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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>17 de abril 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Capitalismo</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Banqueros salvados, derechos humanos
sacrificados <BR></STRONG></FONT></DIV>
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size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Eric Toussaint -
Damien Millet *</FONT></STRONG><BR></DIV></FONT>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Comité por la Anulación de la
Deuda del Tercer Mundo (CADTM)</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.cadtm.org"><STRONG>www.cadtm.org</STRONG></A><STRONG> </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducido por Paulino
Nuñez</STRONG></FONT> </DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR> <BR>Por el azar de los números, la economía nos
devela a veces misterios sorprendentes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras las bambalinas del teatro de sombras animado por los
celosos servidores de la mundialización neoliberal, la cruda realidad se filtra
a través de las ranuras de la publicación reciente de dos estadísticas
internacionales.<BR> <BR>Por una parte, la ayuda oficial al desarrollo
(AOD) otorgada por los países ricos durante 2007 fue de aproximadamente 100 mil
millones de dólares. Según la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), tal ayuda descendió en un 8,4%, a exactamente 103,7
mil millones de dólares. Esta tendencia a la baja es importante, por
cuanto revela el fiasco de los compromisos internacionales.<BR> <BR>Ni una
sola cumbre de los ocho países más industrializados – el G8 – concluye sin una
promesa de incremento de la AOD, principalmente de la destinada al Africa, el
continente más golpeado por la miseria. Desde 1970, los países ricos vienen
prometiendo llevarla al 0,7% de su ingreso nacional bruto (INB). sa cifra no es
actualmente cumplida sino por cinco países: Noruega, Suecia, Luxemburgo,
Dinamarca y Holanda. En el pelotón de cola, los Estados-Unidos, con una cifra
del 0,16%...<BR> <BR>Desde un punto de vista global, la APD no sobrepasa el
0,28% del INB, pese a una serie de manipulaciones estadísticas destinadas a
enmascarar la escualidez de la ayuda suministrada por los países ricos: en
efecto, incluyen en la AOD rubros tan discutibles como los montos de remesas de
la deuda, los gastos de los Estados-Unidos para reconstruir las infraestructuras
que ellos mismos destruyeron en Iraq o en Afganistán, los gastos de escolaridad
en el Norte de estudiantes originarios del Sur, los salarios de personal
expatriado y los costos de los innumerables “consultores” que defienden los
intereses de los países donantes, donde producen “estudios” tan costosos como
inútiles[i]… Peor aún, esa ayuda es principalmente dirigida hacia países que
presentan un interés geoestratégico para el país donante, independientemente de
las necesidades reales en los países del sur o del país del caso. Es así que,
además de Iraq y Afganistán, los principales beneficiarios de la ayuda de los
Estados-Unidos son Sudán y Colombia…, sin olvidarnos de Israel…
<BR> <BR>Después de la cumbre del G8 de 2005, en Gleneagles (Escocia), los
compromisos estaban claros: alza importante de la APD, y destacadamente,
duplicación desde entonces al 2010 de la AOD destinada al Africa. Según la OCDE,
ello suponía “llevar la ayuda de 80 mil millones de US$ en 2004 a 130 mil
millones en 2010 (a precios constantes del 2004)”. El veredicto no
tiene apelación: “de modo general, la mayoría de los donantes no están
respetando sus compromisos anunciados en términos de incrementar la ayuda y
deberán proceder a escalamientos sin precedente para lograr los objetivos que
ellos mismos se han fijado para el 2010[ii]”. Tanto como decir que esos
objetivos no serán logrados. Decididamente, desde hace unos cuarenta años a esta
parte, la palabra de un Jefe de Estado de G-8 no vale gran cosa…
<BR> <BR>Por otra parte, 1 millón de millones de dólares es
aproximadamente, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el costo
potencial de la crisis financiera internacional actual, consecuencia de la
crisis conocida como “de las subprimes” nacida en el verano del 2007, la que no
termina de hacer estragos. En un informe publicado el 8 de abril, el FMI ha
cifrado precisamente tal costo en 945 mil millones de dólares para el sistema
financiero internacional, de los cuales, 565 mil millones directamente ligados
al sector de los préstamos hipotecarios a riesgo. Veamos lo que pasó: para
colocar sus activos líquidos y engullir beneficios monumentales, los organismos
de crédito le prestaron a un sector de la población ya altamente endeudado, en
el seno de las clases pobres y medias, a una tasa de interés fija y moderada
durante los dos primeros años para “enganchar” al cliente, antes de que tal tasa
aumentara fuertemente desde el tercer año. Los prestamistas le afirmaban a los
prestatarios que el bien que ellos compraban, que servía de garantía al
préstamo, a la vista del comportamiento del mercado inmobiliario, incrementaría
su valor rápidamente. En el 2007, la burbuja inmobiliaria explotó. La crisis se
propagó entonces a múltiples sectores financieros que habían elaborado
quiméricos montajes de deudas y llevado a cabo enormes operaciones fuera de
balance.[iii]<BR> <BR>Los Ministros de Finanzas de los países occidentales
reaccionaron vivamente a la publicación de la cifra (cálculo) del FMI[iv], como
si fuese peligroso el mostrar la extensión de los daños. En todas partes
de los países del Norte, ya sean conservadores o social-demócratas, los
gobiernos aplican políticas neoliberales particularmente brutales para la
mayoría de sus ciudadanos. El alcance de la cobertura de los servicios sociales
es voluntariamente reducido al extremo, los ingresos del capital son protegidos,
por cuanto la tasa de IVA, que golpea proporcionalmente más fuerte a los hogares
pobres que a los acomodados, es incrementada.<BR> <BR>Incapaces de auxiliar
a sus poblaciones necesitadas, esos mismos gobiernos han rápidamente ido al
auxilio del sector privado. En el menú: nacionalización de los bancos en
dificultades, cambio de títulos desvalorizados por dinero fresco, inyección de
recursos líquidos, planes de salvamento bancario, baja de las tasas de
interés…<BR> <BR>En el 2000, el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) estimaba en 80 mil millones de dólares en (10) diez años el
monto necesario para garantizar un acceso universal – sí, universal – al agua
potable, a una alimentación decente para los niños, a una educación primaria, a
los cuidados de salud de base, a los servicios de ginecología. El desafío era
entonces el encontrar 800 mil millones de dólares en total… No los
encontramos, y las condiciones de vida de millares de personas continúan
deteriorándose. La brutal alza de los precios de los alimentos, debida en gran
parte al desarrollo de la producción de agro-combustibles, sumió en la
pobreza absoluta a decenas de millones de habitantes de Africa, de América
Latina y de Asia. Protestas y desórdenes causados por el hambre han estallado en
Haití, en Egipto, en Costa de Marfil, en Senegal, en Camerún, en Burkina Faso… Y
eso es sólo el comienzo. En vez de acercarnos a los Objetivos del Milenio para
el desarrollo, bastante modestos, nos estamos alejando a todo vapor. La crisis
bancaria actual va a costar un millón de millones de dólares y prueba que fue la
voluntad política la que faltó cuando se trató de reunir los 800 mil millones
propuestos por las Naciones Unidas para garantizar ciertos derechos humanos
elementales. Estamos frente a una violación flagrante de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y de muchos otros textos internacionales
vinculantes. Es intolerable e imperdonable. Y es la lógica misma del
modelo económico lo que está en juego. <BR> <BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Eric Toussaint, presidente del CADTM Bélgica (Comité para
la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org), autor de Banco del
Sur y nueva crisis internacional, El Viejo Topo, Mataró, 2008; Abya Yala, Quito,
2008. Damien Millet, portavoz del CADTM Francia, autor de África sin deuda,
Icaria, Barcelona, 2008.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><BR> <BR><BR> <BR></DIV></FONT></BODY></HTML>