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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><FONT
size=5><U>correspondencia de prensa - boletín solidario</U></FONT></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>15 de abril 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Italia</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Las elecciones del 13 y 14 de abril
marcan un acontecimiento histórico en la política italiana: el fin de la
presencia parlamentaria de los comunistas</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>El crepúsculo del comunismo
parlamentario <BR><FONT size=2></FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG><FONT
size=2></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG><FONT size=2>Massimo
Modonesi</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><STRONG>Rebelión</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.rebelion.org/"><STRONG>http://www.rebelion.org/</STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify>Desde la segunda posguerra, el PCI había sido el principal
partido de oposición y un pilar, en el bien y el mal, de la democracia italiana,
llegando a tener un tercio de los votos. A partir de su disolución en 1991, la
hoz y el martillo seguían apareciendo en los símbolos de su sucesor, el Partido
Democrático de Izquierda (PDI), y del Partido de la Refundación Comunista (PRC),
dos partidos que encabezaban la oposición al primer y segundo gobierno de Silvio
Berlusconi en 1994 y 2001 y participaron en la formación del primer y segundo
gobierno de Romano Prodi en 1996 y 2006.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La involución centrista del PDI culminó en la
desaparición de toda relación simbólica y política con la tradición comunista
italiana y en la formación del Partido Democrático inspirado en el “progresismo”
norteamericano y Walter Veltroni, candidato a primer ministro en 2008, pasó
explícitamente de la referencia a Berlinguer a la de Kennedy. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El Partido de la Refundación Comunista, por su parte,
mantuvo hasta 2006 la bandera comunista y la consiguiente postura política
antisistémica y logró no sólo sobrevivir sino ampliar su presencia política
gracias a tres recursos fundamentales. En primer lugar, participó y apoyó a los
movimientos sociales antineoliberales –y en particular los altermundistas- lo
cual le permitió rejuvener la militancia comunista, a diferencia de los
principales partidos europeos, con excepción de la Liga Comunista Revolucionaria
en Francia. En segundo lugar, contó con la popularidad de un liderazgo
inteligente que combinaba la crítica radical con una gran capacidad
comunicativa, el de Fausto Bertinotti. Por último, mantuvo su independencia al
interior de un frente anti-berlusconi, es decir conservaba una diversidad y una
especificidad político-ideológica sin marginarse de la lucha política nacional.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, a partir de 2006, Refundación Comunista
aceptó ser parte de una alianza de gobierno y no sólo de una coalición electoral
y se vio enfrascada en la experiencia del segundo gobierno Prodi. En menos de
dos años perdió la credibilidad acumulada a lo largo de más de quince. A su
izquierda, fue criticada por apoyar un ejercicio de gobierno que no cumplió sus
promesas de reformas sociales y asumió eventualmente posturas francamente
conservadoras, en particular en relación con los temas del pacifismo. Todo ello
mientras Bertinotti asumía la presidencia de la Cámara de Diputados y dirigentes
de Refundación ocupaban puestos en Secretarías de gobierno. A su derecha, fue
cuestionada por no ser un factor inestable de la alianza de gobierno al tratar
de presionar a Prodi y al PD para que asumieran políticas que no correspondían a
su perfil moderado. Más allá de la frágil mayoría parlamentaria, las derechas y
los medios de comunicación enfatizaron el “chantaje” de las izquierdas (junto al
PRC, los verdes, la disidencia izquierdista del PD, ahora llamada Izquierda
Democrática, y otra agrupación menor de denominación comunista, el Partido de
los Comunistas Italianos). Izquierdas que no pudieron cambiar la orientación
“natural” del gobierno y fueron acusadas de su caída y de abrir las puertas del
regreso de Berlusconi y las derechas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En coincidencia con el fin del gobierno de Prodi a
inicios de 2008, el PD decidió romper la alianza con Refundación Comunista (y
viceversa) y ésta convocó a sus aliados menores a formar una coalición electoral
llamada Izquierda Arcoiris con la promesa de transformarla en un nuevo sujeto
político, un partido a la izquierda del centro ocupado por el PD. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los resultados electorales muestran, además de la
esperada victoria de las derechas, la concentración de los votos hacia las
opciones de gobierno encarnadas por Berlusconi y Veltroni y una distribución de
las preferencias hacia los partidos menores que favorece a la derecha extrema de
corte fascista (La destra) y una disidencia católica conservadora (UDC).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Se fragua así una debacle de la presencia electoral y,
por lo tanto, parlamentaria de los comunistas en Italia, los cuales no alcanzan
a tener senadores y diputados por no obtener el mínimo requerido del 8% y 4%
respectivamente. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los resultados dan un 3% que resulta el mínimo histórico
bajo el cual ni siquiera en los peores tiempos de la lenta refundación se había
caído. Un 3% obtenido por una formación ahora declaradamente postcomunista. Las
tres agrupaciones trotskistas que se presentaron –hecho inédito en Italia-
obtuvieron sumando sus votos alrededor de 1%, canalizando el descontento
izquierdista hacia la política institucionalista de Refundación Comunista.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otra parte, el comunismo se diluye no sólo
cuantitativamente sino cualitativamente. Al interior de la Izquierda Arcoiris,
si bien la fuerza de Refundación y de los Comunistas Italianos es determinante,
se decidió desaparecer la hoz y el martillo del símbolo y Bertinotti declaró que
el comunismo iba a ser una “corriente cultural” al interior de una organización
plural suscitando las respuestas polémicas de algunas corrientes de su partido.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>El balance político muestra el fracaso de la estrategia
combinada de partido de gobierno y de movimiento adoptada por los comunistas
italianos. El gobiernismo se comió al movimientismo y el regreso a la oposición
careció de credibilidad. La disolución del discurso y la simbología comunista
marca un paso hacia una modernización que tiene sabor a moderación. Sin embargo,
los resultados electorales probablemente no hubiesen sido mejores sin la
creación de la Izquierda Arcoiris. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Más bien, lo que resulta de ellos es la conclusión de una
estrategia política. No deja de sorprender cómo en un país con fuertes
tradiciones izquierdistas, con sólidos recursos culturales, en el cual existen
movimientos y movilizaciones, en donde el neoliberalismo hizo estragos que los
gobiernos de centro-izquierda no pudieron y/o no supieron revertir no haya una
reacción electoral hacia la izquierda. Los comunistas pagan el error de haber
cobijado a un gobierno moderado y conservador y, con ello, entierran toda una
estrategia político-institucional. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Con estas elecciones se cierra un ciclo del comunismo
italiano. No obstante, vistos las desigualdades y los conflictos que atraviesan
al país, los caminos de una izquierda radical de orientación comunista no
desaparecen sino que, inevitablemente, tienen que forjarse al margen de las
instituciones, rompiendo con la subalternidad, recuperando, en el terreno del
antagonismo, la fuerza de la crítica y la potencialidad de la protesta, el
conflicto social, la movilización y la politización de los sectores populares,
incluyendo a los inmigrados, para volver a plantear un desafío antisistémico y
ocupar el lugar socio-político fundamental que el comunismo italiano fue
perdiendo en sus recorridos institucionalistas. Un 3% de votos, poco más de un
millón, significa una presencia electoral testimonial y un nula representación
parlamentaria, pero podría ser una base de cientos de miles de militantes y
simpatizantes que vertebren a los movimientos en contra del neoliberalismo
italiano, en su versión dura o blanda, empezando por la que promoverá el tercer
gobierno de Silvio Berlusconi.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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