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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><FONT
size=5><EM><U>correspondencia de prensa - boletín
solidario</U></EM></FONT> <BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda
Radical</FONT><BR>Edición internacional del Colectivo Militante<BR><U>23 de
marzo 2008</U><BR>Redacción y suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Capitalismo<BR><BR>Crisis económica
mundial con epicentro en Wall Street</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>De mal en peor<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Claudio Testa<BR>Socialismo o Barbarie</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.socialismo-o-barbarie.org/"><STRONG>http://www.socialismo-o-barbarie.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las primeras semanas de marzo registraron un nuevo
escalón en la crisis económico–financiera con eje en EEUU, pero que se proyecta
a todo el mundo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Recordemos que esta crisis, después de un largo proceso
de incubación, estalló a mediados del año pasado con el derrumbe del mercado
hipotecario estadounidense, colmado de títulos basados en hipotecas de cobro
dudoso. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Como advertimos en ese momento (SoB 108, 17–8–07) y en la
revista Socialismo o Barbarie Nº 21, la cosa no terminaría allí. Era la punta
del iceberg de problemas mucho más graves, que se relacionan con los llamados
“desbalances de la economía mundial”, y que en última instancia ponen en
cuestión la actual estructura del mercado capitalista mundial, que emergió de la
Segunda Guerra con EEUU como centro de la economía, el comercio y las finanzas.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>La primera convulsión del año pasado pudo ser contenida
por la intervención billonaria de los bancos centrales de EEUU, la Unión
Europea, Japón y otros países. Cientos de miles de millones de dólares se
volcaron a préstamos de urgencia para sostener directamente a los bancos
tambaleantes e indirectamente a otras entidades financieras y empresas. Así
evitaron, en ese momento, un derrumbe de las bolsas y los mercados financieros
al estilo de 1929.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, “la procesión siguió por dentro”. Y en los
últimos días los temblores han sido más graves que los del año pasado. El
epicentro de este último terremoto fue el derrumbe del Bears Stearns, el quinto
banco de inversión de EEUU, con más de 80 años de trayectoria.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hace apenas un año, la acción de este banco se cotizaba a
170 dólares. Ahora, al borde del abismo, fue comprado a 2 dólares la acción por
el JP Morgan Chase, a instancias del banco central de EEUU (Federal Reserve),
para poner sordina a las repercusiones que hubiera tenido la abierta bancarrota
del Bears Stearns. <BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Una crisis de múltiples dimensiones</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Las corridas y estallidos financieros como el de este mes
tienen ciertos efectos engañosos. Aparecen para el “gran público” con bombos y
platillos en las pantallas de TV y la primera plana de los diarios. Pero a los
pocos días, agotada esa pirotecnia, todo aparenta volver a la “normalidad”. A lo
sumo se informa al mundo que un ángel salvador (en este caso Ben Bernanke,
titular de la Federal Reserve) evitó –por esta vez– el Apocalipsis.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En verdad, ningún problema de fondo se ha solucionado: ni
ahora, ni tampoco en las intervenciones de la Federal Reserve y demás bancos
centrales durante las corridas del año pasado. Por el contrario, hoy existen
muchos y más graves problemas que han ido creciendo con el transcurso del
tiempo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Estamos, entonces, ante una crisis de múltiples
dimensiones. Comenzó como un problema de hipotecas impagas de sectores de
menores recursos. Ahora, la crisis afecta a otras esferas de la finanzas y
también a la (mal) llamada “economía real”. Veamos algunas de esas
dimensiones.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La primera es que ahora la crisis está pudriendo al
conjunto del sistema financiero, no sólo el hipotecario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los bancos centrales, especialmente la Federal Reserve,
intentan remediar la situación como si se tratara de una crisis de liquidez de
los bancos y demás entidades financieras. Entonces, cuando aparece un foco de
incendio, echan chorros de miles de millones para tratar de apagarlo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero, al poco tiempo, el fuego reaparece allí o en otra
parte, porque no se trata exactamente de “iliquidez” sino de insolvencia.
Enormes bancos y sobre todo ese tropel de entidades financieras cuasi–bancarias
que florecieron con las desregulaciones neoliberales se hallan bajo la sospecha
de estar tan fallidas como el Bears Stearns. Entre los sospechados está nada
menos que el Citibank. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta la verdadera
situación de nadie. Uno de los “grandes negocios” de las finanzas neoliberales
fue la “titularización”. Los bancos y entidades financieras ya no se hacían
cargo directamente de los préstamos (como, por ejemplo, las hipotecas), sino que
emitían títulos sobre esos préstamos, que a su vez se vendían a otros bancos,
fondos de inversión, etc. El resultado es que las bóvedas están llenas de
papeles que nadie sabe si se cobrarán. Mientras tanto, el valor de esos papeles
se ha derrumbado (muchos se cotizan hoy entre el 10 y el 20% de su valor
nominal). La “titularización” ha facilitado un contagio de la crisis hipotecaria
al resto de los valores. Esto lleva a la situación de insolvencia de los bancos
y entes financieros, que se manifiesta como “falta de liquidez”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>A su vez, esto tiene un efecto demoledor sobre la llamada
“economía real”. Los bancos que quieren salvarse están obligados a recoger la
soga de los créditos a la industria, el comercio y los particulares. ¡No más
créditos! ¡Ahora hay que cobrar lo que antes se prestó! Así hoy en EEUU impera
el llamado “credit crunch” (literalmente, contracción o “crujido” del crédito).
Aunque las grandes corporaciones suelen tener finanzas propias, el “credit
crunch” implica un palo en la rueda del conjunto de la economía. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Esto tiene consecuencias doblemente graves, porque EEUU
es un país que ya venía con un fenomenal grado de endeudamiento, tanto de las
empresas como de los particulares, y con una tasa de ahorro inferior a cero. En
esa situación, la restricción del crédito es sinónimo de paralización de la
economía. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Una crisis que se irradia a todo el
mundo</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Por una vez, el Fondo Monetario Internacional acierta al
decir, por boca de su presidente, Strauss–Kahn, que “la crisis será global y
duradera" y con "graves consecuencias económicas" para todo el mundo. Es que la
crisis norteamericana, desde su inicio, rebasó sus fronteras. Hoy se irradia en
todo el planeta y ya establece también más dimensiones de la crisis.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Además del “contagio” (vía la “titularización”) de la
banca internacional, especialmente la europea, hay otros rasgos de
importancia:</DIV>
<DIV align=justify><BR>Uno es el derrumbe del dólar frente al oro, el euro, el
yen y otras divisas, que pone cada vez más en cuestión su rol de “moneda
internacional”. Es también una de las “correas de transmisión” de la recesión
estadounidense a la Unión Europea, Japón y a todos los países cuya moneda se ha
revaluado en relación al dólar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otro, no menos notable, es el retorno de la inflación
como fenómeno mundial. Con mayor o menor intensidad, el aumento de los precios
al consumidor, especialmente en energía y alimentos es hoy un fenómeno
generalizado en los más diversos países y regiones. Aunque las causas de esto
son complejas, una de ellas es que los capitales especulativos (después del
estallido de la burbuja hipotecaria) apuestan ahora a nuevas burbujas, como por
ejemplo, la petrolera, con aumentos de precios que no tienen justificativos por
crecimiento de demanda ni por caída de la producción. Se avista así la
posibilidad de una crisis mundial con estanflación (estancamiento con
inflación).</DIV>
<DIV align=justify><BR>El “carácter global” de la crisis va golpear también
sobre países como China o la India, que aparecen como liderando el crecimiento
de la economía mundial. Si EEUU –el “comprador de última instancia” de sus
productos– se hunde en una recesión severa, es problemático que puedan compensar
esto con una expansión del mercado interno.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque con enormes desigualdades entre los diferentes
países y regiones, la crisis se presenta, entonces, como mundial.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>La hegemonía de EEUU en
cuestión</FONT></STRONG>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>EEUU es el epicentro de una crisis económica y financiera
mundial, en momentos en que también está en crisis como potencia imperialista
hegemónica.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque no acabaron (todavía) en una debacle como la de
Vietnam, sus aventuras militares en Medio Oriente han tenido un saldo muy
desfavorable. En América Latina, la región que consideraba como su patio
trasero, su dominio también está cuestionado. Los desastres de gobiernos como el
de Chávez, Evo & Cía. le han dado últimamente cierto aire, pero de ninguna
manera Washington ha podido restablecer las pautas de acatamiento incondicional
de los tiempos de Menem o Fujimori.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero la presente crisis viene a poner en cuestión, desde
otros ángulos, el poderío del imperialismo yanqui. Por ejemplo, los delirantes
gastos militares que implicaba su papel de gendarme mundial. Un reciente trabajo
de Stiglitz, ex presidente del Banco Mundial, demuestra que las aventuras
bélicas de Bush han costado ya 3 billones de dólares. Esos niveles de gasto se
hicieron a costa de un endeudamiento fenomenal. ¿Se podrán ahora mantener?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esto lleva a otra pregunta: con este desastre, ¿en qué
medida Europa, Japón, China y otros países van a seguir “bancando” a EEUU?</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Una crisis que va a tensar todas las
contradicciones</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Una crisis “global y duradera” y con “graves
consecuencias económicas” va a exacerbar también globalmente todas las
contradicciones, en primer lugar, entre explotadores y explotados. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es que el capitalismo no ha tenido ni tendrá otra forma
de solucionar sus crisis que haciéndo las pagar a los trabajadores, con
explotación, salarios de hambre y desocupación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ya EEUU muestra a los trabajadores del mundo cómo viene
la mano. Sobre los bandidos responsables de la crisis financiera, la Reserva
Federal derrama una lluvia de dólares, para rescatar sus bancos y empresas en
quiebra. Mientras tanto, millones de hogares están perdiendo sus viviendas sin
que el gobierno intervenga. Y la primera respuesta capitalista a la recesión son
los despidos en masa, como los 74.000 en General Motors hace algunas semanas.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es para esta perspectiva de un endurecimiento de los
patrones y los gobiernos que debemos prepararnos también aquí, en Argentina. La
brutalidad con que los empresarios, el “nuevo” gobierno K y los matones de la
burocracia sindical hacen frente a los conflictos obreros no es una casualidad
ni se debe sólo a causas “nacionales”. Su telón de fondo es la presente crisis
del capitalismo mundial.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A su vez, el giro cada vez más lento de la economía,
expresado iniciamente en la caída de las ventas minoristas, hace que los
patrones comiencen a descargar la crisis sobre los trabajadores. Las cifras de
pérdidas netas de empleos en febrero en el sector privado no–campesino se eleva
a la cifra récord de 63.000, y llega a los 100.000 si se le suman los puestos
perdidos en la administración pública, especialmente por la bancarrota de muchos
municipios. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></DIV></FONT></BODY></HTML>