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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria</U></FONT><BR><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de
Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 6 de julio 2007<BR>Redacción y suscripciones:
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Paraguay</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entrevista a Fernando
Lugo</STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>“Paraguay no
debe quedar fuera de los cambios en América del Sur”</FONT> <BR><BR>Pablo
Stefanoni, desde Asunción<BR>La Epoca, La Paz,
1-6-2007</STRONG><BR><BR></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>Fernando Lugo dejó los hábitos de
obispo para postularse a Presidente de Paraguay y emprender la tarea –poco
sencilla– de acabar con 60 años de hegemonía política ininterrumpida del Partido
Colorado. Algunos ya lo llaman el “Evo paraguayo”. Enfrenta esta nueva misión
apelando a su carisma ganado como “obispo de los pobres” entre los campesinos
combativos, pero, al parecer, dará la pelea electoral apoyado en la estructura
del Partido Liberal. He ahí su dilema: no negociar y tampoco ganar o armar una
coalición amplia que lo puede dejar como rehén de la vieja política. Con
todo, Lugo cree que su prédica puede doblarle el brazo a las mafias políticas y
a la cultura prebendalista moldeada por 35 años de dictadura, comandada con mano
de hierro por Alfredo Stroessner y continuada por la transición que siguió al
derrocamiento palaciego del general en 1989. El ex obispo ­al que muchos
siguen llamando “Monseñor”­ confía, además, que los vientos de cambio que
soplan en la región lleguen a Paraguay. <BR><BR><STRONG>¿Por qué cambiar la
seguridad del obispado por la inseguridad de la
política?</STRONG><BR><BR>Nosotros, en San Pedro, hemos hecho de todo, desde
huertas comunitarias, almacenes de consumo, hasta cooperativas de
comercialización, pero entendimos que los cambios que necesitan las grandes
mayorías vienen de la mano de la política. Creo que esa es la única vía para que
los sectores más desprotegidos puedan concretar los cambios
deseados.<BR><BR><STRONG>¿Y cómo vive su nuevo rol de candidato a nivel
personal?</STRONG><BR><BR>Es un cambio de ritmo, de vida. Ahora terminé de
recorrer el país, en el marco del ñemonguetá guasú (gran diálogo con el pueblo)
porque creo que los políticos deben escuchar y hacerse eco de la gran sabiduría
que existe en la gente sencilla, que tiene tanto valor en nuestra historia. Eso
nos enriqueció y nos dio mucha fuerza para seguir soñando con un país diferente.
En tres meses hemos recorrido todo el país, organizamos más de 250 reuniones que
nos permitieron contacto directo con alrededor de 30.000
personas.<BR><BR><STRONG>Desde el Partido Colorado quieren usar el hecho de que
el Vaticano no aceptó su renuncia como obispo para impugnar su
candidatura…</STRONG><BR><BR>Teológicamente yo reconozco que sigo siendo obispo
en el sentido que he recibido un sacramento que es hasta la muerte. Pero mi
candidatura presidencia la habilita la Constitución Nacional, no el derecho
canónico. La Constitución está por encima de todas las otras leyes o tratados,
incluso con el Vaticano Paraguay no tiene ningún tratado o acuerdo. Y el
artículo 42 de la Carta Magna paraguaya establece que ninguna persona puede
pertenecer a grupo u organización si libremente renuncia a él. Yo he renunciado
al ministerio sacerdotal y, en ese sentido, no hay ninguna traba a mi
habilitación constitucional. En este caso, el oficialismo pretende hacer uso de
un argumento teológico y darle peso jurídico, lo que sentaría un precedente
nefasto . <BR><BR><STRONG>¿Usted se identifica con la Teología de la
Liberación?</STRONG><BR><BR>Yo he estudiado la teología de la Liberación cinco
años en Ecuador y he dado cursos. Incluso la Pastoral de San Pedro fue inspirada
en la Teología de la Liberación que, como dijo Juan Pablo II, es hoy un
patrimonio teología de la Iglesia universal.<BR><BR><STRONG>Benedicto XVI parece
estar en la vereda opuesta…</STRONG><BR><BR>Yo creo que hay que distinguir lo
que es Ratzinger como Prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe de
lo que es Papa, que debe ser más universalista y aceptar el pluralismo
teológico.<BR><BR><STRONG>Esta semana, la mayoría del Partido Liberal anunció
que apoyará su candidatura, ¿cómo ganar sin quedar como rehén de la vieja
política?</STRONG><BR><BR>Ese es el gran dilema y somos concientes de eso. Creo
que las fuerzas populares, campesinas, no tenemos la práctica electoral y lo
cierto es que el Partido Liberal es el único de la oposición con presencia en
las 10.000 mesas. Eso debe garantizarse porque en democracia se gana el día de
las elecciones. Pero, por otro lado, nosotros hemos convocado a una concertación
social y política y creo que hay un buen ambiente de conversación y niveles de
confianza entre los partidos de la oposición para conseguir el triunfo y, al
mismo tiempo, garantizar un proyecto político, un plan de gobernabilidad y
programas que respondan a los gritos de los más necesitados, de la gran mayoría
de los paraguayos que se debaten entre la pobreza y la
miseria.<BR><BR><STRONG>¿Qué cree que habría que cambiar en
Paraguay?</STRONG><BR><BR>Nosotros no prometemos muchos cambios, no queremos
vivir en la fantasía ni tener un pensamiento mágico. Creemos que es posible
garantizar una justicia objetiva, soberana, independiente, apartidaria, porque
eso permitirá comenzar a luchar contra la corrupción y la impunidad. Hoy la
justicia es cautiva del poder político y el poder político es cautivo del poder
económico. A su vez, el poder económico en Paraguay es cautivo de la mafia que
no tiene rostro pero tiene presencia y consecuencias en todo el país. Nuestro
proyecto no se elabora en el extranjero ni en un laboratorio, es un proyecto
popular, que nace de las bases. La gente reclama una administración honesta y
transparente del Estado.<BR><BR><STRONG>¿Va a impulsar la reforma agraria en
caso de llegar a la presidencia?</STRONG><BR><BR>Sin ninguna duda. Paraguay es
uno de los países con una distribución de la tierra más escandalosa. El 80 por
ciento de la tierra está en manos de dos o tres por ciento de los propietarios,
hay mucha tierra malhabida. El nuestro es uno de los pocos países de América
Latina en el que ni siquiera existe un catastro nacional de propiedades. Debe
haber un saneamiento para luego discutir con claridad con los sectores
campesinos, empresariales, ganaderos, una reforma agraria
integral.<BR><BR><STRONG>¿Cómo ve los proceso de cambio a nivel
continental?</STRONG><BR><BR>Yo veo lo que ocurre con Chávez, Evo, Bachelet,
Correa, Tabaré Vázquez, Lula, Kirchner como vientos nuevos que permiten ir
creando un nuevo modelo de gobernabilidad en la región y creo que Paraguay, con
sus propias especificidades, no debería desentonar. Nuestro país debe seguir su
propio proceso para completar esta transición inacabada. <BR><BR><STRONG>¿Usted
se siente identificado con el concepto de socialismo del siglo
XXI?</STRONG><BR><BR>El socialismo del siglo XXI es una experiencia a construir.
Yo suelo hablar de equidad social, posiblemente hay puntos de convergencia con
el socialismo del siglo XXI de Chávez. El lema del partido Tekojojá (uno de los
grupos que lo apoyan) es “unión e igualdad para todos los
paraguayos”<BR><BR><STRONG>El presidente Duarte Frutos dijo delante de Lula que
Paraguay va a ser el Kuwait de los agrocombustibles ¿cuál es su
posición?</STRONG><BR><BR>En tanto los agrocombustibles no sean una amenaza a la
soberanía alimentaria podrían ser una salida, pero en Paraguay no hay un debate
profundo y cuidadoso. El nordeste brasileño es una muestra clara de
desertificación como consecuencia de los grandes desiertos de cañaverales. Yo no
produciría biocombustibles poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del
pueblo paraguayo.<BR><BR><STRONG>¿Está de acuerdo con la inmunidad a las tropas
de EEUU que venció en diciembre del año pasado pero parece continuar de
hecho?</STRONG><BR><BR>Yo creo en la soberanía nacional y creo que Paraguay debe
discernir con claridad todo lo que sea injerencia. Vamos a defender la soberanía
territorial pero también la soberanía política, económica y alimentaria.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>Correspondencia de Prensa, difundido por
la red solidaria de información. Los artículos firmados no comprometen la
opinión editorial del boletín. Redacción (Ernesto Herrera). Suscripciones:
</FONT></EM></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
color=#000080 size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
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