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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>1º de agosto 2008<BR></U>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Colombia</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Juancho
Dique, </STRONG></FONT><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT
size=3>ex jefe paramilitar de la región de los Montes de María, relata los
crímenes</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT
size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>En versión libre ante la
Fiscalía, ha contado todo: seis masacres en las que participó, las formas de
asesinar, las armas que usaban, los objetivos que perseguían, los desertores de
la guerrilla que servían como guías y los muertos que quedaban tirados en los
caminos, plazas y canchas.</STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><STRONG>Tadeo Martínez, corresponsal de Semana en
Barranquilla</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><STRONG>Revista Semana, Bogotá, 31-7-08</STRONG><BR><A
href="http://www.semana.com/"><STRONG>http://www.semana.com/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><BR>En dos días Uber Enrique Bánquez Martínez, conocido por
el alias de Juancho Dique, se ha referido a seis masacres ocurridas en Sucre y
Bolívar, entre 1998 y 2005. Los hechos reconocidos ante Justicia y Paz, fueron
cometidos por las autodefensas en las subregiones de los Montes de María,
pueblos ribereños del Canal del Dique y los municipios de la zona norte del
departamento de Bolívar. <BR><BR>El martes 29, hizo aclaraciones sobre hechos
ocurridos en El Salao, donde dijo que unos insubordinados tomaron instrumentos
musicales de la iglesia o la escuela, como gaitas, tamboras y flautas, y se
pusieron a tocar. Explicó que también incendiaron algunas viviendas y asaltaron
tiendas y residencias. Estos hechos, según Bánquez, lo hicieron algunos
milicianos sin autorización de los comandantes. Pero desde la época en que
tuvieron ocurrencia, las víctimas han contado que en esta masacre los
paramilitares se atrevieron a jugar fútbol con las cabezas de las víctimas,
cuatro días después de haber sido asesinadas. <BR><BR>También se refirió a las
masacre de Chengue y a la forma como asesinaron a golpe y cuchillo a 29 personas
para no hacer ruido. En la tarde del martes enunció la masacre de Mampuján y el
miércoles dio detalles de tres masacres, ocurridas en San Isidro, Libertad y
Monteadentro, todos municipios de los Montes de María en Sucre y Bolívar. Pero,
son tantos los hechos y tanta la necesidad que tienen las víctimas de aclarar y
saber por qué hicieron lo que hicieron, que hoy, ante preguntas de las víctimas
y ante un interrogatorio de la fiscal, Juancho Dique no resistió, dijo sentirse
presionado y estalló en llanto. Pero llanto de impotencia e inseguridad de no
saber cómo responder y qué responder. <BR><BR><STRONG>Chengue: una masacre sin
ruido</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>La fiscal Yolanda Gómez, suspendió momentáneamente la
audiencia y pidió a la Procuradora, Marta Choperena, que se pronunciara ante la
manifestación del postulado de sentirse “presionado”. La Procuradora le dijo al
postulado que se trata de una reconstrucción histórica, por lo tanto el
interrogatorio de la fiscal era pertinente. Agregó que, aunque el señor Banquez
ha ido suministrando nueva información sobre hechos en los cuales participó o de
los cuales tuvo conocimiento por su pertenencia al grupo armado, siempre es
necesario preguntar para aclarar los hechos.<BR><BR>El miércoles pidió que no se
sorprendieran si siempre se refería a la finca de El Palmar, en Rincón del Mar,
desde donde salían todas las órdenes para cometer los homicidios, los que se
realizaban con listados de las personas que iban a ejecutar. Su ex jefe, alias
Cadena siempre lo citaba a esa finca para darle instrucciones o para que lo
acompañara en las incursiones paramilitares en veredas y municipios de la
región. ¿Quién elaboraba las listas de las personas a ejecutar? <BR> <BR>No
se sabe, pero se las entregaba Rodrigo Cadena. ¿Quienes participaban? Al
principio gente de Mancuso y de Jorge 40, quienes enviaban a comandantes como
“El Gallo” y “Amaury”, desde Magangue y El Guamo. Los primeros años del frente,
entre 1997 y 2000, las incursiones armadas se hicieron con el apoyo de bloques
más antiguos y los salarios de los militantes los pagaba directamente Carlos
Castaño. A partir de 2000 comenzaron a cobrar a todo el que desarrollara una
actividad económica en la región y empezaron a tener financiación propia.
<BR><BR>Con relación a las otras masacres, las que relató en su segundo día no
ocurrieron en un sitio preciso, como El Salao y Chengue, donde sacaron a la
gente de sus casas y las llevaron a la plaza del pueblo. Atacaron a
transportadores de los Montes de María, entre San Isidro, Caracolí y La Cansona,
y los ejecutaron porque, según ellos, auxiliaban a la guerrilla
llevándoles mercados y medicinas. <BR> <BR>Comenzaron en San Isidro, donde
el mismo Bánquez dijo que a la medianoche despertaron al carnicero y al dueño
del billar y los asesinaron al frente de sus casas. En todos estos casos
llevaban como guías a desertores de las Farc o el Eln, que iban señalando a
quienes pertenecían o colaboraban con las fuerzas insurgentes. En esta incursión
hicieron retenes, bajaban a los conductores de sus jeep y en un sitio asesinaban
a dos, más adelante a tres más y al final del camino, en La Cansona, a otros
tantos. Así, dice, al sumar hechos aquí y allá, acumulaban una docena de
muertos. Como estaban en una zona de serranía, una vez cometidas las
ejecuciones, empujaban los carros al precipicio con las víctimas fatales en su
interior. Así, en un trayecto de 40 o 60 kilómetros, dejaban una estela de
muerte y terror. <BR><BR>Así, recorriendo caminos y trochas, en vehículos
robados y a pie, atravesaron la geografía montemariana “obsesionados” con
debilitar o derrotar al jefe guerrillero Martín Caballero, comandante del 35
frente de las Farc. En todos estos años (1997 – 2005), cometieron más de 20
masacres, según cálculos de Bánquez y los nombres de esos pueblos quedaron
inevitablemente atados a tragedias imborrables. La masacre comenzó con un
desplazamiento en Mampuján. Una vez en el pueblo y cuando habían reunido a la
gente en la cancha de fútbol, Cadena le dijo a la gente que se fuera, que les
daba 24 horas para abandonar el pueblo. <BR> <BR>Siguieron los
paramilitares sembrando el miedo en caseríos como El Loro, Yucalito y Aya. Al
Loro llegaron a las cinco las cinco de la mañana, iban en busca de un campamento
del Eln y encontraron los cambuches vacíos. Sobre la marcha se inventaron una
lista y la gente estaba haciendo café cuando fueron a buscarlos y llevarlos a la
cancha. Pusieron a las víctimas boca abajo y les dispararon dos tiros de gracia.
En el recorrido por esos caseríos, supo después Bánquez por informaciones
periodísticas, habían asesinado a 11 personas. Esa fue la masacre de Mampuján,
cometida por 150 hombres armados con fusiles contra campesinos indefensos.
<BR><BR>Los cadáveres quedaban tirados en los caminos, en las canchas de fútbol
y en las plazas. La masacre de Mampuján fue planificada por Cadena, Amaury, El
Gallo y Nicolás. Bánquez sólo acataba órdenes, era subalterno de Cadena. La
masacre de la Cansona o San Isidro, fue cometida contra los transportadores
veredales por ser presuntos auxiliadores de la guerrilla. <BR> <BR>El
comandante era “El Gallo”, subalterno de Mancuso. Algunos de los homicidios los
cometía el mismo Cadena y participaron 35 hombres. Cuando iban de retirada la
guerrilla les puso un cerco y recibieron auxilio con helicópteros de Mancuso,
quien arrojó cilindros y “sombreros chinos” (bombas), contra las filas
subversivas. Eso fue en el centro de los Montes de María, a tres horas del
Carmen de Bolívar. La orden de Mancuso era tomar el control de la región y el
guía era Macayepo, quien había sido guerrillero durante años. <BR><BR>Otra
masacre a la que se refirió, fue a la ocurrida en la Libertad, un corregimiento
de San Onofre a mediados de 1998. Cadena le dijo que a la entrada de Pajonal iba
a recoger a un guía, al parecer un infante de marina que nunca se quitó el
pasamontaña. “Nunca supe quién era”, dice. Llegaron en la noche, tarde, la gente
dormía. Fueron de casa en casa con la lista que le había entregado Cadena y
subieron a cinco personas en el platón de una camioneta doble cabina, los
llevaron a las afueras del pueblo y los ejecutaron. Lo hicieron a esa hora
porque la infantería estaba a media hora. También los pusieron boca abajo y les
dispararon dos tiros a cada uno. La lista la dejaban encima de los muertos y sus
cuerpos en el camino. <BR><BR>Y la última fue la ocurrida en Chinulito, también
fue de noche y la masacre ocurrió en un recorrido de dos o tres días de camino
montañoso entre Arenita, Chinulito, Plan Parejo y El Tesoro. También llevaban un
desertor como guía que iba señalando quienes eran los “colaboradores” de la
guerrilla. Todos esos corregimientos son de la jurisdicción de Colosó, otro
pueblo montemariano. En Chinulito mucha gente se desplazó, pues cadena les había
dado también plazo de 24 horas para abandonar el pueblo. Quedó vacío. <BR><BR>En
la tarde, la fiscal comenzó a hacerle preguntas formuladas desde la sala de
víctimas. Preguntaban por homicidios, desapariciones, tentativa de homicidio y
otros hechos ocurridos entre 1996 y 2000. Bánquez decía que en 1997 había sido
de una Convivir pero en Córdoba, que en 1998 había llegado con Cadena a la zona,
pero que era un grupito pequeño que incursionaba y se retiraba. Que no tenía
hechos claros, que por la zona habían pasado varios comandos en poco tiempo de
varios grupos. La fiscal le insistía, porque era ambiguo, hasta que dijo que se
sentía presionado y se puso a llorar.</DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT color=#800000
size=3>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de los
Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay<BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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