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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT><BR><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia
de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 3 de mayo 2007 - Redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Sudán/Darfour</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Entrevista con Gabriel
Trujillo (Médicos Sin Fronteras)<BR> <BR>Malas respuestas a buenas
preguntas</FONT><BR></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Revista A l´encontre (Suiza)
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.alencontre.org/"><STRONG>http://www.alencontre.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción de Faustino
Eguberri para Correspondencia de Prensa</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Gabriel Trujillo, responsable adjunto de los programas de MSF
(Médicos sin fronteras) en el oeste de Darfour, vuelve de una visita de varias
semanas en la provincia sudanesa. Mientras los llamamientos a una intervención
armada se multiplican, describe una situación de las poblaciones civiles muy
diferente de la imagen que dan de ella las descripciones que ha hecho el
colectivo “Urgence Darfour” y algunas personalidades políticas. Informa también
sobre las operaciones en marcha de MSF en la
región. <BR> <BR><STRONG>¿Qué piensas de la campaña lanzada en Francia
y otros países que pide una intervención armada y la puesta en marcha de
corredores humanitarios?</STRONG><BR> <BR>El hecho de que la atención de la
opinión pública sea atraída sobre Dafour es una muy buena cosa. Las cuestiones
de protección y de asistencia de las poblaciones se plantean de forma aguda,
desgraciadamente las respuestas propuestas por “Urgence Darfour” y un cierto
número de personalidades políticas (francesas) son malas. <BR> <BR>Para
empezar, la descripción que hacen de la situación no se corresponde con la
realidad que he observado sobre el terreno. Y la intervención armada, a menudo
presentada como una solución milagrosa, plantea de hecho numerosas cuestiones.
Frente a la negativa del régimen sudanés, se traduce en declararle la guerra.
<BR> <BR>Intervenir militarmente, en nombre del bienestar de las
poblaciones, se salda a menudo con un gran número de víctimas entre la población
civil y hace por otra parte muy difíciles, incluso imposibles, la puesta en
marcha de ayudas –como en Afganistán o en Irak. <BR> <BR>En cuanto a los
corredores humanitarios, es una propuesta absurda: una ayuda masiva existe ya,
puesta en marcha por una decena de miles de trabajadores humanitarios. Esta
campaña, igual que la lanzada en los Estados Unidos, se realiza en el momento de
una importante cita electoral (presidenciales francesas). Temo que la causa de
Darfour no sea finalmente más que una estratagema en la campaña
presidencial. <BR> <BR><STRONG>¿En qué es errónea la descripción de la
situación en Darfour hecha por el colectivo “Urgencia
Darfour”?</STRONG><BR> <BR>Hoy, hablar de masacres de gran amplitud, de
genocidio, de hambre y de epidemias masivas en una región privada de asistencia
está desfasado. Hubo ciertamente masacres de gran amplitud en Darfour, pero en
2003-2004 en la campaña de terror lanzada por el régimen sudanés contra los
rebeldes y las poblaciones civiles acusadas de apoyarles. No nos enfrentamos
tampoco a una situación de hambruna, ni a epidemias masivas. <BR> <BR>Sin
embargo, el contexto securitario es preocupante. Paradójicamente, la guerra
conoce una recuperación de actividad desde los acuerdos de paz de mayo de 2006 y
la situación evoluciona hacia una fragmentación de los actores en el conflicto:
escisión de los grupos rebeldes, cambios de alianzas en el seno de las milicias,
algunas de las cuales se han unido a los partidos rebeldes no firmantes de los
acuerdos de paz. <BR> <BR>Esta fragmentación hace la lectura del conflicto
muy compleja, con enfrentamientos esporádicos y una inseguridad generalizada que
afecta a todo el mundo, humanitario incluido. Así, el número de agresiones
contra el personal humanitario ha aumentado estos nueve últimos meses. Estos
ataques que intentan intimidar o apropiarse de los medios logísticos de los
voluntarios para sostener el esfuerzo de guerra son hoy, por otra parte, debidos
a todas las partes del conflicto. <BR> <BR><STRONG>¿Cuál es la situación de
la población civil?</STRONG><BR> <BR>La situación no es homogénea de una
región a otra en una provincia que es tan grande como Francia. Pero,
globalmente, la guerra continúa produciendo un número elevado de muertos y una
proporción muy importante de la población darfouriana sigue viviendo en una gran
precariedad y continúa sufriendo la violencia. La misión de las Naciones Unidas
en Sudán cuenta como media 200 muertos civiles violentas por mes desde mediados
de 2006, con un pico de 400 personas muertas en septiembre, octubre y noviembre.
2 millones de personas siguen por otra parte instaladas en los campos de
refugiados, sin esperanza de mejora a corto plazo, lo que es
dramático. <BR> <BR><STRONG>¿Cómo responde el sistema de ayuda
internacional a las necesidades de la población civil?<BR></STRONG> <BR>La
mayoría de los grandes campos de refugiados, que acogen a la mayor parte de las
poblaciones desplazadas, están situados en zona gubernamental. Reciben las
ayudas desde hace tres años a través de una de las operaciones de ayuda
internacional más importantes de estos últimos veinte años. Los 13.000
trabajadores humanitarios (de ellos 2000 MSF) empleados de las 80 ONGs y 12
agencias de las Naciones Unidas presentes en Darfour trabajan principalmente en
estos sitios. Así, en los campos del oeste de Darfour como Mornay, o Zalingei y
Niertiti, de donde vuelvo ahora, la situación sanitaria y nutricional es
correcta y las tasas de mortalidad claramente por debajo de los umbrales de
urgencia. Como en todas las situaciones de guerra y desenraizamiento, esto no
significa evidentemente que las condiciones de vida de las personas desplazadas
sean buenas: viven en una gran precariedad, no circulan fuera de los campos pues
corren el riesgo de ser atacados. Pero digamos que las ayudas cumplen con su
primer objetivo: proporcionar una asistencia vital a más de dos millones de
personas y evitar una catástrofe en términos de
mortalidad. <BR> <BR><STRONG>¿Qué ocurre con las otras poblaciones que
no viven en estos grandes campos de refugiados?</STRONG><BR> <BR>Otras
personas desplazadas viven en campos de menor tamaño que acogen a unas 10.000
-15.000 personas, situados en zonas “grises”, es decir, en las que no existe
delimitación clara de quién controla la zona. Estas poblaciones sufren la
violencia debida a los enfrentamientos entre los diferentes actores del
conflicto. La fuerte inseguridad que reina en ellas limita la presencia de
actores humanitarios y la ayuda no puede ser llevada de forma continua. Las
zonas rebeldes son también inaccesibles, salvo en el sur del Djebel Marra, donde
podemos intervenir en la región de Kutrum (oeste de Darfour) y en la de
Muhajiria (sur de Darfour). Igualmente, las zonas en las que se desarrollan
enfrentamientos no son accesibles a los trabajadores humanitarios. Es por tanto
muy difícil saber precisamente lo que ocurre en ellas. Sin embargo, estas
regiones son zonas rurales poco pobladas y en gran parte vaciadas de sus
poblaciones por la política de tierra quemada llevada a cabo en 2003-2004 por
las fuerzas gubernamentales. En fin, cuando muy frecuentemente son presentados
como los principales culpables de las exacciones, los nómadas, que también son
víctimas de conflictos intercomunitarios, están fuera de los circuitos de ayuda.
Nosotros mismos hemos tenido que detener nuestras actividades, a partir de El
Geneina y de Zalingei a causa de la fuerte inseguridad que reina
allí. <BR> <BR><STRONG>¿Cuál es la perspectiva para los programas de
MSF?</STRONG><BR> <BR>Desde el fin de 2003, trabajamos para los desplazados
de tres grandes campos de desplazados del oeste de Darfour, en Mornay, Zalingei
y Niertiti. Vamos también a Kutrum, en el sudoeste del Jebel Marra. Pero la
inseguridad dificulta nuestra ayuda. El pasado septiembre, uno de nuestros
equipos ha sido víctima de un ataque muy serio en zona bajo control
gubernamental, y la reacción de las autoridades no ha estado hasta ahora a la
altura de la gravedad de los hechos. Consiguientemente hemos decidido detener
nuestros movimientos por carretera. Solo nos desplazamos en helicóptero, lo que
limita nuestra acción y hace muy difíciles, incluso imposibles, las evacuaciones
sanitarias. Hoy, queremos readaptar nuestra intervención reduciéndola en los
campos en los que otros actores están presentes. En Mornay por ejemplo, otras 4
organizaciones de socorro aportan cuidados médicos. Hemos cerrado ya las
consultas externas y hemos comenzado a reducir las hospitalizaciones, para, a
medio plazo, cerrar nuestra intervención en este campo de refugiados. Igualmente
en Zalingei, el hospital gubernamental funciona ya mejor, médicos del ministerio
de Salud están presentes en el conjunto de los servicios. Allí también nos
planteamos una disminución progresiva de nuestras actividades. En cambio, en
Niertiti y los alrededores, vamos a intentar desarrollar nuestras actividades
pues somos la única organización médica presente. Reduciendo nuestra presencia
en las zonas que concentran un gran número de actores de socorro, nos damos la
posibilidad de lanzar misiones exploratorias en las regiones aisladas, fuera de
los circuitos de la ayuda, para evaluar las necesidades de las poblaciones e
intentar responder a ellas.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
<BR> <BR></FONT></DIV></BODY></HTML>