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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><EM><FONT color=#800000
size=6>Correspondencia de Prensa</FONT></EM><BR>Año IV - 7 de abril 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Venezuela</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Miradas críticas....<BR><BR>¿Del
capitalismo rentista a cual socialismo del siglo XXII?</FONT></STRONG>
<BR> <BR><STRONG><FONT size=3>Margarita López Maya</FONT> </STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Aporrea</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.aporrea.org/"><STRONG>http://www.aporrea.org/</STRONG></A><BR><BR></DIV>
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<DIV align=justify>El pasado miércoles 21, en la Escuela de Sociología de la
UCV, un grupo de profesores abrimos un Taller-Seminario con el tema: "Socialismo
del siglo XX y XXI al debate". Señalamos como objetivos: "Abrir un lugar de
discusión responsable, pedagógico y crítico sobre el socialismo del siglo XXI...
Que a ese espacio concurra un conjunto diverso de intelectuales, políticos,
estudiantes, activistas de derechos humanos, funcionarios y técnicos del
gobierno, para encontrar información, reflexión teórica y debate de ideas... Que
el tema sea abordado y discutido haciendo un balance de los socialismos del
pasado, en particular los modelos del siglo XX, y el futuro que se quiere
construir en Venezuela y en el resto de América Latina bajo esa
denominación".<BR> <BR><STRONG>Del capitalismo al socialismo
rentista</STRONG><BR><BR>En su primera sesión se presentaron varios argumentos
sobre el sentido y la pertinencia de un socialismo en el siglo XXI. Se
desarrollaron ideas sobre las debilidades y contradicciones del capitalismo,
como su irracional afán de ganancia por encima de su consideración por el ser
humano, su estructural tendencia a la desigualdad e injusticia social. También
se ventilaron algunas de las debilidades del socialismo del siglo XX: su
autoritarismo, falta de pluralismo, fracaso como modelo económico. Y más allá,
también se discutió la necesidad de buscar un tipo de sociedad que trascienda el
carácter depredador de la naturaleza de ambos modelos. La humanidad necesita dar
con una sociedad que sea igualitaria, justa, plural y ecológicamente
sustentable. En el marco de esta discusión me parece central para Venezuela
analizar nuestro peculiar capitalismo en el siglo XX, que está condicionando
cualquier cambio que intentemos hacer en el siglo XXI.<BR><BR>Sabemos que la
Venezuela actual es una sociedad levantada por una economía petrolera-rentista.
Se trata, por tanto, de un capitalismo paradójico, pues no se sustenta
principalmente por el trabajo productivo y la ganancia, sino por una renta que
se captura en el mercado internacional. A mediados del siglo XX se logró en
nuestro país un consenso social y político para intentar construir un modelo
industrial, cuyo motor sería inicialmente esa renta petrolera. El modelo "por
sustitución de importaciones" buscó, como en otros países de América Latina,
crear una economía capitalista. Nuestros gobiernos, a través de planes de la
nación, usaron la renta para establecer condiciones para comenzar a producir en
el país lo que hasta ese momento se importaba. Se empezó por bienes de consumo
final, luego intermedios y finalmente de capital. Se suponía que en algún
momento la industria no necesitaría más del apoyo de la renta petrolera,
despegaría hacia un crecimiento auto-sostenido.<BR><BR>Ese modelo industrial se
desarrolló hasta hacer crisis en la década de los ochenta. Según los analistas
de entonces, el modelo tenía una falla profunda, pues no lograba que el aparato
productivo industrial se independizara de las rentas producidas por el sector
primario exportador. El primer gobierno de Pérez, debido al boom de los precios
petroleros en el mercado mundial, insistió en inyectarle dinero a una industria
y a un modelo que ya había mostrado en otras partes, mucho antes que en nuestro
país, que era incapaz de sostenerse. La renta petrolera creó una economía con
pies de barro pero nos costó mucho darnos cuenta. Y, más allá de ella, también
moldeó una sociedad, una cultura, un Estado y un sistema político
rentistas.<BR><BR>Siendo el nuestro un capitalismo sui géneris ¿Cómo
influenciará el socialismo que se busca construir? La renta petrolera hizo
posible que en pocas décadas pasásemos de ser una sociedad rural y atrasada a
una urbana y muy moderna en apariencia. Nos dotó de una clase media con patrones
de consumo y capacidad adquisitiva iguales a las de EEUU: carros,
electrodomésticos, viajes, dieta con base en exquisiteces importadas. Los
patrones de consumo se generalizaron a todos los sectores sociales.<BR><BR>Se
nos inculcó, por ejemplo, una dieta centrada en el trigo: pan, espaguetis,
cachitos, a nosotros, que somos un país tropical incapaz de producir
eficientemente tal grano. Por otra parte, el petro-estado nunca necesitó
convencer a la población de la necesidad de pagar impuestos como aporte de los
intereses privados a propósitos públicos de bien común, algo crucial para los
capitalismos que erigieron Estados de bienestar social en Europa. Costeamos
servicios públicos con renta petrolera.<BR><BR>Esto conllevó que normas de
eficiencia, responsabilidad, cautela y rendición de cuentas sean debilidades
notorias de nuestros gobiernos y de nuestra sociedad en general.<BR><BR>También
creó una dificultad en nuestra cultura para distinguir claramente entre lo
público y lo privado, lo propio y lo ajeno, lo cual ha tenido profundos efectos
en el comportamiento, tanto de funcionarios estatales como de los ciudadanos
privados. En términos del sistema político, nuestra democracia se construyó
basándose en pactos y concertaciones, donde nadie, salvo las arcas del Estado,
sacrificó sus intereses particulares. Esto creó elites egoístas e insensibles en
extremo.<BR><BR>El socialismo, o la sociedad alternativa que comienza a ser
objeto de discusión en Venezuela, debe pasar por entender los profundos y
arraigados mecanismos que en la economía, la cultura y la política implantó el
capitalismo rentista. Basta mirar a nuestro alrededor para percibir nuestro
rentismo por todas partes: en los valores y patrones de nuestro consumo, en la
ineficiencia galopante de la administración pública y privada, en la incapacidad
de funcionarios del Estado de diferenciar entre los dineros públicos, que son de
todos, y los suyos que son privados; en la facilidad con que se cree que se
puede avanzar hacia una transformación integral de nuestra sociedad porque se
tiene mucho real.<BR><BR>La renta petrolera es un bien valioso, que administrado
con prudencia quizás hubiera podido permitirnos alcanzar una sociedad
democrática e igualitaria el siglo pasado. Lo que logramos estuvo muy por debajo
de las expectativas. Ahora estamos haciendo el esfuerzo de nuevo por usar esa
renta para una sociedad justa y libre en el siglo XXI. Sin embargo, en muchas de
las estrategias y rutinas diarias del Estado, del gobierno, de los políticos y
los ciudadanos, sigue predominando la mentalidad rentista de que todo se
soluciona con voluntad y dinero, sin que nadie se sacrifique. Debatamos cómo
aprovechar la renta para que un socialismo "rentista" no acabe de nuevo con
nuestras expectativas.<BR><BR><STRONG>¿Quién pagó?</STRONG> <BR><BR>El sábado de
la pasada semana, en este mismo diario, en cinco páginas distintas, se convocó
con una propaganda de un tercio de página a la fundación del Partido Socialista
Unido de Venezuela. ¿Quién pagó estas propagandas? ¿El Estado, el Gobierno, los
ciudadanos fundadores de ese partido? En las elecciones de diciembre pasado,
distintas instituciones de observación internacional y nacional llamaron la
atención sobre el flagrante, ilegal e ilegítimo uso de los dineros públicos en
las campañas de ambos candidatos presidenciales. ¿Será que la publicidad de este
partido naciente se pagó una vez más con los dineros de todos los
venezolanos?</DIV>
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<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
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