<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>13 de julio 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Estados
Unidos</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La vergonzosa decisión de
Souter</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Los guardianes legales de
Exxon<BR></DIV></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Sharon
Smith *</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>International Socialist
Review</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.isreview.org/"><STRONG>http://www.isreview.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducción de Daniel
Escribano</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://www.sinpermiso.info"><FONT face=Arial
size=2><STRONG>www.sinpermiso.info</STRONG></FONT></A></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2> </DIV>
<DIV align=justify>Antes de lograr la designación como candidato del Partido
Demócrata, Barack Obama contrastó su visión para el papel futuro del Tribunal
Supremo de los EEUU con la de su rival John McCain, aduciendo que el sesgo
actual del Tribunal consistente en favorecer a los "poderosos en detrimento de
quienes no tienen poder" ha permitido a los intereses empresariales y
gubernamentales pisotear a la gente ordinaria y sus problemas. En esa vena
populista, Obama describió como sus modelos para el Tribunal Supremo a jueces
como Stephen G. Breyer, Ruth Bader Gingsburg y David H. Souter, quienes
pretendía que era la "gente de los tribunales que tiene empatía suficiente,
sentimiento suficiente" por aquellos machacados por la América empresarial.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>En junio, una vez asegurada la designación, Obama perdió
inmediatamente el interés por la gente ordinaria y empezó a jadear por el apoyo
empresarial. Acaso por esta razón no sintiera necesidad de criticar al Tribunal
por el fallo del 25 de junio a favor de Exxon-Mobil, que reducía a mera
calderilla el monto de la indemnización por daños y perjuicios que la empresa
más rentable de la historia adeuda a cerca de 30.000 pescadores, trabajadores de
la industria conservera y nativos de Alaska, el sustento de los cuales fue
destruido en 1989 por el vertido de petróleo de Exxon Valdez, el peor desastre
ecológico de la historia empresarial. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El propio Souter redactó la decisión que decía que "las
indemnizaciones eran excesivas en tanto que conflicto de derecho común
marítimo". Souter no dijo que el derecho común era prácticamente inexistente
pero que estaba siendo inventado sobre la marcha por el actual Tribunal Supremo.
Exxon-Mobil basó únicamente su apelación marítima en una oscura decisión de 1818
conocida como la amable Nancy, en que el Tribunal falló que los propietarios de
un barco privado no eran responsables de las indemnizaciones por un robo
cometido por un marinero en el desempeño de su trabajo. Durante el
interrogatorio, Ginsburg --que disiente de la actual sentencia-- hizo notar que
era "una exageración citar como referencia una larga serie de decisiones basadas
en derecho marítimo", como pretendía Exxon, aparentemente en vano. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El juez Samuel Alito se recusó a sí mismo para el caso
porque posee stocks de Exxon Mobil por un valor entre 100.000 y 250.000 dólares,
según los informes financieros de 2006. Pero el tribunal seguía parcial por la
significante presencia de los simpatizantes de Exxon. "¿Qué puede hacer una
empresa para protegerse de indemnizaciones por daños y perjuicios como ésta?",
preguntaba el presidente del Tribunal exasperado durante el interrogatorio.
Cuando el abogado de los demandantes, Jeffrey L. Fisher, hacía notar que Exxon
no debía beneficiarse de argumentos que su equipo legal no había expuesto, el
juez Antonin Scalia replicó: "No tienen por qué exponer cada minúsculo
argumento". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Han pasado 19 largos años desde que Exxon Valdez, bajo la
autoridad del capitán borracho Joseph Hazelwood (de quien se ha informado que
había bebido cinco vodkas dobles antes de subir al barco), vertiera al menos 11
millones de crudo de petróleo sobre más de 1.300 millas de la costa virgen de
Alaska. En un escenario que compite con el del Titanic, Hazelwood abandonó su
puesto antes de que el barco se precipitara hacia Bligh Reef en esa fatídica
noche de marzo de 1989. Once horas después del accidente, la proporción de
alcohol en la sangre del capitán daba 0,241. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero los problemas de alcoholismo de Hazelwood eran bien
conocidos en la extensa jerarquía de Exxon. Lloyd Miller, abogado representante
de los pueblos nativos hizo notar la existencia una cultura del alcohol entre
las autoridades de los barcos de Exxon-Mobbil. Así lo declararon los testigos en
el Tribunal Supremo explicando que Hazelwood era un conocido alcohólico que
había abandonado un programa de tratamiento continuado de alcoholismo. La
sentencia del Tribunal Supremo admitía que "aunque Exxon tiene una política
clara de prohibir a los empleados trabajar a bordo dentro de cuatro horas de
haber consumido el alcohol […] Exxon no ha presentado pruebas de haber
controlado a Hazelwood después de su retorno al servicio ni de haber considerado
proporcionarle un trabajo en tierra". </DIV>
<DIV align=justify><BR>No obstante, la mayoría del Tribunal ha concluido que
Exxon actuó sin "conducta intencionada o maliciosa" para justificar el rechazo
de la responsabilidad de Exxon a pagar cuantiosas indemnizaciones a las decenas
de miles de víctimas humanas cuyas vidas quedaron patas arriba por el desastre.
En 1994 un jurado concedió 287 millones de dólares a los demandantes de Alaska
para compensarles por las pérdidas económicas inmediatas, con una media de en
torno a 15.000 dólares por demandante. Pero el jurado añadió 5.000 millones
dólares adicionales en indemnizaciones por el comportamiento "irresponsable" de
la compañía. Exxon-Mobil pagó los daños compensatorios, pero el directivo Lee
Raymond dijo privadamente al mismo tiempo que lucharía con uñas y dientes para
evitar pagar un sólo céntimo en indemnizaciones por daños y perjuicios. Desde
entonces la empresa ha gastado centenares de millones de dólares en el caso,
demorando el fallo, con gran éxito, durante 14 años. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En 2006, un tribunal de apelación rebajó la indemnización
por daños y perjuicios a 2.500 millones de dólares. La semana pasada, el
Tribunal Supremo redujo la suma un 80%, hasta cerca de 500 millones (una media
de 15.000 dólares por demandante). Cuando Raymond se retiró de Exxon hace
algunos años, recibió un paquete de jubilación de 400 millones de dólares para
él solo. Ahora las cerca de 30.000 víctimas de Exxon Valdez tienen que pelearse
por una minúscula parte de una suma de aproximadamente el mismo valor real
--unos 15.000 dólares por demandante-- o un 10% de la compensación inicial de
1994. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Entre 1994 y 2008, los beneficios de Exxon se han
disparado, lo que ha reducido aún más el impacto punitivo de la última
sentencia. Mientras que en 1994 ordenaba a Exxon pagar a las víctimas de la
marea negra de 1989 cerca de los beneficios de un año, la cantidad de la nueva
sentencia del Tribunal apenas suma los beneficios de cuatro días del gigante
petrolífero, que obtuvo un récord de 40.600 millones de dólares en beneficios el
año pasado. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La muerte inmediata de vida natural por el vertido
petrolífero de Exxon Valdez incluyó al menos 250.000 pájaros, 2.800 nutrias
marinas, 300 focas, 250 águilas calvas y miles de millones de larvas de salmones
y arenques. Cerca de dos décadas después, numerosas especies, incluyendo el
arenque --fuente de alimentación de muchas otras especies naturales-- tienen aún
que volver. Como comentó el pescador de salmón Buck Meloy en Cordova Times,
"incluso ahora, 19 años después, uno sigue encontrando empalagoso, pegajoso,
hediondo y tóxico crudo de petróleo sólo a escasas pulgadas de la superficie de
algunas playas de grava en la parte occidental altamente contaminada de petróleo
de Sound". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde el principio, el equipo de propagandistas de la
compañía no reparó en gastos en la preparación de la inevitable batalla legal
que seguir, centrándose en su artificiosa imagen pública más que en su limpieza
efectiva. Como narraba el marinero ecologista Thomas Okey, quien llegó poco
después del vertido, "he oído que las presiones políticas y legales han influido
a la ciencia y amordazado algunas de las informaciones durante los meses
inmediatamente siguientes al vertido. Retrospectivamente, me percato de que
incluso las partes implicadas habían empezado ya a construir sus estrategias
legales. Los enfrentamientos retóricos de «expertos» seguirían pronto con un
desfile poco agradable para las comunidades Aleut nativas, que habían tenido la
fuente de sus alimentos en Prince William Sound durante milenios". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Inexplicablemente, Exxon tardó tres días antes de empezar
las tareas de recuperación, tres días demasiado tarde porque la mancha de
petróleo ya se había expandido demasiado lejos como para contenerlo. Como
describía una nativa de Alaska, Kellie Kvasnikoff, "Exxon parecía más interesada
en limpiar su imagen que en limpiar el petróleo. Tenemos registrado a Don
Cornett, el oficial de relaciones públicas de Exxon, gritando frenéticamente a
los limpiadores de Exxon: «quiero algo que la gente lo pueda ver»". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Finalmente, la compañía se decidió por un éxito
contundente de relaciones públicas que empeoró la pesadilla ecológica: agua
hirviendo de manguera a alta presión en la costa. Como recordaba Kvasnikoff,
numerosos científicos consideraron que esta estrategia "hizo tanto daño como
bien. El sello de la limpieza postvertido de Exxon --agua a presión a 140
grados-- fue, según esos científicos, veneno para la playa y diversas zonas de
animales". </DIV>
<DIV align=justify><BR>La campaña de relaciones públicas de la compañía desde
entonces ha contado en primer lugar con una horda de "científicos de la tierra"
a sueldo de Exxon que se han dedicado regularmente a desacreditar las
reivindicaciones de los ambientalistas sobre la devastación ecológica en Prince
William Sound. El admirador de Exxon L. D. Sociack comentaba que "en el caso de
Exxon, la aprobación pública ha dependido mucho de lo que los científicos de la
empresa han estado dispuestos a decir para convencer a la población de que el
daño ecológico en la costa de Alaska en modo alguno se acerca a lo que otros
científicos han afirmado [...] para defenderse de las acusaciones de que son
responsables por miles de millones de dólares en daños ecológicos al ecosistema
de Prince William Sound". </DIV>
<DIV align=justify><BR>En 1995, Sociak informaba de que "Exxon ha proseguido
esos esfuerzos con la publicación de un estudio de Christopher Wooley financiado
por Exxon que concluía que Prince William Sound estaba mejor después del vertido
de lo que lo había estado antes". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las secuelas siguen devastando el ecosistema de la región
y las decenas de miles de vidas humanas a él vinculadas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Como describía Kvasnikoff, "el vertido de Valdez dañó
seriamente las economías de los municipios y su confianza secular en poderse
proveer de comida y ropa del mar. El resultado: incrementos de depresiones
clínicas, violencia doméstica, intentos de suicidio, familias rotas. Los
investigadores han mostrado que la zona de Alaska más expuesta al petróleo de
Valdez es donde ha habido más problemas sociales y psicológicos". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Mientras el común de la gente de Alaska llora, la América
empresarial está de celebración. El Instituto Americano del Petróleo y la Cámara
de Comercio de los EEUU presentaron a los amigos en el Tribunal con los informes
a favor de Exxon y se deleitaron con el regalo del Tribunal Supremo con los
negocios que tienen de protegerse de los pleitos de sus víctimas. Como declarara
Tom Donohue, presidente de la Cámara de Comercio de los EEUU, al conocer la
sentencia, "es una buena noticia para las compañías preocupados por refrenar las
indemnizaciones excesivas". </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es muy posible, con todo, que esta fratría empresarial
haya ganado esta batalla, pero que pierda la guerra de la opinión pública. Como
el común de los americanos, se tambalea por la espiral de los precios de la
gasolina y los alimentos al lado de unos salarios más bajos, acaso estén menos
predispuestos a empatizar con las mismas empresas que les están timando en la
gasolinera. Es más probable que se percaten de que, en un escenario paralelo a
Exxon Valdez, el abogado de un conductor borracho que mató a alguien no pueda
alegar razonablemente en un tribunal de lo penal que la única compensación que
debe son los gastos funerarios del muerto. Hay que pagar las indemnizaciones.
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>* Nota de Agenda Radical:</STRONG> Sharon Smith
integra la dirección de la ISO (International Socialist Organzation), principal
organización de la izquierda revolucionaria estadounidense, autora de Women and
Socialism y Subterranean Fire: a History of Working-Class Radicalism in the
United States. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR></DIV></FONT></BODY></HTML>