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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario
<BR></FONT></U></EM><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición
internacional del Colectivo Militante<BR><U>3 de junio 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG><FONT size=3>Violación y "guerra al
terror"</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=3><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=3><STRONG>La violación como un
instrumento de guerra total en el siglo XXI</STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=3><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=3><FONT size=2><STRONG>Louise Arbour,
la comisionada de la ONU para Derechos Humanos, anunció recientemente su
decisión de dejar el cargo y no presentar su candidatura para un segundo
mandato. Leyendo entre líneas el lenguaje formal de un respetable
diplomático, resulta patente que Arbour tira la toalla disgustada con el fracaso
de la ONU en punto a encarar seriamente las crisis morales fomentadas por la
"guerra al terror" librada por la administración Bush.</STRONG> </FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>David Rosen *</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Counterpunch</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.counterpunch.org/"><STRONG>http://www.counterpunch.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Traducción para Sin Permiso de Ramona Sedeño y
Ricardo Timón </STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.sinpermiso.info"><STRONG>www.sinpermiso.info</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT face=Arial size=2> </DIV>
<DIV align=justify>Arbour tuvo un famoso rifi-rafe con el exrepresentante
estadounidense en la ONU, John Bolton, en 2006 a propósito de la invasión
israelí del Líbano. Ella había sugerido que los dirigentes israelíes podrían ser
imputados por crímenes de guerra. "Ya saben, en América", replicó Bolton, "no es
costumbre que los fiscales vengan a la gente con amenazas fundadas en artículos
periodísticos". Y remató con displicencia: "De jurista a jurista, yo le diría
esto a la señora Arbour: que reflexione detenidamente sobre su ética y sus
responsabilidades profesionales, antes de amenazar con cargos penales fundándose
en informes periodísticos". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Arbour, exfiscal jefe del Tribunal Penal Internacional
para la antigua Yugoslavia (responsable de la acusación contra Slobodan
Milosevic) y exjueza de la Corte Suprema canadiense, reconoce los crímenes de
guerra en cuanto los ve. Es evidente que estaba harta del doble lenguaje
enmascarado como justicia. Las prohibiciones tradicionales contra los crímenes
de guerra, la tortura y, de manera superlativamente escandalosa, el terror
sexual contra niñas y mujeres, han ido erosionándose en los últimos siete años.
Arbour ya no pudo más. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La violación es violencia y terror, disfrazados
de pasión</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>La violación de mujeres (ocasionalmente, de hombres)
no-combatientes por parte de soldados durante la guerra es un rasgo que acompaña
a las relaciones sociales humanas desde los tiempos más remotos. El Viejo
Testamento está colmado de historias de violaciones de mujeres por tribus
conquistadoras. Han sido inveteradamente violadas y raptadas como "botín de
guerra", y a menudo forzadas a casarse con sus captores para sobrevivir. El
rapto de Helena de Troya sigue siendo, dos milenios y medio después, un
testimonio de las consecuencias de la conquista masculina. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las informaciones sobre violaciones de mujeres
no-combatientes por parte de soldados estadounidenses en Afganistán e Irak
parecen limitadas. Sin embargo, dado el inherente secretismo y los repetidos
encubrimientos, la verdadera historia de la violación de guerra no saldrá
probablemente a la luz hasta mucho después de que termine la ocupación. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Durante la guerra de Vietnam, Susan Brownmiller y otros
(por ejemplo, en Aganist Our Hill, 1975) acusaron a los soldados norteamericanos
de violar a mujeres vietnamitas. Pero no ha sido sino hasta muy recientemente
que se ha revelado la plena y confirmada dimensión de las atrocidades cometidas
por las fuerzas estadounidenses en Vietnam, muy superior a la hasta hace poco
sospechada. Informaciones aparecidas en el Toledo Blade (19 de octubre de 2003)
y en Los Angeles Times (6 de agosto de 2006) mencionan más de trescientas
atrocidades (incluidas violaciones) que acabaron siendo confirmadas por
investigadores del ejército, y eso sin incluir el más notorio de los crímenes de
guerra estadounidenses, la masacre de My Lai en 1968. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque los casos de incidentes de violaciones por parte
de los actuales solados estadounidenses puedan parecer relativamente escasos, no
puede decirse lo mismo de otras fuerzas militares desplegadas por el mundo. Los
conflictos en la República Democrática del Congo (RDC) y en Darfur, como otros
previos en Ruanda o en Bosnia-Herzegovina, Myanmar y Somalia, estuvieron
salpicados de un sinnúmero de violaciones confirmadas. El uso de la violación
como instrumento de guerra pudo también comprobarse en conflictos recientes en
Bangladesh, Camboya, Costa de Marfil, Chipre, Timor Oriental, Haití, Liberia,
Perú y Uganda. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La violación es la invasión más traumática que una
persona pueda infligir a otra. Ha ido inveteradamente malinterpretada como un
acto sexual. Aun cuando representa uno de los intercambios físicos más
vigorosos, a menudo incluyendo genitales y otras partes del cuerpo, la violación
no es erótica, no es sensual, no es placentera. Es violencia y terror,
disfrazados de pasión. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La guerra total moderna</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>La violencia y el terror inherentes a la violación hallan
su más bárbara realización en tiempos de guerra, particularmente en las
condiciones de la guerra total moderna. El general de la Guerra Civil
estadounidense William Tecumseh Sherman fue un pionero de la guerra total con su
infame "marcha al mar" de 1864. Su campaña, en efecto, destrozó al enemigo,
tanto física como espiritualmente; puso término al más consecuente esfuerzo
militar norteamericano. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Sherman creía que la guerra tenía que ser total; que
tenía que pasar de un conflicto entre combatientes reconocidos a un conflicto
que implicara a toda la sociedad del enemigo, incluyendo sus recursos naturales,
el suministro agrícola y alimentario, los servicios públicos y otros elementos
de la vida civil. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Esa alteración en la estrategia militar no hizo sino ir a
peor en el siglo XX. La I y la II Guerras Mundiales añadieron la aviación y los
gases tóxicos, y luego las cámaras de gas, los bombardeos ígneos y las armas
nucleares al arsenal de la guerra total. Ese robustecido arsenal armamentístico
extendió el modelo de compromiso militar global de Sherman de la destrucción de
infraestructura civil a la aterrorización de la población civil. Y, en el
eufemístico lenguaje de la negación burocrática que distinguió al final del
siglo pasado, las devastaciones infligidas a los civiles en la guerra total
pasaron a llamarse "daños colaterales". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Una nueva era en el modo de conducir la guerra está en
camino. Difiere significativamente en varios respecto de los rasgos que
definieron a la estrategia militar en el siglo XX. Primero, la conducción de la
guerra parece limitada en lo tocante al despliegue de vastas fuerzas militares y
ejércitos masivos; la Primera Guerra del Golfo fue todavía una acción policíaca
glorificada, en la que una "coalición" masivamente movilizada aplastó a un
Estado peregrino de segunda fila. Segundo, la conducción de la guerra
aparece como limitada en lo tocante al empleo del armamento más poderoso puesto
a disposición por el complejo militar-industrial ; la victoria en la I y en la
II Guerra Mundiales estuvo predeterminada por el máximo despliegue de las más
avanzadas tecnologías de masacre masiva. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Nuestra nueva era de conducción de la guerra parece
definirse por conflictos contenidos, por batallas restringidas a Estados
nacionales colapsados y por el uso limitado de armamento avanzado, implicando
raramente alianzas multiestatales que se combatan sin tregua entre sí. En esta
nueva era de guerra total, los daños colaterales se han convertido en un
objetivo legítimo de conflictos sin fuego. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Violación y guerra total</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Una de las consecuencias de esta nueva era del conflicto
militar es el cambio del papel desempeñado por la violación. Primero, ha habido
un incremento en el número de violaciones registradas; ese incremento se refleja
en (a) la cifra de violaciones registradas en un determinado conflicto y (b) en
la cifra global de conflictos registrados en el mundo. Segundo, más militares
han adoptado la violación como técnica operativa (no oficial) en sus campañas de
guerra total. Mientras que el enemigo masculino combatiente es golpeado o
tiroteado, a veces torturado, violado o aun asesinado tras ser capturado, la
violación sistemática de niñas y de mujeres aparece como una técnica innovadora
y aceptada de la presente cultura de la guerra total. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Viniendo a cumplir la sombría visión de Sherman, la línea
entre el guerrero y el no combatiente, entre el soldado y el civil, ha sido
formalmente borrada. Ocurrido esto, la conducción de la guerra no tiene ante sí
sino un territorio virgen al que saquear sistemáticamente: el ser físico del
enemigo, su cuerpo vivo. A los varones adultos se les saquea con la tortura; a
algunos varones jóvenes y a mujeres de todas las edades, con la violación. Para
las mujeres, el saqueo, la invasión y la violación dañan y estigmatizan de
consuno. Algunos creen que violación significa polución, tanto de la mujer como
de los "frutos" de conquistarla. La violación ha llegado a ser el rasgo
definitorio de la guerra total en estos primeros años del siglo XXI. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El pasado verano {septentrional] el tercer soldado
estadounidense de la Compañía B, Primer Batallón, Infantería 502, División
Aerotransportada 101, fue sentenciado por tomar parte en la violación y el
asesinato de una familia iraquí en Mahmudiya, una aldea suní situada a 30
kilómetros de Bagdad. Como tal vez algunos recuerden, esos soldados irrupieron
en un hogar familiar, violaron a la adolescente Abeer Quassim al-Janabi a la
vista de sus padres y de su hermanita de 7 años, y luego la asesinaron, junto al
resto de la familia. Por esos crímenes, los soldados recibieron una condena de
cárcel que, en total, sumaba más de 300 años. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Este tercer soldado es Jesse Spielman, un soldado raso
del ejército de los EEUU de 23 años de edad; fue condenado a 110 años. A
comienzos de ese mismo año, el sargento Paul Cortez había sido condenado a 90
años y en noviembre de 2006 al especialista James Barrer le había caído una
sentencia de 100 años. Cada uno de ellos fue hallado culpable de cuatro cargos
de asesinato, violación, conspiración para la violación, allanamiento de morada
con propósitos de violación y conspiración para cometer violación. En marzo de
2007, el soldado raso de primera clase Bryan L. Howard, de 19 años de
edad, tras declararse culpable de controlar comunicaciones de radio, fue
condenado a 27 meses de confinamiento. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Steven Green, descrito como el cabecilla del grupo, fue
licenciado en marzo de 2006 por motivos psiquiátricos, aparentemente antes de
que el ejército tuviera noticia del episodio de Mahmudiya, y aguarda ahora
juicio. Los testimonios en la corte de justicia documentan la siguiente
secuencia del horror: Cortez y Kaker violaron a la chica; Green disparó contra
los padres y la hermanita; luego violó a la chica, la mató y, todos, vertieron
queroseno sobre su cuerpo y le prendieron fuego. A ocmienzos de este año, los
fiscales federales en Louisville anunciaron su intención de solicitar la pena de
muerte para Green. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La víctima adolescente era Abeer Quassim Hamza al-Janabi;
Abeer significa "fragancia de las flores". Las imágenes de los perpetradores del
crimen muestran a unos hombres jovencísimos, no sólo inexpertos y faltos
mundanidad, sino carentes de toda preparación para los horrores bélicos que les
aguardaban en Irak. Green declaró a un periodista: "Esta guerra es diferente de
todas las guerras en las que combatieron nuestros padres y nuestros abuelos.
Aquellas guerras eran para algo. Esta es una guerra para nada". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los soldados parecen tan víctimas de la guerra total de
Bush como lo son Abeer y su desdichada familia. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La violencia sexual en el Congo es la peor del
mundo</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>El 29 de julio de 2007, un caso particularmente sombrío
de carnicería humana tuvo lugar en la República Democrática del Congo (RDC). De
acuerdo con un informe de la ONU, un soldado en la provincia septentrional de
Kivi supuestamente violó y luego macheteó hasta la muerte a una mujer Hutu y a
su bebé de tres meses. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Un comunicado de prensa de la ONU dice que la violación
resultaba emblemática de "las violaciones cometidas por la policía nacional
congoleña y por grupos rebeldes armados, que incluían el asesinato y la
violación de aldeanos y la extorsión y el robo a civiles". Yakin Ertürk, la
relatora especial de la ONU en materia de violencia contra las mujeres, denunció
la violencia sexual en la RDC como la peor que había visto en su vida.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>De acuerdo con la ONU, se registraron 27.000 asaltos
sexuales en 2006 en la provincia del sur de Kivi, y se cree que esto es sólo una
fracción del número total de casos de violación en el país. "La violencia sexual
en el Congo es la peor del mundo", dijo John Colmes, el subsecretario de la ONU
para asuntos humanitarios. "El volumen de las cifras, la indiscriminada
brutalidad, la cultura de la impunidad... son sobrecogedores". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Otros observadores occidentales se muestran igualmente
apabullados por lo que aparenta ser un nivel sin precedentes de violencia
sexual. Malteser International, una agencia de cooperación de la Orden Soberana
de Malta que trabaja en el Congo oriental, informa de que en una aldea,
Shabunda, el 70% de las mujeres admiten haber sido sometidas a violencia sexual.
André Bourque, un consultor canadiense que trabaja con grupos de cooperación en
el Congo oriental, alertó de que "la violencia sexual en el Congo alcanza un
nivel jamás alcanzado en sitio alguno. Es todavía peor que en Ruanda cuando el
genocidio." </DIV>
<DIV align=justify><BR>Entre los perpetradores de violencia sexual se hallan las
tropas del gobierno congoleño, estimadas como criminales de la peor especie. Se
incluyen también en esa categoría los llamados Rastas, grupos paramilitares que
aterrorizan las zonas rurales secuestrando y violando mujeres, quemando bebés y
masacrando a quienquiera les desafíe. El grueso de ellos procede de las antiguas
milicias Hutu que se refugiaron en Ruanda luego de las guerras genocidas de 1994
y sobrevivieron en el corazón de la selva, reconocibles por sus espantosos
chándales brillantes y sus camisetas de Los Angeles Lakers. Están, además, las
milicias locales llamadas Mai-Mai, que apelan a una mitología militar harto más
arcaica: se untan con aceite antes de entrar en batalla (New York Times, 7
octubre de 2007). </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Desde 2003, la región de Darfur en Sudán occidental ha sido
el lugar del terror sistemático. De acuerdo con Amnistía Internacional, "en esos
ataques, se mata a los hombres, se viola a las mujeres, y los aldeanos son
dispersados tras el incendio de sus hogares; sus cosechas y su ganado, medios
principales de su subsistencia, son o quemados o saqueados" (Amnistía
Internacional: "Darfur: la violación como arma de guerra: la violencia sexual y
sus consecuencias", 19 de julio de 2004). </DIV>
<DIV align=justify><BR>Se estima que, hasta la fecha, en Darfur, unos 2,5
millones de personas han sido desplazadas, más de 400.000 han muerto y un
sinnúmero de mujeres y niñas han sido violadas o sexualmente aterrorizadas. Un
informe de 2007 de Refugees International descubrió que "la violación de mujeres
en Darfur no es esporádica o aleatoria, sino que está inexorablemente vinculada
con la destrucción sistemática de sus comunidades". Sostiene que los milicianos
janjawid, sostenidos por el gobierno, los "jinetes armados o 'milicia árabe'",
practican la violación como arma de limpieza étnica (Refugees International:
"Leyes sin justicia: una valoración de las leyes sudanesas sobre las
supervivientes de las violaciones"). </DIV>
<DIV align=justify><BR>Más recientemente, un informe escrito en marzo de 2008
por Louise Arbour descubrió "claros indicios" de que miembros de las Fuerzas
Armadas sudanesas (FAS) violaron a mujeres y niñas en Sirba, al noroeste de la
capital de Darfu, El Geneina. El informe afirmaba que un testigo ocular vio "a
cuatro niñas escoltadas hasta una choza abandonada y allí violadas a punta de
fusil por un grupo de soldados pertenecientes a las FAS". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Dos ejemplos más documentan el uso creciente del terror
sexual sobre mujeres y niñas desde el final de la Guerra Fría. La ONU estima que
en Ruanda más de 500.000 mujeres y niñas han sufrido formas brutales de
violencia sexual, incluyendo la violación colectiva y la mutilación sexual, a
raíz de lo cual muchas contrajeron el SIDA. En Bosnia, se estima que más de
40.000 mujeres musulmanas fueron violadas y que algunas muchachas que quedaron
embarazadas fueron obligadas a mantener el embarazo y a dar a luz al hijo "del
enemigo". Esos ejemplos sugieren un acrecido uso de la violación como técnica de
la guerra total. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La guerra total es la autonegación de la
modernidad</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>En su elegante meditación La guerra es una fuerza que nos
da sentido, Chris Hedges capta el papel deshumanizador de la guerra: </DIV>
<DIV align=justify><BR>"La guerra quiebra inveteradas prohibiciones contra la
violencia, la destrucción y el asesinato. Y eso trae a menudo consigo el
desplome de normas sexuales, sociales y políticas inveteradamente observadas,
pues la dominación y la brutalidad en el campo de batalla terminan por ingresar
en la vida personal. La violación, la mutilación, el abuso y el latrocinio son
el resultado natural de un mundo en el que lo que impera es la fuerza, de un
mundo en el que los seres humanos son puros objetos" (Guerra, pág. 103). </DIV>
<DIV align=justify><BR>Una guerra puede ser una revolución social o un genocidio
étnico, un choque de ejércitos enemigos o un conflicto civil. Una guerra puede
liberar a la gente, o exponerle a la peor venganza masiva. En cualquiera de los
casos, lo cierto es que se quiebran inveteradas prohibiciones, lo que Freíd
llamó el superego. Las gentes ya no son ellas mismas. Sin embargo, la venganza
de guerra puede racionalizarse y convertirse en una doctrina aceptada de táctica
militar. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>El general Sherman, que introdujo la guerra total, observó
una vez: "No estamos combatiendo solamente contra ejércitos enemigos, sino
contra un pueblo hostil, y tenemos que hacer sentir a viejos y a jóvenes, a
ricos y a pobres, la dureza de la guerra". Urgió a sus compañeros
unionistas a "hacer de la guerra algo tan terrible... [y] hacer que [los no
combatientes] sufran a tal punto la guerra, que tengan que pasar generaciones
antes de que puedan volver a pensar en ella como una posibilidad". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Sherman desarrolló la estrategia de la guerra total a
partir de su experiencia en la Segunda Guerra contra los [indios] semínolas
(1835-1842), en la que sirvió bajo el mando del general (y futuro presidente)
Zachary Taylor. Le impresionó superlativamente el uso innovador que los nativos
hacían de los ataques móviles, que les permitían atacar y desaparecer con
rapidez. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En vista de ese modo poco ortodoxo de hacer la guerra,
propugnó la erradicación total de los indios semínolas. "Quiero que seais
osados, emprendedores, que andéis siempre sobrados de energía", dijo a sus
soldados; "cuando empecéis, tenéis que llevar a cabo una campaña de
aniquilación, de arrasamiento y completa destrucción...". Destacó, en
particular, la importancia de destruir los enclaves semínolas y del asesinato
indiscriminado de guerreros; puso como objetivos bélicos las granjas en tiempo
de cosecha y los rebaños de búfalos, a fin de eliminar las fuentes alimentarias
del pueblo semínola. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En el último siglo y medio, la guerra total ha sido
sistemáticamente extendida de las fuentes alimentarias a las inocentes víctimas
colaterales, y luego, a cualquiera que, por decirlo con los términos de Sherman,
sea parte del "pueblo hostil". La decisión de Louise Arbour de dimitir de su
cargo en la ONU atestigua hasta qué punto las políticas de guerra total de la
administración Bush están promoviendo crisis morales internacionales. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El convertir a mujeres y niñas en objetivos militares de
asalto sexual y violación ha llegado a ser la más extrema expresión de esta
crisis. Ya se trate de milicos rasos estadounidenses o de janjawids en Darfur,
la violación es un instrumento de guerra total. La violación es una forma de
tortura dirigida especialmente a las mujeres. Está pensada, no solo para
infligir daño, sino para avergonzar a la víctima socavando su sentido de
dignidad y aun de identidad personal. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Además de ser violadas en el curso de la guerra total,
los informes muestran que las niñas y las mujeres están siendo cada vez más
sometidas a la prostitución forzada y al tráfico sexual en enclaves no bélicos
de intensificada globalización. Esos crímenes documentan hasta qué punto la
Guerra total se extiende a la vida cotidiana. La guerra está migrando de los
remotos campos de batalla a los centros urbanos; de conflictos reconocidos entre
ejércitos enemigos a lo que no es sino un aspecto del comercio ilícito que
estraga a las naciones en vías de desarrollo. La guerra total es la autonegación
de la modernidad. </DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>* David Rosen es un analista político
norteamericano que escribe regularmente en medios electrónicos alternativos,
como Counterpunch. </FONT></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>