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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>2 de mayo 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Colombia</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Un ex-paramilitar
acusa...</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Detalles del testimino que involucra
a Uribe con masacre</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Gonzalo Guillen y Gerardo
Reyes<BR>El Nuevo Herald (Miami)</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>América
Latina, 26-4-08</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR> <BR>El ex paramilitar colombiano Francisco Enrique
Villalba Hernández declaró ante la Fiscalía General de Colombia en febrero
pasado que el presidente Álvaro Uribe y su hermano Santiago participaron en la
planeación de una masacre en el norte del departamento de Antioquia, según una
copia del testimonio obtenida por El Nuevo Herald.<BR>Parte de la confesión de
Villalba, cuya credibilidad Uribe atacó esta semana, fue utilizada por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para condenar a Colombia por esa
masacre, ocurrida en el caserío El Aro en 1997, según un extenso fallo de ese
tribunal hace dos años. Villalba no comprometió al mandatario ni a su
hermano en los testimonios ante la CIDH, pero su relato fue parte de las pruebas
que sirvieron al tribunal para concluir que en la matanza de El Aro agentes de
la fuerza pública colaboraron con grupos de las Autodefensas Unidas de Colombia
(AUC) para asesinar a sangre fría a por lo menos 15 campesinos “en estado de
indefensión, despojando a otros de sus bienes y generando terror y
desplazamiento”, según el fallo, de 160 páginas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El mismo fallo cita un testimonio en el sentido que la
gobernación del departamento de Antioquia, entonces a cargo del hoy presidente
Uribe, se negó a prestar protección a los habitantes de El Aro al enterarse que
el ataque paramilitar era inminente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Ante esta situación, como dos meses antes de la toma, la
Junta de Acción Comunal de El Aro pidió protección a la gobernación [de
Antioquia], la cual no fue otorgada”, expresa la sentencia del CDIH.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta ahora sólo se conocían indirecta y
fragmentariamente alguno aspectos de la declaración de Villalba ante la fiscalía
colombiana revelados por Uribe sorpresivamente durante una entrevista radial
esta semana para rechazar los señalamientos del ex paramilitar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero El Nuevo Herald obtuvo una copia completa de la
declaración que, en efecto, contiene reiterados testimonios de Villalba de que
Uribe, cuando era gobernador del departamento de Antioquia, se codeaba con los
máximos jefes de las AUC y dio carta blanca para llevar a cabo la masacre.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“[Álvaro Uribe nos dijo] que lo que hubiera que hacer que
lo hiciéramos”, declaró Villalba al describir una reunión en la que participaron
líderes de las AUC, militares y los hermanos Álvaro y Santiago Uribe. La
declaración de 19 páginas de Villaba describe con nombre y pormenores una
estrecha relación de complicidad y camaradería entre autoridades militares y
policiales con los cabecillas de los escuadrones de la muerte. Villalba
denunció la muerte de funcionarios de la fiscalía que investigaban la masacre,
el asesinato de activistas de derechos humanos que colaboraban con las
autoridades en el esclarecimiento de los hechos y tres atentados, uno de ellos
con cianuro que le pusieron en una bebida de malta. La declaración
contiene por los menos dos inconsistencias: que uno de los militares que
Villalba mencionó como participante en una reunión a finales de 1997 había
fallecido en abril de ese año y que la fecha de la masacre no fue en noviembre,
como él sostuvo, sino en octubre de ese año. Cuando los paramilitares
llegaron a El Aro, un caserío de unos 500 habitantes en una zona montañosa del
norte del departamento de Antioquia, llevaban una lista de sus víctimas, relató
Villalba al diario El Colombiano de Medellín. A unos los mataron de un
tiro en la nuca, bocabajo, en la plaza del pueblo; también ultimaron a un joven
de 14 años, pero en el caso del dueño del almacén de abarrotes Marco Aurelio
Areiza Osorio, un comerciante de 64 años, apreciado en la región por su
generosidad, los paramilitares se ensañaron con una pasmosa frialdad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según los testimonios obtenidos por Human Rights Watch y
periodistas colombianos, le ordenaron al comerciante que preparara un sancocho,
y después que lo sirvió lo amarraron a un naranjo y, vivo, le sacaron el
corazón, luego los ojos y después le arrancaron los testículos. Algunos
niños que se escondieron cerca a la plaza lo vieron todo “El bujaba [mujía] duro
y luego chillaba como un niño”, le dijo uno de los menores a los periodistas
Carlos Giraldo y Miguel Garrido, de El Colombiano. Los paramilitares
ingresaron a El Aro el sábado 25 de octubre, un día antes de elecciones
municipales. La toma del pueblo duró unos cuatro días, durante los cuales unos
120 paramilitares con uniformes de las AUC asesinaron campesinos, violaron
mujeres, saquearon negocios y robaron unas 900 cabezas de ganado, según
documentos judiciales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Villalba, de 36 años, confesó que había participado en
ésta y otras masacres de las AUC.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tres meses después de los hechos de El Aro, se presentó
ante las autoridades judiciales porque estaba cansado de tantas muertes y se
habían planeado atentados con los que no concordaba, dijo. Hoy cumple una pena
de 33 años de prisión en la penitenciaría La Picota de Bogotá. Según sus
declaraciones a la policía, el Ejército y las AUC planearon la toma de El Aro
para escarmentar a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC) y rescatar a unos ocho ganaderos y comerciantes que los rebeldes
tenían secuestrados. Villalba aseguró que tres días antes de la incursión
en El Aro hubo una reunió en una finca de un hacendado—que no identificó—en el
municipio de La Caucana, en el noroeste de Antioquia. Al encuentro asistieron
además de mandos militares de la IV Brigada y de la policía, cabecillas de las
AUC y los hermanos Uribe, agregó.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Estuvo también Santiago Uribe y Álvaro Uribe, que era
gobernador cuando eso”, dijo el testigo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A la pregunta de si conocía anteriormente a los Uribe,
Villalba respondió que en el caso de Álvaro no, pero que Santiago “siempre fue
conocido en la organización porque todavía tiene un bloque de Autodefensas en
Santa Rosa de Osos”. Villalba afirmó que se enteró de quién era Uribe
después de la masacre cuando el entonces gobernador se presentó en la misma
finca a felicitarlos por el éxito de la operación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Supe que era Álvaro Uribe porque él se presentó, habló
con nosotros y dijo que la operación había sido un éxito, que los secuestrados
habían salido sanos y salvos”, dijo Villaba. “Ahí llegó con un escolta, de
apellido Serna”, agregó. Los ocho secuestrados fueron liberados.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Esta semana Uribe aseguró que jamás he estado en La Caucana.
Villaba declaró a la fiscalía que años después vio de nuevo al escolta Serna,
pero esta vez como guardia del Instituto Nacional Penitenciario (INPEC), en la
cárcel de La Picota de Bogotá. Serna lo reconoció y lo saludó, agregó. En
la reunión previa a la masacre estuvieron presentes los cabecillas de las AUC
Carlos Castaño, entonces máximo jefe de la organización y quien fue asesinado;
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Salvatore Mancuso, segundo al mando, y otros que
identificó con los alias ‘Noventa”, “Cobra”, el Negro Ricardo y Junior.
También acudió un hombre a quien identificó, vacilando, como José Ardila, de las
organizaciones de autodefensas campesinas legalizadas por el gobierno y
conocidas como las Convivir.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al referirse al paradero de Ardila, Villalba dijo:
“[Ardila] estaba declarando en contra de Álvaro Uribe, a él lo sacaron de la
cárcel, estaba condenado a 60 años y lo desaparecieron, no sé dónde
estará”. Mancuso fue condenado por la justicia colombiana a 40 años de
prisión por la masacres de El Aro y La Granja. En esta última fueron torturadas
y asesinadas cinco personas el 11 de julio de 1996.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según el declarante, Álvaro Uribe “fue invitado por
Carlos Castaño” a la reunión previa a la masacre y luego presentado por Mancuso
ante los asistentes. En esa reunión Uribe habló en público, detalló
Villalba. “‘Álvaro Uribe decía recomendaciones, que los secuestrados, que
todos salieran salvos y que lo que hubiera que hacer que lo hiciéramos”, dijo el
testigo. En cuanto a la finca donde se realizaron las reuniones, el ex
paramilitar señaló que “a mano izquierda hay unos corrales y una caballeriza,
esa finca no tenía nombre pero todavía existe, nosotros llegamos un día antes
[de la reunión], con mis 22 hombres”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Villalba declaró ante Carlos A. Camargo Hernández, fiscal
noveno especializado de la Unidad Nacional de Fiscalías de Derechos Humanos y de
Derecho Internacional Humanitario, que el encuentro ‘‘fue de día, empezó como a
las 10 de la mañana y terminó [a las] 3 de la tarde, después que almorzaron y
todo”. Según el testigo, Mancuso y Castaño llegaron “en un helicóptero
gris, pequeño, [que] bajó a la finca directamente” y en la zona ‘habíamos (sic)
como 100 hombres [de escuadrones de la muerte] con los del pueblo y los 22 que
yo tenía”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando el fiscal le preguntó si los escuadrones de la
muerte recibieron ayuda de de la fuerza pública, Villalba declaró: “Sí doctor,
de la IV Brigada [de Ejército]. Lo digo porque antes de la masacre hubo una
reunión; hubieron (sic) retiradas de tropas de los retenes [de control militar
en el área], suspendido los retenes de tropa en la carretera”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Villalba le dijo al fiscal que con anterioridad a sus
declaraciones de febrero de este año había entregado a la justicia detalles de
ésta y otras masacres a funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la
Fiscalía General de Medellín.</DIV>
<DIV align=justify><BR>También declaró sobre la participación de los hermanos
Uribe, de lo cual quedaron grabaciones en cintas magnetofónicas, indicó.
Pero “las grabaciones resultaron en manos de Mancuso”, explicó Villalba, y los
funcionarios del CTI fueron asesinados en septiembre de 1999. ‘A ellos los
mataron en Medellín, los mató la gente de la banda de La Terraza y a mí me
mandaron que me callara”, dijo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La Terraza es una enorme agencia de asesinos a sueldo de
Medellín que ha operado bajo la dirección de poderosos narcotraficantes y
paramilitares. Sobre la reunión en la que participaron los hermanos Uribe
Vélez, dijo Villalba, también habló varias veces con el director del CTI de
Medellín, “un señor de gafitas, joven, y le comenté lo de [la reunión] de La
Caucana y no dijo nada, se quedó callado”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El testigo aseguró que también habló sobre estos temas
con María Teresa Gallo, fiscal especializada de terrorismo y derechos
humanos. “Me prometió muchas cosas, como cambio de identidad, sacarme de
la cárcel y mandarme a otro país”, dijo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En enero de 2007 Villalba trasladado a Medellín para
declarar contra el militar Juan Manuel Grajales por otra masacre cometida por
paramilitares en noviembre de 1997 en La Balsita, municipio de Dabeiba,
Antioquia. En esa oportunidad fueron asesinadas 15 personas y entre los
responsables, asegura, “también estaba el hermano de Álvaro Uribe, Santiago, que
prestó como 20 pelados [sicarios] para eso”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Villalba tiene una segunda condena de 37 años de prisión
por la masacre de La Balsita. Los ‘‘pelados” que habría prestado el hermano del
presidente Uribe, pertenecían a la banda paramilitar Los Doce Apóstoles”, que
según varias versiones judiciales comandaba directamente Santiago Uribe.
Villalba afirmó que el 13 de febrero de 1998 decidió entregarse voluntariamente
a la Fiscalía, pues militares activos, narcotraficantes y paramilitares
planeaban varios crímenes con los que no estaba de acuerdo. Los planes se
cumplieron. Según el testigo, este grupo asesinó al periodista y humorista Jaime
Garzón, al abogado Jaime Umaña y al defensor de derechos humanos Jesús María
Valle Jaramillo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Valle había advertido desde 1996 que narcotraficantes,
militares y escuadrones de la muerte se disponían a cometer la masacre de El
Aro. En respuesta, el hoy presidente Uribe, entonces gobernador de Antioquia,
acusó públicamente a Valle de ser enemigo de las fuerzas armadas y el ejército
lo enjuició por calumnia. Luego fue asesinado en Medellín.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A Valle, dice Villalba, “lo mató la banda de La Terraza y
a mí me mandaron a que me callara [...] lo mandaron a matar por las
investigaciones que llevaba sobre la masacre del Aro. Era uno de los que me
ayudaba porque supo cuando yo me entregué y me iban a matar para que no dijera
nada”. El fiscal que estaba encargado de la investigación de Valle, tuvo
que salir del país, dijo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Además del presidente Uribe y su hermano Santiago, en los
expedientes judiciales figuran el ex general Carlos Alberto Ospina—comandante de
las fuerzas armadas durante el primer gobierno de Uribe--, quien en el momento
de los hechos era comandante de la Cuarta Brigada de Ejército, acantonada en
Medellín, y el general de Ejército Alfonso Manosalva Florez, quien según
testigos como Villalba y Mancuso entregó a los escuadrones de la muerte la lista
de las personas que debían matar en La Granja y El Aro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El presidente Uribe señaló como una de las
inconsistencias de la declaración de Villalba que la afirmación que Manosalva
estaba presente en una reunión en noviembre de 1997 con líderes paramilitares
cuando éste había fallecido en abril de ese año.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Villalba relató que ha sido víctima de tres atentados. El
primero ocurrió en la cárcel de la ciudad de Palmira después de haber hablado
con la fiscal Gallo. “Un muchacho de las autodefensas, Edison Parra,
[condenado por un homicidio en el Llano, me dio una puñalada del lado izquierdo,
a la altura del pecho”. Dos meses después, “en el mismo patio me hicieron
otro atentado con cianuro en una Pony Malta [marca de bebida de malta]. Me la
hizo Edwin Tirado, también de las AUC, que ahora está en la cárcel de Montería,
él era un ex trabajador de Mancuso”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Los atentados se los atribuyó a Mancuso, en esos días yo
estaba declarando contra la Fuerza Pública”, agregó.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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