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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria</U></FONT><BR><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de
Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 2 de junio 2007<BR>Redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Argentina</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Los presos políticos argentinos, las
elecciones y la ética de la izquierda<BR> <BR>Néstor
Kohan</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT
size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><FONT size=2><STRONG>Buenos Aires, 2 de
junio de 2007 (un día antes de las
elecciones)</STRONG><BR> <BR></FONT></DIV><STRONG></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>¿CUÁNDO GANA LA
DERECHA?</STRONG><BR> <BR>Vuelven las elecciones en la Argentina. Mañana,
domingo 3 de junio de 2007, se vota en la capital federal, centro político del
país. </FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>Millones y millones de dólares gastados en afiches y
televisión en un país donde varias decenas de miles de chicos viven en las
calles y comen de la basura. Distintos proyectos empresarios —capitalistas
salvajes, capitalistas éticos, capitalistas nacionales— se disputan el timón del
barco que seguirá navegando invariablemente sobre el océano mercantil durante el
próximo período. No queda espacio para un disenso real, una discusión de fondo,
un proyecto político antisistema. Por diversas vías se termina legitimando un
sistema institucional “republicano” que está bien lejos, pero bien lejos, de ser
democrático. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Y otra vez vuelve el chantaje electoral: “Hay que votar
a.... para que no gane la derecha”. ¡La derecha gana cuando transforma sus
propios valores hegemónicos y su agenda política en terreno común del sistema
institucional!. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Ejemplo (1): La derecha gana cuando las diversas opciones
“progres”, todas ellas, priorizan en la campaña electoral “la seguridad” y el
reclamo de más policía.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ejemplo (2): La derecha gana cuando diversas opciones de
izquierda, casi todas ellas, intentan “hacer buena letra”, sacar “certificado de
buena conducta”, conseguir una acreditación institucional de “izquierda
responsable” y por lo tanto... le dan groseramente la espalda a todo lo que no
sume votos. En primer término a los presos
políticos.<BR><STRONG> <BR>¿DÓNDE DEBE ESTAR LA
IZQUIERDA?</STRONG><BR> <BR>Recordamos las elecciones que le dieron el
triunfo a Néstor Kirchner. Corría el año 2003. Todos los medios de
(in)comunicación instalaron entonces el festival de la campaña electoral. Como
siempre, millones y millones de dólares invertidos en afiches, pasacalles, y
propaganda televisiva en un país donde, para comer, había que tomar por asalto
los supermercados. Del ¡Que se vayan todos! se pasó rápidamente a la disputa
electoral, a los codazos con el grupo de al lado. Mayor disputa cuanto más es el
parecido con quien se disputa. El enemigo no es la derecha sino el resto de la
izquierda “que me puede sacar dos votos”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Quizás nos equivocamos. No lo sabemos. Pero en aquellos
días hicimos una apuesta. Apostamos por la lucha popular y el día de aquellas
elecciones elegimos estar en la calle junto a las obreras de la fábrica textil
Brukman, por entonces desalojadas luego de haberla puesto a producir bajo
gestión obrera. En pleno centro de la ciudad de Buenos Aires. Pasamos aquel
domingo de elecciones en la calle, junto a las trabajadoras de Brukman, sus
hijos y sus familias. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuatro años después, cuando del ¡qué se vayan todos!
queda sólo un recuerdo y toda la dirigencia política burguesa se religitimó
junto con sus instituciones de dominación; cuando un sector de la izquierda y
los organismos de derechos humanos se sumó alegremente al gobierno y otro
sector, opositor, gasta sus mejores energías en la picadora de carne electoral,
optamos por otro camino. Si ayer estuvimos junto con las trabajadoras de
Brukman, esta vez elegimos estar junto a los presos políticos de Quebracho,
encarcelados en la prisión de Marcos Paz por repudiar el asesinato a sangre fría
de un maestro: Carlos Fuentealba. ¡Qué pecado imperdonable! ¡Qué osadía alocada!
¡Qué aventurerismo descabellado! ¡Habráse visto! Repudiar el asesinato de un
maestro a sangre fría...<BR> <BR><STRONG>LA IZQUIERDA “REALISTA”, LOS
BUENOS MODALES Y EL DEMONIO</STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify>Hace mucho tiempo, en 1989, un grupo político proveniente del
antiguo PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército
Revolucionario del Pueblo) asaltó el cuartel militar de La Tablada. Los
atacantes pensaban que allí se planeaba otro golpe de estado. Fueron reprimidos
salvajemente. Hubo ejecuciones, torturas, desaparecidos. El entonces presidente
Raúl Alfonsín, “campeón de los derechos humanos”, se paseó, rodeado de militares
carapintadas, junto a la fila de cadáveres de los asaltantes al cuartel,
integrantes del MTP (Movimiento Todos por la Patria). En declaraciones a la
prensa, públicas e inequívocas, Alfonsín dijo: “¡Esta es mi guerra!”. No se le
ruborizó el rostro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Se podía compartir o no la acción política de los
compañeros del MTP —acción política, no “delirio irracional” como la calificó
cierto periodismo progre que había utilizado dinero de la guerrilla para fundar
Página 12 y luego se desmarcó rápidamente de sus anteriores mecenas políticos—.
Se podía disentir con ellos o no. Pero lo que no se podía hacer era abandonarlos
ante la bota, la picana y las bombas de fósforo del Ejército argentino, el más
genocida de la historia. Se podía discutir con ellos pero no se los podía
abandonar en la cárcel hasta que se pudrieran o murieran de inanición en sus
muchas huelgas de hambre. El aparato de Estado, sus jueces, sus carceleros, los
reprimían no por sus errores, que los tuvieron, sino por sus virtudes. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pues bien, un sector de la izquierda, por entonces con
buena prensa y altas encuestas electorales, no sólo repudió el asalto al cuartel
sino que además envió condolencias a los integrantes del Ejército muertos en el
ataque guerrillero. ¡Todavía no se habían enfriado los cuerpos de los compañeros
asesinados —a algunos de ellos un tanque les pasó encima de la cabeza mientras
los milicos dejaban pudrir los cadáveres al aire libre para que todo el pueblo
“aprendiera la lección...”— y este sector de la izquierda electoral,
supuestamente “marxista”, para despegarse y no perder votos, se solidarizaba con
el Ejército de los militares genocidas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Muchos años después del ataque al cuartel de la Tablada,
el “progresismo” de la capital Federal quería imponer un código de convivencia
urbana destinado a “limpiar las calles”. ¿De basura y bolsas de nylon? No, de
militantes, de protestas sociales, de piqueteros, de cortes de ruta, de
prostitutas y de vendedores ambulantes. Se trababa de imponer el ORDEN social
urbano en nombre de la democracia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para impedir la implantación de ese estatuto legal que
permitía a la valiente policía federal reprimir “con la ley en la mano” hubo una
fuerte protesta popular frente a la legislatura de Buenos Aires. La protesta se
profundizó y entonces... ¡se rompió la puerta de la legislatura! ¡Una puerta de
madera! ¡Sí, se rompió una puerta de madera! ¡Gravísimo! ¡Otro pecado
imperdonable!. Entonces la policía detuvo a cuanta persona pasaba por allí. A
algunos de esos detenidos se los condenó a un año entero de prisión. Uno de
ellos, por ejemplo, era... vendedor de panchos (pan con salchicha). Un sector de
la izquierda electoral, supuestamente “marxista”, le entregó entonces por
iniciativa propia un video al juez que juzgaba a los compañeros para demostrar
que ese sector no había roto la puerta ni había hecho destrozos. Era la típica
actitud del “alumno obediente” que, dedo en alto, le dice a la maestra que él no
hizo lío y se portó bien... Ese video fue utilizado por los jueces del sistema
—eternos sirvientes del poder que avalan torturas, golpizas, violaciones en
comisarías y mil injusticias más— para procesar a otros manifestantes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hoy en día, lejos ya de La Tablada y de la protesta de la
legislatura, dos de los principales dirigentes de la agrupación Quebracho
(Movimiento Patriótico Revolucionario-Quebracho) están prisioneros por repudiar
el asesinato del maestro Carlos Fuentealba, fusilado a quemarropa en la
provincia de Neuquén. Su “pecado”, terrible, por cierto, parece haber sido el
romper unos vidrios en un local partidario del dirigente político de la
provincia de Neuquén Sobisch, responsable de ese asesinato. El mismo día del
repudio fueron encarcelados 16 militantes de Quebracho. Muchos fueron
excarcelados, aunque los principales dirigentes quedaron prisioneros.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No son los únicos presos políticos que hay en la
Argentina de Kirchner, este otro “campeón de los derechos humanos” (entre muchos
otros están los seis compañeros paraguayos del Partido Patria Libre [PPL], los
compañeros de Las Heras, Roberto Canteros y la Gallega), pero los presos de
Quebracho son de los más renombrados. Los cuatro son Fernando Esteche, Raúl
“Boli” Lescano, Joaquín Isasi y Martín Lizzano</DIV>
<DIV align=justify><BR>A Fernando Esteche, uno de los principales dirigentes de
Quebracho, lo capturan en otro lugar, bien lejos de donde se repudió el
asesinato del maestro. Si no estaba en el lugar del hecho, para la ley
difícilmente sea “culpable”, salvo que los jueces hayan perfeccionado la teoría
de la relatividad del tiempo y el espacio de Albert Einstein. </DIV>
<DIV align=justify><BR>A Raúl “Boli” Lescano, también dirigente de Quebracho, lo
capturan 12 días después, el 17 de abril, en una manifestación pública después
de participar del acto en conmemoración del Día Internacional del Preso
Político. En pleno centro de la ciudad (en la intersección de las avenidas
Callao y Corrientes) y a la vista de todo el mundo, lo secuestra una patota
(grupo de choque) de agentes de civil, sin identificación. Ante otros policías
se presentan como “seguridad del estado”. Luego de capturarlo, lo golpean y lo
introducen arrastrándolo en un auto blanco sin patente. Durante tres horas
permanece "desaparecido" (ninguna comisaría aceptaba recibirlo porque había sido
apresado a todas luces de forma ilegal y encima estaba todo ensangrentado por
los golpes recibidos). Durante esas tres horas, Lescano fue brutalmente
golpeado. A un compañero que iba junto a Lescano, estos agentes también lo
rodean sin identificarse, lo golpean y le rompen los dientes. Todo al mejor
estilo de la dictadura militar de 1976 cuando las patotas se llevaban gente
secuestrada y la metían, golpes mediante, en autos sin patente ni identificación
alguna. El recuerdo de la dictadura no es caprichoso. Raúl Lescano, de 57 años
de edad y antiguo militante del PRT-ERP, luego de ser encarcelado bajo el
gobierno lopezrreguista de Isabel Perón, pasó largos años en las prisiones del
general Videla.<BR><STRONG> <BR>PRESOS POLÍTICOS: ¿ALGUIEN SE ACUERDA DE
ELLOS?</STRONG><BR> <BR>En plena euforia electoral, ¿alguien se acuerda de
los presos políticos? No suman votos, entonces... ¿no existen?</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Como la agrupación Quebracho sostuvo en el año 2003 que no
había que abandonar las calles, continuó con las protestas callejeras, muchas
veces, incluso, con choques con la policía. Puede compartirse o no su análisis
de la coyuntura política. Se podrá discutir si la contradicción principal en la
Argentina actual es “patria o imperialismo” (en nuestro caso tenemos un punto de
vista distinto). Pero todos esos debates deberían formar parte de una agenda
común de discusión de la izquierda. O, en todo caso, esos debates podrían quizás
ser material de discusión de una escuela de formación política que reúna a la
militancia de los diversos movimientos sociales y organizaciones políticas de la
izquierda extraparlamentaria, particularmente de aquellos y aquellas que se
identifican con el guevarismo. Pero ninguno de esos puntos debatibles deberían
ser pretextos para hacerse el distraído, mirar para otro lado, hacerse el
“alumno obediente”, sacar “certificado de buena conducta” y abandonar a los
presos políticos hasta que se pudran en la cárcel.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>La ética de la solidaridad no debería ser un adorno para
colgar en el póster. ¡Y menos que nada para la gente de izquierda! Más allá de
los votos. Más allá de las encuestas. Más allá de las instituciones del
sistema.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Como alguna vez nos recordó nuestro viejo amigo y
querido compañero José Luis Mangieri (director de LA ROSA BLINDADA):
“En Argentina las cabezas de la izquierda sólo se unen en el canasto del
verdugo”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Para que no vuelvan a ganar los verdugos, sería bueno no
olvidar que en la Argentina de Kirchner hay presos políticos. No son
precisamente los grandes empresarios y ricachones que hoy ganan fortunas y ayer
se enriquecieron con Videla, Alfonsín, Menem, De la Rua y Duhalde. Los presos
políticos son presos del pueblo y de la militancia popular.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>Correspondencia de Prensa, difundido por
la red solidaria de información. Los artículos firmados no comprometen la
opinión editorial del boletín. Redacción (Ernesto Herrera). Suscripciones:
</FONT></EM></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
color=#000080 size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
<BR> <BR></FONT></DIV></BODY></HTML>