<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria</U></FONT><BR><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de
Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 10 de julio 2007<BR>Redacción y suscripciones:
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>México</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Dos políticas y
una ética <BR><BR>Subcomandante Insurgente Marcos</FONT> </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Mesa redonda en el auditorio
Che Guevara, UNAM</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>La
Haine</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.lahaine.org/"><STRONG>http://www.lahaine.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2> </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Y qué se hizo de la “izquierda” (ya llevo tantas
comillas para “izquierda” que temo que se le acaben al teclado) que caminó lo
electoral (algo comprensible y valedero) y a su paso fue dejando los principios,
es decir, la identidad, como si fuera no sólo un montón de escombros, sino
también un lastre? <BR><BR>Allá arriba nos ofrecieron otros lugares, “mejor
acondicionados”, dijeron, “más cómodos”. Como si la ética y la política fueran
una cuestión de comodidad, y como si para los zapatistas fuera lo primordial el
espacio y no el oído que, generoso, nos dan ahora ustedes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y esto lo escribo antes de decirlo, suponiendo que
alguien acudió a esta mesa redonda que, para estar a la moda, ocupa ya el primer
lugar de deslindes. Ya sólo faltaba que la propia mesa se deslindara.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Ética y Política</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Fue a nosotros que se nos ocurrió este tema. En el vaivén
mediático que ofrece píldoras somníferas a quien no quiera velar, desvelar y
develar la realidad, hay varias cosas que están quedando como ausentes. El Poder
parafrasea a Pablo Neruda y nos canta, con estridencia, “Me gusta cuando callas
porque estás como pendiente”… de lo que digo, y estás como distante… esperando
la próxima venta de temporada, es decir, las próximas elecciones”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Fue entonces nuestra idea de que hay que nombrar lo
ausente, lo que ahora aparece no sólo como que se excluye mutuamente, la ética y
la política en este caso, sino que también se presenta como si fuera lógico,
razonable, comprensible, justificable, aplaudible… y los “ibles” que se les
ocurran.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nombrar lo ausente, es uno de los modos de avivar la
memoria que se dirige también hacia delante. Y elegimos precisamente el tema de
la ética, no sólo para señalar su destierro y ausencia de la política de arriba,
a más de su acorralamiento en el espacio de la academia; también para señalar o
apuntar algunas pistas para que, en el abajo que estamos levantando, se abracen
al fin la ética y la política en la única forma que pueden hacerlo, es decir,
siendo “otras”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando sólo de palabras se trata, no pareciera haber
ningún problema en hablar de ética y política. Se pueden escribir libros, dar
clases, hacer investigaciones y, a veces, hasta participar en mesas redondas.
Claro, siempre y cuando no sean en el Ché Guevara de Filosofía y Letras de la
UNAM.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero ¿llevarla a un lugar rector del quehacer político
propio? Vamos, eso es de ingenuos, puristas o de candorosos idealistas enfermos
por el calendario de la juventud. Ya vendrá la realidad a cantar los versos que
dicen: “Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver, cuando quiero un
puesto (o una beca) lloro, y a veces lloro sin querer”</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero, si vamos a nombrar lo ausente, entonces preguntemos
que se fizo de ello: ¿Cuándo y cómo fue que la ética y la política tomaron esos
caminos? La ética, el camino aséptico y mediocre de la academia. La política, el
camino del cinismo y la desvergüenza “realistas”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cuándo fue que la intelectualidad progresista renunció
al análisis crítico y se convirtió en triste plañidera de las derrotas y
fracasos de una parte de la clase política que ya lleva varios años
muerta?</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cuándo se operó esa mágica alquimia que hizo de los
intelectuales progresistas los justificadores, y no pocas veces los aduladores,
del quehacer de una “izquierda” tan entre comillas y tan a la derecha, que
tienen que hacer malabares para sacarla de su ubicación real en el espectro
político?</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cuándo fue que la ética dejó de ser un referente y fue
sustituida por las encuestas, el rating, las aglomeraciones de masas o de votos,
y llegar a comparar, así, el plantón contra el fraude electoral del 2006 con el
reciente concierto de Shakira en el zócalo?</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Hay que estar donde está la gente”, dijeron entonces.
Así que seguramente estuvieron ahí, cuando la Shakira demostraba lo que yo,
humildemente y con mis modestas habilidades, le enseñé. Sí, eso fue hace mucho
tiempo. Ahora, ya con trabajos muevo las caderas cada tanto que me acomodo en el
asiento, en los largos viajes de nuestro recorrido por el Otro México, el de
abajo, el de la izquierda sin comillas, sin presupuestos y sin corresponsales
asignados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero ya me estoy yendo por otro lado, cuando lo mejor
sería estarse viniendo. Bueno, ya, basta de albures. Estamos hablando de cosas
serias y debemos ponernos serios, formales, aburridos.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Volvamos pues a las preguntas:</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cuándo fue que la corte parásita de la clase política
mexicana, y analistas y locutores que la acompañan, se convirtió en un
desordenado equipo de bufones sin público y sin comedia?</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cuándo fue que las noticias sobre los avatares de la
clase política desplazaron, a la baja en el rating por supuesto, a la barra
cómica en los medios electrónicos?</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cuándo fue que el reiterado proceso de suplantación de
identidades empezó a ser aclamado, si era (o es), como en esta universidad, la
Nacional Autónoma de México, una imposición en donde cada quien busca no
quedarse fuera, y a cambio le ofrece el aliño a una “izquierda” tan bien portada
que no sólo “luce” en las fotos, también contrasta con esta generación de
jóvenes (es decir, nosotros, nosotras, la banda, la raza, los fachosos, los
otros, los sucios, los feos, los malos, y, bueno, ya que estamos en lo de la
equidad de género, pues también las sucias, las feas, las malas –y que lo
digas-); nosotras, nosotros, las jirafas y jirafos que encontramos, no el
análisis crítico, sino el desprecio, la burla y la persecución de quienes se
autodenominan “la clase pensante”?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mire joven, la diferencia fundamental entre la Torre de
Rectoría y el auditorio Che Guevara es el presupuesto. A mí qué me importa lo
que se haga ahí abajo si no puedo anunciarlo en la gaceta universitaria y
cobrarlo en facturas “all included”. Por favor, joven, sea usted realista: la
comunidad universitaria está aquí arriba. Allá afuera están los clientes, sí,
los clientes a la hora de los laboratorios, las becas, los cursos, las
inscripciones, los puestos y… los cambios en las direcciones y la rectoría. ¿La
ética? Mmh… me suena. ¿En cuánto se cotiza?</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Y qué se fizo de la “izquierda” (ya llevo tantas
comillas para “izquierda” que temo que se le acaben al teclado) que caminó lo
electoral (algo comprensible y valedero) y a su paso fue dejando los principios,
es decir, la identidad, como si fuera no sólo un montón de escombros, sino
también un lastre?</DIV>
<DIV align=justify><BR>En un extraño razonamiento, los fracasos evidentes no
llevaron a replantear el lugar de los principios de un quehacer político que se
reclamaba, y reclama, como una lucha por la justicia, ésa eterna ausente en el
México de Abajo –y del mundo, dicho sea de paso-.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No, si perdieron o les robaron (la diferencia está en la
cantidad de publicidad pagada por cada bando) es porque les faltó “estrategia de
medios”, que es como ahora se dice a la claudicación en los principios, al
sometimiento al Rey Midas del poder que todo lo que toca lo convierte en
mierda.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y falló la “política de alianzas”, que es como ahora se
llama al servil cortejo a una clase dominante que, es cierto, es coqueta, pero
siempre fiel a sus intereses.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y fallaron los acuerdos y la “unidad” a todo precio, a
cualquier costo, por cualquier puesto. “Unámonos”, dijeron, pero en realidad
pensaban: “subordínense”, “olviden”, “ríndanse”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y quien dijo y dice “¡NO!” es “sectario”, “infantil”,
“juguete de la derecha”. Y arrancaron de sus paredes las fotos de los
zapatistas, y en su lugar pusieron las de los calumniadores, perseguidores y
asesinos de indígenas zapatistas: Gustavo Iruegas, Arturo Nuñez, Ricardo
Monreal, y el autodenominado rector de la UNAM, el señorito Juan Ramón De La
Fuente, entre otros.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y prendieron sus veladoras… mientras los del otro bando
prendían los reflectores mediáticos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En México, allá arriba pueden decir, sin sonrojarse
siquiera, que está bien que se golpee y encarcele a gente de abajo, gente que se
la raja cada día para sacar honestamente algo qué llevar a su familia, que se le
despoje de su casa, su pequeño comercio, su mercancía, su medio de vida pues,
que se aplauda (o se calle, que es una forma más ruin de aplaudir) que, como en
una guerra de conquista, se despoje –allá arriba dicen “se expropie”- de
territorios enteros a una ciudad, para entregarlos luego a los grandes
inversionistas que, basta un poco de memoria, son los héroes y aliados de hoy… y
los traidores de mañana.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El caso de Carlos Slim, el aliado anteayer, el traidor
ayer, el amigo hoy, el aliado mañana, el traidor pasado mañana, es el botón de
lujo de la muestra oculta del Poder. Y estoy hablando de la Ciudad de México,
del barrio de Tepito y de su gente, de Iztapalapa y de su gente, de Santa María
La Rivera y de su gente.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Sin ningún proceso judicial de por medio, se ataca y se
despoja. Y los medios suplen las órdenes de cateo, y se convierten en jueces y
verdugos: “se dedicaban al narco menudeo”, señalan. Y ninguno de quienes hacen
del pensamiento su trabajo, dice nada. Ni siquiera para preguntar lo elemental,
es decir, “si eran narcotraficantes, ¿por qué vivían donde vivían?” En lugar de
preguntas, evidencias: “Por algo será”, “se lo merecen”, “algo habrán hecho”, y
entonces voltear a ver a otro lado, a un concierto en el zócalo, a una plaza
llena para unas fotos donde las personas son sólo piezas en una ordenada
exposición de pieles desnudas, a todo lo que no reclame compromiso,
cuestionamiento, ética.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Parece que, con el embate neoliberal, no sólo se
derrumbaron las reglas no escritas de la política en México y los referentes al
político como “hombre de Estado”. También yacen, entre los restos del naufragio
de la clase política mexicana toda: la dignidad, la decencia… y la
vergüenza.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pareciera ser que los márgenes de la honestidad y la
vergüenza se han ampliado bastante, hasta tal punto que no parece haber ninguna
limitante. Un extraño razonamiento que reza: “según las encuestas electorales,
mis enemigos pueden ser mis amigos”, al rato Elba Esther Gordillo dejará de ser
una bruja cuando se “moche” con el Frente Amplio Opositor, y será entonces una
gran luchadora social y un ejemplo para el magisterio… a quien ha explotado,
perseguido, traicionado y asesinado. Y los políticos son basura reciclable:
ahora los nuevos “héroes” y “progresistas” son Manuel Barttlet, Javier Corral y
Sauri Riancho. Seguramente el Diálogo Nacional los invitará a su próxima
reunión, aunque no sé cuáles son “las bases obreras y campesinas” que tengan
este trío de sinvergüenzas, ni los malabares que hagan sus dirigentes para
justificarlo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Yo sé que más de uno sacará citas de Lenin para
justificar lo que se hace y deshace. Después de todo, Lenin es útil para todo…
hasta para contradecirlo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero estamos algo lejos de la Rusia Zarista, del Palacio
de Invierno y de la Duma.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Allá arriba, el siglo XXI en México arrancó sumando, a la
falta de ingenio, inteligencia y coraje, la falta de vergüenza.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Si con Miguel De la Madrid se repitió el ciclo de un
presidente mediocre, seguido de un presidente cobarde (Carlos Salinas de
Gortari) y luego un presidente imbécil (Ernesto Zedillo Ponce de León), con Fox
y Calderón parece que se trabó el disco duro de la cibernética política porque
no aparecen ni los mediocres ni los cobardes, y los imbéciles reinan, o creen
hacerlo, o fingen, o no les importa siquiera no simularlo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Felipe Calderón Hinojosa, corto no sólo de estatura, se
pierde en las fotos donde abundan los verdes olivo y los grises. “¡Vamos
ganando!”, dice, pero todos sabemos quiénes están incluidos en ese plural y
quienes no.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cada día que pasa hay más sangre en las calles y en los
campos de México, y él oferta en el extranjero el mismo México ficticio que
heredó de Fox.<BR>Y con descaro explica a los posibles compradores: “Los
muchachos (refiriéndose a soldados y policías) están limpiando el sitio. Hacen
un poco de ruido, es cierto, pero pronto quedará todo limpio. Sobre todo de
mexicanos, que son el principal estorbo. Verá usted cómo, pronto, donde antes
había un país, habrá un terreno baldío y podrá invertir en lo que le
plazca”</DIV>
<DIV align=justify><BR>¡Ah! Y los medios: ahora a ponernos a elegir entre Espino
y Calderón. ¿Quién será ahora el menos malo?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo reiteramos: allá arriba no hay nada qué hacer, ni
siquiera chistes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por eso estamos hoy aquí, con ustedes. Porque creemos, y
en nosotros “creer” es un sinónimo de “hacer”, y “hacer” un sinónimo de
“luchar”, y “luchar” un sinónimo de “soñar”, que es posible construir otra forma
de hacer política, y que su andamiaje principal es la ética, otra ética.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Antes he tratado de explicar que los zapatistas somos
guerreros y guerreras. Y esto no sólo quiere decir que nos asumimos como
luchadores, en veces a la defensiva y en veces a la ofensiva. También que
tenemos una ética que poco o nada tiene qué ver con lo que se enseña o pretende
enseñar en aulas, libros o mesas redondas con deslindes incluidos, sino con un
compromiso.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nuestra posición ha merecido el desprecio y la crítica de
los neo apologistas de lo indefendible, es decir, del quehacer de una clase
política que al lodo y la sangre que le manchan las manos, suma ahora el cinismo
de presentar su claudicación como “madurez”, “modernidad” y “realismo”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y, qué paradójico, recuerdo ahora que nos ofrecieron
comodidades para esta mesa cuadrada (tal vez por eso es despechada) a nosotros,
que desde que salimos hemos sido los incómodos constantes y sonantes para ese
sector del pensamiento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>José Martí dijo alguna vez que el hombre verdadero no
mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora se podría decir que el hombre y la mujer de abajo y
a la izquierda no miran de qué lado van las encuestas, sino de qué lado está el
deber.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y el deber, para nosotros los zapatistas, es nuestra
ética, la ética del guerrero.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ya antes hablé de su origen, de las fuentes en que
abrevamos para ser lo que somos y seremos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora sólo quiero recordar lo siguiente:</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La ética del guerrero se podría resumir en los
siguientes puntos:</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>1.- Estar siempre en disposición de aprender y hacerlo.
Dos son las palabras fundamentales en el andar del guerrero: “no sé”. Mientras
las “cabezas grandes”, como dijera alguna vez el Comandante Tacho, opinan sobre
todo y pretenden que todo lo saben, el guerrero se asoma a lo desconocido con la
misma capacidad de admiración que se tiene ante algo nuevo. Cuando salimos al
camino que nos marcamos con la Sexta Declaración, no repartimos juicios y
recetas. Escuchamos y miramos para aprender. No para suplantar o dirigir, sino
para respetar. El respeto al otro, a la otra, es como nosotros decimos
“compañero”, “compañera”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>2.- Estar al servicio de una causa materializada. No se
trata de luchar por quimeras, ni de engañarse sobre el enemigo, la batalla, las
derrotas, la victoria. Sabemos que hay y habrá dolores, algunos sin ningún
alivio posible, como el dolor de la muerte de Alexis Benhumea, nuestro compañero
y estudiante de esta universidad, terminado de asesinar por el gobierno hace un
año. Y hay otros que requieren un paciente cultivo de la rabia, como el de saber
a nuestras compañeras y compañeros presos de Atenco: Nacho, Magdalena, Mariana,
por mencionar sólo a tres de ellas y ellos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero sabemos también que esos y estos dolores que no
cicatrizan tienen rumbo, destino, final. Y que esa gran causa que nos motiva no
inhibe o subordina las causas de todos los tamaños, sino que precisamente en
ellas se materializa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>3.- Respetar a los antecesores. La memoria es el alimento
vital del guerrero. El agua donde abrevamos es nuestra historia. No sólo como
zapatistas, no sólo como indígenas, no sólo como mexicanos. Donde otros leen y
repiten derrotas, para así justificar rendiciones, nosotros leemos enseñanzas.
Donde otros ven personajes, líderes y héroes, nosotros vemos pueblos enteros
cumpliendo la función de maestros a la distancia, en tiempo, geografía y modo.
La historia de abajo no es sino una inmensa memoria colectiva.</DIV>
<DIV align=justify><BR>4.- Existir para el bien de la humanidad, es decir, la
justicia. Ojo: no dije “para tomar al poder”, ni “para llegar a un cargo
público”, ni para “pasar a la historia”, ni “para desde arriba solucionar lo de
abajo”. Digo, en cambio, nombrar y traer acá a esa otra gran ausente en el
camino del de abajo: la justicia. Y no porque esté en algún lado, escondida,
esperando que alguien que se cree iluminado la encuentre y venga y nos la
obsequie, y nuestros calendarios se llenen de monumentos, bustos y estatuas,
sino porque es algo que se construye como se construye todo lo que nos hace
seres humanos, es decir, en colectivo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>5.- Para esta batalla que sabemos difícil, e interminable
agregaría yo, debemos dotarnos de armas y herramientas que nada tienen qué ver
con lo que ahora se encuentra en las páginas de cualquier periódico o en los
noticieros televisivos. Armas y herramientos que no son sino las ciencias, las
técnicas y las artes. Y de entre todas ellas, la de la palabra.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por algunas circunstancias de las que ahora no voy a
hablar, los zapatistas tendemos a ver y mirar mundos para los que no hay todavía
palabras en los diccionarios.<BR>Pero así como vemos las cosas lejanas como si
estuvieran a la vuelta de la esquina, vemos las cosas cercanas e inmediatas con
el reposo de la distancia y el tiempo que creamos con nuestra propia geografía y
nuestro propio calendario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo más importante (y lo más olvidado) es que el guerrero
debe cultivar la capacidad de ver hacia delante, imaginar el todo compuesto y
terminado, prever los subes y bajas del camino, los contratiempos y su solución.
Debe ser sabio en la lucha, esto es: en determinar cuáles son los puntos
esenciales de una situación, dónde deben aplicarse qué esfuerzos y cuáles
combates deben ganarse o perderse.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El guerrero debe poner atención y dedicación a las cosas
pequeñas y a las grandes, las superficiales y las profundas, y trazar así una
especie de mapa tridimensional donde cada parte adquiere un sentido preciso
según lo dicta el todo, y el todo sólo adquiere razón y legitimidad en cada una
de sus partes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Así, el guerrero debe buscar el ritmo, es decir, el
acompañamiento entre las partes del todo. Y no la velocidad que termina por
dejar lo importante por atender lo urgente.<BR>En nuestra ética, entonces, se
trata de no pensar indignamente, para no actuar deshonestamente. Aprender
siempre, siempre prepararse, conocer todos los caminos posibles, sus pasos, sus
velocidades, sus ritmos. No para todos andar, sino para saber de todos, con
todos caminar y llegar con todos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No es al hoy, a lo inmediato, a lo efímero, que vemos.
Nuestra mirada llega más lejos. Hasta allá, donde se ven a un hombre o a una
mujer cualquiera, despertarse con la nueva y tierna angustia de saber que deben
decidir sobre su destino, que caminan por el día con la incertidumbre que da la
responsabilidad de llenar de contenido la palabra “libertad”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta allá miramos, hasta el tiempo y el lugar donde
alguien le regala a alguien algo. Y es tan lejos que no se alcanza distinguir si
es una flor rrroja o una estrella o un sol lo que de una a otra mano se
tiende.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Nuestra ética tiene ese destino.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No sólo por eso, pero también por eso, es que sabemos que
vamos a ganar…</DIV>
<DIV align=justify><BR>Muchas gracias.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde el auditorio Che Guevara, en la otra Ciudad
Universitaria de la UNAM.<BR>Subcomandante Insurgente Marcos.<BR>México, Junio
del 2007.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>Correspondencia de Prensa, difundido por
la red solidaria de información. Los artículos firmados no comprometen la
opinión editorial del boletín. Redacción (Ernesto Herrera). Suscripciones:
</FONT></EM></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
color=#000080 size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>