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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>26 de marzo 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Brasil</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial>Entrevista a Ricardo Gebrim,
referente de “Consulta Popular</FONT><FONT face=Arial>”</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>El gobierno Lula es un episodio
trágico, frustrante en nuestra historia, pero no es el fin de nuestra historia
</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Construir un proyecto transformador
más allá de la esquizofrenia pro o anti
Lula</FONT></STRONG><BR><BR><BR><STRONG>Prensa de Frente, Boletín quincenal Nº
84</STRONG></DIV>
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href="http://www.prensadefrente.org/"><STRONG>http://www.prensadefrente.org/</STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify>Corría el año ´97 y el neoliberalismo arrasaba con todo en el
continente. En Brasil, la fortaleza del gobierno de Fernando Henrique Cardoso,
el rumbo que perfilaba el PT absorbido por la lógica electoral y una apatía
generalizada formaban un combo de impotencia para cualquier ilusión
revolucionaria. Pero una iniciativa del Movimiento Sin Tierra desafía la
realidad con una histórica marcha que llega a Brasilia con más de 100 mil
personas, atrayendo a toda una militancia desencantada que encuentra una chispa
de esperanza. Una reunión posterior y la pregunta “¿y ahora qué hacemos?” son el
germen de Consulta Popular, que de a poco se fue transformando en una
organización política que aglutina militantes de diversos movimientos sociales y
fuerzas de izquierda pero “evitando ser una clásica correa de transmisión porque
es imprescindible que los movimientos conserven su autonomía”. Ricardo Gebrim,
de la Coordinación Nacional de CP, explica el proceso que fueron dando y los
desafíos de una izquierda brasileña atomizada, principalmente, por cómo pararse
frente al gobierno de Lula. <BR><BR><STRONG>- ¿En qué consistía la propuesta
inicial de Consulta Popular?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>- La cuestión central era -y sigue siendo-, a grandes
rasgos, generar un proyecto popular para el Brasil, que más que un programa es
la combinación de la organización, la formación, la lucha, en torno a una
propuesta de futuro, de horizonte, de transformación. A la primera etapa la
llamamos en broma “el período de la gasolinera” porque la CP era el espacio
donde la militancia se iba a abastecer de ideología, de concepción política
táctica y estratégica. La acumulación en ese tiempo de reflujo exigía el
cumplimiento de tres tareas centrales, que hasta hoy intentamos desarrollar: 1)
la formación (el neoliberalismo había producido la interrupción de una
generación de cuadros que se iban formando, la idea de la transformación
revolucionaria estaba desaparecida); 2) hacer lucha de masas, que son las únicas
que pueden cambiar la correlación de fuerzas y las únicas formas de la verdadera
formación política porque sino formamos sólo intelectuales; 3) aprender a volver
a organizarnos: no para la disputa electoral como la izquierda estaba
acostumbrada sino como un espacio de transformación revolucionaria, de
construcción colectiva. Este período va hasta que Lula gana las elecciones de
2002.<BR><BR><STRONG>- ¿Cómo vivieron entonces la frustración por el rumbo que
eligió el gobierno? ¿Qué efectos tuvo en las organizaciones de
izquierda?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>- En verdad nosotros nos decepcionamos antes que Lula
asumiera, nuestra ilusión era proporcionalmente menor. También cometimos errores
de evaluación, pensábamos que aunque Lula no iba a encabezar un proceso de
transformación las masas lo iban a empujar... Igual nos decepcionamos porque no
esperábamos que fuera tanto. Pero la gran parte de la izquierda no percibía eso,
había toda una mitificación en torno a Lula.<BR><BR>Entonces la frustración tuvo
un efecto paralizador en la izquierda brasileña. Una parte, ante la decepción,
optó por rebajar su horizonte estratégico diciendo “no es posible más de lo que
Lula está haciendo”, y perdieron la referencia de clase. El otro extremo pasó de
un amor irrestricto al odio mortal (muchos de los que formaron el PSOL) y toda
su táctica está puesta en pegarle a Lula. El proceso de profundización de esa
paralización, de esa ruptura, es creciente y cada intento de unidad enfrenta esa
dificultad: un sector que intenta legitimar a un gobierno que ya ni se preocupa
por legitimarse y otro que está preocupado sólo en destruir a
Lula.<BR><BR><STRONG>- ¿Y qué lectura hacen sobre cómo pararse en esta
coyuntura?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>- Creemos que el gobierno Lula es un episodio trágico,
frustrante en nuestra historia, pero no es el fin de nuestra historia. La
cuestión es construir un proyecto de izquierda no anti-Lula ni pro-Lula sino
entorno a un programa transformador. Romper esa lógica esquizofrénica entre el
odio o el amor a Lula y construir un programa de lucha unitario. Ese es el
debate ideológico de las fuerzas de izquierda, esa es nuestra pelea, nuestro
desafío en este momento.<BR><BR>El gobierno Lula es una frustración, pero la
alternativa que la burguesía tiene es peor; Lula es un traidor pero nuestro
enemigo central es la burguesía. Además, la explicación de “Lula nos traicionó”
queda corta, la vida es mucho más compleja y las relaciones son dialécticas, y
en un momento de tanta complejidad es importante entender la profundidad del
proceso.<BR><BR><STRONG>- Volviendo al desarrollo de Consulta Popular, ¿cuáles
fueron los debates y avances que se dieron en estos últimos años?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>- A partir de 2004 comienza un nuevo período para la CP,
ya no alcanzaba la “gasolinera”. Este campo político que nucleaba a militantes y
dirigentes de diversos movimientos, que avanzaba en otras iniciativas (el
periódico Brasil de Fato, la editorial Expresâo Popular), exigía un instrumento
político con una estrategia más clara y que fuera un polo central de
organización colectiva en el campo de las definiciones políticas. En 2005 se
realiza la 2ª Asamblea Nacional y se aprueba que la CP buscaba ser un
instrumento político, no proclamado sino en construcción. A diferencia de lo que
marcaba la tradición, que un grupo de cuadros construye un programa y empieza a
penetrar en las organizaciones, con un punto central que hace una irradiación,
nosotros hacemos un proceso al revés, partimos de cuadros que ya están en los
movimientos sociales y avanzamos en la construcción de una organización
política.<BR><BR>En 2007 damos un nuevo salto: concluimos un proceso de dos años
donde todos los núcleos regionales fueron discutiendo y aprobamos una estrategia
en la que pasamos a caracterizarnos como una organización con naturaleza
partidaria. Palabra difícil para rescatar porque para las nuevas generaciones la
palabra Partido estaba totalmente asociada con un formato puramente electoral,
pero la idea es la construcción de una organización que elabore colectivamente
una táctica a partir de los objetivos de transformación, de una evaluación de la
estructura de clases, de quién es el enemigo central, de qué sectores están
dispuestos a esa transformación más profunda. Ese es el proceso que estamos
construyendo. <BR><BR><STRONG>- La idea de “naturaleza partidaria” podría
interpretarse como una mayor subordinación de los movimientos sociales. ¿Cómo
plantean la relación entre los movimientos y la organización
política?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>- Los propios movimientos van percibiendo que hay cierto
agotamiento en cuanto herramientas, un movimiento social es una herramienta
específica que tiene su límite, el MST es una excelente herramienta para la
Reforma Agraria pero tiene su límite. La idea es la necesidad de una herramienta
política cuyo límite es la transformación revolucionaria. También se irá
transformando constantemente, adaptándose a cada coyuntura, sin una estructura
fija. Partido en cuanto centro organizador de ideas que se irradian y
posibilitan la incidencia de ideas transformadoras. En ese sentido utilizamos
ese concepto aunque en los últimos años causa confusión y se comprende de
maneras diversas.<BR><BR>Tenemos la preocupación de que la CP no trabaje con los
movimientos siendo una clásica correa de transmisión porque pensamos que una de
las grandes contribuciones que los movimientos tienen es su autonomía, que no
puede ser una cosa hipócrita, irreal. Respetamos y luchamos por la autonomía de
los movimientos sociales. Las decisiones del MST son tomadas en las instancias
del MST y la CP no influye, aunque en la medida en que muchos integrantes de CP
son los principales dirigentes del MST hay una influencia política. Eso sí: no
trazamos líneas para los movimientos, es un principio político.<BR><BR>Por otro
lado, creemos que el formato de cada organización y el término que se utilice
para nombrarla está determinado por las condiciones y las necesidades políticas
de su lugar y contexto histórico, un concepto de organización “ni estático ni
dogmático”.<BR><BR><STRONG>- Y en cuanto a la relación con el Estado y a la
disputa de espacios institucionales, ¿tienen definiciones al
respecto?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>- La cuestión del Estado fue uno de los puntos centrales
de nuestro debate estratégico, es una cuestión compleja porque en los últimos
años surgieron algunas teorías que desarrollaron la idea de que el Estado se
tornó una cuestión prescindible para la transformación. Nosotros partimos del
concepto de que el Estado es la principal forma de organización de las clases
dominantes, forma parte de toda una estrategia de dominación del Imperio. O sea,
así como en algún momento el imperio impulsó dictaduras, hoy tiene como
propuesta de dominación estas democracias burguesas. Tenemos claro que nuestra
estrategia para la transformación revolucionaria pasa por el enfrentamiento con
el Estado democrático burgués. Entonces la cuestión del Estado es
central.<BR><BR>La lucha electoral sigue siendo un espacio importante de
acumulación porque la gente, aunque cada vez más desilusionada, sigue
interfiriendo en esos procesos. Lo que pasa es que la trampa de la lucha
electoral es muy poderosa: toda vez que la izquierda se involucró en la disputa
electoral, aún con intenciones de acumulación táctica, pensando tener un brazo
en el Parlamento, de a poco el brazo se fue convirtiendo mayor que el cuerpo,
porque la lógica de la lucha electoral tiene una capacidad de cooptación que se
paga con un precio terrible, terminan poniendo los mejores cuadros, sus gastos
principales, toda su dedicación a eso.<BR><BR><STRONG>- ¿Qué perspectivas de
articulación vislumbran con los movimientos sociales de América
Latina?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>- Somos muy optimistas con la propuesta que Chávez
presentó sobre la construcción de un Consejo Social del ALBA. El ALBA va a
funcionar en tres instancias: una que reunirá a los presidentes, otra a los
gobernantes de representaciones locales y otra de los movimientos sociales.
Puede ser un aporte decisivo a la capacidad de organización de los movimientos
en nuestro continente. Si empezamos a discutir asuntos que nos interpelen a
todos, a pensar una agenda común, va a ser un espacio de construcción
estratégica fundamental y una posibilidad de avance muy grande para la
articulación de las fuerzas sociales.<BR><BR><BR>* Ricardo Gebrim tiene 49 años,
empezó a militar a fines de los ´70 en el movimiento estudiantil, actualmente es
miembro de la Coordinación Nacional de Consulta Popular. Además preside el
Sindicato de Abogados de San Pablo.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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