<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT></U><BR><EM><FONT color=#800000
size=6>Correspondencia de Prensa</FONT></EM><BR>Año IV - 4 de abril 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT
size=3>Altermundismo</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>El movimiento de movimientos en su
laberinto</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Luis Hernández Navarro
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>La Jornada, México,
3-4-07</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Desde su nacimiento en las protestas de Seattle contra la
reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC), a finales de 1999, el
movimiento contra la globalización neoliberal ha recibido diversos nombres.
Altermundismo, movimiento de movimientos, no global, Pueblo de Seattle son
algunos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Muy pronto la revuelta de los globalizados adquirió
importancia política mundial. No había cumbre de organismos financieros
multilaterales, del Grupo de los 8 (G8) o en favor de acuerdos de libre comercio
entre naciones que no se viera enfrentado a las protestas de numerosos
manifestantes. Tanto así que un alto funcionario de la administración de Bush
declaró al New York Times del 21 de abril de 2001: "No se puede tener una cumbre
comercial en estos días sin gases lacrimógenos; sería como una cheeseburger sin
queso". Hoy, sin embargo, a pesar de sus éxitos, enfrenta un enorme
desafío.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El séptimo Foro Social Mundial (FSM), realizado en
Nairobi, Kenia, del 20 al 25 de enero pasados, se efectuó en medio de fuertes
críticas. En esta oportunidad, a diferencia de otros años, se objetó no sólo el
carácter meramente deliberativo del encuentro y su decisión de no tomar acuerdos
programáticos o de acción, sino la dinámica misma de funcionamiento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta edición del FSM fue dominada por las congregaciones
religiosas y las grandes fundaciones de la cooperación internacional con muchos
recursos por sobre los movimientos sociales. Que empresas privadas patrocinaran
el foro levantó la indignación de quienes ven en él una alternativa a la lógica
del mercado, así como que los organizadores cobraran una cuota para acceder a la
reunión, dejando fuera a los africanos más pobres que no tenían dinero para
pagar, fue severamente cuestionado. Con ironía, Rafael Uzcátegui transformó el
lema original Otro mundo es posible en "Otro turismo es posible", paráfrasis
compartida por buen número de asistentes. Ello es un indicador del agotamiento
al que ha llegado la propuesta original del primer foro, efectuado en Porto
Alegre.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A esta crisis no le son ajenas las dificultades por las
que atraviesan dos de sus principales promotores. La Asociación por la Tasación
de las Transacciones y por la Ayuda a los Ciudadanos quedó lastimada por un
grave conflicto suscitado durante el cambio en la Junta Gestora de la asociación
en Francia, en el que se formularon acusaciones de fraude. El Partido de los
Trabajadores, de Brasil, sigue gobernando ese país, pero el reformismo sin
reformas del presidente Lula precipitó una grave ruptura interna, la salida del
ala izquierda del partido, y la decepción de muchos militantes dentro y fuera de
ese país con el antiguo dirigente metalúrgico.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El ataque a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de
2001 y las invasiones militares a Afganistán e Irak atravesaron el movimiento
contra la globalización neoliberal y obligaron a reorientar su actividad. La paz
se convirtió en uno de sus objetivos centrales. El altermundismo logró, junto
con otras fuerzas, sacar a la calle a millones de personas en casi todo el mundo
para exigir el fin de la intervención bélica. Sin embargo, toda esa energía
social e indignación no lograron detener la agresión armada. Un sentimiento de
impotencia y desesperanza se apoderó de muchos activistas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Simultáneamente, el despertar de la ola patriótica en
Estados Unidos provocó que sindicatos importantes que intervinieron en las
protestas contra la OMC se relegaran del movimiento. Una ola antiestadunidense,
que no distinguió entre los halcones de Washington y los ciudadanos, recorrió al
Pueblo de Seattle. Muchos de sus integrantes conocían en detalle lo sucedido en
comunidades remotas de Chiapas, pero ignoraban la resistencia de los herederos
de Tom Payne. De la misma manera, el movimiento ignoró lo sucedido en países
como China, donde se registran 80 mil protestas sociales al año. Tampoco
comprendió cabalmente la naturaleza de la resistencia en las naciones musulmanas
en general ni en Irak en particular.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La lucha contra la guerra no acabó con las acciones
contra las grandes cumbres del Banco Mundial o del Fondo Monetario
Internacional, pero limitó su alcance. En las jornadas de Génova de 2001 tuvo su
expresión más alta.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En América Latina la dinámica de los movimientos
populares se vio cruzada por los procesos electorales que llevaron al gobierno
de distintos países a coaliciones progresistas. En Argentina, Brasil y Ecuador
las resistencias entraron en reflujo, integración a la esfera estatal y dudas
sobre su futuro. En casi todo el mundo, las protestas facilitaron la
reorganización y resurgimiento de la vieja izquierda ortodoxa de todo tipo. Este
renacimiento fue acompañado de un intento por centralizar, cooptar y dirigir los
movimientos emergentes, sin sensibilidad para reconocer sus rasgos
novedosos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El movimiento ha insistido en hacer política desde abajo
e impulsar la autorganización de la sociedad como vía para cambiar el mundo. Sin
embargo, sin necesariamente proponérselo, la revolución bolivariana de Venezuela
provocó que varias islas del archipiélago altermundista volvieran a poner el
acento de su acción en los espacios estatales y la política institucional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En meses recientes han surgido iniciativas para remontar
la crisis. El líder campesino francés José Bové presentó su candidatura a la
presidencia de Francia después de que durante muchos años se negó a incursionar
en esta arena. Vía Campesina integró una coalición estable con ecologistas,
consumidores, migrantes y pueblos indios en torno a la soberanía alimentaria.
Grupos anarquistas y autonomistas, enfrentados desde las protestas de Praga,
comienzan a actuar juntos y se preparan para bloquear la realización de la
próxima reunión del G-8 en Alemania. Este año será fructífero en nuevas
propuestas de acción. La ola de la resistencia parece que vuelve a despuntar.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>