<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML xmlns:o = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" xmlns:st1 =
"urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags"><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=center>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria</FONT></U><BR><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de
Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 30 de julio 2007<BR>Redacción y suscripciones: <A
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=center>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>México<BR> <BR>Corrupción
rampante y represión <BR> <BR>Calderón ante su
laberinto<BR> <BR>Manuel Aguilar Mora *</FONT></STRONG><BR> <BR><BR>La
ilegitimidad gubernamental surgida de las fraudulentas elecciones del 2 de julio
de 2006, a un año de iniciada la operación de imposición presidencial de Felipe
Calderón, sigue deslizándose por una pendiente cada vez más complicada para el
equipo del Partido de Acción Nacional (PAN) en el poder. La debilidad política
manifiesta de la presidencia de Calderón ha resaltado en forma patética con
motivo de la celebración del aniversario de los comicios electorales del año
pasado. Mientras López Obrador convocó a una magna asamblea de su Convención
Nacional Democrática, con un Zócalo repleto con decenas de miles de partidarios,
Calderón festejó a puerta cerrada su supuesta victoria electoral en la sede
nacional del PAN.<BR><BR>Son varios los procesos políticos y criminales que se
han anudado en los días recientes y cuya consecuencia es una sola: Calderón está
cada vez más asediado ante una situación política que se le escapa y ante la
cual sólo tiene el recurso de la represión para controlarla, profundizando su
ilegitimidad e impopularidad.<BR><BR>Desde el inicio de su gobierno, Calderón
mostró su completa carencia de una línea política capaz de recuperar el apoyo
perdido por el PAN y el régimen en su conjunto, durante la crisis ocasionada por
el fraude electoral. Con la mira puesta sólo en los sectores burgueses y de
clase media acomodada, el presidente quiso fortalecer su apoyo agarrándose al
tema de la seguridad que es tan apreciado por ellos. Buscando altos porcentajes
en las “encuestas de popularidad” pedidas a modo, consideró desde el inicio
mismo de su gobierno que debía garantizar el apoyo de ese sector duro que votó
por él. Sacó al ejército de los cuarteles para emprender la “guerra a la
delincuencia”, encarnada en el narcotráfico. La tropa en las calles, como era
previsible, comenzó a realizar tropelía tras tropelía: violaciones (la más
siniestra de todas, la de la mujer de 70 años en Zongolica, que murió como
resultado de la violación tumultuaria de la soldadesca), ataques a ciudadanos
inocentes, detenciones arbitrarias, aunque en “esta lucha contra el narco” no ha
caído todavía ningún capo mayor.<BR><BR>Mientras tanto se produjeron dos hechos
que desplazaron por completo del centro de la escena política a la “ofensiva
contra el crimen”. Los medios dejaron las “hazañas” militares y sus titulares
concentraron la atención nacional en acontecimientos que expresan la situación
frágil, al mismo tiempo plena de peligros, del presidente de la
república.<BR><BR>Estos dos procesos son:<BR><BR>1) Las secuelas del escandaloso
asunto de la mayor incautación de dólares (205 millones) en efectivo realizada
por la policía en México (y en el mundo), y<BR><BR>2) La desaparición de dos
miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), causa de varios actos de
sabotaje a las instalaciones de PEMEX en los estados de Guanajuato y Querétaro
en junio que cimbraron con su estruendo el tinglado nacional.<BR><BR>Estos dos
procesos, sin ninguna vinculación entre sí, pero que afectan directamente al
gobierno de Calderón, se mezclan con la situación política de excepción que se
da en la ciudad de Oaxaca y sus alrededores, en donde la Asamblea Popular de los
Pueblos de Oaxaca (APPO) persiste heroicamente en su reorganización y
recuperación a pesar de los golpes tan duros que ha sufrido durante estos meses,
el último el 16 de julio pasado en el cual hubo varios heridos, uno de suma
gravedad en estado de coma, y detenidos. De hecho, la desaparición de los dos
miembros del ERP ocurrió con motivo de su detención en la ciudad de Oaxaca, en
mayo pasado.<BR><STRONG> <BR>La corrupción
rampante</STRONG><BR> <BR>El caso de Zhenli Ye Gon se ha venido
desarrollando por episodios cada vez más truculentos que señalan que el gobierno
de Calderón está involucrado en uno de los asuntos más sucios surgidos en estos
tiempos ya de por sí tan llenos de escándalos oprobiosos. Este personaje de
origen chino, que adquirió la ciudadanía mexicana sólo recientemente, en una
ceremonia en que el propio ex presidente Fox le entregó su acta de
nacionalización, es un riquísimo empresario que en las narices de las más altas
autoridades, de hecho con su complicidad, realizaba sus negocios, ahora
declarados ilegales, en el campo de las drogas. Dueño de una empresa de
importación de productos químicos provenientes de China, se convirtió desde hace
siete años en el principal abastecedor de las seudofetaminas, la materia prima
de las drogas baratas que se venden en los barrios pobres de México y Estados
Unidos, acumulando millones de dólares. Centenas de toneladas importó por medio
de sus empresas de esas materias químicas y sus redes se extendían a EUA.
<BR><BR>Cuando la policía descubrió las pilas de los 205 millones de dólares y
muchas armas, que se amontonaban en los salones de una de sus tantas mansiones,
ubicada en las Lomas de Chapultepec, en los primeros días del gobierno
calderonista, obviamente se inició el escándalo de un caso que hoy afecta a las
relaciones de Estados Unidos y México. La policía ya no pudo detenerlo, pues Ye
Gon desapareció durante varias semanas, hasta que súbitamente, antes del primer
aniversario del 2 de julio, ya ubicado en Estados Unidos, hizo sus primeras
declaraciones, las cuales fueron verdaderamente sensacionales, arrojando desde
entonces una enorme sombra de sospecha sobre el gobierno de Calderón, sombra que
se extiende hasta su predecesor en Los Pinos, Vicente Fox.<BR><BR>Según Zhenli,
ese dinero se lo habían dado a guardar políticos del gobierno panista y estaba
destinado a sufragar gastos de la campaña electoral de Calderón y si perdía,
sería usado para desestabilizar al gobierno de López Obrador. El personaje
señaló concretamente al actual Secretario de Trabajo y Previsión Social del
gabinete de Calderón, Javier Lozano Alarcón, como el enlace directo que le
obligó a custodiar los millones de dólares. La frase de “cooperas o cuello” que
según él le propinaron esos contactos, se ha convertido en una auténtica
descripción de los procedimientos gangsteriles característicos de los personajes
que nos gobiernan.<BR><BR>El mayor “aseguramiento” de dólares en la historia
mundial de la policía, planteó inmediatamente infinidad de preguntas que están
lejos de encontrar todavía respuestas adecuadas, a pesar de que poco a poco está
saliendo muchísima evidencia de la podredumbre de los medios oficiales. Se trata
de un auténtico caso que nos lleva a los sótanos más profundos de la corrupción
estatal en México.<BR>¿De dónde vinieron esos dólares? ¿Por qué estaban apilados
en una casa particular y no en un banco? ¿Cómo es posible que las autoridades no
se percataran del asunto desde que éste comenzó a convertirse en fuente de
riquezas incalculables, hace más de cinco años? ¿Quién es verdaderamente Ye Gon
y cuáles son sus conexiones con las altas esferas gubernamentales?<BR>En pleno
“combate contra el narcotráfico”, surge a la superficie que autoridades
gubernamentales que debían vigilarlo a él y a sus negocios de la droga, fueron
“incapaces” de detectar sus innumerables irregularidades cuando actuaba
prácticamente frente a ellas. Fueron autoridades de la Secretaria de Hacienda en
las aduanas, de la de Salubridad y la policía especializada en delincuencia
organizada de la Procuraduría General de la República (PGR), las cuales, todas
por igual, eran como un cedazo por el que pasaba, corrompiéndolas a todas, el
escurridizo señor Zhenli. La PGR ha reconocido que agentes suyos detuvieron al
personaje en octubre de 2006, después de que en mayo del mismo año se había
comenzado una investigación sobre sus negocios, y el multimillonario personaje
pudo salir airoso del transe, por supuesto, vía el soborno millonario
respectivo. (La Crónica, 27 de julio de 2007).<BR><BR>La primera declaración de
Zhenli sobre las amenazas del secretario de Trabajo, Javier Lozano, no han sido
comprobadas, ni ratificadas, aunque este último, en un viaje relámpago a Nueva
York, contrató a los abogados encargados para defenderlo de las “acusaciones sin
fundamento” en su contra. Sin embargo, las investigaciones en marcha sobre las
redes tendidas por el sino-mexicano, aunque realizadas con una torpeza casi
deliberada, siguen realizándose e insisten en apuntar a altos representantes
gubernamentales. El nombre del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, ha salido
a relucir como otro de sus contactos recurrentes.<BR><BR>También la forma en que
el gobierno trató el “aseguramiento” de los 205 millones de dólares es
sintomática del increíble desaseo de su tratamiento del caso. Las autoridades se
han contradicho varias veces sobre su destino: primero dijeron que estaban
depositados en el Banjército, después que habían sido enviados a la Federal
Reserve de EUA por las propias autoridades hacendarias mexicanas. Posteriormente
se afirmó que estaban depositados en el Banco de México. La última información,
por el momento al menos, es que los 205 millones de dólares ya se repartieron
entre la Secretaria de Salubridad, el Poder Judicial y la PGR. Al parecer esta
medida tiene la intención de no devolverle el dinero a Zhenli, quien cínicamente
así lo ha exigido.<BR><BR>Mientras tanto, el enigmático personaje fue detenido
esta semana en EUA a petición de la DEA, pero no por el evidente colosal lavado
de dinero que ha hecho en México y por lo cual el gobierno de Calderón ha pedido
su extradición, sino por haber transportado medio kilo de seudofetaminas al país
vecino. El asunto, así adquiere otra faceta al saberse que la DEA estaba tras
este hombre y apuraba a las autoridades mexicanas para su detención. Los
abogados del astuto negociante están felices porque en EUA “nuestro cliente
tendrá un justo trato en los tribunales, pues en México ya había sido declarado
culpable por el propio presidente Calderón”. Y en efecto, Calderón declaró que
Zhenli “debía estar en la cárcel”, dándole así la perfecta justificación a los
hábiles abogados estadounidenses para pedir refugio político al gobierno de
Washington para su cliente. La discusión de si Calderón cometió una torpeza o
fue un gesto deliberado es gratuita, lo cierto es que permitió así que sea la
DEA, es decir el gobierno de Washington, la que hoy tenga en sus manos toda la
información que les proporcione Ye Gon. No es difícil imaginar que esto pone en
una situación bastante incómoda a muchos sectores
gubernamentales.<BR> <BR><STRONG>Inicios de una nueva guerra
sucia</STRONG><BR> <BR>En junio varios bombazos a instalaciones de PEMEX en
los estados de Guanajuato y Querétaro fueron rápidamente declaradas por las
autoridades como percances sin consecuencias que lamentar en vidas humanas. Los
“percances” afectaron la industria de estos dos estados y sus costos llegaron a
centenas de millones de pesos. Los medios informaron escuetamente de ellos e
incluso la mayoría de los sectores democráticos y revolucionarios no se
percataron de la gravedad que estaba atrás de estos actos.<BR>Días después de
los bombazos, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), una guerrilla que ha
permanecido ante todo en los estados sureños de Guerrero y Oaxaca, pero que al
parecer tiene ramificaciones en varias entidades del centro y posiblemente del
norte del país, los reivindicó como de su autoría.<BR>De esta forma ha salido a
relucir algo que estaba en el ambiente pero que no se constataba tajantemente
desde las terribles represiones de Atenco y Oaxaca el año pasado, continuadas
durante el actual gobierno de Calderón, como ya se mencionó. Ha salido a la
superficie que los sectores represivos gubernamentales están reincidiendo en las
prácticas criminales de la desaparición de antagonistas políticos, pues eso son
los guerrilleros que se oponen con las armas en la mano al régimen
establecido.<BR><BR>En efecto, el EPR en varios comunicados antes y después de
los bombazos, ha venido denunciando la desaparición de dos de sus dirigentes
principales Gabriel Alberto Cruz Sánchez (también llamado Raymundo Rivera Bravo)
y Edmundo Reyes Amaya, detenidos por agentes federales de la PGR a finales de
mayo en la ciudad de Oaxaca y desde entonces desaparecidos. Dos meses han
transcurrido y sus familiares y amigos no saben nada de su paradero. El EPR
acusa a las policías del gobierno de Calderón de la detención de sus dirigentes
y exige que los presente con vida.<BR><BR>Con su política Calderón ha provocado
que por primera vez haya un consenso amplísimo de los sectores de oposición, más
allá de los métodos de lucha de los mismos. Ha provocado, incluso, algo que no
se veía desde hace décadas, la unión de los diversos grupos guerrilleros en
defensa de sus dos compañeros y el anuncio de que harán actos de hostigamiento
en demanda que sean presentados con vida.<BR><BR>La Brigada Mixta Guillermo
Prieto, las Milicias Insurgentes Ricardo Flores Magón, el Comité Clandestino
Revolucionario de los Pueblos-Comando Justiciero 28 de Junio, el
Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos, las Fuerzas Armadas
Revolucionarias del Pueblo (FARP), y el Ejército Revolucionario del Pueblo
Insurgente (ERPI) ya anunciaron en sendos comunicados que participarán en la
campaña nacional de hostigamiento militar en apoyo a la demanda del EPR de la
presentación con vida de Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya.<BR><BR>La
Secretaria de Gobernación, la PGR y el gobernador de Oaxaca, ya se deslindaron
de toda responsabilidad sobre la detención de los dos militantes. Pero el
Ejército ha permanecido callado, lo que hace suponer que ellos han sido los
responsables de la detención y retención de los guerrilleros.<BR><BR>Hay
testimonios que aseguran haber visto por última vez a los dos hombres salir del
hotel en que se hospedaban en la ciudad de Oaxaca, gravemente lastimados por la
tortura a que fueron sometidos. Se supone igualmente que fueron llevados al
Campo Militar Número Uno en la Ciudad de México.<BR><BR>La gravedad de lo
ocurrido está relacionada directamente con la lucha social de Oaxaca. La intensa
represión a la que han sometido los gobiernos panistas de Fox y Calderón y el
priista de URO al movimiento de la APPO, está conduciendo a sectores rebeldes a
comenzar a optar por métodos violentos. El EPR tiene uno de sus orígenes en las
luchas oaxaqueñas de los años setenta del PROCUP (Partido Revolucionario Obrero
Clandestino-Unión del Pueblo). La respuesta represiva gubernamental sólo
profundizará el descontento, caldo de cultivo de protestas cada vez más
radicales. Es evidente que la cerrazón democrática que se ha expresado hasta la
saciedad en el país en estos últimos tiempos, tendrá consecuencias costosísimas
para la lucha social y política popular por la emancipación y liberación
nacionales.<BR> <BR><STRONG>Se avecinan momentos
cruciales</STRONG><BR> <BR>El epicentro de la lucha de clases en México
está en Oaxaca desde finales del año pasado. Los últimos acontecimientos lo
demuestran a la saciedad. El lunes 23 se inauguraron las fiestas de la
Guelaguetza, festividades de origen prehispánico de los pueblos oaxaqueños.
Durante una semana dos tipos de Guelaguetzas se realizarán en la ciudad y en
todo el estado de Oaxaca. La Guelaguetza de URO, del PRIAN y de los pocos
turistas que se han atrevido a asistir y los festejos de la APPO. El gobernador
Ulises Ruiz ha gastado decenas, sino es que centenas, de millones de pesos en la
propaganda de “su Guelaguetza”. Los empleados gubernamentales son obligados a
asistir a los actos oficiales, no se escatiman recursos pero estas fiestas están
cercadas por miles de policías. En cambio, la APPO ha realizado sus reuniones en
los barrios populares. Dos Guelaguetzas, dos polos, dos formas de política, dos
poderes que compiten, dos mundos que se enfrentan.<BR><BR>El talante autoritario
del nuevo presidente Calderón, su base en la coalición de los dos partidos
mayoritarios burgueses tradicionales, el PRI y el PAN, la insensibilidad
política de su equipo gobernante y el ejército convertido cada vez más en uno de
los protagonistas centrales del quehacer gubernamental presagian días muy
difíciles para la lucha de Oaxaca. El poder bicéfalo del PRIAN permite suponer
que hará todo es posible para evitar que este heroico pueblo culmine su lucha
libertaria y emancipadora.<BR><BR>En los años setenta, la desaparición era
práctica común en las acciones represivas militares contra los guerrillas. El
registro de los grupos de derechos humanos independientes cifran en más de 500
los desaparecidos en esos años, así como mil 200 muertos.<BR><BR>En un reciente
informe de la Liga Mexicana de Derechos Humanos se enlistan 28 casos de
desaparecidos en los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y el recién
iniciado de Felipe Calderón.<BR><BR>Toda la euforia y el entusiasmo de los
medios e incluso de sectores populares, en gran medida promovidos
deliberadamente por millonarios recursos gubernamentales, de que en el año 2000
“México había transitado a la democracia” han desaparecido en estos meses. Un
sentimiento de frustración e ira los ha sustituido, soporte de acciones de
rebeldía y contestación que tenderán a incrementarse. Se ha desmoronado por
completo la fachada de que después del PRI México entraría a la democracia, idea
que los locutores y los intelectuales del régimen propagandizaron
incansablemente en estos años. Ahora se ve con más claridad que la transición
del PRI al PAN en el 2000 fue “una transición pactada”, una clásica operación
lampedusiana de “cambiar todo para que todo siguiera igual”.<BR><BR>La dinámica
de estos acontecimientos, sin embargo, aceleran las necesidades de cambios
verdaderos. Del lado gubernamental las tentaciones represivas, obviamente, se
alimentan con el amplio margen de maniobra que la debilidad política
presidencial les proporciona. Se ciernen así peligros mayores, en especial,
sobre las masas insurgentes de Oaxaca y de otros sectores populares.<BR><BR>Del
lado de las fuerzas democráticas y revolucionarias de la oposición, sean cuales
sean sus posturas políticas, se yergue una necesidad elemental, una tarea
impostergable: la lucha contra la represión.<BR><BR>La demanda de la
presentación de Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, los dos guerrilleros
desaparecidos, debe ser reivindicada por todos aquellos que luchamos por una
real transformación social y política del país. La unión de las fuerzas que se
oponen al régimen decadente y en descomposición del PRIAN, que se expresa tan
palpablemente en el actual gobierno de Calderón, es el deber que tienen ante el
pueblo de México en esta hora preñada de peligros. El despliegue de una nueva
edición, corregida y aumentada de una guerra sucia, acarrearía enormes
sacrificios a los sectores populares y añadiría mucha sangre a la ya derramada
por los combatientes de un México nuevo, democrático e
independiente.<BR> <BR>México, D.F. a 28 de julio de 2007<BR><BR><BR>*
Intelectual marxista, autor de numerosas obras sobre la izquierda y el
"bonapartismo" mexicano. Es miembro de la Liga de Unidad Socialista (LUS).
<BR></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>Correspondencia de
Prensa, difundido por la red solidaria de información. Los artículos firmados no
comprometen la opinión editorial del boletín. Redacción (Ernesto Herrera).
Suscripciones: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
<BR><BR><BR><BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> </FONT></DIV></BODY></HTML>