajo
dominación musulmana suní. Coexistieron en paz durante muchísimo tiempo. Pero la
primera guerra sectaria estalló en el Líbano en el Siglo XIX, después – y esto
es interesante – de un levantamiento campesino contra los terratenientes
feudales que tuvo lugar en 1858. El levantamiento campesino, que comenzó entre
campesinos maronitas y amenazó con extenderse a todo el campesinado, fue
canalizado a un conflicto religioso entre maronitas y drusos. La división
horizontal entre sectas reemplazó la división vertical entre campesinos y
terratenientes. Esto llevó al desembarco francés en el Líbano, cuando Napoleón
III envió a su flota en 1860 para “proteger” a los católicos maronitas. Por lo
tanto, en el Siglo XIX apareció un modelo histórico mediante el cual las
divisiones sectarias fueron utilizadas para impedir otras dinámicas políticas y
sociales, y fueron explotadas por las potencias extranjeras para controlar el
país.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>¿No ayudaron los franceses a establecer el
sistema político basado en divisiones sectarias?</STRONG><BR><BR>Los franceses
volvieron sólo después de la Primera Guerra Mundial, con un mandato colonial de
la Liga de Naciones. Cuando los franceses se establecieron en el Líbano como
potencia colonial, definieron las actuales fronteras del Líbano, ampliándolas de
manera que tuvieron una mezcla mayor y más precaria de comunidades sectarias, y
diseñaron instituciones basadas en una distribución sectaria del poder según la
clásica receta de “dividir para gobernar.” Y ése fue por cierto el origen de las
actuales instituciones libanesas.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Usted ha hablado de una estrategia de Washington
y sus aliados en la región para fomentar guerras civiles. Usted también señala
que USA trata de aislar a Irán. Si se combina esto con el hecho de que USA está
enviando más fuerzas navales al Golfo y con la “elevación” en Iraq, que parece
estar relacionada con un plan de dar caza al Ejército Mahdi, o a partes de éste
- ¿forma parte esto de una estrategia coordinada? ¿Existe alguna posibilidad, a
su juicio, de que esto podría ser parte del preludio de una acción militar
limitada contra Irán? ¿Cómo vería el conjunto de estas cosas en términos de la
política de USA?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Si se trata de pensar en los intereses imperiales de USA
de alguna manera racional, habría que excluirlo. Pero el problema es que hay un
gobierno en Washington que no corresponde a ningún estándar racional. Es uno de
los equipos más irracionales que haya estado alguna vez a la cabeza del Imperio
USA en toda su historia. Esa gente es suficientemente demente para considerar
realmente un ataque contra Irán, tanto más porque está en dificultades, hundida
en un cenagal en Iraq. Como una bestia herida que se vuelve más feroz, está en
una posición política tan mala, perdiendo terreno tan rápido, que podría suceder
que se sienta tentada por alguna especie de juego de póquer – el doble o
nada.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Parece casi que fuera un plan de gobernar o
arruinar. Iraq va mal – así que simplemente hagamos volar por los aires todo el
asunto.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Es lo que llaman la “elevación,” ¿no es cierto? Pienso
que, por el momento, las fuerzas contrapuestas dentro de los círculos dominantes
– todos los viejos “realistas,” gente como Baker-Hamilton que representa un
consenso imperialista bipartidario, más racional – está frenando eso. Pero el
gobierno de Bush – y los restos de los círculos neoconservadores alrededor del
gobierno – se sienten obviamente tentados por lo que es en realidad el
equivalente de acelerar un coche contra un masivo bloque de ruta.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>No es una analogía perfecta, pero recuerde como
después de la Ofensiva del Tet, cuando una mayoría se volcó contra la guerra y
quedó en claro que era imposible ganarla, USA en realidad amplió la guerra hacia
Laos y Camboya.</STRONG><BR><BR>Sí, por cierto. Y luego, después de eso,
Nixon-Kissinger sacaron las lecciones de la situación y pensaron básicamente:
“Estamos perdiendo terreno, estamos metidos en un cenagal. Hablemos con los
patrocinadores de la resistencia vietnamita, los soviéticos y los chinos.” Es
ciertamente lo que hicieron, y entonces ellos se desembrollaron de Vietnam. Y de
eso trata la proposición Baker-Hamilton, en realidad: “Hablemos con Siria e
Irán.” Pero el gobierno de Bush no quiere oír hablar del tema, porque
contradeciría todas la opiniones doctrinarias que han estado emitiendo por lo
menos desde el 11-S, para no hablar de los puntos de vista expresados por los
neoconservadores mucho antes de que Bush llegara al poder.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Las elecciones representaron un claro mensaje al
respecto. Incluso si la única otra alternativa era votar por demócratas que son
partidarios del imperialismo USamericano – fue claramente un voto contra USA en
Iraq. Y en esto parece que se podría llegar a un resucitar del movimiento contra
la guerra, que ha estado bastante dormido. ¿Sienten de alguna manera donde usted
se encuentra, en Europa, por ejemplo, que los acontecimientos en este país
revivan la oposición organizada contra la guerra?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La derrota electoral de los bushistas ha dado ánimo a la
oposición a sus políticas, desde luego. Lo importante, como dice usted, no es
quién ganó la elección, sino quién la perdió. El hecho de que este gobierno
reaccione como si no hubiera habido elección alguna, y como si no hubiese sido
derrotado, mostrándose sólo obstinado y decidido a seguir su propia línea y a
rechazar el consenso bipartidario mayoritario de los círculos dominantes
imperialistas de USA – esta forma de comportarse está aislando a este gobierno
aún más en la propia clase gobernante de USA. Por lo tanto, ahora se abre sin
duda alguna un nuevo espacio para el movimiento contra la guerra, que es
probablemente el mayor espacio político que ha habido desde Vietnam. No ha
habido desde Vietnam una división tan aguda dentro de la clase gobernante, con
el ejecutivo tan aislado, y con una oposición creciente a la escalada. De modo
que, sí, es un gran momento para que el movimiento contra la guerra ponga todo
su peso en la balanza.</DIV>
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<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>* Nota de Correspondencia de Prensa: </STRONG>Gilbert
Achcar, militante marxista de orígen libanés. Enseña ciencias políticas en la
Universidad de París -VIII. Autor de numerosas obras sobre el imperialismo y el
Medio Oriente, entre ellas: Le choc des barbaries. Terrorismes et dédordre
mondial (Complexe, Francia 2002) y L´Orient Incandescent. Le Moyen-Orient au
miroir marxiste (Editions Page Deux, Suiza, 2003). Fue co-redactor del Atlas -
Le Monde Diplomatique (editado en francés y castellano, 2003). </DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información
difundida por Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios,
redes alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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