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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>22 de julio 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Paraguay<BR> <BR>El gran triunfo de
Lugo, la lucha continúa<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Adolfo Giménez
*</FONT></STRONG><BR> <BR></DIV>
<DIV align=justify>En la historia política de Paraguay pocas veces se ha visto
un hecho político como la victoria del ex obispo Fernando Lugo del pasado 20 de
abril que acabó con 60 años en el poder del Partido Colorado y abrió un nuevo
periodo. El momento que vive hoy el país es único, sólo comparable con algunos
pocos hechos anteriores como la revolución de 1936 del coronel Rafael
Franco y la caída de la dictadura del general Alfredo Stroessner en febrero de
1980 en un golpe militar encabezado el general Andrés Rodríguez
(1).<BR> <BR>Lugo tiene un inmenso liderazgo y representa la esperanza de
cambio de amplias capas de la población que reclaman el fin de la impunidad de
un grupo poderoso que se sostuvo en el poder en las últimas décadas, la salida
del atraso económico y de la exclusión social. <BR> <BR>Pocos días después
de conocerse su espectacular victoria, organizaciones campesinas en varios
departamentos comenzaron a ocupar tierras con una nueva forma de lucha y
un nuevo lema: con enfrentamientos directos y en contra de los latifundios
sojeros extranjeros. Esta posición combativa (con sus limitaciones y
contradicciones) representa un despertar democrático en contra del avance voraz
de la agricultura capitalista empresarial, del modelo agroexportador que
desplaza a campesinos, indígenas y contamina el ambiente. Es parte del nuevo
periodo abierto en el país.<BR> <BR>Pero el triunfo de Lugo no se dio
solamente por el deterioro del grupo en poder o sus divisiones internas, sino
también por el surgimiento de los gobiernos progresistas en la región, el
debilitamiento e impopularidad de la política imperialista encabezada por
Estados Unidos, los efectos de las políticas neoliberales y una unidad amplia de
sectores sociales y políticos que no se había dado antes.
<BR> <BR>Convertido en figura política, el ex obispo sigue muy relacionado
a la iglesia católica, se muestra siempre conciliador y amplio. Ligado a la
corriente de la Teología de la Liberación, en los últimos tiempos dijo
identificarse con la opción preferencial por los pobres del Concilio Vaticano
II. Su campaña electoral estuvo basada en algunas cuestiones nacionales muy
sentidas como la renegociación de los Tratados de Itaipú y Yacyreta y la reforma
agraria para solucionar el problema grave que afecta a campesinos e indígenas.
<BR> <BR>Sin estar ligado a ningún partido político, asumirá el poder el 15
de agosto y con toda su trayectoria y apoyo, sin embargo, su gobierno es una
incógnita. Y sobre todo ¿podrá cumplir su promesa hecha a las masas populares?
Más aún que la principal fuerza de la coalición que lo apoya, la Alianza
Patriótica para el Cambio (APC), es el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA),
tradicional partido conservador y con fuertes vínculos con las políticas
neoliberales.<BR> <BR>La integración de su futuro gabinete es parte del
proyecto de gobernabilidad que busca Lugo y del “cuoteo” entre las
organizaciones que lo apoyaron. Algunas designaciones ya generaron roces y
cuestionamientos como el futuro ministro de Hacienda, Dionisio Borda, ex
ministro en el gobierno Nicanor Duarte y propiciador de medidas neoliberales, y
de Cándido Vera Bejarano como ministro de Agricultura, resistido por las
organizaciones campesinas por sus ligaciones con el gremio empresarial ganadero
y latifundista. En síntesis, hay una mayoría conservadora y neoliberal en el
futuro gabinete. <BR> <BR>Dentro de sus conflictos internos y las
promesas hechas, el nuevo gobierno se perfila como neoliberal en lo
económico, asistencialista en lo social y progresista en su política exterior.
<BR> <BR>Lugo representa un proyecto nacional restringido, con un programa
que avanzará más o avanzará menos de acuerdo a la disputa política y las
movilizaciones sociales, a la correlación de fuerzas entre el campo que busca el
cambio y las fuerzas conservadoras, los que buscan un nuevo país y los que se
aferran al atraso. El ex obispo prometió cumplir su programa en lo
referente a un precio justo por la energía hidroeléctrica vendida a los dos
grandes países vecinos, el cobro de impuesto a la exportación de soja (que hoy
no paga nada), la reforma agraria y la reforma del Poder
Judicial.<BR> <BR><STRONG>La lucha continúa</STRONG><BR> <BR>Las
últimas movilizaciones campesinas, de organizaciones sindicales, de los
sintechos, de indígenas, señalan que por encima de la euforia por el
triunfo y el momento que se vive, la lucha continúa por tierra, empleo, salud,
educación, reivindicaciones que no saldrán solas de las oficinas de los nuevos
burócratas sino que serán conquistadas en un nuevo contexto. Y al mismo tiempo,
el movimiento popular deberá resguardarse para evitar la cooptación o
convertirse en apéndices del nuevo gobierno. Tampoco caer en la disputa por
cargos como desastrosamente está ocurriendo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los resultados electorales conseguidos por los grupos de
izquierda y centro izquierda (luguistas o por fuera de Lugo) señalan el
estado de fragmentación y de dispersión en que se encuentran por lo que
aparte de reanudar la lucha se debe comenzar un díalogo por la unidad, un nuevo
debate por un frente popular y un programa, sin rejuntados improvisados y
sectarios, sin los dirigentes oportunistas de siempre, sin perdida del referente
clasista y revolucionario.<BR> <BR>Asunción, 22 de julio
2008.<BR> <BR>* Periodista, integrante de Convergencia Popular
Socialista.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Nota</U></STRONG><BR> <BR>1) El coronel
Rafael Franco, uno de los jefes mas prestigiosos de la guerra del Chaco
(1932-1935) encabezó una coalición y tumbó al Partido Liberal que estaba en el
poder desde 1904 y comenzó una periodo de reformas. Sin embargo, su gobierno no
duró más de un año. El general Andrés Rodríguez encabezó el golpe contra el
dictador Stroessner, ocupó la presidencia con el apoyo del Partido Colorado
cuyos candidatos volvieron a ganar todas las elecciones posteriores hasta la
llegada de Lugo.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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