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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 12 de abril 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Brasil<BR><BR>Héroes y víctimas de la
antireforma agraria<BR><BR>Monseñor Tomás Balduino<BR><BR></FONT><FONT
size=2>ALAI AMLATINA, Sao Paulo, 11-4-07</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Traducción ALAI</STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify>Les presento un pequeño héroe: se llama Eduardo Sousa Pereira
Júnior. Tiene 9 años. Desde los tres meses de edad hasta hoy vive con su padre,
Eduardo, y su madre, Maria Aparecida, en el campamento “Gurita”, en el municipio
de Jataí, Goiás (Brasil), bajo la lona negra, entre la cerca del latifundio y la
autopista, a la espera de la tierra, junto a otras familias. Vio y oyó muchas
cosas. Desde las amenazadoras visitas de la policía y de los malhechores, hasta
los insultos provenientes de los carros en tránsito. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Vive la dureza inenarrable del día a día. Esta es su
infancia. Además es el polvo, el sereno, la tos. Eduardo es un pequeño antihéroe
de la antireforma agraria.<BR><BR>Hay también el personal de la caña. Según una
indagación de la Delegación Regional del Trabajo (DRT) de São Paulo, murieron,
en este Estado, 416 trabajadores rurales en 2005 en el sector azucarero-alcohol.
Es preocupante la incidencia del agotamiento y de los calambres entre las causas
de algunas muertes, siendo que el más viejo tenía 55 años. Estos y otros son
héroes y víctimas de la actual política agraria.<BR><BR>¿Estaría, entonces, en
curso una antireforma agraria en nuestro país?<BR><BR>Hay dos datos que van en
esta dirección: en primero lugar el no cumplimiento de la constitucional
“función social de la propiedad”. En segundo lugar la nueva mega-política
energética gubernamental del agro-combustible.<BR><BR>La constitución brasileña
de 1988 produjo una joya de las más luminosas, digna de esta “Carta ciudadana”,
a saber, la “función social de la propiedad”. Y esto figura en el título
fundacional de los “Derechos y Garantías Fundamentales”, donde, en el ítem XXIII
se dice: “la propiedad responderá a su función social”. Estamos, de hecho, ante
una innovación jurídica copernicana. En la Carta de Ribeirão Preto, los miembros
del Ministerio Público Provincial y Federal, en el seminario sobre “El
Medioambiente y Reforma Agraria”, del 13 de diciembre de 1999, respecto de esta
preciosidad constitucional, con admirable solidez jurídica declaran lo
siguiente: “La función social define el derecho de propiedad. La función social
no es una limitación del uso de la propiedad, ella es el elemento esencial
interno que sustenta la definición de la propiedad. La función social es
elemento del contenido del derecho de propiedad”. Es el fin, por tanto, del
nefasto derecho absoluto de la propiedad privada.<BR><BR>La Constitución asumió
un mecanismo de garantía de esta función social y también del establecimiento
del ordenamiento agrario. Se trata de la “expropiación por interés social, para
fines de reforma agraria, del predio rural que no esté cumpliendo su función
social” (Art. 184). Pero, desgraciadamente, a lo que asistimos es al abandono de
la tierra por parte del poder Ejecutivo ante la voracidad de la privatización
nacional y extranjera. Incluso ante la presión para revisar los índices de
productividad para cumplir el tímido plan de reforma agraria, el Gobierno
prefiere comprar la tierra antes que dar paso a la expropiación. Y el poder
judicial, salvo honrosas excepciones, no hace otra cosa que garantizar la
defensa del latifundio a través de una industria de providencias contra las
expropiaciones y la condena de los líderes de los movimientos sociales. En 2006
fueron desalojadas de la tierra 19.449 familias.<BR><BR>El 80% de las
expropiaciones realizadas en los últimos 10 años fue obtenido gracias a las
ocupaciones de tierra por las organizaciones campesinas. Sin esto, la figura de
la expropiación ya sería letra muerta. Sin embargo, la bancada rural del
Congreso, ciegamente apegada al latifundio, ya anda articulando, soterradamente,
la criminalización de la ocupación de tierra como terrorismo y, por tanto, como
“crimen perverso”.<BR><BR>La omisión de la garantía de la función social de la
propiedad mediante la expropiación viola abiertamente la Carta Magna de manera
fundamental. ¿Esta fractura de la función social no tipifica un crimen de
responsabilidad del Estado?<BR><BR>La reforma agraria, siempre abundante en el
discurso demagógico gubernamental y escasa en la práctica, hoy desapareció hasta
del discurso. Los cálculos, todavía no divulgados, estiman que en 2006 han sido
asentadas tan sólo cerca de 40 mil nuevas familias. Como los recursos
presupuestados para 2007 son prácticamente los mismos irrisorios de 2006, no se
puede esperar ningún avance significativo en términos de nuevos asentamientos de
reforma agraria. Es la práctica descarada de la antireforma agraria.<BR><BR>¿Y
el “agro-combustible”? Aquí, al contrario, el dinero corre suelto, comenzando
con el perdón de miles de millones a las usinas. En uno de los períodos más
lucrativos para las usinas de caña de azúcar en el país, el Banco do Brasil
concedió al sector un perdón de deudas superior a mil millones de reales (más de
450 millones de dólares), según documentos obtenidos y publicados por la Folha
de São Paulo.<BR><BR>Ahora, con las alianzas con el gran capital internacional,
sobre todo el estadounidense, en razón del agro-negocio de la energía llamada
“limpia”, el ritmo de implantaciones de usinas de etanol en el país, con los
respectivos cañaverales, es en promedio de una al mes hasta el 2010.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Es grande, consecuentemente, el desplazamiento hacia la
tierra, sobre todo la tierra con manantiales, por parte de empresas nacionales y
extranjeras. Nunca la tierra estuvo tan valorizada. ¿Cómo queda, entonces, la
reforma agraria que venía implementándose bajo la fórmula de la compra de la
tierra y con escasos recursos? ¿Cómo queda la soberanía
territorial?<BR><BR>Asimismo, surge la cuestión de la soberanía alimentaria. Se
trata del derecho de acceso a la tierra, al territorio, a las semillas; se trata
del derecho a alimentarse de acuerdo con la propia cultura. En efecto, la
propuesta, incluso tentadora, de incorporar la agricultura familiar en ese gran
proyecto del etanol con la expectativa de la diversificación de la cultura, está
resultando, al contrario, en la pérdida de la pequeña propiedad incorporada al
latifundio de la caña bajo la forma de alquiler pagado anticipadamente. Este
dinero se gasta y, luego, la familia no consigue recuperar su tierra arrasada
por el monocultivo. En esto hasta los quilombolas (asentamientos afros) y los
indios están sucumbiendo. Mañana no faltarán tanques llenos a expensas de
barrigas vacías.<BR><BR>Mucho se pregona la multiplicación del empleo. Hay, de
hecho, una carrera en desbandada hacia los cañaverales, semejante a la que va en
busca de minas. Muchas escuelas del Nordeste se cerraron porque los alumnos
migraron al corte de caña. Gente de toda procedencia, de la ciudad y también del
campo, ocupantes, pequeños productores, hasta asentados. El trabajo existe, sí,
pero con un cuadro sombrío por delante. El trabajador, estimulado a competir con
las máquinas, trata a veces de cortar de 12 a 20 toneladas de caña por día. Pero
las máquinas, temidas por los cortadores de caña, están llegando para quedarse.
Finalmente, ni trabajo, ni tierra, ni reforma agraria. Queda la antireforma
agraria.<BR><BR>Felizmente las organizaciones sociales están ahora reaccionando,
después de un tiempo de parálisis, ante la expectativa del sueño de cambios a
partir del Gobierno. Es hora, pues, de la reforma que nos restituya un Estado
estructurado para cumplir su verdadera razón de ser, al servicio del pueblo, en
lugar del Estado que está ahí, al servicio del empresariado capitalista.
(Traducción ALAI)<BR><BR>* Consejero Permanente de la Comisión Pastoral de la
Tierra y Obispo-emérito de la Ciudad de Goiás.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>