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<DIV align=center><FONT size=4><STRONG><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria</U></FONT><BR><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de
Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 26 de setiembre 2007<BR>Redacción y
suscripciones: </STRONG></FONT><A href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
size=4><STRONG>germain5@chasque.net</STRONG></FONT></A></DIV>
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<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Uruguay<BR> <BR>II Congreso del
Pueblo…<BR><BR>¿De los trabajadores o del frenteamplismo?<BR> <BR>Ernesto
Herrera *</FONT></STRONG><BR> <BR><BR>El jueves 13 de septiembre, en un
Teatro El Galpón a medio llenar, se lanzó la convocatoria. Bajo la consigna, “Un
pueblo, un congreso, toda la esperanza”, diversos movimientos sociales
encabezados por las corrientes mayoritarias (frenteamplistas) del PIT-CNT
(central sindical), dieron por instalada la Comisión Nacional Organizadora. La
fecha prevista para su realización es junio 2008. <BR> <BR>Aunque resuelto
en el IX Congreso Extraordinario del PIT-CNT (octubre 2006), el II Congreso del
Pueblo, no ha generado expectativas, ni está entre las prioridades de la inmensa
mayoría de los trabajadores organizados. Las urgencias son otras: la lucha por
recuperar el salario, el empleo, las condiciones de trabajo, los derechos
sindicales avasallados, diariamente, por las patronales. De allí, que el paisaje
que rodea a este Congreso dista mucho del que pintan los dirigentes de las
corrientes mayoritarias y la prensa adicta al “progresismo”. Las bases
sindicales no son, por ahora, participes de esta convocatoria. Es que además, no
hubo discusión, ni debates, ni información. Todo ha venido siendo manejado por
arriba y de forma burocrática. En una palabra, este Congreso (a diferencia del
realizado en agosto de 1965), nace rodeado de la indiferencia de una clase
trabajadora agobiada por los efectos perversos de la confiscación salarial, el
desempleo, la precarización laboral y la pobreza de masas. <BR> <BR>De
todas maneras, la convocatoria al Congreso, podría haber sido el inicio de un
proceso de reorganización de la clase trabajadora para superar el estado
defensivo y, fundamentalmente, avanzar en un programa y una estrategia de lucha
que permita modificar las relaciones de fuerza a favor de los trabajadores y sus
aliados oprimidos. Pero la perspectiva de las corrientes mayoritarias del
PIT-CNT, se inscribe en otra dirección. La de presentar una serie de
reivindicaciones y demandas que, provenientes de un conjunto de organizaciones
populares, hagan “presión” para “profundizar los cambios”, que según los
convocantes, comenzaron a implementarse con el actual “gobierno de izquierda”.
Es decir, el horizonte de este II Congreso del Pueblo, se remite a las fuerzas
sociales y políticas que, de una u otra manera, y con grados distintos de
aceptación o descontento, se cobijan en el llamado campo frenteamplista. O sea,
dentro de las “disputas” y “contradicciones” que se encierran en el partido de
gobierno. <BR> <BR>En ningún caso, las direcciones sindicales afines al
Frente Amplio, se plantean construir una alternativa programática y estratégica
para los trabajadores. En ningún caso, estas direcciones se proponen
impulsar un frente social de lucha contra el programa capitalista del gobierno,
ni recorrer un camino de movilizaciones para enfrentar, sostenidamente, el
despojo salarial, el desempleo, la carestía, las contrarreformas liberales del
gobierno. Tampoco, dejar de lado la estrategia de “diálogo” y negociación con
las corporaciones patronales. Como mucho, las resoluciones del II Congreso del
Pueblo, serán puestas, por las corrientes mayoritarias del PIT-CNT, como
servicio al programa del Frente Amplio para un “segundo gobierno popular”. O
mejor dicho, como moneda de cambio en la pretendida “disputa” por el rumbo
económico.<BR> <BR>Mientras tanto, el gobierno “progresista”, por boca del
presidente Tabaré Vázquez, ha ratificado, una vez más, la política económica.
Todos sus ministros lo avalaron. Aunque el ministro de Economía y Finanzas,
Danilo Astori fue un poco más lejos. Según él, la decisión de no ajustar los
salarios a los empleados públicos (cuando la inflación ya se disparó al 8,5%
anual, anulando la miserable “recuperación” salarial del 4,5% obtenida a pura
movilización), cuenta con el “acuerdo” de la dirección del PIT-CNT. (Entrevista
en el diario El País, 22-9-2007). En resumen: que pese a todos los discursos
“críticos” de la política económica (acompañados de algunos paros parciales y
movilizaciones aisladas), el sindicalismo reformista termina subordinándose al
gobierno. <BR> <BR><STRONG>Lucha sindical y lucha
política</STRONG><BR> <BR>Desde hace años, escuchamos decir que el
sindicalismo uruguayo vive una crisis que ha sido ocasionada por varios
factores: las "transformaciones productivas", la flexibilización laboral, el
aumento del trabajo “informal”, el desempleo y el sub-empleo masivo. La gran
mayoría de los “analistas” no incluyen o subestiman, otros aspectos que impulsan
esa crisis: lo límites de la propia acción sindical y la dificultad para asociar
las luchas económicas y reivindicativas, con las luchas políticas más generales.
<BR> <BR>Esta cuestión es todavía más decisiva en la actual fase del
capitalismo, cuando las concesiones y las conquistas son cada vez más escasas y
parciales, y cuando no traen una mejora real en las condiciones de vida de los
trabajadores. Por el contrario, la tendencia es a la eliminación de derechos
existentes y al deterioro permanente de las condiciones de trabajo. Incluso la
lucha en torno a demandas concretas, por mínimas que sean, acaba
obligatoriamente remitida a decisiones políticas generales tomadas en los
ámbitos del Estado por los gobiernos asociados o subordinados a los intereses de
la burguesía. No hay, por lo tanto, como luchar consecuentemente en defensa de
los intereses de la clase trabajadora, sin relacionarlos con la lucha política
de los trabajadores y sus aliados oprimidos. <BR> <BR>No basta con
proclamar la independencia de clase en relación al Estado, es preciso la lucha
permanente y sin tregua contra ese Estado, contra el gobierno, contra las clases
propietarias, para defender coherentemente los intereses de las clases
asalariadas. Esta lucha - política por naturaleza - es una tarea
imprescindible de los sindicatos. Es esa lucha política contra la explotación
capitalista, lo que distingue a un sindicalismo clasista de un sindicalismo
reformista. <BR> <BR>Las corrientes reformistas juegan un rol central en
esta crisis del sindicalismo. Por la función que le asignan a los trabajadores
organizados y que no es otra que aquella que el Estado, los capitalistas y los
gobiernos de turno le exigen: subordinar la lucha sindical a la conducción
política, programática y estratégica de los partidos políticos institucionales.
En efecto, para las corrientes mayoritarias del PIT-CNT, se trata de limitar la
acción sindical a las reivindicaciones y demandas “inmediatas”, dejando la lucha
por las transformaciones estructurales (anticapitalistas) para un futuro de no
se sabe cuando. O tanto peor, delegando la lucha política de los sindicatos, en
manos del partido de gobierno. Es lo que expresa, Edgardo Oyenart, miembro del
Secretariado y la Mesa Representativa del PIT-CNT, cuando define los límites a
los cuales deberá atenerse el II Congreso del Pueblo: “Como movimiento sindical
nos es imposible pensar en introducir las modificaciones necesarias en el
sistema. Esas se pueden hacer sólo desde el ámbito de una fuerza política, desde
un gobierno”. (Hacia el II Congreso del Pueblo, semanario Brecha, 14-9-2007).
<BR> <BR>Esta “división del trabajo” corporativa-reformista, es la que
promueve la despolitización, la fragmentación, la apatía, el retroceso
ideológico, y la perversa percepción que política es sinónimo de elecciones, de
votos, de escaños parlamentarios, de cargos gubernamentales. Este es uno de los
motivos por los cuales, contra todos los preconceptos corporativistas difundidos
ampliamente entre los trabajadores por la burguesía y los reformistas, es
fundamental la actuación de organizaciones y militantes de la izquierda
socialista, revolucionaria, en los sindicatos y en todas las expresiones de la
clase trabajadora y sus aliados oprimidos. Una actuación que respetando la
autonomía de los sindicatos y la soberanía de sus instancias, se vuelve decisiva
para organizar la lucha. <BR> <BR>Seguramente, muchos trabajadores
sindicalizados, cooperativistas de vivienda, estudiantes, jubilados,
organizaciones de derechos humanos y otros luchadores sociales, participarán del
II Congreso del Pueblo. Con más o menos expectativas. Esperando una propuesta de
lucha, una instancia de discusión o un espacio de intercambio de experiencias
sociales. En todo caso, algo es indudable, habrá un momento de confluencia de
sindicatos y movimientos sociales. En este cuadro, el papel de los militantes la
izquierda “radical” que actúan en los sindicatos, en la Tendencia Clasista y
Combativa, en los movimientos sociales - cualquiera sean las opciones tácticas
de participación - asume una relevancia política que no debería subestimarse.
Tanto para el proceso de acumulación y reorganización de los trabajadores con un
sentido de independencia de clase, como para amplificar en el movimiento de
resistencia social una propuesta programática alternativa y anticapitalista con
perspectiva socialista. <BR> <BR>Las dos cuestiones son fundamentales. Por
un lado, para desmontar esta “división del trabajo” desorganizadora, puesta en
práctica por las direcciones reformistas del PIT-CNT y el Frente Amplio; por
otro lado, para discutir y acordar tanto el contenido de un verdadero programa
de “soluciones populares” - en definitiva de ruptura con el gobierno - como el
impulso de un plan de lucha, que permitan a la clase trabajadora y sus aliados
oprimidos, no solo movilizarse por sus demandas inmediatas, sino abrir un
escenario favorable de pelea por la relación de fuerzas entre trabajo y capital.
<BR> <BR> <BR>* Miembro del Colectivo Militante. Editor del Boletín
Correspondencia de Prensa y redactor de Construyendo, mensuario de la
Coordinadora de Unidad Revolucionaria (CUR). Una versión más resumida de este
artículo ha sido en Construyendo Nº 26, septiembre 2007. </DIV>
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<DIV align=center><EM><STRONG><FONT color=#000080 size=4>Correspondencia de
Prensa - boletín informativo - red solidaria<BR>Ernesto Herrera (editor):
</FONT></STRONG></EM><A href="mailto:germain5@chasque.net"><EM><STRONG><FONT
color=#000080 size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></EM></A></DIV>
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