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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><FONT
size=5><EM><U>correspondencia de prensa - boletín solidario
<BR></U></EM></FONT><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición
internacional del Colectivo Militante<BR><U>1º de junio 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT
size=3>Sudáfrica</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Violencia urbana en Sudáfrica
*</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG>La extrema pobreza y la crisis habitacional
provocadas por el régimen neoliberal de los ex-guerrilleros del CNA, sumado a la
especulación inmobiliaria, son el trasfondo. Hace más de diez días que la
población de Sudáfrica asiste, estupefacta e impotente, a la extrema violencia
desplegada contra los residentes extranjeros de las villas miseria. Una
situación que puede volverse incontrolable, producto de una mezcla incendiaria
de extrema pobreza, crisis de vivienda e intereses inmobiliarios.
(1)</STRONG><BR><BR><FONT size=3><STRONG>Philippe Rivière</STRONG></FONT> </DIV>
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<DIV align=justify><STRONG>La Haine</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.lahaine.org/"><STRONG>http://www.lahaine.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>Todo comenzó el 11 de mayo en Alexandra, villa
miseria emblemática ubicada en la periferia de Johannesburgo, al lado del
ultramoderno distrito de negocios de Sandton. Las agresiones se replicaron
rápidamente en otros barrios, produciendo 42 muertos y una gran cantidad de
heridos, lo que sembró el pánico. Más de 16.000 personas abandonaron sus shack
(chozas), buscando refugio en las iglesias, las estaciones de policía, las
escuelas, etc. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La policía, asistida por el ejército, detuvo a 400
extranjeros. Los agresores se encarnizaron con los extranjeros indocumentados
que viven en esos barrios, a los que llegaron, principalmente de Zimbabwe,
huyendo de de la crisis económica. Los acusan de "robarles empleos y
viviendas".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Con una actitud ya clásica de negación, el gobierno de
Thabo Mbeki se apuró en señalar una siniestra “tercera fuerza” (2), recordando
que en 1994 elementos a favor del apartheid echaron nafta al fuego existente
entre el African Nacional Congress (Congreso Nacional Africano – CNA) y el
Inkhata Freedom Party, para provocar episodios de violencia que fueron
presentados como inter-étnicos. El CNA, por su parte, ahora dirigido por Jacob
Zuma, atribuyó la responsabilidad del caos a los “fracasos del gobierno”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Este gobierno, ya en final de período, experimenta
dificultades energéticas (por los cortes de electricidad que afectaron al país
desde comienzos de 2008), alimenticias (por los aumentos de precios) y de
delincuencia. Ahora, parece también incapaz de controlar la crisis habitacional
del país. Con la extensión progresiva de la “Slums Act”, una ley dirigida a
erradicar las villas miseria, creyó que bastaba con decretar la eliminación de
los asentamientos y emprender expulsiones manu militari para que los pobres
volvieran a su lugar de origen.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Fútbol y apetencias inmobiliarias</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La enseñanza que puede extraerse de esta última semana es
que la violencia cotidiana en las villas miseria, donde la gran pobreza compite
con el desprecio por las autoridades [desprecio alimentada por las políticas
neoliberales del régimen], puede conducir a un desorden incontrolable. Ya cerca
del Mundial de Fútbol que se llevará a cabo en 2010, el valor inmobiliario de un
barrio como Alexandra suscita inevitablemente grandes apetencias.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A principios de año, quien escribe tuvo un encuentro en
Alexandra, en la zona de Marlboro South, con los habitantes de una fábrica que
fue desafectada después de los motines anti-apartheid de 1986, y desde entonces
se encuentra ocupada. Estos ocupantes esperaban recibir en cualquier momento una
orden de desalojo, porque los antiguos propietarios habían obtenido en los
tribunales la restitución de su propiedad. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Dentro de la fábrica vivían doscientas familias,
instaladas en cabañas de madera y cartón apiladas como un castillo de naipes en
dos pisos (“Somos como los pájaros, ¡hacemos nuestro nido en las alturas!”). Una
cama podía servir para cuatro personas, que dormían en ella por turnos. A falta
de electricidad, se calentaban con parafina, con el riesgo de provocar un
incendio. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los residentes, sudafricanos llegados recientemente de
los homelands (áreas de reserva), zimbabuenses o mozambiqueños indocumentados,
convivían en armonía, sentándose juntos por las tardes en la tapia del patio
exterior para conversar. Trabajaban como agentes de seguridad u obreros de la
construcción, por salarios miserables; con 35 rands por día (unos dos euros), no
les alcanzaba ni siquiera para el transporte, de manera que debían ir a trabajar
a pie. “Venimos de diferentes lugares, y cada uno tiene su propios hábitos. Por
eso no nos hemos puesto de acuerdo para comer todos juntos”, explicaba con pena
White, uno de sus habitantes, sudafricano. Cada uno por su lado pero, más bien
compañeros del mismo barco que partidarios de una guerra civil.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Numerosas organizaciones sociales decidieron coordinarse
para garantizar la seguridad de todos los residentes e impedir nuevos delitos,
mostrando así el poco crédito de que goza una policía más temida que respetada.
(...)</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV>* Le Monde diplomatique, París. Traducción: Lucía Vera
<BR><BR><U><STRONG>Notas</STRONG><BR></U>1) Este artículo fue escrito el
22-5-08.<BR>2) Peter Fabricius, “Third force venid attacks”, Cape Times, Ciudad
del Cabo, 21-05-08.</DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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