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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria</U></FONT><BR><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de
Prensa</EM></FONT><BR>Año V - 12 de octubre 2007<BR>Redacción y suscripciones:
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Capitalismo</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>La trampa de los
agrocombustibles <BR><BR>Laura Carlsen</FONT> </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Programa de las
Américas</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.ircamericas.org"><STRONG>www.ircamericas.org</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción por: Gracia
Tenorio-Pearl</STRONG> <BR><BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>El desarrollo de los agrocombustibles
actualmente ocupa un lugar central en el escenario global. Simplemente durante
este año, la cantidad de declaraciones, dólares, y planes de desarrollo
invertidos hacia los agrocombustibles, ha sido incomparable en cualquier otro
sector. Una idea que se apagó por décadas ha llegado a ser, de repente, el
encanto de políticos, grandes negocios, los financieros internacionales y medios
de comunicación. <BR><BR>Este hecho, por sí solo, debería preocuparnos. ¿Desde
cuándo una respuesta ecológica al uso de hidrocarburos se ha ganado la
aceptación de gobiernos y corporaciones por igual? <BR><BR>Los agrocombustibles
han sido recomendados como la solución a los problemas más apremiantes que
enfrentan la sociedad estadounidense y el planeta. Sus promotores alegan que
reducen las emisiones de gas invernadero, evitan el fin del ciclo de crecimiento
industrial basado en hidrocarburos, son sustentables y renovables, que aumentan
la seguridad en energía, y que ayudan a los granjeros. <BR><BR>Pero una mirada
más de cerca revela que en muchos sentidos, este futuro mejor previsto por los
promotores de agrocombustibles, se parece más bien a lo peor del pasado.
<BR><BR><STRONG>Promoción del agrocombustible</STRONG> <BR><BR>Los científicos y
ecologistas todavía sostienen intensos debates con respecto a los pros y contras
de los agrocombustibles. Los estudios se contradicen a sí mismos en cuanto a si
es que la generación de energía neta es positiva o negativa, o si las emisiones
de gas de invernadero y la contaminación se incrementan o disminuyen, y cómo los
costos y la eficiencia de energía se pueden solucionar. Sin embargo, el consenso
político ha sido veloz y poderoso. En pocos años, la alianza de las fuerzas más
poderosas, tanto económicas como políticas, ha surgido para promover al
"biodiesel". <BR><BR><STRONG>¿Quién está detrás del auge del "biodiesel" y por
qué?</STRONG> <BR><BR>En su discurso sobre el Estado de la Nación, el Presidente
George W. Bush reveló la meta de sustituir el 20% de la gasolina con
agrocombustibles dentro de diez años. La Unión Europea se ha impuesto un
objetivo similar. En su junta más reciente, los G-8 aprobaron con entusiasmo
esfuerzos considerables para desarrollar el uso del agrocombustible y las
instituciones financieras internacionales han creado carteras de préstamos
multimillonarios para ese fin. La Comisión de Etanol Interamericana es presidida
por Jeb Bush, el anterior Ministro de Agricultura de Brasil, el líder de
agronegocios Roberto Rodrígues, y Luis Moreno, presidente del Banco de
Desarrollo Interamericano. <BR><BR>El sector corporativo es de igual forma, si
no es que más, entusiasta. Cuatro sectores altamente globalizados se unen en el
desarrollo de la investigación, inversión y producción del agrocombustible: las
industrias del agronegocio, el petróleo, la automotriz, y de la biotecnología.
<BR><BR>Desde principios de la producción del agrocombustible, las compañías que
hacían agronegocios, incluyendo a ADM, Cargill, Bunge y Dreyfus se han sumado a
dicho movimiento también. Con subsidios del gobierno circulando libremente y con
utilidades enormes generadas alrededor del planeta, los agrocombustibles son más
atractivos ahora que nunca. En el 2005 representaron un mercado de US$15.7 mil
millones de dólares estadounidenses, con un 15% de crecimiento en comparación al
año anterior. ADM, una de las principales refinerías, produjo mil millones de
galones de etanol en el 2006, y planea incrementar su capacidad por 550 millones
de galones en los próximos dos años. Cargill posee un creciente número de
refinerías de etanol y contrata o es dueño de plantaciones de cañas de azúcar en
Brasil. <BR><BR>Las empresas petroleras consideran que los agrocombustibles
pueden prolongar su vida y diversificar sus negocios. Los agrocombustibles no
necesariamente requieren cambios en los patrones de consumo o en la
reestructuración de la economía basada en los combustibles fósiles. Al
incorporar un 5-10% componente de etanol o biodiesel en la gasolina común, el
uso de los combustibles fósiles pueden ser alargados por varias generaciones.
<BR><BR>De igual manera, la industria automotriz puede mantener o incluso
aumentar las ventas ya que la gente está obligada a adquirir nuevos vehículos
adaptados al uso de etanol. Todo esto se puede hacer mientras se entierran los
argumentos de aquellos quienes exigen el máximo tabú en un sistema
capitalista-una reducción al consumo. <BR><BR>La última de las cuatro, la
industria de la biotecnología, pudiera parecer menos beneficiaria, pero tiene
posibilidades de obtener tremendas ganancias al mismo tiempo que enfrenta una
creciente oposición. El alcanzar las metas de producción del agrocombustible
requiere convertir cultivos para el uso del combustible, incrementando cosechas
y reduciendo costos. Los cultivos genéticamente modificados (GM) ofrecen una
ruta hacia las ganancias a corto plazo en los dos últimos puntos. Las variedades
GM de maíz y caña de azúcar específicamente adaptadas para la producción de
etanol ya se encuentran usadas extensamente. De hecho, debido a que el 90% del
etanol estadounidense viene del maíz y la mayor parte de los cultivos de maíz de
Estados Unidos se modifican genéticamente, el etanol se ha ganado el apodo
"Monsanto Moonshine"-por la corporación Monsanto, siendo la principal en el maíz
GM. La investigación se enfoca en genes de plantas de ingeniería para obtener
cosechas incluso más altas y rasgos que faciliten su proceso. Lo más probable es
que este nuevo producto no sea apto para el consumo humano. <BR><BR>Con
promotores como estos, un hecho es absolutamente obvio: la revolución del
agrocombustible es todo menos revolucionaria. La transición del uso del
agrocombustible ejemplifica la reforma de un sistema para perpetuarlo.
<BR><BR><STRONG>Volviendo a trazar el mapa de las Américas</STRONG>
</FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>El auge del biodiesel ha iniciado en el Hemisferio
Occidental por la Comisión de Etanol Interamericana y a través de pactos
binacionales multiplicándose-con más notoriedad el que firmaron George Bush y
Lula de Silva, de Brasil el pasado mes de marzo. Los planos amenazan con tener
que volver a trazar la economía agrícola y política de las Américas. <BR><BR>Los
cambios en el uso de la tierra bajo la estrategia del agrocombustible
transformarán paisajes y vidas, no sólo en los Estados Unidos, sino a través del
hemisferio. Incluso con cosechas de cultivo incrementadas y la modificación
genética, la producción de agrocombustible estadounidense se quedará corto en
cuanto a las metas recientemente fijadas para el consumo del agrocombustible. El
suministro exterior ofrece una fuente barata y confiable. En las Américas, los
agronegocios Ecuatorianos planean expandir la producción de caña de azúcar en
50,000 hectáreas y talar 100,000 hectáreas de bosques naturales para la
producción de aceite de palma. En Colombia , a la producción del aceite de palma
se le apoda ya como "el diesel de la deforestación". <BR><BR>Brasil es el
laboratorio del futuro en el departamento de etanol. El 80% de sus automóviles
pueden moverse con etanol, y el etanol consta el 40% del combustible del auto.
Brasil ya abastece el 60% del etanol de la caña de azúcar al mundo, el cual se
cultiva en tres millones de hectáreas de tierra. Brasil produce 17 mil millones
de litros por año, y su objetivo es controlar el 50% del mercado global de
etanol , según el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil
(BNDES). Para lograr sus metas de crecimiento de etanol, Brasil planea limpiar
otras 60 millones de hectáreas para la producción de la caña de azúcar .
<BR><BR>La primera víctima de la reorganización para la producción agrícola es
la granja pequeña. Nadie idealizaría las condiciones de los campesinos agrícolas
en Brasil o el resto de América Latina. En la mayoría de los países, las áreas
rurales concentran dos-tercios o más de familias viviendo en la pobreza. Pero la
producción del agrocombustible no ofrece prospectos reales para mejorar su
terreno. Al contrario, la experiencia de Brasil muestra un peligro considerable
de deterioro de las condiciones de vida de uno de los grupos más vulnerables de
la sociedad. <BR><BR>James Thorlby, de la Comisión de Tierra Pastoral de Brasil
informa que las plantaciones para la producción del agrocombustible desplazan a
los campesinos, quienes tienen entonces dos opciones: pueden convertirse en
obreros de plantación, o mudarse a la ciudad a vivir en los barrios más bajos.
Thorlby indica que en el estado de Pernambuco 45,000 familias ya han sido
desplazadas por los monocultivos. Otros analistas temen que los campesinos que
se queden sin sus tierras y no puedan encontrar trabajo en las plantaciones,
sean forzados a limpiar terrenos en las áreas naturales protegidas. La
concentración de tierras y destilerías en las manos de los grupos rurales y las
corporaciones trasnacionales sacan completamente a familias de campesinos fuera
de sus regiones. <BR><BR>La nueva alianza entre el gobierno de EEUU y sus
aliados en la región para convertir América Latina en una fuente de
agrocombustibles, no sólo beneficia a las corporaciones trasnacionales y a los
grandes negocios; sino que ayudan también a contrarrestar la influencia
creciente de Venezuela y otros países que intentan separarse de la hegemonía de
EEUU. La alianza del etanol procura consolidar una nueva línea de poder
directamente entre Estados Unidos y Brasil, teniendo a las corporaciones
trasnacionales con intereses en ambos países como la fuerza dinámica. Si esta
alianza es consolidada, se erosionará tanto el plan Bolivariano para integrar el
continente, el cual sigue un modelo de economías reguladas por el Estado, con el
apoyo del petróleo venezolano. Socavaría también los esfuerzos de reforzar al
Mercado Común del Sur. <BR><BR>En este plan, Brasil gana el capital para
desarrollar tecnologías producidas por etanol dentro de sus propias fronteras y
para exportarlos a Centroamérica y al Caribe. Además de la inversión y los
créditos, los empresarios de São Paulo pueden contar con políticas
gubernamentales que les permitirán extender negocios agrícolas en el Amazonas y
otras regiones, las cuales actualmente se encuentran pobladas por pequeños
granjeros. Estados Unidos gana mayor independencia del petróleo que viene del
Medio Oriente importando etanol brasileño más barato. También comienza a
re-trazar el mapa de la integración energética basado en el etanol brasileño en
lugar de el petróleo venezolano y gas boliviano, así neutralizando el poder de
las naciones que considera poco dispuestas a cooperar. <BR><BR>Cargill, uno de
los dueños y operarios más grandes de la producción de etanol en Brasil, está
expandiendo sus operaciones en el Sur mientras que continúa protegiendo sus
intereses de maíz en el Norte a través de los aranceles estadounidenses de
importación sobre el etanol. <BR><BR>Mientras que los monocultivos de la
industria agropecuaria para biocombustibles absorbe pedazos inmensos de tierra,
pequeños granjeros de alimentos-quienes han resistido mucho tiempo el control de
mercadotecnia internacional sobre la tierra y los recursos-se están convirtiendo
en especies en peligro de extinción en las áreas del boom de los
agrocombustibles. <BR><BR>Raúl Zibechi, analista del Programa de las Américas,
dice que los EEUU "está utilizando a Brasil para consolidar una alianza
estratégica que procure aislar a Venezuela y a los países que sigan sus
políticas de unidad latinoamericana como un contrapeso a la hegemonía de EEUU.".
<BR><BR><STRONG>Vigorizando los sectores financieros</STRONG> <BR><BR>Si se
inspecciona más cerca, el "verde" en el desarrollo de los agrocombustibles luce
más como dólares que como plantas. El boom de los agrocumbustibles proporciona
una transfusión de sangre muy necesitada para el sector financiero
internacional. El entusiasmo de las intermediarios financieros internacionales
(IFIs) por unirse a la alianza de etanol surge de la nueva crisis internacional
de préstamos en América Latina. Desde hace pocos años, las naciones del Cono Sur
han optado por pagos prontos de préstamos provenientes del Banco Mundial y del
FMI, así como por una reducción o cortes a préstamos futuros, argumentando que
el IFI condiciona sus préstamos a través de políticas intervencionistas.
<BR><BR>El Banco Mundial saltó rápidamente anunciando que contaba con US$10 mil
millones potencialmente disponibles para asegurar el desarrollo de los
agrocombustibles. Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo anunció
una línea de crédito por US$3 mil millones para proyectos de agrocombustibles en
la región, incluyendo plantas de etanol en Brasil, y de investigación y
desarrollo tecnológico en Colombia y en Centroamérica. <BR><BR>Los
inversionistas del sector privado lo ven como una bonanza. Food First, una ONG
norteamericana informa que en los últimos tres años la inversión de capital de
riesgo en agrocombustibles aumentó ocho veces. <BR><BR>Los gobiernos han sido
también muy activos en financiar agrocombustibles. Estados Unidos destinó US$8.9
millones en subvenciones para la producción de etanol y para la investigación y
desarrollo tecnológico de combustibles biológicos en 2005, mientras que el Banco
Nacional de Brasil planea invertir US$6 mil millones en agrocombustibles.
<BR><BR>Cuando el etanol se convierte en negocio grande, los granjeros son
expulsados aun más hacia el margen. En el año 2003, alrededor del 50% de las
refinerías de etanol en los Estados Unidos eran posesión de granjeros. Hoy, un
80% pertenece a dueños ausentes, y la nueva construcción reducirá aún más las
acciones de los granjeros. Las demandas del inversionista dictarán una
preferencia para la construcción de refinerías de etanol de bajo costo sobre
alternativas que son ambientalmente más amistosas. <BR><BR><STRONG>Se requiere
más precaución</STRONG> <BR><BR>Aunque los campesinos a través del hemisferio se
han beneficiado de precios de maíz más altos, George Naylor de la Coalición
Nacional de Granjas Familiares advierte que las ganancias a corto plazo serán
pagadas a un alto precio en el futuro no tan distante, y que-como siempre-es la
familia de los campesinos quienes pagarán. El 30 de agosto, en una conferencia
sobre agrocombustibles en la Ciudad de México, él pronosticó que los precios más
altos no se sostendrían debido a que los granjeros cultivaban más acres y los
campesinos que convirtieran sus tierras en campos de cultivo para el
agrocombustible, terminarían perdiéndolas. En Brasil, el precio de la caña de
azúcar ya inició su tendencia a la baja. <BR><BR>La pregunta es si se debería
oponer a la producción del agrocombustible por completo o si debería ser
encaminada hacia opciones social y ambientalmente sustentables. El problema es
el enfoque. Dado el tremendo poder económico y político de los intereses detrás
de los agrocombustibles, la aplicación del modelo invariablemente favorecerá a
las ganancias más que al ambiente, y a los rendimientos de la inversión, más que
a los derechos humanos. En este contexto, las probabilidades de que las
comunidades locales y las pequeñas granjas sean beneficiadas con esta ventaja se
evaporan más rápido que el alcohol. En ausencia de un consenso científico más
amplio y una legislación efectiva para proteger a los campesinos, trabajadores,
consumidores, el medio ambiente y a la cadena alimenticia, no se puede
justificar a los planes que avanzan a toda velocidad para el desarrollo del
agrocombustible. <BR><BR></DIV>
<DIV align=justify>* Laura Carlsen es Directora del Programa de las Américas en
la Ciudad de México. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#000080 size=4>Correspondencia de
Prensa - boletín informativo - red solidaria<BR>Ernesto Herrera (editor):
</FONT></EM></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
color=#000080 size=4>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>