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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><FONT
size=5><EM><U>correspondencia de prensa - boletín
solidario</U></EM></FONT> <BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda
Radical</FONT><BR>Edición internacional del Colectivo Militante<BR><U>28 de
enero 2008</U><BR>Redacción y suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><BR><FONT
size=3><STRONG>Capitalismo<BR><BR>Soberano...<BR><BR>Son fondos estatales de
países árabes y asiáticos que administran las reservas excedentes generadas por
los altos precios del petróleo y el superávit
comercial</STRONG><BR><BR></FONT><STRONG><FONT size=3>Fernando
Krakowiak<BR></FONT></STRONG><BR><STRONG>Suplemento Cash<BR>Página/12, Buenos
Aires, 27-1-2008<BR></STRONG><A
href="http://www.pagina12.com.ar/"><STRONG>http://www.pagina12.com.ar/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>En las últimas semanas fueron al rescate de los
principales bancos del sistema financiero mundial, pero su origen genera
paranoia en Estados Unidos y Europa. Son fondos estatales de países árabes y
asiáticos que administran las reservas excedentes generadas por los altos
precios del petróleo y el superávit comercial. Antes utilizaban esos recursos
para comprar bonos del Tesoro estadounidense, pero la baja rentabilidad de esa
inversión, combinada con la devaluación del dólar, los llevó a asumir mayores
riesgos para aumentar sus ganancias. Ahora apuestan por una cartera de activos
diversificada, que incluye acciones en compañías de sectores estratégicos como
siderurgia, energía, comunicaciones, aviación y finanzas. Singapur, China,
Emiratos Arabes, Kuwait, Qatar, Arabia Saudita, Brunei y Corea del Sur tienen
algún fondo de estas características. Sus administradores, en la mayoría de los
casos familiares de los gobernantes de turno, afirman que no buscan tomar el
control de las empresas en las que invierten sino obtener una buena tasa de
retorno para asegurar el futuro de las próximas generaciones. Las potencias
centrales celebran la inyección de liquidez en momentos de crisis, aunque las
visiones más conspirativas ven la jugada como parte de una maniobra de espionaje
que podría poner en jaque la seguridad nacional y evalúan restricciones<STRONG>
(ver aparte). </STRONG>Cash investigó a los principales fondos soberanos y
ofrece un detalle de su historia y sus
activos.<BR><BR><STRONG>Singapur</STRONG><BR><BR>El gobierno controla dos fondos
que han tenido un crecimiento extraordinario. Actualmente administran en
conjunto casi 500.000 millones de dólares. Son el Government Investment
Corporation (GIC) y el Temasek. GIC, fundado en 1981, lleva la delantera con un
activo estimado en 330.000 millones de dólares. Empezó administrando una pequeña
porción de las reservas del país y las buenas inversiones le permitieron obtener
un retorno promedio anual de 9,5 por ciento durante los últimos 25 años.
Recientemente ocupó la primera plana de los diarios por haber desembolsado 9700
millones de dólares para quedarse con el 9 por ciento de las acciones de la
Unión de Bancos Suizos y otros 6800 millones para conseguir el 3,7 por ciento
del Citigroup.<BR><BR>Temasek, creado en 1974, también ha tenido buenos
resultados. Según Morgan Stanley, controla activos por 159.000 millones de
dólares, fundamentalmente en finanzas, telecomunicaciones, aviación comercial y
en el mercado inmobiliario. La paranoia que genera su avance en los países
centrales comenzó en julio, cuando compró el 2,1 por ciento de las acciones de
Barclays por 1400 millones de euros y se reforzó en diciembre cuando se quedó
con el 9,4 por ciento del paquete de Merrill Lynch luego de desembolsar 4400
millones de dólares. Además tiene acciones en el Banco de China, en el Banco
Internacional de Indonesia (controla el 56 por ciento a través de Sorak
Financial), en Bank Danamon de Indonesia (68 por ciento), en el banco indio
ICICI, en DBS Bank, en StanChart (18 por ciento) y en la empresa de teléfonos de
Tailandia Shin Corp, entre otras. Esta última inversión le generó grandes
problemas, pues el primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, fue acusado de
quedarse con casi 2000 millones provenientes de esa operación y en septiembre de
2006 lo destituyó un golpe militar.<BR><BR>La dirección de los fondos de
Singapur es una cuestión familiar. GIC es encabezada por Lee Kuan Yew,
considerado uno de los “padres de la patria” por haber sido el primer presidente
que tuvo la isla luego de lograr la independencia de Gran Bretaña en 1959.
Además, es el padre de Lee Hsien Loong , actual primer ministro de Singapur.
Temasek, por su parte, es dirigido por Ho Ching, esposa del mandatario. Esta
funcionaria, tercera en el ranking de mujeres más poderosas del mundo que
elabora Forbes, es elogiada por el cambio que le imprimió a la gestión del fondo
desde que asumió la dirección en 2002. Cuenta con el asesoramiento de un consejo
de once expertos entre los que se destaca Bill McDonough, ex presidente de la
Reserva Federal de Nueva York y vicepresidente de Merrill Lynch, donde Temasek,
no casualmente, acaba de invertir.<BR><BR><STRONG>China</STRONG><BR><BR>El
gobierno creó el año pasado el fondo soberano China Investment Corp (CIC) para
gestionar 200.000 millones de dólares provenientes de sus crecientes reservas.
Li Yong, viceministro de Finanzas, aseguró que un tercio del dinero será
invertido de manera gradual en los mercados financieros globales. Hasta el
momento, las principales operaciones del CIC han sido el desembolso de 3000
millones de dólares para quedarse con el 9,9 por ciento de las acciones del
grupo de inversión estadounidense Blackstone y una inversión de 5000 millones de
dólares por el 9,9 por ciento de las acciones del banco de inversión Morgan
Stanley concretada en diciembre. El chairman de CIC es Lou Jiwei <BR><BR>Además,
el Banco de Desarrollo de China inyectó en julio 2200 millones de euros en
Barclays por el 3,1 por ciento de sus acciones y el Citic, otro banco estatal
chino, firmó en octubre una alianza con Bear Stearns para tomar participaciones
accionarias cruzadas en sus respectivos capitales. Citic invirtió 1000 millones
de dólares en Bear para quedarse con el 6 por ciento de las acciones y Bear
otros 1000 millones para tener el 2 por ciento del Citic.<BR><BR>Los analistas
sostienen que el gobierno chino no busca tomar el control de los bancos
estadounidenses y europeos sino mejorar su conocimiento sobre el sector
financiero para potenciar a sus propias instituciones en el futuro. Los
banqueros de los países centrales, por su parte, buscan que se les facilite su
ingreso a China, donde la obtención de una licencia bancaria puede tardar varios
años.<BR><BR>El desembolso de dinero en medio de la crisis hipotecaria genera
especulaciones adicionales. El Financial Times informó la semana pasada que las
entidades chinas también han tenido fuertes pérdidas por la crisis hipotecaria.
El Banco de China tiene 7950 millones de dólares en títulos subprime y, si bien
no reveló sus pérdidas, los analistas estiman que podrían llegar a 4800
millones. Otros bancos expuestos a la crisis son Industrial and Comercial Bank y
China Construction Bank, los cuales reportan una exposición total de 1230 y 1060
millones de dólares, respectivamente, y tendrían un porcentaje de incobrables de
entre 30 y 40 por ciento, un ratio similar al del Citigroup. Tal vez por eso el
gobierno chino decidió meterse de lleno en esa tormenta para intentar restaurar
la confianza en el sistema.<BR><BR><STRONG>Abu Dhabi</STRONG><BR><BR>Esta isla
concentra el 95 por ciento de las reservas de gas natural y petróleo de los
Emiratos Arabes y está aprovechando los recursos extraordinarios que obtiene con
el alto precio del crudo para comprar acciones en empresas extranjeras. Su
principal instrumento financiero es el fondo soberano Abu Dhabi Investment
Authority, el más grande del mundo. Según estimaciones de Morgan Stanley,
administra una cartera valuada en 875.000 millones de dólares. En diciembre
sorprendió al invertir 7500 millones en acciones convertibles del Citigroup, con
un rendimiento del 11 por ciento anual, que podrá canjear por un 4,9 por ciento
de acciones ordinarias a partir de 2010. Sin embargo, se conoce muy poco sobre
el resto de sus activos, pues se maneja con extrema reserva y tiene como
política no adquirir más del 5 por ciento de las acciones de cada compañía en la
que participa.<BR><BR>El jeque Khalifa bin Zayed Al Nahyan, gobernador del
emirato, también opera a través de la empresa estatal Mubadala Development,
fundada en 2002 y administrada por su hermano Khaldoon Khalifa al Mubarak. Esta
firma tiene inversiones en industria pesada, telecomunicaciones, energía y
aviación. A fines del año pasado, desembolsó 622 millones de dólares por el 8,1
por ciento de las acciones de Advanced Micro Devices, la productora de
microprocesadores que rivaliza con Intel, y 1350 millones de dólares por el 7,5
por ciento del Grupo Caryle, que gestiona 76.000 millones de dólares a través de
55 fondos de capital de riesgo. Además, se destaca su participación en la
italiana Ferrari (5 por ciento de las acciones), la holandesa LeasePlan (25 por
ciento), Dolphin Energy (51 por ciento) y el proveedor suizo de servicios
aeronáuticos SR Technics.<BR><BR><STRONG>Kuwait</STRONG><BR><BR>En 1953 creó la
Kuwait Investment Office, con sede en Londres, para invertir parte de las
ganancias generadas por el petróleo. Su primer gran adquisición la realizó en
1987, cuando se quedó con más del 20 por ciento de las acciones de British
Petroleum, pero el gobierno británico cuestionó la operación y lo obligó a
reducir su participación al 9,9 por ciento. En la actualidad, la principal
herramienta de inversión estatal es el fondo soberano Kuwait Investment
Authority (KIA), que administra más de 400.000 millones de dólares en activos a
través del General Reserve Fund y Future Generation Fund. A comienzos de año
sorprendió con su ingreso a los bancos Citigroup y Merrill Lynch. En el primero
aportó 7700 millones de dólares por el 4,1 por ciento de las acciones, junto al
príncipe saudí Al Walid Bin Talal y otros pequeños inversores. No trascendió qué
porción posee cada uno. En Merrill la dinámica fue similar. Invirtió 6600
millones junto a Korea Investment Corporation, el banco japonés Mizuho Corporate
y otros pequeños inversores. También tiene acciones en la empresa aeroespacial
EADS (3,1 por ciento), controlante del fabricante europeo de aviones Airbus; en
la automotriz DaimlerChrysler (7,2) y en el banco chino ICBC. A diferencia de
otros fondos soberanos de la región que operan como emprendimientos familiares,
el KIA está sujeto a control parlamentario. Desde 2004, su director gerente es
un ex basquetbolista de cincuenta años llamado Bader Al-Sa’ad.<BR><BR>En el
mercado también están operando fondos de Korea, Qatar, Brunei, Noruega y Rusia,
aunque hasta el momento han tenido menor repercusión pública. Además, Arabia
evalúa reorientar su fondo local Arabia’s Public Investment hacia el exterior o
crear alguna otra herramienta financiada por el rey Abdullah. Los petrodólares y
las divisas generadas por el superávit comercial de los países emergentes están
volviendo a las potencias centrales y las tensiones están lejos de terminar.
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Resistencia a los fondos soberanos
arabes y chinos</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Proteccionismo y
paranoia</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>El desembarco de los fondos soberanos de países árabes y
asiáticos en los principales bancos de Wall Street genera preocupación en
Estados Unidos. Algunos temen que ponga en riesgo la seguridad nacional, pues el
imaginario popular vincula a los árabes con el terrorismo y a los chinos con el
ideario comunista, que supo ser el principal enemigo de Washington antes de la
caída del Muro de Berlín. Sin embargo, y más allá de los miedos que generan los
turbantes y la bandera roja, las restricciones al capital extranjero suelen
tener una motivación económica, pues Estados Unidos es un país acostumbrado a
reivindicar la libertad de mercado en el exterior, mientras aplica el
proteccionismo a los que llegan de afuera.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los primeros que tuvieron problemas para invertir en la
principal potencia económica mundial fueron los alemanes luego de que el
gobierno sancionara en 1917 la Ley de Comercio con el Enemigo (Trading with the
Enemy Act), justo antes de involucrarse en la Primera Guerra Mundial. En 1933 el
Congreso decretó que no sólo estaría vigente durante las guerras sino también en
“períodos de emergencia” declarados por el presidente, lo que abrió la
posibilidad para utilizarla como un arma de presión económica. De hecho, el ex
presidente Harry Truman aplicó esta norma en 1950 a la República Popular China y
a Corea del Norte. También sirvió para sancionar a Cuba.<BR>En 1988 se aplicó
una nueva restricción con la sanción de la enmienda Exon Florio, impulsada para
frenar la llegada de capitales japoneses. La norma autoriza al presidente a
investigar adquisiciones, fusiones y absorciones de compañías estadounidenses
por parte de firmas extranjeras, siempre y cuando esté en juego la seguridad
nacional. Cuando la enmienda Exon-Florio se convirtió en ley, el ejecutivo
transfirió la responsabilidad de analizar el ingreso del capital extranjero al
Committee on Foreign Investment in The Unites States, organismo que había sido
creado en 1975. Luego del atentado a las Torres Gemelas, la Exon Florio se
empezó a utilizar casi cotidianamente para frenar a todos aquellos inversores
que generaran la mínima sospecha. Esta legislación sirvió para que China
retirara su oferta de 18.500 millones de dólares para quedarse con la petrolera
californiana Unocal en 2005 y un año después se la puso en juego nuevamente
cuando Dubai Ports World fue forzada a vender cinco puertos pertenecientes a la
empresa estadounidense P&O, que había adquirido recientemente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por si eso no bastara, en julio del año pasado el
presidente George Bush firmó la Ley de Inversión Extranjera y Seguridad Nacional
(FINSA, según sus siglas en inglés), la cual introdujo cambios significativos a
los procesos de revisión de inversiones extranjeras contenidos en la enmienda
Exon Florio. FINSA se hizo efectiva el 24 de octubre de 2007 y su objetivo es
desalentar las inversiones extranjeras no deseadas ampliando los procesos de
revisión. Europa busca aplicar restricciones similares, pero todavía se
encuentra un escalón atrás.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los fondos soberanos saben que este arsenal jurídico les
deja una posibilidad de crecimiento muy acotada en Estados Unidos. Bader
Al-Sa’ad, director del fondo Kuwait Investment Office, se quejó por esta
persecución en una entrevista reciente concedida al Financial Times: “Entendemos
la preocupación acerca de la seguridad y el avance en sectores sensibles como
los puertos. Es legítimo no permitir adquisiciones por razones de seguridad,
pero decir que siempre tenés que ser pasivo no es un pedido legítimo. Estamos
preocupados acerca de lo que ellos quieren decir cuando piden transparencia.
¿Tendremos que anunciar cada inversión antes de hacerla?”, afirmó.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El secretario general de la OCDE, Angel Gurria, opinó de
manera similar en el Foro de Davos el miércoles pasado: “Hemos tenido ya
suficiente proteccionismo en inversiones y comercio y ahora estamos agregando
proteccionismo, miedos, sobre los fondos sin ninguna evidencia de que hayan
hecho algo malo hasta el momento. No hay que sobreactuar. Ellos están ayudando a
las inversiones y resolviendo algunos problemas como los desequilibrios
globales”, remarcó.
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000>Correspondencia de
Prensa - Agenda Radical - Boletín Solidario<BR>Ernesto Herrera (editor): <A
href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
color=#0000ff>germain5@chasque.net</FONT></A><BR>Edición internacional del
Colectivo Militante - Por la Unidad de los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 -
Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo - Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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</DIV></FONT></BODY></HTML>