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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria</U></FONT><BR><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de
Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 10 de junio 2007<BR>Redacción y suscripciones:
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Venezuela</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La cuarta
embestida</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Norberto Bacher *</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Caracas, 8 de junio de 2007</STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Escenario actual</STRONG><BR> <BR>Las últimas
dos semanas mostraron nuevamente a las calles de Caracas agitadas por marchas y
contramarchas, la bolivariana repitiendo –una vez más– la convocatoria a cientos
de miles de personas, las de la oposición intentando reagrupar sus golpeadas
fuerzas, utilizando ahora como soporte social a una importante franja del
estudiantado universitario, tan joven como inconsciente. </DIV>
<DIV align=justify><BR>A pesar que las cadenas periodísticas mundiales cumplen a
cabalidad su papel confusionista, presentando las imágenes que difunden como el
testimonio de una rebeldía juvenil en defensa de la libertad de expresión, la
cercanía con la cotidianeidad demuestra otra realidad. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Para que la escalada crezca fue necesario la intervención
directa de las autoridades de las universidades públicas y privadas, que sin
ningún disimulo empujan y presionan a docentes, alumnos y empleados –supuesta
comunidad universitaria– a movilizaciones diarias, como el primer paso de un
plan más vasto y oculto, repitiendo la actitud que asumieron durante los dos
intentos golpistas del 2002. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En el corto plazo la expectativa de la derecha es
masificar esas acciones de calle, sumando al sector universitario un caudal
mayor de su propia clase, los sectores urbanos medios y altos, que hoy aparecen
desmoralizados y fragmentados, después que los sucesivos fracasos anteriores
mostraron su debilidad para derrocar al gobierno. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La causa aparente –en realidad un pretexto– para la
actual convocatoria a las calles fue la decisión gubernamental de no renovar a
su vencimiento la licencia para el uso del espacio radioeléctrico a una antigua
televisora, embarcada no sólo en la oposición al gobierno sino en una prédica
golpista constante, mediante el recurrente uso de todo tipo de montajes
audiovisuales, falsificación de noticias y mensajes subliminales. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero las causas verdaderas no pueden entenderse en forma
inmediata sin una visión de la actual fase de la Revolución Bolivariana: el
inicio de la transición al socialismo. <BR> <BR><STRONG>Ofensiva
revolucionaria</STRONG><BR> <BR>Con la aplastante victoria electoral de
diciembre de 2006, que permitió la reelección presidencial de Chávez, alcanza su
punto culminante un cambio cualitativo en la correlación interna de fuerzas a
favor de la revolución, que comenzó a producirse después del referéndum de
agosto de 2004 y que se afianzó con los avances de la economía en los últimos
años. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Si el triunfo fue contundente por las cifras tuvo igual
valor por su contenido: el pueblo fue convocado en forma explícita a votar
contra la agresión imperialista y por el paso al socialismo. Este es el programa
aprobado por el 62% del pueblo venezolano, que se transformará en el programa de
todo el pueblo cuando quede plasmado en la reforma constitucional que se está
debatiendo en comisión y que deberá ser ratificada por un referéndum popular
después de su aprobación en la Asamblea Nacional. <BR>Este triunfo estratégico
representa también un reto aún mayor para el proceso bolivariano porque, como en
todo proceso revolucionario, las victorias no hacen más que poner en primer
plano las necesidades sin resolver. El desafío actual para la revolución es
consolidar con urgencia las transformaciones sociales, económicas y políticas
que se están realizando, pero que aún aparecen demasiado envueltas o sofocadas
por los resabios de un pasado que no se resigna a desaparecer.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La vigencia de buena parte de las instituciones estatales
del pasado, corroídas por la corrupción y el burocratismo, así como la cultura
heredada que reproduce esos vicios en los nuevas intentos de organización
social, son el mayor obstáculo para dar ese salto cualitativo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En síntesis, la revolución necesita romper con los
límites que la compleja trama de intereses de la estructura capitalista del país
opone a esos cambios, para lo cual no hay otro camino que iniciar las
transformaciones socialistas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque el líder de la revolución anunció hace más de un
año y medio esa necesidad, desde entonces quedó planteada más como un debate
ideológico al interior de las propias fuerzas bolivarianas que como la
elaboración de un programa político. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Recién después del triunfo electoral se pasó del debate
genérico sobre el socialismo a un período de su materialización en acciones y en
un programa concreto, lo cual se evidencia con la renovación de los principales
ministros, el planteo de los llamados “cinco motores”, que no son otra cosa que
precisar los ejes de los cambios que se requieren para avanzar a una nueva
organización social, con la sanción de la Ley Habilitante, que pone en manos
presidenciales la potestad de sancionar con fuerza de ley medidas destinadas a
introducir cambios profundos en las áreas económicas, sociales, culturales y
militares, y con los primeros pasos para unificar las múltiples fuerzas sociales
y políticas que sostienen a la revolución en una gran fuerza política de masas,
el PSUV. <BR> <BR><STRONG>La nueva santa alianza</STRONG><BR> <BR>No
es difícil comprender que frente a esta meteórica carrera a la que está lanzada
la Revolución Bolivariana resurjan las amenazas provenientes desde el norte del
continente. La reciente y fracasada intervención de la Secretaria de Estado
estadounidense en la Asamblea de la OEA en Panamá, intentando justificar una
intervención de ese organismo en los asuntos internos del país por el tema de la
concesión vencida al canal golpista, desnudó –por enésima vez– que la oposición
interna no hace más que poner en práctica la agenda que le dictan desde
Washington. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El intempestivo retiro de la señorita Rice de las
sesiones tras la precisa réplica del canciller Maduro, puso en evidencia que el
único motivo de su presencia en la reunión era forzar a los demás países de la
región a convalidar esa injerencia externa. Esa actitud de la embajadora mayor
del imperialismo debiera ser más que suficiente para levantar una repulsa de los
gobiernos regionales por el intento de la diplomacia yanqui de
coaccionarlos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero además, es una confirmación ante la opinión mundial
que no es ella quien se hizo eco de las fuerzas reaccionarias internas, sino lo
inverso, que los planificadores ocultos de las marchas son los voceros internos
de la nueva agresión imperialista que está preparando el gobierno de Bush.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No hay que esforzarse demasiado para encontrar a los
verdaderos planificadores detrás de quienes fungen como líderes estudiantiles de
las marchas juveniles, ya que ellos sólo son simples transmisores que actúan
según las líneas trazadas por los desgastados dirigentes políticos opositores,
los grupos que controlan algunos medios televisivos como RCTV y Globovisión
ligado a la cadena CNN, y de los grandes empresarios, organizados alrededor de
un plan operativo, al cual contribuyen supuestas instituciones benéficas ligadas
a la CIA y el Departamento de Estado, tales como la fundación Albert Einstein,
la conocida NED que desde el 2002 financia a sectores de la oposición
venezolana, ORVEX y la menos conocida OTPOR, de actuación relevante en el
desmembramiento de la ex Yugoslavia. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero ese conglomerado de la contrarrevolución extiende
sus largas influencias por distintas geografías y sectores sociales, ampliando
sus aliados a las fuerzas derechistas que controlan los senados de Brasil y
Chile, que aprobaron con inusual rapidez sendas resoluciones contra el gobierno
venezolano, o distintas vertientes de la derecha europea, tanto la ligada al
fascista Aznar y su fundación europea FAES como la del progresismo conservador
que se expresa en el diario El País, convertido en un baluarte de la distorsión
informativa y editorial para agredir las fuerzas antiimperialistas
latinoamericanas, cualquiera sea su matiz político o raíz social. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Estos sectores, además de la cuantía de los recursos
financieros de los que disponen, cuentan con el poder de penetración ideológica
a escala mundial que ejerce el capitalismo a través de las grandes agencias de
noticias y las cadenas televisivas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La coalición reaccionaria que comenzó a funcionar de
hecho, ratifica nuevamente que para la burguesía internacional el respeto a las
decisiones libres y soberanas de los pueblos no forma parte de su particular
interpretación de los derechos humanos cuando de defender los intereses del
capitalismo se trata.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para intentar frenar el curso hacia el socialismo de la
Revolución Bolivariana están diseñando las tácticas adecuadas.
<BR><STRONG> <BR>Tácticas para la
contrarrevolución</STRONG><BR> <BR>Las acciones de calle desarrolladas por
la oposición en estos pocos días son suficientemente ejemplificadoras como para
dilucidar las líneas generales del plan que piensan ejecutar, que tiene varias
aristas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La promoción mediática de los nuevos rostros de algunos
cuadros estudiantiles de la derecha como líderes nacionales, es una confirmación
más del colapso histórico en el que entraron los inexistentes partidos de la
reacción y su dirigencia, en todas sus variantes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por eso discretamente se forzó a esos gastados personajes
a permanecer en segunda línea, renunciando a sus frecuentes apariciones
televisivas. Ahora el rol estelar del show político de los canales es ocupado
por esta franja juvenil, con supuestos politólogos y especialistas de la
academia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El ocultamiento del nexo entre la dirigencia opositora
con estas acciones de calle, tiene la clara intencionalidad de mostrar a la
opinión pública mundial que las movilizaciones tienen un supuesto carácter
social y apolítico, nacidas de una respuesta espontánea a presuntas amenazas
desde el Estado contra los derechos civiles y la libertad de expresión. </DIV>
<DIV align=justify><BR>No es casual que la derecha marche bajo la consigna
política: pueblo madura, esto es dictadura, que apunta en esa dirección. Lo que
no lograron en las urnas donde fueron aplastados hace seis meses por las clases
explotadas, intentan lograrlo poniendo en las calles a una minoría mayormente
privilegiada, para facilitar la intervención interior de la alianza
internacional contrarrevolucionaria, porque a diferencia de abril de 2002, ahora
no cuentan con fuerzas significativas dentro del sector militar. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta el momento fracasaron en su primer intento de
provocar la represión del Estado a los actos vandálicos colectivos (popularmente
llamadas guarimbas), buscando, si es posible, alguna víctima fatal para repetir
el formato con el cual justificaron el golpe de abril de 2002. Los primeros
intentos por conducir a las marchas por esta vía, fueron motivo de fracturas
internas entre los sectores más radicales y los nuevos dirigentes, porque
desalentaba a potenciales manifestantes a sumarse a un movimiento aún endeble.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los estrategas imperialistas saben perfectamente que la
clave del éxito para cualquier opción táctica de la contrarrevolución consiste
en recuperar la capacidad de movilizar contra el gobierno a sectores amplios.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para esto último pretenden cobijar bajo el paraguas de la
defensa de los derechos civiles a un arco amplio de la población, que incluya
tanto a las clases sociales opuestas a la revolución como a grupos corporativos
que ven perjudicados sus privilegios por el desmontaje que se está haciendo del
viejo Estado burgués, en el cual operaban hasta el presente. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Para la contrarrevolución es vital lograr el
reagrupamiento de sus huestes en el corto plazo, para intentar resistir con
alguna probabilidad a la ofensiva revolucionaria en las trascendentales batallas
que se avecinan, en las cuales se debe consagrar mediante el voto popular el
nuevo estatuto socialista, dando rango constitucional a la propiedad social
sobre los medios de producción, a las empresas socialistas, a los órganos del
Poder Popular, entre otras medidas a tomar. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Estas batallas abren el camino para un imprescindible
gran debate de ideas en todos los sectores del pueblo, incluido los que comulgan
con la derecha.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero la contrarrevolución ni está interesada en ese
debate ni parece dispuesta a intervenir aunque se la invite, como demostraron
claramente en la Asamblea Nacional estos nuevos líderes estudiantiles, que luego
de leer una proclama en el espacio que se les dio (que además se descubrió fue
elaborada por una agencia de publicidad ligada a grandes grupos empresarios y al
canal Globovisión) rehusaron continuar debatiendo con los jóvenes estudiantes
bolivarianos, que también fueron invitados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por el contrario, la derecha mientras intenta aparecer
como víctima y sus militantes hacen alarde de vocación pacifista, mueve sus
fichas ocultas provocando el asesinato selectivo de militantes revolucionarios,
como ocurrió en estos días con una pareja de jóvenes integrantes de la
Coordinadora Simón Bolívar del barrio 23 de Enero, que habían participado de
manifestaciones contra los canales golpistas y fueron emboscados a pocas cuadras
del Palacio de Gobierno. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El enfrentamiento de clases que cruza a Venezuela desde
hace años vuelve a tensarse y cada sector opta por la táctica que mejor conviene
a sus fines históricos. Las clases explotadoras, que mueven a la derecha, sirven
y necesitan de la contrarrevolución mundial y para ello utilizan la
conspiración, la guarimba y el sicariato, porque se apoyan en masas
inconscientes, enceguecidas porque no están dispuestas a compartir supuestos
privilegios, afianzando el bien común en una sociedad más justa.
<BR> <BR><STRONG>El debate de ideas</STRONG><BR> <BR>Opuesta es la
táctica de las fuerzas revolucionarias porque el avance hacia el socialismo sólo
es posible –como reclamaba el Che– con un pueblo consciente de sus tareas y
responsabilidades para dirigir la vida económica y social, desde la comunidad en
que se vive a la nacional, pasando por la de los principales centros de
producción, sobre la base que el interés particular o sectorial no debe primar
sobre el general, ni los combates inmediatos deben oscurecer a los
estratégicos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La participación popular en la lucha política, en la
capacidad de movilización y en el debate, no hizo más que crecer con los golpes
pro-imperialistas. En esta maduración política de las mayorías populares radica
gran parte de los sucesivos triunfos de la revolución. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El debate sobre las futuras reformas de la Constitución y
las leyes habilitantes abren, sin duda, un nuevo escenario para dar el salto
necesario en la conciencia del pueblo para el tránsito a la sociedad socialista.
Por esta simple razón es el teatro de operaciones al cual las fuerzas
revolucionarias convocan a todos, incluso sus opositores, para dirimir esta
batalla entre el pasado y el futuro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Junto al desarrollo de la conciencia política, la otra
condición para avanzar al socialismo es afianzar la organización, tanto del
Poder Popular como de las fuerzas revolucionarias. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque se está avanzando en ambas direcciones es
imprescindible forzar la marcha, porque, como se dijo, es altamente probable que
la contrarrevolución derive la confrontación de clases hacia otros caminos.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>También allí la Revolución Bolivariana encontrará las
respuestas adecuadas para sepultar las nuevas embestidas imperialistas.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Militante de la izquierda guevarista de Argentina. Artículo
enviado por Daniel De Santis (Partido Revolucionario de los Trabajadores).
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>Correspondencia de Prensa, difundido por
la red solidaria de información. Los artículos firmados no comprometen la
opinión editorial del boletín. Redacción (Ernesto Herrera). Suscripciones:
</FONT></EM></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
color=#000080 size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
<BR> </FONT></DIV></BODY></HTML>