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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria</FONT></U><BR><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de
Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 22 de julio 2007<BR>Redacción y suscripciones:
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT
size=3>Imperialismo</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>¿Del Mercosur al Mercoetanol o
Mercosoja?<BR></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Víctor Ego
Ducrot<BR></DIV></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial
size=2><STRONG>Ecoportal.net</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Socialismo o
Barbarie</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.socialismo-o-barbarie.org/"><STRONG>http://www.socialismo-o-barbarie.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR>Los agrocombustibles NO son limpios NI protegen al medio
ambiente: “cada tonelada de aceite de palma que fundamentalmente se produce en
Indonesia y Malasia, emite tanto o más gas carbónico que el petróleo. El etanol
producido a partir de la caña de azúcar cultivada en selvas tropicales
desmontadas emite un 50 por ciento más gases con efecto invernadero que la
producción y la utilización de la cantidad equivalente de nafta”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La decisión brasileña de avanzar en el programa alentado
por EE.UU. y las corporaciones petroleras y agroalimentarias es una amenaza de
más neoliberalismo y menos cambios.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Parece que la mesa está servida, pero sólo para Estados
Unidos, Europa y el complejo corporativo que forman las agroalimentarias y las
petroleras. La semana pasada, Petrobrás y la portuguesa Galp firmaron un acuerdo
para la producción de 600.000 toneladas anuales de aceites vegetales en Brasil y
la comercialización y distribución de biodiesel en el mercado portugués y en el
resto del Viejo Mundo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El proyecto, anunciado en Lisboa durante la primera
reunión empresarial Unión Europea–Brasil, en el marco de una cumbre con las
máximas autoridades oficiales de ambas partes, implica la producción de 300.000
toneladas de aceites vegetales para ser procesadas en las refinerías de Galp
Energia. Las restantes 300.000 toneladas serán destinadas a la producción de
biodiesel para exportación a Portugal y al resto de Europa, informaron varios
medios de prensa internacionales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Petrobrás calificó a la asociación con Galp de
"promisoria", ya que las previsiones de producción de biodiesel de Brasil en
2008 "genera disponibilidades de exportación casi inmediatas". Brasil es líder
mundial en producción e investigación de biocombustibles, sobre todo en el
etanol fabricado a partir de la caña de azúcar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>"Con este acuerdo, Galp Energía da un paso decisivo en la
concreción de su estrategia de biocombustibles y contribuye al posicionamiento
de Portugal en el liderazgo de la producción de segunda generación", indicó la
corporación lusitana en un comunicado oficial.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La Unión Europea (UE) debe cumplir con un marco
regulatorio que determina la utilización de un 10 por ciento de biocombustibles
antes de 2010. Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva,
sostuvo que el acuerdo de su país con la UE es “estratégico”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Claro, que los líderes políticos y corporativos se
abstuvieron de reconocer que si ese proyecto, impulsado por el gobierno
estadounidense de George W. Bush y las transnacionales se impone, una vez más
los países en desarrollo financiarán la abundancia de las potencias centrales,
con efectos letales para las sociedades del Sur.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Europa aspira a que los agrocombustibles satisfagan algo
menos del 6 por ciento de la energía que necesitarán los transportes terrestres
en 2010, y un 20 por ciento en 2020. Por su parte, Estados Unidos se propone una
producción de 35.000 millones de barriles por año.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para alcanzar esas metas, Europa debería comprometer el
70 por ciento de su superficie cultivable y, en Estados Unidos, la totalidad de
las cosechas de maíz y soja tendrían que ser utilizadas para la elaboración de
biodiésel o etanol, lo que provocaría una hecatombe alimentaria en el opulento
mundo del Norte.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Es por eso que los países de la Organización de
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) miran al hemisferio Sur para cubrir
sus necesidades”, sentenció Eric Holtz–Giménez, director general de “Food First,
Institute for Food and Development Policy” (Estados Unidos), en un notable
artículo publicado por la revista Le Monde Diplomatique, el mes pasado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lula acaba de considerar a los agrocombustibles como "la
revolución del siglo XXI" por su "indiscutible” cualidad de ser más limpios y
ayudar a reducir la contaminación. Sin embargo, el mismo Le Monde Diplomatique
recordó exactamente lo contrario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los agrocombustibles NO son limpios NI protegen al medio
ambiente: “cada tonelada de aceite de palma que fundamentalmente se produce en
Indonesia y Malasia, emite tanto o más gas carbónico que el petróleo. El etanol
producido a partir de la caña de azúcar cultivada en selvas tropicales
desmontadas emite un 50 por ciento más gases con efecto invernadero que la
producción y la utilización de la cantidad equivalente de nafta. Los cultivos
industriales destinados a los combustibles necesitan enormes esparcimientos de
abonos producidos a partir de petróleo”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Algunas interpretaciones provenientes de los medios de
prensa vinculados al poder económico corporativo, como el diario Clarín, de
Buenos Aires, concluyen que Lula aspira a que sus acuerdos con la UE
flexibilicen las posiciones de Estados Unidos, que aunque proclamado socio
estratégico de Brasil, no disminuye las trabas aduaneras a los agrocombustibles
del país sudamericano.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Esa disposición (la que surge de los acuerdos Brasil–UE)
marca una diferencia con los resultados que obtuvo el presidente Lula en sus dos
últimos encuentros con Bush. Con éste no logró superar la discusión de las
barreras que Estados Unidos impone al alcohol de origen brasileño que se usa en
las naftas. En las citas de marzo, Bush se mostró categórico: la venta de etanol
brasileño recién puede aspirar a ver liberadas las trabas en 2009, esto es,
después que él mismo deje el gobierno”, sostuvo Clarín la semana pasada.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ni Lula, ni Bush, ni la UE, ni los medios de comunicación
hegemónicos quieren recordar que, por ejemplo, la Organización de Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reconoce lo siguiente: “como
consecuencia de la pobreza, 824 millones de personas en el mundo sufren hambre,
pese a que en el planeta se producen alimentos suficientes como para que cada
uno de sus habitantes cuente con una ración diaria de 2.200 calorías”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En tanto, el “Internacional Food Policy Research
Institute”, de Washington, estimó que, si se pone en ejecución la estrategia
agrocombustibles, el precio de los alimentos básicos aumentará entre un 20 y un
33 por ciento en 2010 y entre un 26 y un 135 por ciento en 2020.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Con cada aumento del 1 por ciento en el precio de los
alimentos, 16 millones de personas caen en inseguridad alimentaria. Si la
tendencia actual continúa, 1.200 millones de habitantes podrían sufrir hambre de
manera crónica para 2025”, afirmó Holtz–Giménez.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al calor de proyecto agrocombustibles vienen
registrándose operaciones de concentración creciente en el sector soja, uno de
los más “dinámicos” en los países del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).</DIV>
<DIV align=justify><BR>En ese sentido resulta curioso que, habiendo obtenido una
cosecha sojera récord (47,5 millones de toneladas), Argentina haya incrementado
en forma geométrica durante el primer semestre del año las importaciones de
poroto de soja desde Paraguay, convirtiéndose en el principal cliente del país
guaraní.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La Bolsa de Rosario (ciudad argentina donde se concentra
buena parte de la industria transnacionalizada del sector) estimó que 1,5
millones de toneladas paraguayas se sumarán a lo producido en Argentina, informó
el pasado lunes el diario Clarín.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Soja y agrocombustibles son partes complementarias de un
modelo que tiende a derivar la producción agrícola hacia el mercado de los
“commodities”, alejándola de las necesidades de soberanía y seguridad
alimentaria de las sociedades del MERCOSUR.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es en esa estrategia donde las corporaciones petroleras,
de la alimentación y financieras han decidido asociarse, y por supuesto que
Petrobrás y la portuguesa Galp no están solas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“La rapidez con que se opera la movilización de capitales
y la concentración de poder en la industria de los agrocombustibles es
asombrosa. En los últimos tres años, se multiplicaron por ocho las inversiones
de capital de riesgo en el sector. Los financiamientos privados inundan las
instituciones públicas de investigación, como lo comprueban los 500 millones de
dólares en subvenciones otorgadas por British Petroleum (BP) a la Universidad de
California. Los grandes grupos petroleros, cerealeros, automotores y de
ingeniería genética firman poderosos acuerdos societarios: Archer Daniela
Midland Company (ADM) y Monsanto; Chevron y Volkswagen; BP, Dupont y Toyota”,
afirmó el ya citado artículo de Holtz–Giménez en el mensuario Le Monde
Diplomatique.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es por lo expuesto hasta aquí, que ni remotamente alcanza
para agotar el tema, que queda abierta la pregunta que le da título a esta nota:
¿Del Mercosur al Mercoetanol o Mercosoja?</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El mito agroecológico de los
biocombustibles</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Una nueva forma de
imperialismo</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>María Eva García Simone
*</FONT><BR></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Agencia Periodística del Mercosur</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Los agrocumbustibles son promocionados como la panacea a la
contaminación mundial. Estados Unidos es el más interesado en la creación de un
“Foro Internacional de biocombustibles”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La creación de un “Foro Internacional de biocombustibles”
es uno de los proyectos que actualmente se encuentran es discusión entre dos de
los mayores productores mundiales de agrocombustibles: Estados Unidos y Brasil.
Estos dos países se hallan dispuestos a hacer partícipes a los principales
consumidores, entre ellos China, India, Sudáfrica y algunos países
europeos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Este es uno de los factores decisivos en cuanto al
impulso que en los últimos tiempos se le está dando a los agrocombustibles como
reemplazantes de los combustibles usuales tales como el petróleo, el gas y el
carbón. La iniciativa tiene como objetivo promulgar la importación y exportación
de este tipo de combustible como una manera de apaciguar y contrarrestar las
perjudiciales consecuencias del efecto invernadero.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En realidad, se trata de un fin encubierto en la medida
en que el biodiesel y el bioetanol no son la solución a la contaminación que
caracteriza al mundo, sino que por lo contrario son un mito que ponen en riesgo
la soberanía de los suelos de la región. Uno de los principales interesados en
que se concrete la producción a gran escala de los agrocombustibles es
Washington, potencia que pretende convertir a Latinoamérica nuevamente en su
“patio trasero”, ejerciendo su influencia en este nuevo aspecto del imperialismo
reinante.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El país norteamericano, si bien produce agrocombustibles,
sus extensiones de tierras resultan reducidas en la medida en que su aspiración
es sustituir por completo la gran importación–dependencia de petróleo que
realiza anualmente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por este motivo, busca no sólo el incentivo interno, sino
también la promulgación de los programas referidos a agrocombustibles en
regiones ricas en suelos propicios para la producción de soja, caña de azúcar y
maíz, principalmente. En este punto, sus primordiales destinos son los países
sudamericanos y caribeños.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Como es usual en este mundo regido por la lógica de lo
que resulta más conveniente para los países desarrollados, se dispuso revertir
el compromiso asumido en 1996 de reducir a la mitad el hambre del mundo para el
2015. Este había sido firmado por los principales países del mundo, como por
ejemplo Estados Unidos, en una cumbre de alimentos en Roma, en la que se creó el
Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Concretar el proyecto de exportación de agrocombustibles
por parte de los países de la región es un factor decisivo en el rumbo rural de
Latinoamérica.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los estados latinoamericanos se hallan, como dice el
dicho “entre la espada o la pared”, deben decidir entre la opción de exportar
materias primas tales como la soja, el maíz y la caña de azúcar para generar
biodiesel o bioetanol poniendo en riesgo grandes extensiones de sus suelos, o
utilizar esos mismos suelos para la producción de alimentos destinados a cubrir
básicamente el hambre que caracteriza y azota a la zona.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Si bien los comoditties mencionados actualmente permiten
a los países latinoamericanos aumentar constantemente las ganancias derivadas de
las exportaciones debido a que sus precios se acrecientan continuamente, este
beneficio debe ser puesto en comparación con los aspectos negativos que generan
los monocultivos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Además, estas subas generan amplias cantidades de
ingresos para los grandes agricultores pero perjudican a los sectores más
pobres, a los consumidores, debido a que los precios también aumentan en el
mercado interno. Así por ejemplo, en México, tuvieron lugar multitudinarias
protestas debido a las subas en el precio de la harina de maíz, un producto
utilizado en la mayor parte de las comidas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aquellos defensores de los combustibles de origen
biológico como reemplazantes de los combustibles fósiles –como el petróleo, el
carbón y el gas natural– justifican su postura en que los primeros, a diferencia
de los segundos, tienen poco impacto ambiental. Sin embargo, estos dejan de lado
de que para obtener materias primas que puedan generar agrocombustible se
utilizan semillas transgénicas y agroquímicos que perjudican en gran medida a la
tierra, generando la degradación severa de las mismas, acentuada por las
plantaciones reiteradas de los mismos cultivos y, a su vez, resulta perjudicial
para la salud humana .</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otras de las medidas desfavorables de los
agrocombustibles en cuanto al medio ambiente es que los países y las grandes
empresas, que en ellos actúan para poseer mayores extensiones de suelos
disponibles optan por el desmonte de bosques y selvas, generando el consecuente
exterminio de la flora y la fauna autóctona.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Este proceso es denominado como “ampliación de la
frontera agrícola” y se inicia, principalmente, con la quema de miles de
millones de hectáreas de bosques, lo cual libera cantidades de dióxido de
carbono mucho más amplias de las que, según sus propulsores, los biocombustibles
pueden ahorrar. Tal como lo publicó APM en ediciones anteriores, la soja ya
causó la destrucción de más de 91 millones de acres en bosques y pastos en
Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El doctor Miguel Angel Altieri, de nacionalidad chilena y
uno de los principales referentes de la agroecología mundial, define a los
biocombustibles como “un modo de imperialismo biológico". Altieri, como los
científicos David Pimentel y Tad Patzek, sostiene que para fabricar una
kilocaloría de bioetanol se necesita 1,3 kilocalorías de petróleo. Es decir, el
biocombustible aparte de ser nocivo ambientalmente no genera un ahorro
energético.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Además, en muchos casos, las extensiones de tierras
utilizadas para la obtención alimenticia son ocupadas por plantaciones con fines
combustibles. Se genera una pelea entre la producción de alimentos y la
producción de agrocombustibles. Es una competencia controversial teniendo en
cuenta que en ella actúan de intermediarios diversos y múltiples intereses que
ponen en evidencia las diferencias de poderío entre las grandes potencias
mundiales y los países pobres como los latinoamericanos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El hecho de que en el planeta existan unos 800 millones
de personas que tienen hambruna no es un factor que deba dejarse de lado en este
paradójico enfrentamiento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el caso de Argentina, el presidente Néstor Kirchner
promulgó la “ley de biocombustibles”, haciéndose eco de las repercusiones que
hoy en día tienen los agrocombustibles como nueva fuente de energía. Asimismo,
desde el gobierno argentino concuerdan en afirmar que “gracias al etanol y al
biodiesel, la pampa húmeda vale el doble que hace tres años”. No obstante, no
analizan que esas mismas tierras que hoy valen más. En un futuro no serán más
que suelo infértiles, desgastados por el monocultivo y los agroquímicos, y que
no sólo no generarán materias primas que puedan convertirse en combustible sino
que tampoco producirán alimentos.</DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>* La autora de esta nota es alumna del Seminario “Periodismo
en Escenarios Políticos Latinoamericanos” que actualmente dicta la Agencia
Periodística del Mercosur (APM) en la Facultad de Periodismo y Comunicación
Social de la UNLP, extensión Moreno. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>Correspondencia de
Prensa, difundido por la red solidaria de información. Los artículos firmados no
comprometen la opinión editorial del boletín. Redacción (Ernesto Herrera).
Suscripciones: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>