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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><FONT
size=5><EM><U>correspondencia de prensa - boletín
solidario</U></EM></FONT> <BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda
Radical</FONT><BR>Edición internacional del Colectivo Militante<BR><U>18 de
marzo 2008</U><BR>Redacción y suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Colombia </FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Entrevista a
Luiz Alberto Moniz Bandeira, politólogo e historiador brasilero<BR><BR>"América
del Sur está inestable: no se sabe cómo evolucionará Colombia"<BR><BR>Con
cincuenta años de guerra civil, gran dependencia de EE.UU. y una economía negra
mucho mayor que la legal, Colombia es hoy factor de desequilibrio regional. Con
Cuba pueden hacerse pronósticos mejores.</FONT> <BR><BR></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Eleonora Gosman
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Clarín.
16-3-08</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.clarin.com/"><STRONG>http://www.clarin.com/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><BR>El brasileño Luiz Alberto Moniz Bandeira es
reconocido hoy como uno de los mayores historiadores sudamericanos. Es doctor en
Ciencias Políticas por la Universidad de San Pablo. Fue profesor de política
exterior en la Universidad de Brasilia y consejero del ex presidente Joao
Goulart y del ex gobernador Leonel Brizola, con quien fundó el Partido
Democrático Trabalhista. Estuvo preso en los 60 y 70 durante la última
dictadura. Retirado de la cátedra en 1995, fue destinado como diplomático a
Alemania y escribe e investiga en la Universidad de Heidelberg.<BR><BR>A la luz
de sus libros -donde desmenuza las relaciones de Brasil y Argentina con Estados
Unidos, y la visión "sudamericanista" de Brasil, que históricamente vio el
continente como su "área de influencia" y el Amazonas como eje de las hipótesis
de conflicto de las Fuerzas Armadas brasileñas- se llegan a entender las
complicaciones que representa el reciente conflicto de Colombia con Ecuador y
Venezuela.<BR><BR>Moniz Bandeira no se hace ilusiones: no ve que esté resuelto.
Su última publicación, Cuba de Martí a Fidel, muestra optimismo respecto de los
recientes cambios en la isla. Para él, el gobierno de Raúl Castro iniciará una
rápida apertura económica con gran aproximación a Brasil y al Mercosur. Marca
también como un dato histórico notable el papel de la guerra de Malvinas en el
cambio de la relaciones entre Brasil y Estados Unidos.<BR><BR><STRONG>Las
Fuerzas Armadas brasileñas modificaron hace años sus hipótesis de guerra. Ahora
estarían centradas en la Amazonia...</STRONG> <BR><BR>Hasta la guerra de
Malvinas, las hipótesis de guerra del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas
brasileñas eran las guerras internas o de guerrilla; los conflictos regionales,
con uno u otro país de América del Sur (la Argentina entre los principales); las
guerras en otro continente, donde Brasil debería enviar contingentes, como en la
República Dominicana en 1965; y, finalmente, la posibilidad de ataque de países
comunistas y una conflagración generalizada. Desde la guerra de Malvinas, la
hipótesis de guerra con los Estados Unidos se tornó objeto de estudio en las
Fuerzas Armadas. El entonces ministro de la Aeronáutica del gobierno del
presidente Joao Figueiredo, el brigadier Délio Jardim de Matos, admitió en 1982
que el conflicto en el Atlántico Sur introdujo una nueva hipótesis de guerra no
prevista hasta aquel momento. Se trataba de "un conflicto que involucrara a
Brasil y un país del bloque occidental, situado en el hemisferio norte, mucho
más poderoso económica y militarmente, debiendo Brasil en tal situación contar
con sus propios recursos". Por lo tanto, la defensa de la Amazonia es
fundamental para las Fuerzas Armadas brasileñas. Cualquier tentativa de invasión
y ocupación por una potencia extranjera constituye un casus
belli.<BR><BR><STRONG>¿Usted cree que se cerraron las heridas del reciente
conflicto entre Colombia, Ecuador y Venezuela? ¿Cómo puede afectar a la
integración de América del Sur?</STRONG><BR><BR>La crisis tiene causas diversas
y complejas. Y pese al acuerdo, el problema no fue y no será resuelto porque no
interesa en Colombia, y mucho menos al presidente Álvaro Uribe, acabar con la
guerra civil que dura hace más de 50 años bajo la forma de guerrillas. «él y la
elite colombiana ganan con los recursos que les proveen Estados Unidos, que a su
vez gana con la venta de material bélico y con la presencia y asistencia militar
en defensa de los oleoductos. Colombia es el tercer mayor exportador
latinoamericano de petróleo para los Estados Unidos, debajo de Venezuela y
México, y ocupa el sexto lugar en el ránking mundial. Por eso, son varios los
intereses que hay en la situación de Colombia, y a veces son contradictorios;
involucran a toda la sociedad colombiana y el tráfico de droga. La economía
negra en Colombia es mucho mayor que la economía legal.<BR><BR><STRONG>¿No
podría ocurrir que la acción colombiana en Ecuador fuera por una circunstacia
puntual, como por ejemplo impedir la liberación de Ingrid Betancourt? ¿Teme un
cambio de la política exterior norteamericana respecto de América del
Sur?</STRONG><BR><BR>Todo indica que el presidente Álvaro Uribe ordenó la
invasión del Ecuador para matar a los guerrilleros, porque también le interesaba
al presidente George W. Bush obstaculizar la política del presidente de Francia,
Nicolas Sarkozy, con respecto a América del Sur. Es evidente que no hizo esta
acción sin el aval de Estados Unidos. Por otra parte, con la liberación de los
rehenes, incluso de Ingrid Betancourt, el presidente Hugo Chávez podría
beneficiarse en la medida en que se presenta como mediador. Al presidente Uribe
no le interesa ningún acuerdo humanitario por los motivos que le enumeré. En
cuanto a la política de Estados Unidos, ésta sigue igual; con una variación
solamente en el énfasis que el presidente George Bush da a lo que llama guerra
contra el terrorismo. No le interesa ningún acuerdo humanitario ni la
pacificación con las FARC. Le interesa su aplastamiento por causa de los ataques
que los guerrilleros hacen a los oleoductos y que en los últimos diez años
causaron pérdidas de cerca de 1 billón de dólares. Entre 1999 y 2000, el
presidente Bill Clinton fue presionado para invadir Colombia, pero él pretendía
contar con la participación de los países vecinos. Estados Unidos daría el apoyo
aéreo y de los barcos de guerra en el litoral. Pero no encontró el respaldo de
Brasil, Venezuela y Panamá. Y desistió tanto por eso como por la oposición que
había dentro de su gobierno. <BR><BR><STRONG>¿Cómo ve entonces la evolución
colombiana si no hay perspectivas de pacificación?</STRONG> <BR><BR>La situación
tanto en América del Sur como en el mundo es inestable, está en rápida mutación
y no se puede prever cómo será la evolución de la crisis en Colombia. Hay en ese
país 4 millones de personas desplazadas, miles y miles de muertos y
desaparecidos. No veo una posibilidad de una pacificación que incluya a las
FARC, porque éstas son virtualmente un Estado dentro de Colombia, donde
predominan en más del 30% de su territorio.<BR><BR><STRONG>En ese contexto, el
gobierno de Lula impulsa ahora la Junta de Defensa Sudamericana; una iniciativa
que cuenta con el consenso del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Es
viable?</STRONG> <BR><BR>Creo que sí. Esto ahora depende más de Argentina. Si la
presidente Cristina Fernández de Kirchner acepta, podrá constituirse el Consejo,
aunque no entre un país como Colombia, bastante dependiente de la financiación
de Estados Unidos.<BR><BR><STRONG>Sin un proceso de pacificación en Colombia,
¿usted cree que eso puede amenazar el Amazonas brasileño?</STRONG>
<BR><BR>Primero, no creo que un proceso de pacificación pueda evitar la
permanente presencia militar en la Amazonia. Por diversos motivos a Estados
Unidos le interesa mantenerla. Hay petróleo y biodiversidad. Además, el
militarismo es un proceso de acumulación de capital y los Estados Unidos
necesitan de la guerra o, por lo menos, de avivar la amenaza de guerra para
mantener su economía, actualmente basada en gran medida en la industria bélica.
<BR><BR><STRONG>Usted hizo mención a una suerte de "simbiosis" entre el Estado y
la industria bélica en Estados Unidos. ¿Cómo se expresaría esa situación en un
eventual futuro gobierno demócrata? ¿Cuáles serían los nuevos grupos en el
poder?</STRONG><BR><BR>Lo que puede llevar a Estados Unidos a retroceder en su
expansión militar es la crisis económica, como consecuencia de la combinación
del déficit comercial con el déficit fiscal, que cada vez se agrava más y para
el cual el militarismo contribuye fundamentalmente. A pesar de las dimensiones y
diferencias, la situación de los Estados Unidos, con estos dos problemas
-déficit fiscal y de balanza comercial- es similar a la que llevó a la Argentina
al colapso en 2001-2002. En mi libro La formación del Imperio Americano
justamente busco entender ese fenómeno, porque la mejor forma de comprenderlo es
saber cómo empezó. Sin embargo, para resumir lo que pienso sobre la política de
un eventual gobierno demócrata, voy a reproducir lo que dijo el ex jefe de
Estado de Alemania, el socialdemócrata Helmut Schmidt, en una entrevista a la
televisión alemana: "Quien lea los discursos de Hillary Clinton, quien lea los
discursos de Barack Obama, quien lea los discursos de John McCain verá que todos
ellos dicen la misma cosa". Lo que los Estados Unidos necesitan comprender es
que no se puede exportar e imponer democracia a ningún país por medio de las
armas.<BR><BR><STRONG>Aun así, ¿un próximo gobierno de Estados Unidos no
buscaría soluciones más diplomáticas? ¿Cómo puede influir eso en América del
Sur?</STRONG><BR><BR>Los Estados Unidos son un país muy complejo, contradictorio
y no creo en cambios esenciales. Sus intereses económicos, políticos y
geopolíticos son inmensos y condicionan la política de cualquier gobierno, sea
demócrata o republicano. Un presidente de la república no hace lo que quiere o
lo que promete. Hace lo que puede, lo que se le permite, dentro de las
limitaciones de las relaciones reales de poder, que son las relaciones
económicas, sociales y políticas. Pero la economía de Estados Unidos está en
franca declinación. La crisis en que se debate es muy profunda y sus
consecuencias afectarán a todo el mundo, porque el sistema capitalista es un
sistema mundial.</DIV>
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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT color=#800000 size=3><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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