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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>23 de febrero 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Nicaragua</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Los nublados de días ambiguos (o las
ambigüedades de días nublados)</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>El Presidente Ortega, con discursos de retórica
estridente y con actitudes ambiguas, no genera consenso, provoca incertidumbres.
Mientras algunos grandes navegan confiados en estas ambigüedades -porque la
lógica económica sigue siendo la misma de los últimos años-los muchos medianos y
pequeños resienten la crisis y las bases sandinistas empiezan a dudar, aunque
aún mantienen sus expectativas. Un año después del regreso del FSLN al gobierno
hay más ambigüedades que certezas y son espesos los nublados en las honduras del
horizonte nacional.<BR></DIV></STRONG>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Equipo Nitlápan-Envío</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Revista Envío Nº 310</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Managua, enero 2008</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.envio.org.ni/index.es"><STRONG>http://www.envio.org.ni/index.es</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><BR>El final del año 2007 fue especialmente tenso, económica
y políticamente. Y como la ficticia frontera oficial del calendario no disipa
las tensiones, al iniciarse el año 2008 las incertidumbres continuaron
presentes. <BR><BR>Las tendencias autoritarias del Presidente Ortega, y los
callejones sin salida que su pacto de casi diez años con el corrupto
ex-Presidente Alemán han sellado en las instituciones del país, movieron a los
diputados de oposición en la Asamblea Nacional a conformar un llamado Bloque
contra la Dictadura. Para frenar estas tendencias y tratar de abrir algunas
salidas. ¿Ese Bloque es realmente un bloque? ¿Qué lo cohesiona? Su agenda, ¿no
es muy ambigua? Y la dictadura, ¿lo es realmente, lo podría llegar a ser? ¿Por
dónde vendría la oposición a esa dictadura? ¿Simplemente por oposición? ¿O
porque a los de oposición los une un mínimo de convicciones compartidas?
¿Cuáles? Todas las respuestas son opacas, apenas tanteos. <BR><BR><STRONG>DÍAS
DE CRISIS</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>En los últimos ocho años no había habido una caída tan
drástica del poder adquisitivo de los salarios como en el año 2007. Hasta el
13%. Y son minoría los nicaragüenses que disponen de la seguridad que puede dar
un salario fijo, aun cuando no alcance para mucho: menos del 25% de la población
activa económicamente. La consigna “desempleo cero” es una de las que ha quedado
más vacía de todas las que lanzó el candidato Ortega. Según cifras oficiales, la
población con un empleo fijo sólo creció en 2007 en 1%.<BR><BR>La emigración no
cesa. “No hay salida”, le dijo una intelectual a un campesino. “Sí la hay -le
contestó el campesino-, por ahí se sale a Costa Rica”, y le señaló la frontera.
Son las remesas de los emigrantes las que garantizan la sobrevivencia de miles y
miles. Los precios de los productos más básicos (arroz, frijol, aceite, queso) y
los de todo lo demás se dispararon, a pesar del freno temporal que intentó el
gobierno poniendo a vender granos a los CPC. El precio de los productos no tan
básicos también ha seguido subiendo notablemente. No es un problema sólo de
Nicaragua. La FAO ha detectado una crisis alimentaria mundial, que atribuye al
incremento de la demanda de alimentos en China e India -en ambos países vive la
mitad de la población del mundo- y también a las cantidades de tierras que ya
están dedicándose a producir biocombustibles. <BR><BR>En 2007 Nicaragua tuvo un
crecimiento del 3.5%, por debajo del anunciado y esperado (4.2%). Fue el más
bajo de Centroamérica. La inflación llegó a casi el 17% al concluir el año, por
encima de la anunciada y esperada (menor de un dígito). Fue la más alta de la
región. ¿Cuánto pesa en esta inflación el factor subjetivo? La memoria colectiva
de la hiperinflación de los 80, en un paisaje político en que el gobierno
pretende resucitar aquellos años, ¿no provocará también inflación? Seguramente.
Ningún economista serio duda hoy de las implicaciones económicas de las
subjetividades sociales.<BR><BR>El barril de petróleo tocó los 100 dólares al
finalizar el año, lo que mantiene en jaque a toda la economía, movida
históricamente por una matriz energética dependiente en un 83% del petróleo y
sus derivados, matriz que no cambia. También sigue inamovible este dramático
dato: el 70% de las familias nicaragüenses -con un promedio de cinco miembros-
pasa el mes con el equivalente, en córdobas, de 250 dólares o menos.
<BR><BR><STRONG>EL CLIMA DE LOS NEGOCIOS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>A pesar de esta crisis, que afecta a la mayoría, en el
ámbito empresarial grande, en el de los grupos de poder financiero y económico,
extranjeros, transnacionales, todo discurrió sin mayores dramas. Las inversiones
se mantuvieron, hubo más inversión en zonas francas que en tiempos de Bolaños,
las exportaciones crecieron. Los depósitos bancarios se incrementaron, aunque
básicamente los que son en dólares y no los que son a plazo fijo, lo que
indicaría incertidumbres de cara al futuro inmediato entre los ahorrantes
nacionales. <BR><BR>Los altisonantes y confrontativos discursos
antiimperialistas, anticapitalistas y antiestadounidenses del Presidente Ortega
no afectan el “clima de negocios” y la inversión extranjera. El resto de la
sociedad se ha acostumbrado a vivir dentro de las ficciones de nuestra economía,
utilizando mecanismos de defensa que van de las remesas a la migración, pasando
por nublados económicos tan extendidos como el tráfico de influencias y la
capitalización del desorden. <BR><BR>El tráfico ilegal de tierras -del que
hablan cada vez más los medios- es una pieza clave en esa economía “informal”
que hemos construido contra la lógica económica y legal del mercado. Ante esa
economía, ante el clima de esos “negocios”, no hay FMI que valga. Funciona la
ley del más fuerte. O la fuerza de la ley que manejan en su bolsillo o
administran en los tribunales los poderosos.<BR><BR><STRONG>¿QUÉ MODELO ES
ÉSTE?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Los análisis, titulares e informaciones de “La Prensa”
-el medio escrito de mayor circulación nacional y el que representa los
intereses de los grupos de poder financiero y económico- induce a creer que las
fogosidades verbales del mandatario nublan el escenario económico, exponiendo y
arriesgando al país. Es una más de las ambigüedades presentes. <BR><BR>El modelo
Ortega recuerda al modelo Somoza. Además de su autoritarismo, y al igual que
Somoza, Ortega se entiende muy bien con las corporaciones transnacionales y con
el gran capital nacional y también políticamente con sus socios liberales en el
pacto, fragmentando así al resto de los actores económicos y políticos del país.
El gran capital nacional no reclama al gobierno sus arbitrariedades y si lo
hace, se evidencia su capacidad de acomodo. “Estamos escogiendo nuestras
batallas”, dicen. <BR><BR>Las contradicciones del modelo se expresan en el
diario “La Prensa” porque el periodismo -importantísimo actor político en este
momento- es el que más resiente el impacto del autoritarismo político del
gobierno. Algo similar sucedía en tiempos de Somoza, cuando la voz y la pluma de
Pedro Joaquín Chamorro se alzaban para denunciar las componendas del gran
capital con el dictador. <BR><BR>Toda esta ambigüedad se hace menos confusa
entendiendo que al capital le interesa manejar el desorden y los exabruptos del
Presidente dentro de ciertos límites. Mientras no los afecten directamente, los
condenarán, tan sólo como un recordatorio de que no deben poner en peligro la
estabilidad de los negocios. Tan sólo una luz amarilla. Naturalmente, esa luz se
pondría roja si el antiimperialismo de Ortega pusiera realmente en peligro las
relaciones de Nicaragua con Estados Unidos. Y naturalmente, la luz es amarilla o
ni siquiera se enciende porque al capital nicaragüense le tranquiliza la
irrelevancia de Ortega en el plano político internacional.
<BR><BR><STRONG>¿CRISIS O COLAPSO?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El Presidente Ortega afirmó al iniciar su segundo año de
mandato que la economía de Nicaragua habría “colapsado” de no ser por la
generosa ayuda venezolana. El Presidente Chávez, en su cuarta visita al país y
en la primera de este año (15-16 de enero), reiteró una y otra vez que Nicaragua
no “entraría en colapso” porque “aquí estará mi mano amiga”. También afirmó que
todos los recursos que necesita Nicaragua para este siglo están en Venezuela.
<BR><BR>Ciertamente, el favorable acuerdo petrolero con Venezuela ha permitido
al gobierno continuar subsidiando el precio del transporte público de Managua y
paliar la crisis energética: se suspendieron desde diciembre los apagones
-prolongados en la segunda mitad de 2007 durante ocho horas diarias-, se
cubrieron deudas de las generadoras y se alimentaron las plantas de emergencia
enviadas por Cuba y Venezuela. En 2008 enviarán más.<BR><BR>Pero, más allá del
acuerdo petrolero, de la Operación Milagro para gente pobre enferma de la vista,
y de donaciones puntuales, los principales componentes de la cooperación
venezolana (obras de infraestructura, varias industrias, etc.) se mantienen
todavía en el nivel de las promesas. En su visita, Chávez vino a supervisar el
inicio del mayor de sus proyectos en Nicaragua: la megarefinería, que hasta el
final del período de Ortega se estará construyendo en Nagarote. Apenas se
empiezan a remover las tierras. <BR><BR><STRONG>COOPERACIÓN
“PRIVATIZADA”</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El monto de la cooperación venezolana en 2007 fue cifrado
por el Presidente Ortega a su regreso de la Cumbre del ALBA (Caracas, enero
2008) en 385 millones 993 mil dólares. Por primera vez ofrecía el gobierno una
cifra. Seguramente las ganancias derivadas del acuerdo petrolero son el grueso
de esa suma. Ortega informó también que para el año 2008 ya disponía de 30
millones, que podrían llegar a más de 72 millones, ofrecidos por el Presidente
Chávez. <BR><BR>El destino, y especialmente, la administración que el gobierno
hace de estas sumas son una de las ambigüedades mayores de este gobierno. Es un
enigma, envuelto en un misterio que está envuelto en una nebulosa: así describió
la situación el diputado liberal Francisco Aguirre, quien preside la comisión de
economía en el Parlamento y quien también “escoge sus batallas”. <BR><BR>Los
diputados del Movimiento Renovador Sandinista tomaron la iniciativa de
comunicarle al Presidente Chávez durante su visita a Nicaragua las
preocupaciones que genera este “misterio”. Denunciaron la privatización que
Daniel Ortega ha hecho de los fondos que se derivan del acuerdo petrolero y del
resto de la ayuda venezolana -que aplauden-, porque al circular fuera del
presupuesto quedan al margen de todo control y escrutinio públicos. Esta
privatización -dijeron los del MRS en carta a Chávez- alimenta el
enriquecimiento de determinados grupos económicos vinculados con el gobierno,
fomenta la corrupción entre los funcionarios nicaragüenses, contribuye a
fortalecer un proyecto político de carácter personal y familiar del presidente
Daniel Ortega a costa de la institucionalidad y del estado de derecho, y
promueve una política clientelar. <BR><BR>La carta fue entregada en la embajada
venezolana en Managua. Y como era de esperar, no hubo ninguna respuesta. El
Presidente Chávez seguramente sabe de lo que se le advertía en la carta. Y
seguramente lo tolera. <BR><BR><STRONG>DÍAS DE INSULTOS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Las fogosas declaraciones del Presidente Ortega no cesan.
Tanto en las plazas de Managua, como en los eventos del ALBA y en las reuniones
internacionales, Ortega no ha dejado de aparecer estridente. El 5 de diciembre
acusó a la transnacional ESSO de ser verdaderos mercenarios y especuladores que
están desangrando al pueblo, a la par que informaba que su gobierno estaba
buscando un acuerdo con la transnacional. Algo similar es lo que ha venido
haciendo con la transnacional Unión Fenosa: insultos en las plazas y
negociaciones en su despacho. <BR><BR>A los medios de comunicación les ha
dedicado todo tipo de epítetos, el último inmundicias. A los diputados
opositores los llamó a inicios de diciembre perros rabiosos, reptiles,
somocistas, afirmando días después que todos estaban siendo financiados por el
imperio y también por los cárteles del narcotráfico. <BR><BR><STRONG>DÍAS DE
“LOCURA”</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La vinculación de la oposición parlamentaria con el
narcotráfico fue afirmada vehementemente por Ortega en ocasión de un fracasado
proyecto de amnistía promovido por los liberales del PLC para beneficiar a
Alemán.<BR><BR>Como esta afirmación fue reiterada una y otra vez por el
mandatario, que incluía al MRS en la propuesta de amnistía y en el
financiamiento de los cárteles, el MRS -partido opuesto firmemente a amnistiar a
Alemán-, anunció a través de su diputada, Mónica Baltodano, que consideraban
presentar una iniciativa de ley para declarar la “incapacidad total” de Ortega
para gobernar. Está cada vez más fuera de la realidad, ese reiterado afán de
mentir nos conduce a pensar que está perdiendo la razón, parece
loco.<BR><BR>Vale la pena preguntarse quién está más loco, o más nublado, ¿el
Presidente o los que a su alrededor se “hacen los locos”? Y también: ¿A quiénes
habría que declarar incapaces totalmente de sentir el llanto de la nación? ¿A
los banqueros, a los políticos, a los grandes empresarios? <BR><BR><STRONG>¿DÍAS
DE GUERRA?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El 10 de enero, fecha en que el Presidente debe presentar
anualmente ante la Asamblea Nacional su informe de gobierno, Ortega no ofreció
ningún informe, habló de cualquier cosa que se le iba ocurriendo, al hilo de una
desordenada improvisación, y anunció que, aunque desgraciadamente tenemos
reglamentaciones que discriminan a la mujer, su esposa Rosario Murillo ejercía,
de hecho, el cargo de Ministro de la Presidencia de la República de Nicaragua,
nombrándola así en un tercer cargo en el gobierno. En cualquier otro país
hubiera resultado inadmisible escuchar esto del gobernante. En Nicaragua no.
<BR><BR>De todas las declaraciones de Ortega la que más preocupación y temor
causó en Nicaragua fue la que ofreció en Caracas, sentado a la par de Chávez en
su programa “Aló Presidente” el domingo 27 de enero, cuando ofreció la
participación de Nicaragua en las “fuerzas armadas de los países del ALBA”,
sugeridas por Chávez como un componente de su plan continental y como una
necesidad para la defensa del proyecto bolivariano. <BR><BR>El 29 de enero, a su
regreso de Venezuela, tanta era la inquietud que las palabras de Ortega habían
causado que su coordinadora de comunicación vio necesaria una “explicación”. La
hizo en una cadena de radio y televisión a la hora punta de la noche. Ortega
explicó que lo dicho en Caracas no significaba que se reanudaría el servicio
militar obligatorio y buscó -forzándolos- en textos de Sandino y de la
Constitución justificaciones para esta aventura militar. <BR><BR>También la
justificó citando al Cardenal Obando, quien había recordado recientemente, y en
latín, en una de sus ya acostumbradas invocaciones en actos oficiales el dicho
romano Si vis pacem para bellum (Si quieres la paz prepara la guerra). También
pretendió justificarla recordando el envío de tropas nicaragüenses a Irak que
había hecho Bolaños para quedar bien con el gobierno de Bush. <BR><BR>Otra
explicación para calmar los temores la dio uno de los voceros de Ortega, el
diputado Edwin Castro, quien declaró que serían únicamente los nicaragüenses
conscientes los que se enrolarán en la fuerza militar del ALBA... <BR><BR>A
pesar de todas las explicaciones, las palabras de Ortega sobre el ejército del
ALBA han añadido, como ningunas antes, densos nublados en el horizonte. No hay
nada que más tema el pueblo nicaragüense que verse, o imaginarse, involucrado de
nuevo en una guerra. <BR><BR><STRONG>CON LÓGICA NEOLIBERAL</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Es justa la incertidumbre que provocan muchas de las
declaraciones de Ortega. ¿Son pura retórica? ¿Qué efecto tienen en la población?
¿Y alguien en los grupos de poder económico, nacionales o internacionales, le
cree al Presidente, toma en serio el furor de sus declaraciones? No lo parece.
<BR><BR>Conocen, por ejemplo, que su discurso antineoliberal está plenamente
desmentido por los hechos. Desde 1990 los grandes beneficiarios del limitado
crecimiento económico de Nicaragua han sido los grupos financieros y los grupos
económicos vinculados a la exportación y la importación. Esa lógica no ha sido
tocada por el gobierno de Ortega. Dirigentes del FSLN integran ya esos grupos y
están dedicados a consolidarse en ellos con las ventajas que el poder les
brindará en estos cinco años en el gobierno. <BR><BR>Hay optimistas que apuestan
a que en 2008 esa lógica económica comience a ser tocada por el gobierno del
FSLN, que proclama a diario en su propaganda que avanzamos frente al capitalismo
salvaje. ¿Habrá este año, por fin, una reforma tributaria justa, que reduzca la
inequidad de la actual y exija el pago de impuestos a quienes más ganan y más
tienen? <BR><BR><STRONG>DOS TEST PARA 2008</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El economista Néstor Avendaño lo ve así: “Dos test tiene
el gobernante para probar en su segundo año que quiere cambiar esa lógica
económica: reestructurar todas las deudas internas, todas con raíces ilícitas; y
asignar correctamente los recursos liberados de la condonación de la deuda
externa, que hasta ahora han ido a parar al pago de la deuda interna”. <BR><BR>Y
al comentar sobre la “renegociación” que el gobierno lleva adelante desde
octubre con los banqueros beneficiados con el pago de la deuda interna originada
por los bonos CENI, expresa decepción: “¿Se está haciendo una verdadera
reestructuración soberana o solamente están haciendo una “reingeniería
financiera”, como la que hizo Montealegre cuando era Ministro de Hacienda?” En
cualquier caso, lo más sospechoso y criticable de esta renegociación en marcha
es la falta de transparencia sobre los objetivos del gobierno en la operación.
Ortega no ha explicitado estos objetivos y todo se desarrolla en las bambalinas
del teatro, lugar de habituales e innumerables tramoyas.<BR><BR>Ya en su primer
año, el gobierno del FSLN -que se presenta como un gobierno revolucionario,
dentro y fuera, y que tenía en sus manos instrumentos para cambiar la lógica
económica- tuvo un primer test para probar su voluntad de cambiarla. Y no lo
hizo. El programa con el que ha comprometido a Nicaragua con el Fondo Monetario
Internacional para los próximos tres años -casi todo el resto del período de
Ortega- es no sólo más de lo mismo de lo que hubiera firmado el Presidente
Bolaños en concordancia con sus esquemas neoliberales. Es más de lo que el FMI
hubiera propuesto nunca.<BR><BR>Lo menos que se puede decir de ese programa es
que ha sido una oportunidad perdida para que un gobierno “diferente” propusiera
rumbos diferentes y obtuviera del FMI una flexibilidad diferente, a la que el
FMI estaba dispuesto por la frágil situación en la que hoy se encuentra esta
otrora poderosísima institucion financiera internacional.
<BR><BR><STRONG>¿RETÓRICA PARA QUIÉNES?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Qué sentido tiene el discurso revolucionarista de Daniel
Ortega? En la cancha internacional es obvio su afán de recuperar protagonismo
ante las izquierdas del mundo. Habla movido por una especie de rentismo:
pretende vivir de las rentas de lo que él fue en lo que fueron los
revolucionarios años 80, a pesar de que aquellos tesoros fueron dilapidados en
los años siguientes por un variado surtido de decisiones políticas, fallas
éticas y actos de corrupción, permitidos o protagonizados por él mismo.
<BR><BR>Cuando uno escucha en la cancha nacional muchos de los discursos
presidenciales no puede dejar de asombrarse de lo desconectados que están de la
realidad. Ortega encabeza un gobierno de minoría que tiene pretensiones de
mayoría. Sus palabras vehementes no están orientadas a sumar ni a lograr un
mínimo consenso nacional ni a proponer propuestas viables ni a conducir al país
con seriedad y realismo diciéndole la verdad. Sus palabras reducen el “pueblo” a
los danielistas y el “poder ciudadano” a la lealtad de quienes lo siguen a él.
Para colmo, todo lo que sucede es “gracias a Dios”, todo lo que propone es “si
Dios quiere” y todo lo que decide es porque “Dios así lo quiere”... Cargadas de
tanta ambigüedad, el objetivo de esas palabras ardorosas, y adobadas de
religión, no parece ser otro que mantener cohesionada a la base electoral del
FSLN e ilusionarla con palabras, mensajes y símbolos que evoquen en sus mentes
lo que un día fue un apasionante movimiento revolucionario. <BR><BR>¿Lo
consigue, tienen credibilidad sus discursos entre sus votantes, entre sus
simpatizantes? Ortega ganó con un 38% del electorado nacional. Según una
encuesta realizada en Managua el 15-16 de diciembre de 2007 por la firma Datexco
SA, auspiciada por el Instituto Republicano Internacional, sólo el 21.4% de los
entrevistados afirma que Ortega va “por buen camino”. Entre quienes votaron por
Ortega, el 17.9% “no está satisfecho con lo que ha hecho hasta ahora”. En otra
encuesta de finales de diciembre de la empresa M&R, evaluando el primer año
de gobierno del FSLN, sólo el 32% de los entrevistados se declaró sandinista. De
ellos, el 33.3% afirmó que apoyaba a Ortega “con reservas” y el 14% dijo que no
lo apoyaba. <BR><BR><STRONG>CPC: A CUALQUIER COSTO</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Para aglutinar organizadamente a su dispersa base social
y ampliar su caudal electoral en este año de elecciones municipales, el FSLN
lanzó, casi al iniciar su gobierno, el proyecto de los Consejos del Poder
Ciudadano (CPC), estructuras barriales, comarcales y municipales que serían los
espacios de la democracia “directa”. <BR><BR>Su dirección, centralizada en el
gobierno y en la esposa de Daniel Ortega; su organización hecha en torno a
conocidos y no siempre prestigiados dirigentes del partido FSLN en barrios,
comarcas y municipios; su vocación de competir, sustituir o rivalizar con otros
espacios de participación comunitaria y social usando recursos públicos, con la
tradicional receta clientelismo+asistencialismo, desataron una justificada
polémica. La tenacidad de la pareja gobernante para imponer los CPC, desafiando
cualquier obstáculo legal o institucional, demostró el valor estratégico que
ambos dan a estas estructuras, conocedores ambos del actual deterioro del FSLN.
<BR><BR>La crisis político-institucional -que escaló en diciembre para
prolongarse en enero- fue provocada por el empeño gubernamental en establecer a
toda costa, contra todo viento y contra todas las mareas, los CPC. <BR><BR>Con
un alto costo político, al revelarse aún más claramente su voluntad autoritaria,
Ortega ganó la partida: los CPC quedaron definitivamente legalizados.
Legitimarse ante la población y entre ella es ahora su reto. De momento, el
número de sus afiliados parece ser bastante menor de aquel millón de personas
que su coordinadora, Rosario Murillo, anunció en julio. <BR><BR>No existen
cifras y una encuesta nacional realizada por la empresa M&R (26-30
diciembre) mostró que sólo el 16.4% de quienes se consideran bases del FSLN
participan en los CPC. Del total de encuestados, el 88.7% dijo que no pertenecía
y sólo el 8.6% que sí. A la pregunta de “si en el futuro” estaría dispuesto a
integrarse, un 19.2% dijo que sí, el 73.7% dijo abiertamente que no, y el 7.1%
prefirió no opinar. ¿Miedo? Hay informaciones que confirman que el empeño del
gobierno de imponer a cualquier costo los CPC tiene su reflejo en los
territorios, donde los CPC buscan imponerse sobre las alcaldías no sandinistas,
las organizaciones sociales y la población. <BR><BR><STRONG>¿QUÉ
PARTICIPACIÓN?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La crisis provocada para imponer los CPC fue una
embestida del Ejecutivo contra el Legislativo. En septiembre, el Presidente
Ortega había vetado las limitaciones que una mayoría parlamentaria le puso a sus
CPC, estableciendo que estas estructuras no podrían ser parte del Ejecutivo ni
ejecutarían programas del gobierno ni manejarían recursos públicos, sino que
debían limitarse a ser estructuras partidarias. El 13 de noviembre, los 52
diputados del en ese momento estrenado Bloque contra la Dictadura rechazaron el
veto presidencial y ordenaron publicar la Ley 630, que establecía límites a los
CPC.<BR><BR>Y como tras la polémica sobre los CPC está también una correcta
interpretación de la “participación ciudadana”, la Ley 630 explicitaba: El
derecho de participación ciudadana se ejercerá bajo los principios de
pluralidad, voluntariedad, equidad y universalidad, sin privilegios de ninguna
índole, subsidios o ventajas para ninguna organización. <BR><BR>Y teniendo en
cuenta la animadversión expresada por el gobierno de Ortega contra otras formas
de participación y contra las organizaciones sociales que lo cuestionan, decía
también la Ley 630: El Poder Ejecutivo facilitará una interacción fluida con la
Sociedad Civil organizada, atendiendo por igual y sin discriminación a todas las
organizaciones ciudadanas interesadas en la participación. <BR><BR><STRONG>DÍAS
DE INSÓLITOS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El mismo día en que los legisladores rechazaron el veto,
el coordinador de los CPC de Managua y otros miembros de CPC presentaron varios
recursos de amparo contra la Ley 630 y, en tiempo récord, un tribunal sandinista
ordenó al Legislativo no publicar la Ley 630. En complicidad con el Ejecutivo,
el Poder Judicial le daba así un golpe de Estado técnico al Legislativo al
violentar su autonomía para legislar y al ordenarle paralizar el proceso de
formación de la ley. Jurídicamente, algo insólito. Políticamente algo ya normal.
<BR><BR>Airado, Ortega aplaudió lo actuado por el tribunal y amenazó con
gobernar por decreto. Y de hecho lo hizo: el 29 de noviembre emitió dos
decretos. Uno legalizando los CPC, ya no en el ámbito del Ejecutivo sino en el
del CONPES, máxima instancia constitucional de consulta del gobierno con la
sociedad civil. El otro, entregando la dirección del CONPES a su esposa. Así, la
coordinadora de los CPC dirigirá desde el Ejecutivo la instancia de consulta del
Ejecutivo con los CPC. Como concentración de poder, algo insólito.
<BR><BR><STRONG>CRISIS EN ESCALADA</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Las jugadas jurídico-legales del Ejecutivo cohesionaron a
los 52 diputados opositores, que se negaron a volver a sesionar en el Parlamento
hasta que el Presidente del Legislativo, el diputado del FSLN René Núñez,
publicara la Ley 630. <BR><BR>La escalada de los insólitos continuó. Después de
dos semanas de parálisis en el Parlamento, el 5 de diciembre, en la mera víspera
de que por fin Núñez iba a cumplir con su obligación de publicar la Ley 630,
tres magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia se reunieron, en
horas de la noche y con un procedimiento anómalo, para emitir una resolución
declarando inconstitucional la Ley 630 por restarle facultades al Presidente, y
restituyendo a los CPC su carácter de órganos del Poder Ejecutivo. <BR><BR>La
resolución incluía también la declaración de la constitucionalidad del
nombramiento de Rosario Murillo como directiva del CONPES, obviando la
prohibición legal de nepotismo y la de tener más de un cargo en el
Estado.<BR><BR>Hacía mucho tiempo que no se escuchaba una tan airada protesta de
los magistrados del PLC en la Corte Suprema, que no fueron ni siquiera
informados de la resolución cocinada por sus colegas en la noche. “Golpe de
Estado”: así calificaron los magistrados alemanistas la resolución, que provocó
mayor cohesión entre los 52 diputados del “bloque”. No reconocerían el fallo
judicial y se declararon en huelga: no volverían al Parlamento, no aprobarían el
Presupuesto 2008 y recortarían en él lo asignado a programas politiqueros que
son manejados como proyectos prebendarios y personalistas del partido
orteguista, calificando así los programas Hambre Cero, Usura Cero y otros, que
ya estaban administrando los CPC. Los diputados opositores alertaron a la OEA
sobre lo que ocurría. Cansada debe estar la OEA de las continuas crisis
institucionales de Nicaragua.<BR><BR><STRONG>DÍAS DE COHETERÍA</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El 7 de diciembre, fiesta nacional por la arraigada
fiesta católica de la Purísima, estallaron más cohetes de crisis a la par de la
tradicional cohetería en barrios y altares. <BR><BR>Varios diputados dieron a
conocer entretelones de cómo había surgido la resolución de la Corte. Informaron
de las palabras con las que el magistrado sandinista de la Corte, Rafael Solís,
se habría expresado para sacarla adelante a cualquier costo: “Si esto se va a
descachimbar, que se descachimbe. De todos modos ya tenemos el Ejecutivo. Si hay
que cerrar la Asamblea la vamos a cerrar, pero aquí los CPC van, porque es la
voluntad de Daniel, así tengamos que pasar encima de la Asamblea, del Poder
Judicial y de quien sea necesario. A nosotros nos vale un pito la ley, con ella
nos limpiamos”. <BR><BR>Todo lo que se veía en el escenario, y se sospechaba de
lo que ocurría en las bambalinas, indicaba una importante fisura en las
relaciones pactadas entre Daniel Ortega y Arnoldo Alemán. Y es que los diputados
del PLC venían participando en la “rebelión” contra los CPC, también habían
exigido la publicación de la Ley 630, y además, y muy crucial, se acababa el año
sin que los votos del PLC le aprobaran a Ortega nuevas reformas constitucionales
que le permitieran la reelección. <BR><BR>En represalia, en medio de los
cohetes, se supo que Alemán había sido advertido de que pasaría la Navidad en la
cárcel. Preocupados por la suerte de su máximo líder, los diputados del PLC
comenzaron a ceder y, a la par, a elaborar un proyecto de amnistía para
liberarlo de su condición de reo y de rehén de Ortega.<BR><BR><STRONG>DÍAS MALOS
PARA ALEMÁN</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Grande la fisura, tenía que seguir la crisis. Sin guardar
ningún disimulo, en el mismo día en que el Legislativo se disponía a desconocer
la resolución de la Corte Suprema y para frenar esa amnistía -con la que Alemán
quedaría perdonado como reo y dejaría de ser rehén- y para amedrentarlo y
forzarlo a convencer a sus diputados a plegarse a los intereses de Ortega, el 12
de diciembre dos magistradas sandinistas de un tribunal de Managua anunciaron
que tenían ya una decisión sobre la apelación presentada por Alemán a la
sentencia que en primera instancia lo condenó (diciembre 2002) a veinte años por
lavado de dinero, fraude al Estado, malversación de caudales públicos y
asociación para delinquir. <BR><BR>Al conocer los liberales que fallarían por
fin, ratificándola, esa famosa sentencia, corrió el rumor de que Alemán había
pedido asilo en alguna embajada. Dijo después su vocero que había pasado “a la
clandestinidad”.<BR><BR>Realmente, Alemán nunca salió de su hacienda y estaba
allí cuando el 13 de diciembre se le notificó la ratificación de su condena y se
le suspendió el régimen de convivencia familiar con que una juez le había
permitido desde hacía meses recorrer libremente todo el país. Quedaba confinado
de nuevo en su hacienda. Se le notificó también ese día la resolución del juicio
que tiene pendiente en Panamá por blanqueo de dinero, notificación engavetada
desidiosamente durante meses por la Corte Suprema y la Fiscalía y que incluye a
su esposa y a su suegro. <BR><BR><STRONG>DÍAS NAVIDEÑOS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Tan impúdico todo, tan entrelazadas las “coincidencias”,
tan organizado desde el despacho de Ortega el engranaje “jurídico”, que el
ex-presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alejandro Serrano Caldera afirmó
que pocas veces se degradó tanto el Estado de Derecho, frase significativa
después de tantas degradaciones previas. <BR><BR>Al ver caer en desgracia a
Alemán, el alemanismo que pervive en el PLC -aun cuando Alemán no controle ya
plenamente todas las decisiones de una mitad de sus diputados- comenzó a ceder
para salvar a su líder. Se acercaban ya las vacaciones de Navidad, tiempos
siempre propicios en Nicaragua para las negociaciones políticas al ritmo de
villancicos y tragos…<BR><BR>El Parlamento cerró sus sesiones el 16 de diciembre
sin la presencia de los 52 diputados del Bloque contra la Dictadura. Sólo
asistieron los 38 diputados del FSLN, un diputado flotante, algunos
representantes del gobierno y sólo dos representantes del cuerpo diplomático. No
quedó aprobado el Presupuesto, como establece la ley, y la tensión institucional
continuó. <BR><BR>La “salida” que comenzó a explorarse fue una reforma a la Ley
de Amparo, que prohibiera el “control previo” del Poder Judicial sobre el Poder
Legislativo: que estableciera que ningún recurso de amparo puede frenar en
ningún caso el proceso de elaboración de ninguna ley, desde su debate hasta su
publicación y entrada en vigencia. <BR><BR>El espíritu negociador navideño
funcionó. El 11 de enero, Alemán fue “salvado”. Recibió nuevamente el beneficio
de la convivencia familiar, lo que le permite tener de nuevo el “país por
cárcel” y moverse libremente donde quiera para participar en las actividades
políticas que él desee. La decisión fue tomada “por la estabilidad del país”.
<BR><BR><STRONG>DÍAS DE PACTO Y DE SHOW “LEGAL”</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El día anterior se conoció la verdadera razón: Alemán
había cedido y había logrado hacer ceder a sus ocho magistrados en la Corte
Suprema, que se sumaron a los ocho magistrados sandinistas para firmar varias
resoluciones de la Corte en pleno: los CPC eran legales, los recursos de amparo
podían frenar el proceso de cualquier ley, y se cancelaban las reformas
constitucionales congeladas por la Ley Marco. <BR><BR>La divulgación de estas
tres resoluciones pactadas se hizo en un divertido “reality show”, cuando un
funcionario de la Corte interrumpió el “informe” que Ortega brindaba a la
Asamblea Nacional el 10 de enero para entregárselas en mano. Fingiendo sorpresa,
el mandatario abrió el sobre y las leyó: todo legal... <BR><BR>La Ley Marco
había congelado las reformas constitucionales diseñadas por Ortega y Alemán en
2005 para restarle poderes al Presidente Bolaños y socavar su gobierno.
<BR><BR>Como Ortega no quiere que nadie le reste nada, y más bien él socava las
instituciones, la resolución pactada entre los magistrados del FSLN y del PLC
dejaron sólo en pie de esas reformas una única disposición: los nombramientos de
ministros, viceministros y embajadores deberán ser ratificados por los
legisladores. <BR><BR>Esto le deja a Ortega un suculento espacio de negociación
política al interior del Legislativo. Tener, sobre todo, el cargo de embajador
es un sueño endémico de la mayoría de los políticos: como la patria es pequeña,
uno grande se sueña… <BR><BR><STRONG>EL BLOQUE SE DESMORONA</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Los diputados del Bloque decidieron aceptar todo lo
resuelto por la Corte, menos el control previo. Siguieron insistiendo en
reformar la ley de amparo para evitar que los tribunales puedan frenar cuando
quieran las leyes que elaboran. Ortega tuvo que ceder en esto. El 24 de enero,
con el voto de 80 diputados, quedó reformada la ley de amparo para restaurar el
“balance de poderes”. <BR><BR>Valía la pena ceder: durante el largo período
negociador pre y post navideño que duró la crisis, el FSLN logró todo lo que
quería. Y también hizo tambalear el bloque de los 52 diputados, atrayéndose a
siete, ocho, ¿diez? de ellos, quienes jugarán el formal papel de “bisagra” y el
teatral papel de “independientes”. <BR><BR>Convirtiéndose en “necesarios” al
FSLN para conseguir una mayoría de 48 votos, los que son necesarios para aprobar
cualquier ley ordinaria y cualquier nombramiento, estos diputados “multiusos”
estarán a la orden para halagos, sobornos y propuestas. “A menos conciencia y
dignidad, mayores posibilidades de que se desmorone el bloque”: así se expresó
poco antes de que surgiera la “bisagra” Víctor Hugo Tinoco, del Movimiento
Renovador Sandinista, uno de los tres únicos diputados sandinistas entre los 52
diputados del Bloque. <BR><BR><STRONG>CRISIS DESTRABADA, PAÍS
TRABADO</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Una vez más, una más de las crisis institucionales se
destrabó. Hasta que estalle la próxima. La crisis destrabada dejó a Ortega como
ganador neto y mostró una vez más que es el país el que está “trabado”. Y esta
trabazón no tiene solución en el corto plazo porque está enraizada no en el país
legal sino en el país real, en la cultura de los políticos y en la cultura
política interiorizada por la población. <BR><BR>También en la cultura
religiosa. Son cada vez más abundantes en templos y encuentros religiosos,
mensajes como éste, escuchado textualmente en boca de un pastor en un canal de
noticias: “En vez de criticar al gobierno, hay que pedirle a Dios que le dé
sabiduría al Presidente. Ya Dios lo puso, ahora, como ciudadanos cristianos,
sólo tenemos que orar para que sea un buen gobernante. Haciendo esto, Nicaragua
será bendecida y nunca veremos a Nicaragua en malas situaciones”.
<BR><BR>Estamos trabados. Institucionalmente. También religiosamente.
<BR><BR><STRONG>UN DIAGNÓSTICO CERTERO: JUDICIALIZACIÓN DE LA
POLÍTICA</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Durante esta última crisis, el Poder Judicial se exhibió
como un árbitro totalmente partidarizado, fallando primeramente a favor de los
intereses de Ortega, para terminar fallando para que Alemán se salvara de la
cárcel. Fue un caso extremo de esa enfermedad que padece nuestro país y que ha
sido diagnosticada con el nombre de “judicialización de la política”. <BR><BR>La
crisis reveló que, aunque el pacto de Alemán con Ortega está en problemas, sigue
vigente como recurso de chantaje para que Ortega consiga los votos que no logra
con su minoría parlamentaria. <BR><BR>Reveló claramente el control que Ortega
tiene sobre el Poder Judicial, su voluntad de seguir haciendo del reo Alemán su
rehén y la decisión de Alemán de seguirlo siendo, a causa del terror que le
produce la posibilidad de verse encerrado en una cárcel. El destrabe de la
crisis fue también un jaque, casi mate, a esa ambigua alianza, que se llamó
Bloque contra la Dictadura, usada en gran medida por el PLC para negociar mejor
con el FSLN. <BR><BR><STRONG>NUMERITOS CAMBIAN</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El escalamiento de la crisis demostró que el principal
obstáculo que tiene hoy Daniel Ortega para llevar adelante su proyecto
autoritario -¿su dictadura?, al menos su “dictadura institucional”- está todavía
en un muy ambiguo Legislativo. No lo controla totalmente: tiene una minoría de
diputados (38 + 3-4 flotantes sobre un total de 92). Y como Alemán ha perdido
control sobre los 25 diputados del PLC -el deterioro del liderazgo de Alemán y
la rebelión en la granja liberal son evidentes-, el pacto no funciona a todo gas
en el Legislativo, como sucedió en los últimos años. <BR><BR>Empezará entonces a
funcionar ahora desde la Corte Suprema de Justicia, donde los ocho magistrados
liberales demostraron que siguen siendo fieles a Alemán. Y en donde está
pendiente para este año la elección de nuevos magistrados y la eventual
reelección de algunos. <BR><BR>Las elecciones municipales de noviembre tendrán
la característica de ser también un referéndum sobre la gestión de Ortega cuando
ya hayan transcurrido dos años de su gobierno. ¿Qué nublados despejarán o
surgirán con los resultados electorales? El tendido electoral del FSLN se
mantiene intacto. En la oposición, la crisis en el PLC (entre los más y los
menos leales a Alemán y a sus intereses) y la fragmentación en la ALN (entre los
“vamos con Eduardo” y los no vamos con él y entre los conservadores, que
rechazan la firmada unidad liberal para las municipales porque incluye a Alemán)
le abren más posibilidades al MRS. <BR><BR><STRONG>¿EL FUTURO DE
ALEMÁN?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cuál será el futuro político de Alemán? Los intereses
del PLC ya no coinciden exactamente con los suyos, porque este reo prioriza,
sobre cualquier estrategia política, su libertad. Como reo y como rehén
demuestra ser, una y otra vez, un pesado factor de división en las filas
liberales. Verlo continuamente ir y venir en manos de Ortega, su carcelero, ha
debilitado su liderazgo entre las bases liberales, muchas de las cuales hicieron
del antisandinismo señal de identidad partidaria. <BR><BR>En este último
episodio de crisis, los tribunales sandinistas se ocuparon de hacerle a Alemán
más complicado de abrir el cerrojo de su prisión: no sólo ratificaron su condena
a 20 años por lavado de dinero, sino que independizaron cada uno de sus otros
delitos contra el Estado, sumando la condena que tiene ahora, por cada uno de
ellos, 25 años más de cárcel. 45 en total. <BR><BR>Pero aun cargando esas
condenas, Alemán siempre estará libre. En un año electoral, circulando
libremente por todo el país es funcional a lo que es central en la estrategia
electoral del FSLN: partir en dos a los liberales, los del PLC y los de la ALN
que dirige Montealegre. <BR><BR>Por eso y para eso Alemán quedó libre. Por eso,
aun cuando todavía estaba recluido legalmente en su hacienda, el 9 de enero,
Ortega le concedió libertad para acudir a la firma de la unidad electoral
-lograda tras muchos obstáculos y aún frágil- entre el PLC y la ALN,
sorprendiendo a toda la concurrencia. A Montealegre no le quedó más remedio que
abrazar a Alemán, después de haberse negado reiteradamente a aparecer siquiera
cercano a él. Si Montealegre se lanza como candidato a alcalde de Managua no
sería extraño que Alemán se le presentara de improviso en cualquiera de sus
actos de campaña para ponerlo en aprietos.<BR><BR><STRONG>¿DÍAS DE
AMNISTÍA?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Se podrá candidatear Montealegre? No le conviene al
FSLN. Sacar de esa candidatura y del juego político a Montealegre y seguir
metiendo en el juego a Alemán es la táctica que Ortega priorizará. <BR><BR>En
enero, la maquinaria legal-institucional se lanzó contra Eduardo Montealegre,
adjudicándole, por las decisiones que tomó cuando fue Ministro de Hacienda del
gobierno de Bolaños, toda la responsabilidad en el escandaloso caso de los bonos
CENI, que enriquecieron a unos pocos y han significado un costo enorme para los
recursos públicos. <BR><BR>Se le levantó con trámite de urgencia el sigilo
bancario a él y a su esposa, se le sometió a varios y prolongados
interrogatorios en la Procuraduría y en la Fiscalía y se le mantiene un juicio
pendiente. La dirección de ingresos lo declaró “evasor fiscal”, cobrándole 25
millones de córdobas por impuestos no pagados en los últimos cuatro años. Y la
propaganda del gobierno lanza cuñas radiales señalando a Montealegre como el
responsable “del robo más espectacular de los últimos 30 años”. <BR><BR>La
estrategia pre-electoral del FSLN, pro-Alemán y vs. Montealegre, buscará
torpedear de todas las formas posibles la unidad electoral de los liberales
firmada el 9 de enero, unidad llena aún de ambigüedades por las desconfianzas
mutuas. La “salida” que ven muchos es una ley de amnistía que favorezca tanto a
Alemán como a Montealegre. Esto despojaría a Ortega de una de sus más
importantes piezas de chantaje sobre sus adversarios liberales. Y no sin
lamentarlo, hay que reconocer que despejaría algunos de los nublados
-nubarrones- del deprimente, ambiguo e incierto celaje político que nos cobija.
<BR><BR><STRONG>¿LO PERMITIREMOS?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El panorama político y económico es tan ambiguo tan
incierto, que no parece que pueda servir de freno a la voluntad autoritaria y
sectaria del Presidente Ortega, a su tendencia a gobernar desde una dictadura
institucional, judicializando la política y politizando la justicia.
<BR><BR>¿Permitirá el pueblo nicaragüense, absorbido mayoritariamente por la
supervivencia diaria y decepcionado, y por eso pasivo, ante la participación
política, que esta voluntad y estas tendencias se consoliden? <BR><BR>Las
ambigüedades de la oposición política no garantizan que actúe como un bloque. La
oposición parlamentaria no tiene credibilidad entre la población. El PLC está
aún muy ligado emocionalmente al socio y rehén de Ortega, el ex-Presidente
Alemán. Las buenas relaciones de Ortega con la gran empresa privada hacen
susceptible a la ALN a entenderse con el gobernante. La ALN está atravesando,
además, por un proceso de fragmentación. Y el MRS, que marca algunas
diferencias, apenas está creciendo, y no sin grandes dificultades.
<BR><BR><STRONG>CUANDO OCURRA ESTE “MILAGRO”</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando la “oposición” al autoritarismo y a la corrupción,
al ejercicio del poder como exclusión e imposición, no sea sólo contra el
gobierno, ni contra “este” gobierno, cuando se fragüe y empiece a vivir en los
hogares, en las escuelas, en las oficinas y centros de trabajo, también en las
iglesias, cuando esa oposición esté basada en una transformación de la cultura
política y renunciemos al cortoplacismo y al yoquepierdismo y nos hagamos
responsables de nuestras vidas y de nuestra historia habrá menos nublados. Menos
que los de estos días. ¿Qué podría producir este “milagro”? </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor):</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>