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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>7 de mayo 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Colombia</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>"Con Uribe, nosotros pensamos: éste es
el que nos va a cambiar el país", recuerda la mujer. Por eso una comunidad de
unos 800 pescadores y agricultores en la central región colombiana del Magdalena
Medio decidió votar por el actual presidente en las elecciones de
2002</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Los votos de la
amenaza</STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial><STRONG>De la guerrilla a los paramilitares</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><BR></STRONG></DIV></FONT>
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face=Arial><STRONG></STRONG></FONT></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2><FONT face=Arial><STRONG>Constanza
Vieira</STRONG> <BR></FONT><FONT face=Arial><STRONG>IPS, Bogotá, mayo
2008</STRONG></FONT></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.ipsnoticias.net/"><STRONG>http://www.ipsnoticias.net/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV><FONT face=Arial
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<DIV align=justify>Esta pescadora de oficio, de 41 años, aceptó a hablar con IPS
a condición de que no se le preguntara su nombre (la llamaremos L.), ni siquiera
el de su comunidad. La principal ciudad en la feraz región es Barrancabermeja,
un puerto petrolero sobre el río Magdalena, que cruza Colombia de sur a norte
para desembocar en el mar Caribe. <BR><BR>¿Qué fue lo que los convenció de votar
por el candidato Álvaro Uribe? "Porque, imagínese, la región donde nosotros
vivimos es pobre, muy pobre, la fuente de trabajo allá es muy difícil, y al
escucharlo a él, que decía que 'yo voy a trabajar con los pobres, ahora sí los
voy a ayudar', uno se basaba en eso" para pensar que "este presidente es bueno".
<BR><BR>Cuando terminaba su primer mandato de cuatro años en 2006, la mayoría de
esa comunidad decidió de nuevo votar por Uribe. Había que darle más tiempo para
aminorar "nuestra pobreza", razonaron. <BR><BR>Lo extraño fue que tanto en las
elecciones de 2002 como en las de 2006, ya tomada la decisión sobre el voto, los
paramilitares ultraderechistas que habían cometido múltiples crímenes desde su
aparición en 1998 en la región --antes dominada por la guerrilla izquierdista--
de todos modos presionaron a los habitantes para votar por Uribe. <BR><BR>No fue
matando gente que presionaron en favor del voto al actual presidente, como sí lo
hicieron en otras comunidades, sino que fue apenas "amenazando". <BR><BR>"Si no
votan por Uribe, ya saben a qué atenerse". Y, el día de la votación, les
respiraban a los votantes en la nuca: "Éste es el que vas a marcar. Vas a marcar
éste. El de las gafitas", y señalaban la foto de Uribe en el tarjetón electoral,
describió L. <BR><BR>"Uno (de los paramilitares) está metido ahí en la mesa
electoral, está otro a un lado y otro más lejos, pendiente a ver si uno votó por
Uribe", agregó, refiriéndose a la forma nada sutil con que los escuadrones de la
muerte comandados por narcotraficantes y aliados del ejército garantizaron, en
ambos comicios, que la comunidad de L. votase por el actual presidente de
Colombia. <BR><BR>"Nosotros pertenecemos a un municipio donde hay corrupción,
desde el alcalde, los concejales, la policía, el ejército, personería, mejor
dicho, todo. Ellos todos son una sola masa corrupta. Entonces, uno qué va a
hacer", dijo L., los paramilitares "controlan todo". <BR><BR>En 2002, los
paramilitares entraron en campaña en la comunidad de L. y prometieron, como los
políticos de siempre, taponar un caño que en la estación de lluvias tropicales
inunda el playón donde en "tiempo de verano la gente tiene ahí sus vaquitas".
"Ahí es donde los cultivadores sembramos el sustento nuestro: el arroz, la yuca,
el maíz", detalló. <BR><BR>"Pero lo que nosotros no sabíamos es que ellos (los
paramilitares) estaban con el presidente de quien nosotros pensábamos que nos
iba a mejorar la pobreza que teníamos", rememoró la pescadora a IPS. (ver
recuadro) <BR><BR>Uribe ganó los comicios de 2002 con 5.862.655 votos,
equivalentes a 53 por ciento de los emitidos, y ahorró la segunda vuelta
electoral por un margen de unos 300.000 sufragios. El panorama político de
entonces quizá hubiera llevado a una unión vencedora de sus adversarios (el
socialdemócrata Partido Liberal y la izquierda). <BR><BR>En 2006, con casi 7,4
millones de votos, Uribe ganó esta vez con un arrasador 62,2 por ciento.
<BR><BR>Cuántos parlamentarios, gobernadores, diputados (legisladores
regionales), alcaldes y concejales (legisladores locales) se beneficiaron de la
presión armada paramilitar, es algo que la Corte Suprema de Justicia y la
Fiscalía General de la Nación dilucidan apenas. <BR><BR>Entre tanto, la pregunta
cotidiana en Colombia es cuál es el nuevo político preso por vínculos con el
paramilitarismo, a cuál se le abrió investigación judicial. <BR><BR>"La
parapolítica es la toma del poder en Colombia por una confluencia de alianzas e
intereses entre las elites políticas regionales y nacionales, el narcotráfico y
la fuerza de las armas", definió, ante un auditorio abarrotado en la Feria
Internacional del Libro de Bogotá, la investigadora Claudia López, una de las
autoras de "Parapolítica: la ruta de la expansión paramilitar", de la
Corporación Nuevo Arco Iris, que la semana pasada lanzó su tercera edición
ampliada. <BR><BR>Sobre varios de los autores de este trabajo pesa ya una orden
de ejecución por parte de los escuadrones de la muerte ultraderechistas.
<BR><BR>La comparación que realizó López entre votaciones locales y regionales
desde 1994 a la fecha en el país evidencia cambios abruptos y sospechosos en las
preferencias electorales en amplias regiones tomadas por el paramilitarismo, lo
cual finalmente llamó la atención de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
<BR><BR>Según la Constitución, a la CSJ le corresponde investigar y juzgar a los
parlamentarios y juzgar, previa acusación de la Fiscalía General de la Nación, a
altos funcionarios cobijados por fuero, por hechos punibles cometidos durante su
gestión. <BR><BR>Los más de 70 "parapolíticos" actualmente en la cárcel o
investigados suman 1,8 millones de votos. <BR><BR>Pero si se considera ilegítima
la votación por los partidos que tienen ya a más de la mitad de sus
parlamentarios en la cárcel -cinco de los siete partidos de la coalición
oficialista-, la suma supera los tres millones de sufragios. De los 9,2 millones
de votos que obtuvo el Senado en 2006, la tercera parte de éstos está
comprometida. <BR><BR>Lo nuevo, desde abril, es que la parapolítica ya toca a
las puertas de la sede del gobierno de Colombia. Está preso el primo y principal
aliado político del presidente, el ex senador Mario Uribe, y comienza a
cuestionarse la legitimidad de la reforma constitucional que permitió la
reelección en 2006 del presidente. <BR><BR>Al Magdalena Medio pertenece Yidis
Medina, política de Barrancabermeja, ex representante en la cámara baja que el
27 de abril se entregó a la justicia, y luego se acogió a sentencia anticipada,
con lo cual espera rebajar la pena que le espera, de hasta ocho años de cárcel.
<BR><BR>Su delito fue haber aceptado dádivas del Poder Ejecutivo para cambiar su
voto en el parlamento en 2004, cuando se tramitaba la reforma. En términos
jurídicos es cohecho. En lingüística, la partícula "co" significa que Medina
tuvo una contraparte que delinquió igual que ella. <BR><BR>Medina declaró que
Uribe, dos de sus ministros y el entonces secretario general de la presidencia
le habrían cambiado su voto a favor de la reelección por al menos dos cargos y
un contrato que se hicieron efectivos entre su círculo político. <BR><BR>También
entregó pruebas de que a través de ella le pagaron unos 200.000 dólares a otro
parlamentario, Teodolindo Avendaño, quien, al igual que Medina, había anunciado
que votaría en contra del proyecto de reelección presidencial, pero el día del
debate se ausentó. <BR><BR>Según el periodista Daniel Coronell, director del
noticiero de televisión Noticias Uno y a quien ella dio primero un testimonio en
vídeo, a la entonces parlamentaria Medina "le dijeron que la reelección era
cuestión de la supervivencia del Estado". <BR><BR>Además de este escándalo que
germina, la cuenta que falta es cuántos votos como los que describe L.
beneficiaron a Uribe también en comunidades que no querían elegirlo.
<BR><BR>Según analistas, "lo que está colapsando es la legitimidad del Ejecutivo
y de la coalición de gobierno". <BR><BR>A ese nuevo fenómeno se atribuye una
seguidilla de propuestas insólitas del oficialismo, como la creación de una
"comisión de ajuste institucional", nombrada entre quienes están bajo sospecha,
en lugar de un referendo que revoque los mandatos de los actuales componentes
del Congreso legislativo, quizá también el presidencial, o convoque a una
Asamblea Constituyente. <BR><BR>Y, sobre todo, la creación de un tribunal
supraconstitucional para el juzgamiento del presidente, el vicepresidente y los
magistrados de las altas cortes, calificado de "aberración" por las centrales
sindicales, el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, otras
organizaciones de derechos humanos y entidades académicas, en una declaración
leída en la manifestación del 1 de mayo en la celebración del Día Internacional
de los Trabajadores.</DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>De la guerrilla a los
paramilitares</FONT></STRONG><BR> <BR></DIV>
<DIV align=justify>La guerrilla izquierdista estuvo en el Magdalena Medio casi
desde su surgimiento, en 1964, y a ella, la comunidad de L. no tiene nada que
agradecer: “en vez de crearnos empleo, lo que hicieron fue acabar con lo que
teníamos también”. Y muchas personas se marcharon porque los combatientes
estaban “endulzando” (ganando) para la lucha armada a sus hijos e hijas
adolescentes.<BR> </DIV>
<DIV align=justify>En los primeros decenios, los guerrilleros “no se dejaban
ver”, “pero cuando comenzaron a actuar ya se empezó a ver que enseguida todo fue
para la ruina”. <BR> <BR>En 1998 entraron los paramilitares. Primero
comenzaron a matar gente de a poquitos, a los que consideraba que estaban
“untados” (comprometidos) con la guerrilla. Después presionaron a muchos
campesinos para que vendieran sus tierras. <BR> </DIV>
<DIV align=justify>Ahí vino la quiebra total para los habitantes, pues los
40.000 dólares que los paramilitares les dieron, en promedio por cada finca, ya
se terminaron. <BR> <BR>Hoy hay allí grandes cultivos de palma
africana, fuertemente custodiados por paramilitares, desmovilizados parcialmente
tras pactos con el gobierno de Álvaro Uribe. Y los pobladores deben hacer largos
desvíos, pues “esa es una zona restringida para los
campesinos”. <BR> <BR>Algunos desmovilizados se dedican a atracar en
los caminos. Otros conforman lo que se ha denominado el “rearme paramilitar”,
con escuadrones de la muerte que se hacen llamar “Águilas Negras” y cuya primera
aparición fue, precisamente, en el Magdalena Medio, según primicia de IPS en
abril de 2006. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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</DIV></FONT></BODY></HTML>