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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>23 de julio 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Nicaragua</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>“Nicaragua está en una situación
límite, eso me obligó a la huelga de hambre”</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Dora María
Téllez</FONT></STRONG> </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT
size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>La ex-comandante del FSLN y
actual dirigente del Movimiento Renovador Sandinista, Dora María Téllez,
compartió con Envío sus reflexiones una semana después de concluir la huelga de
hambre que mantuvo durante 13 días en el centro de Managua, en una charla que
transcribimos.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR></DIV></FONT><FONT face=Arial size=2></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Revista Envío Nº 316,
Managua, julio 2008</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.envio.org.ni/"><STRONG>http://www.envio.org.ni/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR>El Consejo Supremo Electoral le ha quitado la personería
jurídica al MRS para que no participemos en las elecciones municipales de
noviembre. Intenta que no participemos tampoco en las elecciones presidenciales
de 2011. Quieren borrarnos del mapa político. Pero el MRS no depende de los
papeles del Consejo Supremo Electoral. No nos quitan el sueño esos papeles. Lo
que nos quita el sueño es la pérdida de las libertades en Nicaragua, las
lesiones a la democracia y la condición miserable en la que vive la mayoría de
los nicaragüenses. Eso sí nos quita el sueño. Y todo eso es una consecuencia del
pacto Alemán-Ortega y del gobierno Ortega-Alemán.Este año 2008 se cumplen 10
años del pacto entre Daniel Ortega y Arnoldo Alemán, que comenzó cuando Alemán
gobernaba y que ha desembocado hoy en el gobierno Ortega-Alemán. No podemos
olvidar el pacto, porque el pacto ha significado cambios importantes en el
sistema político nicaragüense, en la institucionalidad de nuestro país y en la
mentalidad de gran parte de la élite política nicaragüense. La Ley Electoral
actual, aprobada por el FSLN y el PLC en el año 2000, fue uno de los grandes
productos del pacto. <BR><BR>Es una ley draconiana, que inició suprimiendo la
suscripción popular para las candidaturas municipales. Ni el PLC ni el Frente
querían candidatos municipales fuera de sus dos partidos políticos. Por eso, uno
de los primeros acuerdos entre Alemán y Ortega fue cortarle la cabeza a toda
organización política que no fuese partido político. Y ésa fue una primera gran
liquidación del derecho de los nicaragüenses al pluralismo político. Porque la
Constitución dice con mucha claridad que los nicaragüenses, que las
nicaragüenses, tenemos derecho a participar en la gestión de los asuntos
públicos y en la política nacional a través de “organizaciones políticas”. No
dice que sea exclusivamente a través de “partidos políticos”. La democracia
representativa en Nicaragua nos da el derecho de expresarnos políticamente a
través de organizaciones políticas, no solamente de partidos políticos. Esto
significa que “pluralismo político” no es sólo pluripartidismo. El pluralismo
garantizado por la Constitución implicaba que la gente podía asociarse por
suscripción popular y presentar candidaturas municipales. El primer golpe
político del pacto fue reducir el pluralismo a pluripartidismo. <BR><BR>La Ley
Electoral del 2000 también cambió la matemática electoral. Y por este cambio, el
voto que uno deposita en la urna no vale lo mismo si vota por el partido del
primero o del segundo lugar o si vota por otros partidos. En las elecciones
pasadas, las del 2006, el MRS sacó el 8% del voto nacional, pero no tiene el 8%
de los diputados. Deberíamos tener 7 u 8 diputados, pero con la forma de contar
los votos, según la Ley Electoral del pacto, se favorece siempre al partido del
primero y del segundo lugar. Así, después de eliminar el pluralismo político,
buscaron forzar el bipartidismo por la manera en que se cuentan los votos y se
distribuyen los escaños en la Asamblea Nacional. <BR><BR>La mayoría de la gente
cree que todos los votos valen lo mismo, pero no, unos valen más que otros. El
pacto diseñó la Ley Electoral para que sus dos partidos se repartieran con la
cuchara grande y para que aun los votos de quienes no votan por ellos terminen
sumándoselos a ellos. El pacto también aumentó los altos cargos en las
instituciones para repartirlos entre los incondicionales de Alemán y Ortega. Así
se repartieron el Consejo Supremo Electoral, la Contraloría, la Corte Suprema de
Justicia, luego los Tribunales de Apelaciones: en Managua hay uno que obedece a
Alemán y otro a Daniel Ortega. Y así en el resto de departamentos del país.
Después, como no era suficiente con los Tribunales de Apelaciones, se
repartieron los Juzgados, los jueces civiles y también los jueces penales. Así
Alemán y Ortega se protegen y protegen a sus incondicionales, a sus argollas,
que tienen mano libre para cometer todo tipo de delitos. También se repartieron
la Procuraduría de Derechos Humanos y la Fiscalía, las instituciones autónomas y
las de servicios públicos. Actualmente no queda ningún espacio en donde los
ciudadanos nicaragüenses puedan defenderse cuando, de una manera o de otra, se
enfrentan a Ortega y a Alemán. El pacto ha ido dejando en la indefensión a la
ciudadanía. <BR><BR>Después de repartirse los cargos en las instituciones, vino
la repartición de negocios, de contratos, de licitaciones, los megasalarios y
todo tipo de privilegios ilegítimos. Alemán se dio cuenta de que muchos de los
discurseros revolucionaristas eran vulnerables al dinero fácil. Así comenzó la
oleada de corrupción que trajo el pacto Alemán-Ortega. Con el pacto, el gobierno
y las instituciones se han transformado en un botín para repartir cargos a la
parentela de la pareja presidencial y a Alemán y a sus asesores y a su círculo
inmediato. Por todos lados lo que vemos son estructuras de poder donde cada
quien va poniendo a sus familiares en los cargos y trabajos. Así sucede en los
departamentos y así sucede en los municipios. <BR><BR>Hoy, esta corrupción, que
lleva diez años de extenderse en todo el Estado, está alimentada por los fondos
venezolanos. Estamos hablando de 520 millones de dólares, según declaraciones
del Presidente Ortega. ¿Dónde está ese dinero? Si ese dinero se usara para
pavimentar calles, estaría pavimentado todo el país. Si se usara para construir
escuelas, Nicaragua estaría llena de escuelas. ¿Dónde están esos reales, dónde
van, quién los administra, cómo se administran? ¿Podemos presumir que hay una
robadera? Con todo derecho. ¿Por qué se esconden para administrar ese dinero?
Por algo, y ya está apareciendo el “algo”. Son las licitaciones y contrataciones
a empresas cuyos dueños están vinculados al Presidente Ortega, a su familia, a
los funcionarios de su partido, a la argolla de Alemán. ¿Y la Contraloría, qué
hace? Nada, pues está subordinada a Ortega y a Alemán. La Fiscalía tampoco
investiga nada. Son los medios de comunicación los que destapan, a diario, los
casos de corrupción, sin que las instituciones encargadas cumplan con su
responsabilidad. <BR><BR>Y esto recorre todo el país. En el Caribe, donde hay
tantos recursos naturales, la cosa es gravísima. Allí el reyezuelo que ha puesto
Daniel Ortega es Brooklyn Rivera, que está repartiendo territorios completos
para apropiarse de los beneficios de las concesiones de madera, para eventuales
concesiones petroleras, para las mineras. También está alentando la
confrontación entre mískitos y mayangnas de Awas Tigni, para quitarles
territorios a los mayangnas. Está cambiando las autoridades que eligen las
comunidades. Está intentando comprar periodistas y líderes sociales. Y así la
gente costeña va quedando en la indefensión. Y ahora está estimulando unos
micro-levantamientos, unas mini-autoasonaditas, para evitar que haya elecciones
municipales en enero de 2009. No quieren elecciones. Porque si hubiera
elecciones limpias en la Costa pierden. Porque en el Caribe Norte la gente
damnificada por el huracán “Félix” está todavía viviendo en champas de plástico
y sin comer. ¿Dónde se ha quedado la ayuda? En las argollas de la gente de
Brooklyn. <BR><BR>El pacto ha liquidado las instituciones. ¿Qué credibilidad
tienen hoy las instituciones? El pacto ha estrangulado la democracia. Y ahora ha
acabado con la legitimidad del proceso electoral. En el año 2000 ya le quitaron
la personalidad jurídica al MRS. Aquel año yo me lancé de candidata a la
Alcaldía de Managua. Después de la primera encuesta, nos dieron el machetazo
esos mismos magistrados del Consejo Supremo Electoral. Introdujimos un recurso
de amparo, que pasó en una gaveta de la Corte Suprema de Justicia unos tres
años. Hasta que tuvieron que resolver y nos devolvieron nuestra personalidad
jurídica. Ahora tratarán de que sea igual y que el recurso duerma el sueño de
los justos en manos de los magistrados de la Corte Suprema. <BR><BR>El pacto
tiene ya el control de todo el aparato electoral. Desde el Consejo Supremo hasta
la última junta receptora de votos. Ya en las elecciones del 2006, varios de los
digitadores de las actas, en distintos departamentos, nos avisaron que tenían la
orden de eliminar los votos del MRS y sumárselos al Frente. Por eso, el Consejo
Supremo no autorizó a nuestros fiscales a supervisar directamente a los
digitadores. En Managua les descubrimos una conexión electrónica para manipular
la información electoral. Y sabemos que en esas elecciones hubo toda una
operación de “peinado” de votos. Hasta el día de hoy el Consejo Supremo
Electoral nunca pudo dar las cifras definitivas de estas elecciones. Por boca de
un magistrado liberal, hoy sabemos que la cifra real de votos que sacó Daniel
Ortega fue el 29% y que el resto, hasta hacerlo llegar al 38%, se lo sumaron las
manos de los magistrados del Consejo Supremo Electoral. Ese mismo magistrado
liberal se vanagloriaba, sin recato alguno, ante varias personas, de los
diputados que les robaron a los partidos políticos ajenos al pacto. <BR><BR>Con
estos antecedentes, ¿qué creen que va a pasar en las elecciones municipales,
donde solamente va el PLC, el danielismo y sus partidos satélites, con todas las
mesas y los Consejos municipales bajo su control? Está claro que será una gran
robadera de votos, que ya comenzó robándole los votos al MRS y al Partido
Conservador por adelantado. Como parte de sus más recientes arreglos, Alemán y
Ortega ya acordaron quién de ellos dos ganará en qué municipio, no importando la
cantidad de votos que saque cada uno. Ya hay cuotas de poder que ambos se han
asegurado. Ya sabemos que en Managua ganará el candidato del danielismo, Alexis
Argüello. Éstas son unas elecciones fraudulentas y no competitivas y por eso,
son ilegítimas. En este contexto, el MRS va a continuar defendiendo y reclamando
su derecho a participar en las elecciones municipales hasta el último día. Y no
vamos a hacer ninguna alianza con ningún partido, fuerza o candidato. Y no
votaremos en ninguna casilla del pacto y de sus satélites. <BR><BR>El pacto
también usa la represión. Recordemos cómo Arnoldo Alemán, cuando fue Presidente,
comenzó a reprimir a las organizaciones no gubernamentales. El gobierno del
Presidente Ortega ya está haciendo lo mismo. Sus voceros están diciendo que las
ONG son agentes del imperialismo yanki para conspirar contra su gobierno. Y eso
las pone en peligro, no sólo legalmente, sino que pone en peligro la vida física
de la gente que trabaja en las ONG. El militante danielista que mató a Carlos
Guadamuz declaró que lo hizo porque le molestaba lo que decía Guadamuz. Las
declaraciones, acusaciones y llamados al odio que hace Ortega ponen en riesgo la
vida de todos aquellos que hacen trabajo social desde las organizaciones de la
sociedad civil. Porque al pacto le molesta lo que dicen y lo que hacen.
<BR><BR>La libertad de expresión y la libertad de organización están bajo
amenaza del gobierno Ortega-Alemán. Y son libertades básicas. El artículo 29 de
la Constitución dice que “toda persona tiene derecho a la libertad de
conciencia, de pensamiento, de profesar o no una religión” y que “nadie puede
ser objeto de medidas coercitivas que pretendan menoscabar estos derechos”. La
Constitución es tajante: “Los nicaragüenses tienen derecho a expresar su
pensamiento en público y en privado, individual o colectivamente”. La libertad
de opinión está hoy amenazada: ay del trabajador del gobierno, del Estado, que
abra su boca para decir: no estoy de acuerdo con lo que pasa. Lo corren. También
hay represión contra los medios de comunicación. El que no se alinea con este
gobierno y con el pacto Ortega-Alemán es amenazado y castigado. <BR><BR>Además
de liquidar las instituciones y fomentar la corrupción, el gobierno
Ortega-Alemán ejerce el poder mediante el miedo. Como no puede ejercer el poder
mediante el consenso, ni mediante la mayoría, ni mediante la búsqueda de
acuerdos políticos para el bien del país, lo ejerce mediante el miedo. Tiene que
infundir miedo. O compra o atemoriza. Igual que Somoza García, con su política
de “las tres P”: plata para los amigos, plomo para los enemigos y palo para los
indiferentes. <BR>La plata ha comenzado a correr y el palo se esgrime contra
todo el que quiere oponerse. Y ojalá no lleguen al uso del plomo. Aunque
asesinatos como el de los periodistas Carlos Guadamuz y María José Bravo sólo
pueden atribuirse a la creación, por quienes detentan el poder, de un ambiente
envenenado contra periodistas y medios de comunicación. <BR><BR>El gobierno está
destruyendo la libertad de organización y el derecho a la participación
ciudadana cuando estableció que los únicos mecanismos de participación son los
Consejos del Poder Ciudadano, una decisión que es inconstitucional. Su política
ha sido liquidar los comités de desarrollo municipales, aunque hay algunos que
aún sobreviven. También mataron el CONPES. Si en la época de Bolaños era una
bocina de las políticas gubernamentales, ahora no es ni siquiera bocina. Ya es
un muerto.<BR><BR>El danielismo ha emergido ahora con toda claridad. Cuando
estábamos en la huelga de hambre había gente que nos pasaba gritando: ¡Viva
Daniel! No decían ¡Viva el Frente! Porque ya el partido tampoco existe. Lo que
existe es el danielismo. Nada más. El pensamiento de Sandino y el legado de
Carlos Fonseca han sido totalmente traicionados. El danielismo es una facción
corrupta del sandinismo, que colapsará por el peso de los sandinistas
verdaderos.<BR><BR>Tenemos que reconocer que este gobierno del pacto ya pasó a
la etapa de la represión. Intimida y reprime a todo el que no está alineado.
Todas esas declaraciones de que los medios de comunicación y las ONG son
“vendepatrias” y están pagados por el imperialismo son amenazas. ¿A qué
tribunales vamos a ir a defendernos? Nosotros, en el MRS, hemos decidido que no
vamos a ir a defendernos a los tribunales del pacto. ¿Nos quieren condenar?
Vamos condenados. ¿Nos quieren echar presos? Vamos presos. Ni abogados
defensores vamos a buscar. Porque no vamos a contribuir a hacer la mueca de que
éste es un país donde nos podemos defender. Porque en este país todo el mundo
sabe de antemano por dónde van a resolver los jueces. <BR><BR>Una de las más
trágicas expresiones del pacto es que, como consecuencia de la corrupción
generalizada y de la impunidad, la mayoría de los nicaragüenses está abandonada
a su suerte. Este pacto de poder y corrupción ha provocado que los corruptos que
se roban millones estén en las calles y en puestos públicos y que quienes se
roban una gallina para comer estén fundidos en la cárcel. Ésa es la naturaleza
de este esquema de poder: la impunidad de los poderosos y la indefensión de los
más pobres. ¿Qué ladrón de corbata, que roba el Presupuesto y el erario público,
está preso o en proceso de estar preso? Ninguno. Ya quisieran muchos
nicaragüenses tener la cárcel que tiene hoy Arnoldo Alemán, que circula por
fiestas y restaurantes y que hasta fue invitado especial a la toma de posesión
del Presidente Ortega. ¿Está preso Byron Jerez? ¿Está preso el alcalde de
Chinandega, que usó dinero de la comuna para reparar la casa de su hermano y de
su cuñado, que vendió la chatarra de la alcaldía? ¿Está preso el candidato
actual del Frente en Jinotega, Leónidas Centeno, que usó los 400 mil córdobas
que les dan a los diputados en la Asamblea para obras sociales, para
regalárselos a sus familiares? Todos esos son los “hermanos” del Presidente
Ortega. Siempre los llama así: “mis hermanos”. Estamos claros de qué tipo de
hermandad se trata: una hermandad mafiosa, una hermandad de delincuentes que han
chupado el dinero del país, que es dinero de todos nosotros, especialmente de la
gente más pobre. <BR><BR>La corrupción lo ha invadido todo y ha llegado a tal
nivel que los corruptos no disimulan lo que se roban. Como cuando Somoza le
decía a Cornelio Hüeck cuando aquel se construyó una gran mansión: “Usted se
robó la gallina ¡y no escondió las plumas!” Eso es lo que sucede ahora: nos
están mostrando la corrupción en nuestra cara. Los ladrones circulan impunes en
todas partes, se arrodillan en todos los altares, desfilan con lo que se nos
robaron creyendo que nosotros somos incapaces de levantar la voz. <BR><BR>El
pacto ya lo copó todo y ahora está tratando de liquidar todos los espacios de
participación por el miedo, por la represión, por el uso de las instituciones.
Me decían unas profesoras de la UNAN Managua que hay estudiantes universitarios
que quieren pronunciarse, pero que tienen miedo de que los aplacen, de que los
saquen de la Universidad. ¿A qué nivel hemos llegado? A Roger Arias -el
universitario que nos acompañó haciendo también doce días de huelga de hambre-
ya están algunos dirigentes de la UNEN viendo cómo lo expulsan de la
Universidad. ¿Y el derecho de opinión? ¿Y la autonomía universitaria? ¿Y la
libertad de expresión? ¿Qué le quitó Roger con su huelga de hambre a quienes
manejan esa universidad, a los líderes de la UNEN, que han estado ordeñando
durante años el 6% del presupuesto nacional, metidos también en una nube de
corrupción? <BR><BR>Estuvimos en la huelga de hambre reclamando democracia, y
reclamando “democracia con gallopinto”. Hablamos del gallopinto porque por
debajo del gallopinto sólo queda morirse de hambre. El gallopinto es el mínimo.
El nicaragüense que no logra comer gallopinto ni una vez al día está en la peor
condición de todos. La diferencia entre la pobreza extrema y la muerte es el
gallopinto. Y lo que hace un año la gente podía comprar en gallopinto era el
doble de lo que puede comprar ahora. Ahora sólo pueden comprar la mitad de los
frijoles, la mitad del arroz, la mitad del aceite y la mitad de la sal de la que
compraban hace un año para hacer su gallopinto de cada día. <BR><BR>Siete de
cada diez nicaragüenses ganan menos de 40 córdobas al día. Hay gente que hoy ya
ni siquiera está encendiendo el fuego y sale a comprar la taza de frijoles ya
cocidos al vecindario, pero sólo puede comprar la taza que se va a comer en el
tiempo en que se la va a comer. Ni siquiera compra las tres tazas de todo el
día, sino sólo la taza que se va a comer en ese momento. No tiene para más. No
se enciende el fuego y ya sabemos lo que significa no encender fuego. ¿Cuál es
la sensibilidad de este gobierno ante esta tragedia? ¿Qué hace el gobierno para
que, al menos, el gallopinto sea accesible a todas las familias? ¿Qué le cuesta
a este gobierno hacer un pacto de solidaridad con las pulperías, barrio por
barrio, abasteciéndolas de arroz, frijoles, aceite y sal a buen precio, para que
lo vendan a precios de lista, para que los dueños y dueñas de las pulperías
sobrevivan? Porque aquí todo el mundo tiene que vivir. <BR><BR>¿Y habrá mayor
producción de frijoles? Para eso hay que darles semilla a los campesinos. He
hablado en estos días de la huelga por lo menos con campesinos de diez puntos
del país y me decían que no tienen semilla, que no consiguen, que se la dan a la
gente de la argolla del secretario político del Frente, que sólo llega a los del
CPC. Uno de Carazo me decía que le cuesta un dólar la libra de semilla y que
para sembrar un cuarto de manzana tiene que comprar 30 libras y que a ese costo
no puede sembrar. Y la urea de la “colaboración venezolana” viene al mismo
precio que la urea comercial. Y el crédito no llega al campesino verdaderamente
pobre, sino que se queda en los grupos de poder afines al gobierno. <BR><BR>Y
tenemos además un arreglo del gobierno con Unión Fenosa, que sube los precios de
la energía eléctrica mensualmente. Y una amenaza del director de INAA de que van
a comenzar a subir los precios del agua. Y los combustibles siguen subiendo. Y
ahí están los pescadores de Corn Island, que no pueden salir a pescar con los
precios tan altos que tiene el diesel. Y si salen, nadie les compra lo que
pescan al precio que les cuesta a ellos. Y ya el gobierno le está diciendo a los
transportistas que cuando se les acabe el subsidio -y ya se les agotó con los
precios del petróleo subiendo- deben subir las tarifas. ¿Y a quién le van a caer
esas tarifas? A los pobres. ¿Y hay incremento de salarios? No lo hay, los
salarios están estancados.<BR><BR>Cuando fuimos a la huelga de hambre demandamos
la democracia que nos están quitando al negarnos el derecho a elegir y a ser
electos, exigimos el gallopinto de cada día, y le reclamamos al gobierno que
convocara a un diálogo nacional para discutir cómo enfrentar entre todos la
carestía de la vida. La idea es sentar a los empresarios, a las organizaciones
no gubernamentales, a los partidos políticos, a las organizaciones sociales, a
las iglesias para discutir esto. Es necesario un pacto de solidaridad en
Nicaragua. El economista Adolfo Acevedo identificó una lista de siete productos
básicos -arroz, frijoles, sal, azúcar, leche, aceite y maíz- y calculó que a un
matrimonio de maestros no les ajustan ya sus dos salarios ni siquiera para
comprar esos siete productos básicos. Ya no estamos hablando de la “canasta
básica”, que anda en las nubes. Estamos hablando de hambre. Hambre en serio.
Deberíamos discutir en un diálogo nacional sobre esos siete productos y sobre el
gas y el kerosén para cocinar. Deberíamos discutir sobre un incremento de
salarios. Deberíamos llegar a un gran acuerdo de precios y salarios, como el que
ya existe en otros países de América Latina. <BR><BR>Si seguimos como vamos
pagarán los más débiles. Los niños, las niñas, los ancianos. Van a morir de
hambre si no reaccionamos rápidamente. Porque todo esto sucede en un país donde
la desnutrición en la niñez no baja del 25%. ¿Qué es lo que está esperando el
gobierno para entender lo que está pasando? ¿Que la gente salga a saquear las
bodegas de ENABAS? Un empresario nicaragüense decía recientemente en un medio
internacional que los empresarios se sienten bien con el gobierno y que han
decidido no meterse en política de partidos. Pero esto no es política de
partidos, esto es la comida. Los empresarios también van montados en este barco.
¿Creen que pueden hacer dinero mientras el resto se empobrece? El que cree que
puede hacer aquí millones mientras el resto no tiene para comer el gallopinto
está loco. Si el barco se hunde, nos hundimos todos. ¿Cuándo se van a dar
cuenta? ¿Cuando la gente comience a saquear supermercados, cuando comience a
asaltar camiones que llevan productos básicos para distribuirlos en las
comunidades? No podemos llegar a ese punto. Tenemos que reaccionar ahora. Ahora.
De lo contrario, el país va hacia la disolución social y el conflicto. Porque
estamos hablando de la comida. Y porque hablamos de un gobierno que está sordo,
es insensible y es incapaz. <BR><BR>El esquema estratégico del gobierno y del
pacto Ortega-Alemán es éste: arreglarse con el gran capital, neutralizar el
Ejército y a la Policía, y amenazar y golpear a quienes no se someten. Éste es
un momento crítico también para el Ejército y para la Policía. Para nadie es un
secreto que el Presidente Ortega trata de hacer en la Policía -y ya lo ha hecho-
cambios que cree le dan una correlación favorable dentro de la institución. Lo
mismo hizo Bolaños y lo mismo hizo Alemán. Doña Violeta también hizo cambios. La
Policía ha sido una de las instituciones más maltratadas por todos los
gobiernos. Y sigue siendo maltratada. En cada barrida barren de cuatro en
cuatro, de cinco en cinco, y así la institución ha perdido cantidad de buenos
cuadros, con capacidad, calidad y edad para poder seguir aportando. Y así la
Policía se va quedando sin mandos de experiencia, lo que puede causarle
problemas en el futuro. <BR><BR>El danielismo trata de alinear a la Policía. Le
da órdenes de que vaya aquí y no vaya allá, la lleva y la trae a su antojo.
También le da ese mensaje al Ejército, pero el Ejército es una institución más
fuerte. Y resiste mejor que la Policía esos embates. La Policía ha sido una
institución más frágil, precisamente porque cada Presidente le ha ido pasando la
factura que considera conveniente. Por eso es que hablamos de una dictadura
institucional, y no de una dictadura militar. Esta dictadura no tiene Ejército
ni Policía. Su pelotón de fusilamiento es el Consejo Supremo Electoral y la
Corte Suprema de Justicia. Por distintas razones, todo el mundo va a morir allí.
<BR><BR>Tenemos que percatarnos como sociedad de que estamos en una situación
crítica. Si no hacemos nada y no lo hacemos ahora, el país seguirá desangrándose
por fuera de sus fronteras y los nicaragüenses y las nicaragüenses se seguirán
yendo hacia Estados Unidos, hacia Costa Rica, hacia España, hacia cualquier
lugar menos quedarse en su patria. Si no hacemos nada, estaremos condenando a
las próximas generaciones a levantarse en armas contra lo que se está
estableciendo como una dictadura institucional, que tiene al frente a una mafia
de corruptos y sinvergüenzas sin sensibilidad alguna por los pobres. Porque de
seguir así, al no encontrar condiciones mínimas de vida, el pueblo se va a
levantar, espontánea y desorganizadamente, y hará justicia por su propia mano.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es el momento de tomar opciones. La línea está claramente
trazada: los pobres no pueden estar más pobres y desesperados, los ladrones no
pueden estar mejor y el gobierno no puede estar más separado de la realidad
nacional, encerrado en su burbuja de corrupción. <BR><BR>Hemos planteado que si
la institucionalidad está corrupta, si las instituciones no están respondiendo a
los intereses del pueblo, nosotros tenemos que organizarnos en asambleas cívicas
en todo el país. Asambleas cívicas de jóvenes, en los barrios, en las
comunidades, asambleas cívicas de mujeres, de artistas, de artesanos, de
pequeños comerciantes... Por todo el país. Para defender la democracia, para
luchar contra la corrupción y para luchar contra la carestía de la vida. Decimos
asambleas “cívicas” porque estamos convencidos de que es la lucha cívica y
pacífica la que nos va a sacar de esto. La lucha cívica de todo el pueblo. Si se
ha establecido una dictadura institucional desde arriba, tenemos que responder
con democracia desde abajo. Asambleas Cívicas que sean profundamente
democráticas. Porque si nosotros no oponemos la democracia a esta dictadura
institucional vamos a terminar todos como en la época de la dictadura somocista,
creyendo que el autoritarismo, la imposición y la represión son lo correcto. La
única manera es ponerles enfrente una muralla de todo el pueblo. Y preparar
grandes protestas nacionales. Para que escuchen. <BR><BR>Porque el poder del
pacto Ortega-Alemán es sordo. Este grupo de poder está completamente ensordecido
por su propia ambición de poder y de dinero y hay que tocarles la puerta duro.
Sólo preparando y llevando adelante grandes protestas nacionales podemos
enfrentarlos. Si quienes tenemos más capacidad de levantar la voz con fuerza, no
la levantamos, los pobres van a estar cada vez peor y la gente que tiene miedo
va a tener cada vez más miedo. Cuanto más impositivo es el poder de arriba
tenemos que hablar más duro abajo. Hay que hacer protestas fuertes. Ésa es
nuestra obligación, la de todos los que tenemos algún nivel de liderazgo en el
país, en una comunidad, en un barrio, hasta en un núcleo familiar.
<BR><BR>Tenemos que levantar la cabeza. Hicimos la insurrección para
desembarazarnos de una dictadura salvaje de más de 40 años. Y eso nos costó
miles de muertos. Y después vino una guerra: la Resistencia con otros miles de
muertos, y la gente que fue al servicio militar patriótico con otros miles de
muertos. Estamos parados y sentados sobre un mar de sangre. Hoy tenemos que
reconocer que estamos en una situación límite y tenemos que actuar con el
sentido de urgencia y de contundencia con que se actúa en una situación límite.
Esta situación límite es la que me obligó <BR>a la huelga de hambre.
<BR><BR>Nosotros creemos que éste es el momento de Nicaragua. Y entender esto es
difícil, porque dentro de la estrategia del gobierno Ortega-Alemán está dividir.
Cuentan ellos con la ventaja de que en Nicaragua la cultura de tolerancia es
baja. Insistimos siempre en las diferencias y olvidamos las coincidencias. Éste
es un momento en que tenemos que poner en primer lugar las coincidencias
reconociendo y respetando nuestras diferencias. ¿Es diferente el MRS del Partido
Conservador? Sin duda ninguna. Pero tenemos coincidencias fundamentales. Con
ellos y con otros. ¿Cuáles son las coincidencias que hoy queremos subrayar? En
primer lugar, la defensa de la libertad de opinión y de expresión. Un derecho
fundamental, constitucional. Hemos llegado a tal punto que la Constitución ya no
es el piso, es el techo que debemos alcanzar. Los derechos básicos que están en
la Constitución los estamos perdiendo. <BR><BR>Queremos coincidir en la lucha
por la democracia, por la libertad de organización, por la libertad de opinión.
Queremos coincidir también en la lucha contra la corrupción. Contra la
corrupción, no contra los corruptos de aquel o de aquel otro. La corrupción sin
nombre y sin apellido, no importa de que lado estén. Queremos coincidir también
en la lucha porque los pobres no sufran más en estas circunstancias de crisis de
precios nacionales e internacionales. Y tenemos que luchar por sentar a toda
Nicaragua para emprender juntos esta lucha. Tenemos grandes diferencias con los
conservadores, con otros movimientos y con otros partidos, pero creemos que éste
es el momento de Nicaragua.<BR><BR>En este momento de Nicaragua no tenemos por
qué avergonzarnos de coincidir con otros en los derechos básicos de los
nicaragüenses. Al contrario. Lo peor que nos pudiera pasar es convertirnos en
una secta y encerrarnos nosotros solitos. El MRS va a pelear, junto a otros, por
los derechos básicos de los nicaragüenses. Porque si no peleamos por eso, ni
siquiera vamos a poder pelear por las transformaciones sociales que el MRS
quiere para esta sociedad. Ahora nos están liquidando lo básico. Ahora estamos,
otra vez, peleando por lo elemental. Vamos a luchar con quienes estén dispuestos
a hacer esa lucha, no importa que tengan otro partido, que no tengan ningún
partido, que no simpaticen con nosotros. <BR><BR>Las asambleas cívicas que
proponemos tienen que ser plurales. Por eso son cívicas. No son del MRS. Por eso
son democráticas. Tiene que participar toda la gente de una comunidad, de un
barrio, de una universidad, jóvenes de distintas corrientes, de distintos
pensamientos, de distintas religiones, de distintas opciones políticas o de
ninguna, pero que estén dispuestos a defender lo básico: la libertad de opinión,
la libertad de expresión, la libertad de organización, la libertad de
participación ciudadana, la libertad de elegir y ser electos, la lucha contra la
corrupción, la lucha contra la carestía de la vida. ¿Estamos de acuerdo en eso?
¡Vamos de viaje! Cada quien se pone su camiseta y agarra su bandera de
Nicaragua, porque ése es el partido que nos cobija a todos: la bandera de
Nicaragua. Y con esa bandera debemos luchar para salvar a Nicaragua de las
garras del pacto Ortega-Alemán.<BR><BR>Lo peor que nos puede pasar hoy es
quedarnos discutiendo diferencias. Como sociedad, tenemos que aprender a
trabajar con nuestros acuerdos y a respetar nuestros desacuerdos. Es el momento
de trazar la raya: o con el pacto o contra el pacto. El MRS tiene que estar en
esta lucha haciendo alianzas concretas con todos los que quieran democracia,
lucha contra la corrupción y lucha contra la carestía de la vida. No importa qué
color tiene la camiseta, no importa cuántas otras diferencias tengamos con
ellos. Ésas son hoy nuestras tres banderas claves y con ellas queremos convocar
a la mayoría de los nicaragüenses. ¿Para qué? Para cambiar el país, para hacer
una revolución cívica. <BR><BR>¿Qué sería lo ideal para nosotros? Que esta lucha
sensibilizara a todo el mundo sobre la necesidad de construir un país con
verdadera justicia social. No con migajas, no con chelines, no con prebendas, no
repartiéndoles espejitos y collares de cuentas a los pobres. Con justicia
social. Con verdaderas oportunidades para los pobres, que es distinto a andarles
dando regalitos para tomarse una foto con ellos. No viendo al pobre con cara de
pordiosero, que es lo que hace este gobierno y lo que han hecho otros gobiernos.
El pobre no es pordiosero, es pobre. Y es pobre porque no tiene oportunidades,
porque no se le han dado oportunidades, porque el sistema le niega
oportunidades. Para nosotros lo ideal sería que en esta lucha sensibilizáramos a
todos sobre la necesidad de que el país se enrumbe por un cauce de democracia,
de no corrupción, de transparencia y de justicia social. <BR><BR>En este momento
nuestra lucha es, en realidad, una lucha constitucional. Porque nos están
dejando por debajo de nuestros derechos constitucionales. Estamos entrando al
terreno peligroso en donde los que gobiernan están por fuera del cauce
constitucional, del cauce legal. En estas circunstancias, los jóvenes deben
jugar un papel crucial. Yo creo que si los jóvenes salen a la calle, el pacto se
acaba. Porque los jóvenes son más difíciles de convertirse en clientela
política. Tienen menos que perder. Tienen más generosidad. <BR><BR>Yo apelo a
los jóvenes. Y apelo a mi generación. Porque nosotros fuimos a la lucha armada
para no llegar a este punto. Yo me aterro de pensar que le podemos dejar a la
próxima generación de jóvenes lo mismo que nos tocó a nosotros. <BR><BR>Mi
generación no puede permitir que las generaciones de jóvenes que están por
delante de nosotros tengan amigos muertos, hermanos muertos, hermanos y amigos
lisiados, que pierdan su juventud. No lo podemos permitir. Nada haría nuestra
generación si otra generación tiene que masticar el cable que nos tocó masticar
a nosotros. Nosotros tuvimos combatientes de 14, de 15, 16 años, gente
valiosísima que lo dio todo. <BR><BR>La generación actual tiene que decidir. Por
eso vamos a la lucha cívica, pacífica, en la calle, contundente. Porque si no es
contundente no moveremos a esa mole de poder corrupto que es el pacto
Ortega-Alemán. Y los jóvenes tienen que ir en primer lugar. Y mi generación
también. Yo apelo en particular a mi generación, que tiene cierta fuerza, que
tiene conciencia, que sabe por lo que pasamos. Por la huelga de hambre vimos
llegar a cantidad de combatientes, de todos lados. Hubo combatientes, hombres de
50 años, que llegaron a llorar. Y que decían: “Todo lo que dejamos en el camino
para llegar a esto...” Pero no nos podemos quedar llorando. Si nos bajamos a uno
más grande y peor, nos vamos a bajar a éstos. Nada más que ahora tenemos el
dilema de hacerlo por la vía cívica y pacífica. Allí a la huelga llegaron
compañeros que me dijeron: Aquí estamos dispuestos para una escuadra de
sabotaje, estamos listos. Les dije: No, ahora ya no es así, tenemos que hacer
una lucha cívica y pacífica. Mi generación tiene que salir a las calles para
impedir que otra generación pase por lo mismo. La generación del servicio
militar patriótico, los que se fueron a la Resistencia, tienen que salir a la
calle para impedir que a otros les toque andar el mismo camino. Los jóvenes
tienen que salir a las calles porque éste es su país y no sólo por su futuro,
sino por su hoy, por su ahora. Si no lo frenamos, el pacto sigue. Le hace falta
aún un paso clave: la reforma constitucional que le permita a Daniel Ortega la
reelección, la permanencia en el poder sin necesidad de recurrir a una elección
general. Cualquiera que lee las encuestas sabe que Daniel Ortega no ganaría las
próximas elecciones generales. Entonces, el pacto le tiene que asegurar la
permanencia en el poder sin necesidad de elecciones. Por eso están hablando de
cambios en el sistema político. <BR><BR>La ambición de Ortega y de Alemán es
infinita. Ambicionan estar en el poder hasta la muerte y heredarlo a su familia,
a sus hijos. Estamos ante un esquema de poder familiar, dinástico y mafioso, con
reyes, reinas y príncipes herederos. Igual que en el somocismo. Nadie llega a
este nivel de liquidación de libertades públicas sólo para estar cinco años en
el gobierno y para después someterse a elecciones periódicas. Es una ilusión
pensarlo así. Arnoldo Alemán está totalmente de acuerdo con Daniel Ortega y los
dos están amarrados políticamente y económicamente, porque tienen negocios y
chanchullos conjuntos. <BR><BR>Si no lo enfrentamos y lo destruimos, el pacto no
se acabará. Ahora Daniel Ortega está hablando de socialismo. Quiere empacar la
reforma constitucional con el socialismo. Cree que nos vamos a poner a la
defensiva. ¿Qué vamos a discutir con ellos? ¿Si ellos o si nosotros somos de
izquierda? En esa trampa no vamos a caer. En las radios oficialistas usan ahora
el ideologímetro para declarar quién es de izquierda y quién no lo es. Son una
pandilla de mafiosos, de ladrones, que han liquidado las conquistas de la
revolución en materia de libertades políticas, que han abandonado ompletamente a
los pobres y que están solamente interesados en su poder y en su dinero. ¿En qué
se parece eso a la izquierda? <BR><BR>Desde el primer cuestionamiento que le
hicimos al danielismo a comienzos de los 90, comenzaron a decirnos traidores,
socialdemócratas, pagados por la CIA. A mí me han declarado agente de la CIA
como cien veces, pagada por el imperialismo otras cien. No perderemos el tiempo
en discutir etiquetas y epítetos. Queremos otra discusión, bien concreta: el
pueblo nicaragüense tiene derecho a la democracia, a comer, por lo menos, su
gallopinto, y a que su dinero, el dinero del pueblo, no sea botín de corruptos.
<BR><BR>A lo único que sí respondí durante la huelga de hambre es a si yo comía
o no comía. Y lo hice por una razón muy simple. Porque el danielismo perdió la
dimensión moral de la política. La malbarató, la vendió. Y por eso la gente
tiene razón al no creer en los políticos. A eso sí respondí y les dije:
Solamente aquellos que vendieron su alma al diablo creen que todo el mundo la
vendió con ellos. Y solamente los que perdieron la moral, los que se
desmoralizaron, creen que todo el mundo perdió la moral como ellos. Cuando las
radios oficiales repetían que yo comía en la huelga de hambre, lo que estaban
diciendo es que ellos son incapaces de hacer un sacrificio mínimo por la
democracia, por el pueblo nicaragüense, en la lucha contra la corrupción.
<BR><BR>Ninguno de ellos es capaz de creer en lo gratuito. Ninguno de ellos
puede entender que quienes estaban en la huelga conmigo todo el día eran
voluntarios. Porque ninguno de ellos son voluntarios de nada. Todos son pagados.
Y re-pagados dentro de una masa de corrupción generalizada. Para ellos la
política y la moral no van juntas. No creen en sacrificios por nadie. Hoy,
también tenemos que reivindicar la dimensión moral de la política. La política
no tiene por qué ser inmoral, por qué ser amoral, sucia, corrupta. Los acuerdos
políticos no tienen que ser “dame y te doy”, tienen que hacerse en función de
mejorar la realidad nacional, en función del país, de los pobres, de la gente.
<BR><BR>El cálculo que hizo el pacto Ortega-Alemán es que quitándole la
personalidad jurídica al MRS íbamos a ir a buscar a Daniel Ortega. Están
equivocados. No tienen dinero para comprarnos y no tenemos precio que puedan
pagar. Y eso ya es extraño en la política nicaragüense, donde hay quienes se
ponen el precio en la frente. Y si eso significa que la Corte Suprema no
resuelve a tiempo para que participemos en las elecciones municipales, así será.
No vamos a dejar de luchar. El MRS va a seguir luchando sin papeles, con
papeles, con más papeles, con menos papeles, en la lucha electoral y fuera de la
lucha electoral. Más temprano que tarde, tendrán que devolvernos la personalidad
jurídica que nos confiscaron. <BR><BR>Algunos me han dicho que yo tengo un
espíritu inquebrantable. No, yo no tengo ningún espíritu inquebrantable. Yo
tengo que hacer un gran esfuerzo todos los días para mantenerme en mi punto. Yo
quisiera estar en mi casa en una hamaca leyendo y que no hubieran tantos
problemas en Nicaragua. Pero no tengo paz cuando veo lo que pasa. Un día me
preguntaron en la huelga de hambre que cómo lo estaba enfrentando. Y dije que
como los alcohólicos anónimos: 24 por 24. Nadie se mete en una huelga de hambre
pensando: Voy a pasar treinta días sin comer. El esfuerzo fue de cada hora, de
cada día. Y ahora me pasa lo mismo. No puedo ver mi vida para atrás y verla para
adelante sin actuar. Y sé que ahora hay un montón de preguntas pendientes: qué
vamos a hacer, cómo lo vamos a hacer, que si los jóvenes son apáticos o no, que
cómo los despertamos, que si vamos a lograr movilizar a la gente, que cómo van a
hacerse esas asambleas cívicas…Todas esas preguntas están ahí. Pero no tendremos
opción: o actuamos o no actuamos. En la acción tendremos que respondernos las
preguntas. <BR><BR>Hay quienes para descalificarnos nos dicen que somos de clase
media. Por el MRS votaron, al menos, 200 mil personas. Esas personas votaron por
todas estas cosas que hoy estamos diciendo y reclamando. Y no hay 200 mil
personas en Nicaragua de clase media. Ojalá las hubiera. Hubo 100 mil votos por
el MRS en Managua. No hay 100 mil personas de clase media en Managua. Ojalá las
hubiera. Hay que reconocer que los sectores de clase media ejercen liderazgo
sobre la sociedad. En mi columna guerrillera del Frente Norte había sobre todo
sectores medios, algunos campesinos y muy pocos obreros. Yo entré a la
revolución viniendo del sector medio. A mí no me da vergüenza ser de la clase
media. Me avergonzaría ser de clase media y no pensar en Nicaragua y no pensar
en los pobres. Eso sí me daría una pena horrible. <BR><BR>¿Qué soy intelectual?
Absoluta y completamente. Nunca hice trabajo manual, nunca fui obrera, no fui
obrera de la construcción, no fui obrera de nada, no trabajé en una zona franca,
no fui machetera, no trabajé en una cocina de mozos. Yo era estudiante. Y si eso
fue bueno para hacer la revolución, ¿por qué no va a ser bueno ahora? ¿Y los
profesionales que se metieron a hacer la revolución? ¿Por qué son malos ahora? Y
los poetas, como Ernesto Cardenal, que se metieron a hacer la revolución, ¿por
qué se ven ahora como malos? ¿Y los músicos como los Mejía Godoy? ¿Y los
pequeños empresarios, las pulperas, las dueñas de tramos en el mercado, por qué
los ven malos ahora y eran buenos a la hora en que se tenían que morir, a la
hora en que lo dieron todo? Lo que me daría a mí vergüenza es haber salido de la
casa de los pobres y convertirme en un corrupto, en un ladrón, en un nuevo rico
sin sensibilidad ninguna por la gente. Eso sí me daría vergüenza. La clase media
en Nicaragua tiene un liderazgo en la sociedad y tiene que ejercerlo para
construir un país donde los pobres tengan oportunidades. <BR><BR>Éste es un
momento difícil y tenemos que sacar fuerzas de flaqueza. Y para organizarnos no
hay que esperar a que nadie nos lo diga. Tenemos que confiar en nosotros, en lo
que podemos hacer como pueblo, en nuestras capacidades y en nuestras fuerzas
como pueblo y en las fuerzas que podemos sacar de nuestras flaquezas como
pueblo.Nosotros venimos de largo en la lucha dentro del Sandinismo. El MRS es un
partido sandinista. No es una secta ni pretende serlo. Quiere ser un partido
sandinista del siglo 21, y eso significa asumir los desafíos de este siglo para
Nicaragua. Sandino asumió los desafíos de la primera mitad del siglo 20 y Carlos
Fonseca asumió los desafíos de la segunda mitad del siglo 20. Hoy nos toca
asumir los desafíos del siglo 21 dentro del espíritu y la lógica del Sandinismo:
la soberanía nacional, la dignidad nacional, la democracia, la honradez, la
opción por los pobres, la construcción de una opción nacional. <BR><BR>La lucha
dentro del Sandinismo ha sido muy difícil. El MRS comenzó siendo un grupo
mínimo, acusados de intelectuales, de clase media, de traidores, de
vendepatrias, de agentes del imperialismo. También Sandino comenzó con poquitos.
¿No decimos, no cantamos, que “eran treinta con él”? Uno no puede esperar a ser
millones para empezar a luchar. ¿Nos ven como minoría? No importa. ¿Y quién ha
dicho que las minorías no logran enormes cambios? ¿No inició una minoría la
lucha de los negros en Estados Unidos? ¿No comenzó una minoría la oposición
contra la guerra de Vietnam, no comenzó con una minoría la revolución de los
estudiantes en Francia? ¿Y no empezó con una minoría la lucha revolucionaria en
Nicaragua?<BR><BR>El otro día me estaba acordando con Sergio Ramírez: cuando la
ofensiva de octubre de 1978, éramos 67 los de todos los frentes de guerra, los
del frente norte, el frente sur y la gente de adentro. Sólo 67. Y creíamos que
íbamos a derrotar a la dictadura en aquella ofensiva de octubre. Y no echamos
comida en las mochilas porque decíamos que íbamos a comer nacatamales en
Ocotal…Y después pasamos una semana sin comer nada…Éramos una minoría. Lanzada a
morir. Eso sí: con moral, con decisión, con compromiso, con convicción. Y ahí
quedaron muchos compañeros y otros sobrevivimos. Algunos de ellos me acompañaron
en la huelga de hambre, otros desgraciadamente se convirtieron al somocismo.
<BR><BR>No hay límites para el ejercicio del poder en el pacto Ortega-Alemán.
Hay un sectarismo profundo en este gobierno, que es el dogma del danielismo. Las
dictaduras comienzan encerrándose, eliminando libertades, aislándose dentro del
país y también en el plano internacional. Estas actitudes políticas siempre
tienden a empeorar. Y es contra eso contra lo que hay que luchar, no rendirnos.
El poder autoritario no se satisface con nada. Debemos detenerlos con el aporte
de todos, con lo que cada quien pueda aportar. Mucha gente llegó a la huelga de
hambre con lo que tenían: hablaban, preguntaban, oraban por nosotros. Todas esas
palabras y oraciones son parte de la energía positiva que cada quien pone en
esta lucha. Una persona me llevó una Biblia y en ella señaló con marcador
anaranjado los textos que hablan del ayuno. Y allí leí que el ayuno que Dios
quiere es luchar contra las injusticias. <BR><BR>El aprendizaje más importante
que saqué de la huelga de hambre es que éste es el tiempo de Nicaragua. No es
tiempo de nosotros mismos. Ni siquiera es tiempo del MRS como partido. Es el
tiempo de Nicaragua. Es por Nicaragua lo que tenemos que hacer, Nicaragua nos
está pidiendo que lo hagamos. Debemos hacerlo todos juntos para que el país
cambie. Éste es el tiempo de Nicaragua. Si el MRS tiene que impulsar este
momento de Nicaragua, ése es su papel actual como partido político. Tomar la
bandera de Nicaragua y ponerla en su lugar, porque la han convertido en un trapo
que se arrastra en la corrupción de estos zánganos del pacto Ortega-Alemán. El
papel del MRS es ahora tomar la bandera de Nicaragua y ponerla en su lugar,
tomar la Constitución de la República y ponerla en su lugar. El papel del MRS es
también ahora el que me decía una viejita de 95 años que llegó a verme a la
huelga de hambre: “Sean ustedes -me dijo- la voz de los pobres. A los pobres
nadie nos oye. Los pobres tenemos boca, pero no tenemos lengua. Hablen ustedes
por nosotros”. Lo que tenemos que hacer es levantar la bandera de Nicaragua y
hablar por los pobres. Y eso es lo que vamos a hacer.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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