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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><U><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT></U><BR>Edición
internacional del Colectivo Militante<BR><U>21 de agosto 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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size=3></FONT></SPAN></STRONG> </P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
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size=3>Imperialismo</FONT></SPAN></STRONG></P>
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align=justify><FONT size=3></FONT> </P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><FONT size=3><STRONG><SPAN style="FONT-FAMILY: Arial">La IV Flota
destruyó a "Imperio"</SPAN></STRONG><SPAN
style="FONT-FAMILY: Arial"><o:p></o:p></SPAN></FONT></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><STRONG><SPAN style="FONT-FAMILY: Arial"><o:p><FONT
size=3> </FONT></o:p></SPAN></STRONG></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-FAMILY: Arial"><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><STRONG><FONT size=3>Sí; la IV Flota
terminó por hundir a "Imperio", el libro de Michael Hardt y Antonio Negri
demostrando, una vez más, que las réplicas de la historia son impiadosas con las
modas intelectuales que, en su tiempo, lucían como indiscutibles o
inexpugnables. La nefasta tesis que proponían aquellos autores: pensar que
existía un “imperio sin imperialismo” ha quedado sepultada por los hechos. Que
en paz descanse.</FONT></STRONG></SPAN></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-FAMILY: Arial"><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><STRONG></STRONG></SPAN></SPAN> </P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-FAMILY: Arial"><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><SPAN
style="FONT-FAMILY: Arial"><FONT size=3><STRONG>Atilio A.
Boron</STRONG></FONT></SPAN><SPAN> <FONT
size=3><STRONG>*</STRONG></FONT></SPAN><o:p></o:p></SPAN></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><FONT size=3></FONT> </P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><STRONG><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">ALAI -
América en Movimiento</SPAN></STRONG></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><A
href="http://alainet.org/"><STRONG><SPAN
style="FONT-FAMILY: Arial">http://alainet.org/</SPAN></STRONG></A></SPAN></P>
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<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
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<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><o:p></o:p></SPAN></P><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">
<DIV align=justify><BR><STRONG>Un poco de historia<o:p></o:p></STRONG></SPAN>
</DIV>
<P align=justify></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">Podría
argumentarse: ¿y a quién le importa la muerte de un desvarío de dos
intelectuales? Respuesta: a mucha gente y, especialmente, a las fuerzas sociales
que luchan por la construcción de un mundo mejor, por una sociedad socialista.
Para comprender mejor el por qué de esta respuesta conviene hacer un poco de
historia. Precisamente cuando el neoliberalismo comenzó a sufrir los embates de
una resistencia que a comienzos de nuestro siglo se extendía por las más
diversas latitudes apareció el libro de Hardt y Negri. De inmediato la obra fue
saludada por toda la prensa imperialista mundial como el nuevo “Manifiesto
Comunista” del siglo veintiuno; un manifiesto que, a diferencia de su predecesor
escrito por Marx y Engels un siglo y medio antes, demostraba su sensatez al
fulminar sin atenuantes a los dinosaurios que aún hablaban del imperialismo,
creían que las transnacionales se apoyaban en la fortaleza de los estados
nacionales y que éstos, lejos de estar en vías de extinción, se fortalecían en
el capitalismo metropolitano mientras se debilitaban en la periferia del
sistema. Un curioso manifiesto comunista en cuyas páginas brillaban por su
ausencia las contradicciones de clases, la dialéctica y la revolución, y que
erigía como modelo de lucha contra el fantasmagórico imperio ... ¡al bueno de
San Francisco de Asís! (de quien se decía que amansaba a lobos hambrientos con
el sonido de su violín) y relegando al museo de los arcaísmos revolucionarios a
figuras como el Che Guevara, Fidel, Lenin, Mao, y Ho Chi Mihn, entre
tantos otros. Por varias razones que no viene al caso exponer aquí la influencia
de estos disparates en las primeras reuniones del Foro Social Mundial de Porto
Alegre fue enorme, y quienes objetábamos las tesis de Hardt y Negri debimos
remar a contracorriente para lograr que se nos escuchara. Muchos de quienes
impidieron un debate a fondo sobre este asunto terminaron siendo los
representantes ideológicos de los anguiliformes gobiernos de
centro-izquierda que, poco después, se afianzarían en la región.
<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>No era fácil
objetar los planteamientos de un pensador dueño de una trayectoria marxista tan
dilatada como Toni Negri. Imperio, escrito conjuntamente con el estadounidense
Michael Hardt -un profesor de Teoría Literaria de la Universidad de Duke- es un
libro voluminoso, enrevesado y por momentos críptico (o confuso, si no se quiere
ser tan benévolo) cuya tesis central: “el imperio no es imperialista” sonó
como música celestial para los imperialistas No causó sorpresa, por lo
tanto, el aluvión de elogios con que el libro fue recibido por el mundo
“bienpensante” y la industria cultural del imperio: no es cosa de todos los días
que dos autores que se autodenominan “comunistas” planteen una tesis tan grata y
tan coherente con los deseos y los intereses de los imperialistas de todo el
mundo, y muy especialmente con los de la “Roma americana”, al decir de José
Martí, que aporta los fundamentos materiales, militares e ideológicos sobre los
cuales reposa todo el imperialismo como sistema.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>La
interminable sucesión de errores y confusiones que se desgranaban a lo largo del
libro –salpicadas, es verdad, con alguna que otra observación más o menos
razonable- fue objeto de numerosas críticas. Pensadores marxistas de las más
diversas corrientes cuestionaron y refutaron esa obra. [1] Por nuestra parte,
asumimos como una exigencia de la militancia anti-imperialista dedicar un tiempo
precioso para escribir un pequeño libro destinado a rebatir las tesis centrales
de Imperio y a tratar de contribuir a neutralizar la profunda confusión
ideológica en que, a causa de las mismas, habían caído los movimientos de la
alterglobalización. [2] Es que, en línea con el discurso predominante del
neoliberalismo y bajo una retórica de izquierda el libro de Hardt y Negri
contrariaba con una insoportable mezcla de ignorancia y soberbia toda la
evidencia empírica arrojada por numerosos estudios sobre la dominación
imperialista y sus consecuencias. Aparte de la disparatada tesis central: un
imperio sin relaciones imperialistas de dominación, saqueo y explotación,
también se afirmaba que el imperio carece de un centro, no tiene un
“cuartel general” ni puesto de comando y tampoco se afianza sobre base
territorial alguna; mucho menos puede decirse de que cuente con el respaldo de
un estado-nación. Para Hardt y Negri el imperio es una benévola constelación de
múltiples poderes sintetizados en un régimen global de soberanía,
permanentemente jaqueada por una fantasmagórica “multitud”: una vaporosa o
líquida, al decir de Zigmunt Bauman, agregación altamente inestable y cambiante
de sujetos que, por una incomprensible paradoja, eran simultáneamente los
verdaderos creadores del imperio y podían ser sus eventuales sepultureros si es
que por un milagro lograban curarse de la esquizofrenia que los condujo a crear
algo que los oprimía y que, a la vez, querían destruir. <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Es por todo
lo anterior que pocas imágenes podrían ser más del agrado del gobierno de
Estados Unidos y las clases dominantes de ese país y sus aliados en todo el
mundo que esta embellecida visión de sus cotidianas tropelías, crímenes,
atropellos y el genocidio que lenta y silenciosamente practican día tras día por
los cuatro rincones de la tierra, y muy especialmente en el Tercer Mundo. Pocas,
también, podrían haber sido más oportunas en momentos en que Estados
Unidos se había convertido en la potencia imperialista más agresiva y
poderosa de la historia de la humanidad y en el estado nación imprescindible e
irreemplazable para sostener con su formidable maquinaria militar, su
enorme gravitación económico-financiera y el fenomenal poderío de su industria
cultural (desde Hollywood hasta sus universidades, pasando por sus tanques de
pensamiento y los medios de comunicación de masas y, <EM>last but not
least</EM>, su control estratégico de la Internet, no compartido ni siquiera con
la Unión Europea y Japón) toda la arquitectura del sistema imperialista
mundial.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR><STRONG>La
IV Flota entra en escena<o:p></o:p></STRONG></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Ahora bien:
si alguna prueba hacía falta para invalidar irreparablemente las tesis centrales
de Imperio (y para convencer a los más remisos del carácter insanablemente
erróneo de ese libro) la reactivación ordenada por el gobierno de Estados Unidos
de la IV Flota aportó la evidencia necesaria para cerrar definitivamente el
caso. Herido de muerte por la invasión y ocupación estadounidense de Irak, donde
fue un estado-nación quien produjo el zarpazo que, a la vieja usanza
imperialista, arrasaría con ese país para apoderarse de su riqueza petrolera y
favorecer a “sus transnacionales”, Imperio sucumbió definitivamente ante la
nueva iniciativa ordenada por el Departamento de Defensa en Abril del
2008.[3]<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Desactivada
desde 1950, la IV Flota (de Estados Unidos, no de un poder “global y abstracto”
o de las Naciones Unidas, como Hardt y Negri nos inducirían a creer) fue sacada
de su letargo con el mandato específico de patrullar la región y monitorear los
acontecimientos que se puedan producir en el vasto espacio conformado por
América Latina y el Caribe. No sólo se trata de controlar el litoral marítimo en
el Atlántico y el Pacífico sino que también -se deslizó con llamativa
imprudencia- podría inclusive navegar por los caudalosos ríos interiores del
continente con el propósito de perseguir narcotraficantes, atrapar terroristas y
desarrollar acciones humanitarias que hubieran provocado la envida de la madre
Teresa de Calcuta. No hace falta ser demasiado perspicaz para caer en la cuenta
que la penetración de la IV Flota por el Amazonas y su eventual estacionamiento
en ese río le otorgaría un sólido respaldo militar a la pretensión
norteamericana de convertir a esa región en un “patrimonio de la humanidad bajo
supervisión de las Naciones Unidas.” Tampoco se requiere de demasiada
imaginación para percatarse de lo que podría significar la navegación de la IV
Flota por los grandes ríos sudamericanos (en soledad o con el auxilio de
fuerzas locales aliadas al imperialismo) para maniatar y subyugar la que, en un
trabajo reciente, Perry Anderson calificara como la región más rebelde y
resistente al dominio neoliberal del planeta.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Con esta
iniciativa Estados Unidos, el centro indiscutido del imperio y el locus donde
reside su cuartel general, viene a completar por los mares y ríos lo que ya
había sido parcialmente obtenido mediante el emplazamiento en nuestra geografía
de una serie de bases y “misiones militares” y por su predominio aéreo y del
espacio exterior, especialmente en el terreno satelital: el control integral de
lo que los expertos en geopolítica de Estados Unidos llaman la gran isla
americana. Gracias al Plan Colombia (y en menor medida al Plan Puebla-Panamá) y
a las numerosas bases militares con que cuenta en la región Washington detenta
un decisivo y monopólico control territorial que se extiende desde México, en el
Norte y llega hasta la Triple Frontera, con la Base Mariscal Estigarribia en
Paraguay, e inclusive hasta la propia Tierra del Fuego, en el extremo Sur de la
Argentina en donde también hay personal militar norteamericano.
[4]<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Una nota
producida hace pocos meses por Stella Calloni consigna que en Tierra del Fuego
el gobierno de esa provincia argentina emitió un decreto cediendo tierras “para
la instalación de una base estadounidense que se supone realizará ‘estudios
nucleares con fines pacíficos’ ”. Esta decisión del gobierno provincial se apoya
en una ley aprobada en 1998 por la Cámara de Diputados de la Nación,
durante la presidencia de Carlos S. Menem, en cuyos anexos se contempla
que ‘podrán realizarse explosiones nucleares subterráneas con fines pacíficos’.
El decreto del ejecutivo fueguino autoriza la instalación de una base del
Sistema Internacional de Vigilancia para la Prevención y Prohibición de Ensayos
y Explosiones Nucleares y habilita para ‘los integrantes de esta base el libre
tránsito por la provincia, si así lo requieren para sus estudios’.” Por último
anota Calloni que existe el peligroso antecedente de la “inmunidad total” que el
Paraguay otorgara, en 2005, a las tropas estadounidenses radicadas en ese país”
y que motivara la condena unánime de los organismos defensores de los derechos
humanos en toda América Latina. [5]<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Resumiendo:
en la actualidad el control que Estados Unidos detenta del espacio aéreo
latinoamericano es absoluto e inexpugnable, habida cuenta de su enorme
superioridad tecnológica que, entre otras cosas, le permitió organizar y ayudar
a ejecutar, paso a paso, la enigmática “operación rescate” de Ingrid Betancourt
y los otros “rehenes de oro” que tenían en su poder las FARC.[6] A lo anterior
debe sumársele su presencia territorial y, ahora, agregársele el dominio de los
mares, con lo cual el círculo se cierra sobre América Latina y el Caribe.
Círculo que se estrecha cada vez más para los cuatro gobiernos que en nuestra
región están librando una batalla diaria y sin cuartel contra el imperialismo:
Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador. <BR> <BR><B
style="mso-bidi-font-weight: normal">Misiones manifiestas y
latentes</B><o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Una versión
“candorosa” de la misión de la IV Flota (apta para el consumo de las buenas
almas incapaces de reconocer la maldad) la brindó hace pocas semanas el
Almirante James Stavridis. En una nota, reproducida en los principales
periódicos de América Latina, este militar sostiene que “el
restablecimiento de la IV Flota” es un reconocimiento a la “excelente
cooperación, amistad y mutuo interés en las Américas entre nuestra armada y las
armadas de toda la región.” Después de asegurar que “no hay naves
permanentemente asignadas a la IV Flota … y no tendrá ningún buque portaaviones
asignado” destacó que entre las principales operaciones marítimas que
podrían llevarse a cabo con las armadas de la región se incluyen,
(llamativamente en primer lugar) “la asistencia humanitaria …, el apoyo a las
operaciones de paz, la asistencia en las situaciones de desastres y las
operaciones de auxilio, en las operaciones antinarcóticos y …en las de
cooperación regional y de entrenamiento inter-operacional.”
[7]<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Es evidente
que el lenguaje empleado por Stavridis no por casualidad tiene la suficiente
ambigüedad como para ocultar las verdaderas intenciones que se ocultan detrás de
tan significativa decisión. ¿Es concebible pensar que Estados Unidos va a
reactivar la IV Flota para ofrecer “asistencia humanitaria” a América Latina y
el Caribe? Esto no lo puede creer nadie, porque para eso no hace falta una flota
naval y además porque semejante arranque de altruismo jamás ha figurado en la
agenda de la política exterior estadounidense. Esta sigue fiel al viejo dictum
de John Quincy Adams, sexto presidente de Estados Unidos, cuando dijera que ese
país “no tiene amistades permanentes sino intereses permanentes.”
<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Esta
política, por lo tanto, poco tiene de novedosa. La Doctrina Monroe, formulada en
1823 -¡es decir, un año antes de la batalla de Ayacucho que complementaría la
primera etapa de la lucha por la independencia de nuestros pueblos!- apuntaba en
esa dirección y reafirmaba el “interés permanente” de Estados Unidos por
controlar y dominar América Latina. Tal como lo señala el historiador Horacio
López, a fines del siglo XIX un oficial de la Armada estadounidense, Alfred
Thayer Mahan, perfeccionaría en el plano de la geopolítica las recomendaciones
que se desprenden de la Doctrina Monroe. [8] La preocupación de Mahan surgió
como respuesta ante la problemática planteada por la guerra Hispano-americana
que culminó, en el Caribe, con la incorporación de Cuba y Puerto Rico a su
hegemonía (si bien bajo diferentes condiciones) y la estrategia que Estados
Unidos debía poner en práctica para asegurar su indisputado predominio en el
Caribe, definido a partir de entonces como el Mare Nostrum estadounidense.
Contrariando las interpretaciones dominantes en su tiempo Mahan sostiene que la
extensión del poder continental de Estados Unidos pasaba por el control global
de los océanos y de las líneas de comunicaciones marítimas, lo que exigía la
conformación de una poderosa flota militar y mercante. A partir de estas
premisas Mahan, observa López, planteó la necesidad de construir un canal en
Centroamérica para resolver, en caso de conflictos, el rápido traslado de
la flota de guerra estadounidense de una costa a la otra dado que la travesía
por el estrecho de Magallanes insumía, en esa época, más de sesenta días de
navegación.. Una vez que se construyera el canal, se suscitaría el problema de
su defensa para evitar que cayera en manos enemigas. López cita al sociólogo
puertorriqueño Ramón Grosfoguel quien afirma que “como una manera de asegurar la
defensa del futuro canal, Mahan recomendó que antes de construirlo Estados
Unidos debía adquirir Hawai y controlar militarmente las cuatro rutas marítimas
caribeñas al noreste del canal: el Paso de Yucatán (entre Cuba y México); el
Paso de los Vientos (la principal ruta norteamericana de acceso al canal entre
Cuba y Haití); el Paso de la Mona (entre Puerto Rico y la República Dominicana)
y el Paso de Anegada (cerca de St. Thomas en las aguas orientales de
Puerto Rico). Mahan recomendó a las élites norteamericanas la construcción de
bases navales en estas zonas como paso previo a la construcción de un canal y
como paso indispensable para transformar a los Estados Unidos en una
superpotencia.” [9]<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Si se
examina el itinerario de la política exterior de ese país se podrá comprobar que
las recomendaciones de Mahan no cayeron en saco roto: Estados Unidos se apoderó
de Cuba y Puerto Rico e, indirectamente, de las pequeñas naciones del Caribe y
Centroamérica; hizo lo propio con el archipiélago de Hawai en 1898 y al poco
tiempo se apropió de las Filipinas, las Islas Marianas y otras posesiones en el
Pacífico Occidental. Todo este esfuerzo se vio coronado con la cuidadosamente
planeada secesión de la norteña provincia colombiana de Panamá, en 1903, y la
firma de un tratado que permitiría la construcción del Canal, que sería
inaugurado en 1914.[10] En esa oportunidad las autoridades “independientes” de
Panamá concedieron a Estados Unidos los derechos a perpetuidad del canal y
una amplia zona de 8 kilómetros a cada lado del mismo a cambio de una suma de 10
millones de dólares y una renta anual de 250 000 dólares. Esta situación
sería modificada gracias al Tratado Torrijos-Carter, firmado en 1977, y que
devolvería el Canal a la soberanía panameña el 31 de Diciembre de 1999.
<BR> <BR>De esta somera descripción surge con bastante claridad la
coherencia de la política exterior de la Casa Blanca hacia América Latina, el
rol importantísimo jugado por la Armada y, en consecuencia, la muy fundada
sospecha que la reactivación de la IV Flota está llamada a jugar un papel mucho
más importante que el anunciado en la propaganda oficial. En otras palabras, que
su misión verdadera poco tiene que ver con la manifiestamente
declarada.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Sabemos por
experiencia los problemas definicionales con que tropieza quien pretenda
descifrar el significado de “seguridad regional”, “terrorismo” y
“narcotráfico” cuando estas expresiones son propuestas en los discursos o
documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos. Cualquiera que se oponga a
los designios imperiales puede ser fulminado con la calificación de terrorista o
narcotraficante o, más fácil todavía, como “cómplice” de aquellos. El argumento
de la lucha contra el narcotráfico no sólo es falso; es cómico. Afganistán
y Colombia, dos países en donde la presencia norteamericana es abrumadora
(podría decirse inclusive que, sobre todo en el primer caso, son países
“ocupados” militarmente por Washington) no por casualidad registran en los
últimos años una vigorosa expansión de los cultivos de amapola y coca y, además,
el tráfico de sustancias prohibidas, algo insólito que ocurra bajo la celosa
mirada de quienes ahora se arrogan la responsabilidad de combatir al
narcotráfico en América Latina. Un estudio reciente concluye que la invasión y
ocupación de Afganistán desde Octubre del 2001 “no destruyó la economía de la
droga en ese país. Peor aún, Afganistán ha vuelto a convertirse en el mayor
productor mundial de opio y el cultivo de la amapola se ha extendido por todas
las provincias del país y su cosecha aporta el 92 % del opio producido en todo
el mundo y aproximadamente el 90 % de toda la heroína consumida.” Y en lo
tocante al caso colombiano los autores sostienen que “a pesar de años de
campañas de erradicación la producción y el suministro de drogas ilegales
permanecieron estables en la región.” [11] El Informe de la Organización de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC) de 2008 revela que en 2007
la cosecha de amapola en Afganistán fue la mayor desde que se llevan registros
estadísticos y que la producción de opio se duplicó entre 2005 y 2007. También
se señala que en ese país también se verifica una impetuosa expansión del
cultivo de marihuana.[12] Y en Colombia se estima que en el último año la
superficie sembrada con coca se incrementó en un 27 por ciento, pese a las
campañas de fumigación, la presencia de tropas norteamericanas y las políticas
de “combate” al narcotráfico diseñadas por el gobierno colombiano
mancomunadamente con la Casa Blanca. Ante la contundencia de estos hechos,
¿quién podría ser tan ingenuo como para creer que la IV Flota levaría anclas
para perseguir narcotraficantes cuando bajo la protección de las tropas
norteamericanas el cultivo y el tráfico de estupefacientes floreció en
Afganistán y Colombia? Lo que la experiencia sugiere es que casi con seguridad
una de sus principales misiones será organizar el tráfico de drogas de modo tal
que lo recaudado termine canalizándose hacia la banca norteamericana
encargada de lavar el dinero mal habido.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>El pretexto
de la lucha antiterrorista contra el radicalismo islámico es tan poco persuasivo
como el anterior: salvo los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA,
ocurrida en Buenos Aires a comienzos de los años noventa (y cuya génesis,
responsables y ejecutores aún se encuentran en las sombras por la pasmosa
ineficacia, o corrupta complicidad, de algunos funcionarios del estado argentino
en sus diferentes ramas) no existe en la región actividad alguna comprobada de
células vinculadas a Al Qaeda u otra organización similar. La lucha contra el
terrorismo internacional debería librarse en Washington, pues allí se encuentran
sus principales responsables: la escandalosa protección oficial brindada al
terrorista probado y confeso Luis Posada Carriles y la no menos escandalosa
detención, en condiciones inhumanas que no se le aplican ni al más desalmado
criminal, de los cinco jóvenes cubanos que se infiltraron en las organizaciones
terroristas basadas en Miami le quitan por completo la más mínima pretensión de
verosimilitud al proclamado objetivo de la Casa Blanca de combatir al
terrorismo. [13] En cuanto a las intenciones humanitarias de la IV Flota no
dejan de ser un simple pretexto para encubrir sus verdaderas e inconfesables
intenciones: posicionarse en la región para estar prestas a intervenir ni bien
lo exijan los imperativos de la coyuntura. [14]<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Contrariando
las piadosas declaraciones de Stavridis un comunicado oficial del Departamento
de Defensa de Estados Unidos manifestó que IV Flota contará con toda clase de
navíos, submarinos y aviones, y que su apostadero (Mayport, en el estado de
Florida) es una base naval que cuenta con un vasto arsenal nuclear. Según ese
comunicado el objetivo perseguido por la reactivación de la IV Flota fue
“responder al creciente papel de las fuerzas de mar en el área de operaciones
del Comando Sur (de Estados Unidos) y demostrar el compromiso de Washington con
sus socios regionales”. [15] No es necesario extremar demasiado la
imaginación para saber quienes califican como “socios regionales” y quienes,
como Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia, son considerados como los “enemigos
globales” que desestabilizan la región y atentan contra la “seguridad marítima”
de la región. La declaración oficial del Pentágono no podría haber sido más
vaga: esta fuerza tendría a su cargo varias misiones, en un rango que va desde
“operaciones contingentes, la lucha contra el “narco-terrorismo” hasta ciertas
actividades relacionadas con la seguridad en el teatro de operaciones. Como
puede observarse, la IV Flota tiene un mandato para hacer prácticamente
cualquier cosa, y no es casual que su reactivación haya coincidido con el
bombardeo por parte de la Fuerza Aérea de Colombia de un campamento de las FARC
precariamente instalado en territorio ecuatoriano y a pocos kilómetros de la
frontera, operación ésta que, al igual que la “liberación” de los quince rehenes
en poder de la FARC, no hubiera sido posible sin el apoyo informático y
satelital de Estados Unidos. Tampoco es casual que tenga lugar cuando los
esfuerzos por desestabilizar a los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia
pusieron en evidencia sus limitaciones y los gobernantes de esos países
lograron, al menos hasta ahora superar, todos los obstáculos y acechanzas
interpuestas por la Casa Blanca y sus lugartenientes en la región. La aplastante
victoria de Evo Morales en el reciente referendo revocatorio del 10 de Agosto
debe haber sumido en la desesperación a muchos en Washington y en la Media Luna
de Bolivia.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Para
resumir: lo cierto es que el Pentágono contempla dotar a la IV Flota con un
equipamiento similar al que cuentan la Quinta Flota, que opera en el Golfo
Pérsico, y la Sexta, estacionada en el Mediterráneo. Declaraciones posteriores
del Pentágono admitieron que al menos un portaaviones y varios submarinos
formarán parte de la flota encargada de patrullar en aguas latinoamericanas. En
ese mismo cable originado en Washington -y publicado por La Nación bajo la firma
de su corresponsal en esa ciudad Hugo Alconada Mon- se dice que “dentro de la
órbita del Comando Sur operan hoy 11 barcos, un número que podría aumentar en el
futuro. Qué tipo de naves se desplegarán "es cuestión del momento, de las
misiones específicas" … pero los primeros indicios apuntan al flamante
portaaviones George H. W. Bush, que estará operativo desde fines de este año,
como posible corazón de la IV Flota.” [16]<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Según el
mismo enviado a Washington, “el almirante Gary Roughead, gestor intelectual del
renacimiento de la unidad” tiene como meta “asegurar la seguridad en este mundo
globalizado”. Interrogado sobre el significado de esa expresión Roughead se
limitó a decir que la IV Flota podrá estar “lista en todo momento para todo
desafío. Por eso somos una Armada global”. Si se recuerda la extraordinaria
amplitud que la nueva doctrina estratégica norteamericana anunciada en
Septiembre de 2002 -la guerra infinita y global contra el “terrorismo” y el
hecho de que la paranoia oficial reinante en Washington considere como
“terrorista” a todo aquel que resiste las agresiones del imperialismo- pocas
dudas caben acerca del papel real que habrá de desempeñar la IV Flota: ser un
elemento de chantaje y disuasión para los gobiernos de la región que se
opongan a los imperialistas y un significativo apoyo “extramuros” para sus
aliados entre las clases dominantes locales.[17] <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>El documento
del Comando Sur de Estados Unidos denominado US Southern Command Strategy:
2016 Partnership for the Americas es calificado por el especialista en
relaciones internacionales Juan Gabriel Tokatlian como “el plan más ambicioso
que haya concebido en años una agencia oficial estadounidense respecto a la
región.” [18] Según este documento en la nueva conformación de la política
estadounidense hacia nuestra región no desempeñan papel alguno ni los
tradicionales instrumentos de predominio militar, como la Junta Interamericana
de Defensa o el ya difunto Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca,
pasado a mejor vida luego de la Guerra de Las Malvinas en 1982; ni tampoco
organismos multilaterales como la OEA o las Naciones Unidas. Señala asimismo que
“las instancias políticas internas (los Departamentos de Estado, Justicia y
Tesoro) de interacción con el hemisferio se han evaporado en el documento. El
Comando Sur anuncia su papel y proyección en el área para los siguientes diez
años como lo haría un procónsul continental.” Y esto pese a que en la
región “ni existen tiranos con armas de destrucción masiva, ni hay formas de
terrorismo transnacional de alcance global.” [19] La militarización de la
política internacional es una de las consecuencias de la nueva doctrina
estratégica anunciada al mundo en Septiembre de 2002 y ratificada ahora por el
Pentágono a través de su instrumento regional: el Comando Sur.
<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><o:p> </o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">Nótese que el
reverso de esta concepción que militariza la escena internacional es la
criminalización de la protesta social en el plano doméstico, hacia lo que apunta
la ya referida legislación antiterrorista aprobada, bajo la fuerte presión
estadounidense, en casi todos los países del área. Y para combatir en ambos
terrenos, el internacional y el nacional, el imperio apela a la eficacia
disuasiva de las armas. Ese y no otro es el papel real que la IV Flota está
llamada a cumplir en América Latina y el Caribe. [20] <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR><B
style="mso-bidi-font-weight: normal">Un debate terminado, una confusión
menos<o:p></o:p></B></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Como
decíamos al principio, la puesta en funcionamiento de la IV Flota liquidó el
debate en torno a la naturaleza del imperio. Tal como lo plantea el marxismo,
las controversias teóricas y políticas no se resuelven con ingeniosos juegos de
lenguaje o encendidas pirotecnias verbales sino en la vida práctica de pueblos y
naciones. Y el debate sobre el libro de Hardt y Negri ya se acabó: el primer
golpe mortal lo había propinado la Guerra de Irak, que desde el principio
demostró claramente ser una clásica guerra imperialista de anexión lanzada para
apropiarse del petróleo iraquí. Y el tiro de gracia lo acaba de descerrajar la
decisión de reactivar la IV Flota. Para estudiar seriamente el imperialismo
Hardt y Negri deberían haberse inspirado en la actitud de V. I. Lenin -un autor
por quien no ocultan su menosprecio- cuando se propuso investigar la naturaleza
del imperialismo a comienzos del siglo veinte: leer toda la literatura relevante
producida por los intelectuales de la burguesía imperialista. En lugar de ello
Hardt y Negri se regodearon transitando por los inconsecuentes meandros de la
filosofía posmoderna francesa mientras el imperio verdadero -no el que ellos
alucinaban- desfilaba ante sus dilatadas pupilas sin tener la menor conciencia
de ello. Su desconocimiento de la densa literatura imperialista producida
por la derecha norteamericana desde Reagan hasta nuestros días es
imperdonable. Si hubieran tenido la curiosidad propia del espíritu
científico y se hubiesen asomado a leer algo, aunque sea lo que escribía
uno de los voceros más caracterizados del pensamiento imperialista
norteamericano y principal columnista de asuntos internacionales del New York
Times, Thomas Friedman, se habrían proporcionado un baño de sobriedad y
probablemente dado cuenta de que algo no funcionaba demasiado bien en su teoría.
[21] Poco antes de la aparición de Imperio Friedman escribió una nota en la que
decía, sin tapujo alguno, que “la mano invisible del mercado global nunca
opera sin el puño invisible. Y el puño invisible que mantiene al mundo seguro
para el florecimiento de las tecnologías del Silicon Valley se llama Ejército de
Estados Unidos, Armada de Estados Unidos, Fuerza Aérea de Estados Unidos y
Cuerpo de Marines de Estados Unidos (con la ayuda, incidentalmente, de
instituciones globales como las Naciones Unidas y el Fondo Monetario
Internacional. … Por eso cuando un ejecutivo dice cosas tales como ‘No somos una
compañía estadounidense. Somos IBM-US, o IBM-Canadá, o IBM-Australia, o
IBM-China” les digo: ¿Ah sí? Bueno, entonces la próxima vez que tengan un
problema en China llamen a Li Peng para que le ayude. Y la próxima vez que el
Congreso liquide una base militar en Asia –y usted dice que no le afecta porque
no le preocupa lo que hace Washington- llame a la Armada de Microsoft para que
le asegure las rutas marítimas de Asia. Y la próxima vez que un novato
congresista republicano quiera cerrar más embajadas estadounidenses llame a
America-On-Line cuando pierda su pasaporte. [22] <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Este es el
“imperio realmente existente”, el “sheriff solitario” del que habla Huntington,
con la omnipresencia de los estados metropolitanos, y sobre todo del estado
fundamental para la preservación de la estructura imperialista mundial: Estados
Unidos; con la proliferación de grandes empresas “nacionales” con proyección
global respaldadas por sus estados (los mismos que en su cándida ensoñación
Hardt y Negri creían desaparecidos) y con el decisivo componente militar que
caracteriza a esta época –donde los pueblos supuestamente estarían cosechando
los dividendos de la “paz mundial”, una vez implosionada la antigua URSS,
causante del equilibrio del terror atómico de los años de la Guerra Fría-
en la cual, paradojalmente, florece la doctrina de la “guerra infinita”,
interminable y contra todos proclamada por George W. Bush.
<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR>Si algo
bueno puede surgir de la desafortunada noticia de la activación de la IV Flota
es que la misma nos permite dejar atrás la alucinada visión sintetizada en
Imperio y que tanto retrasó la toma de conciencia de las fuerzas de la
izquierda, sus partidos y movimientos sociales acerca de la verdadera naturaleza
del enemigo imperialista. Como el niño del cuento aquel que gritó que “¡el rey
está desnudo!”, la reciente decisión de Washington tiene un valioso efecto
pedagógico: despeja del crucial terreno de las ideas las erróneas
interpretaciones del imperialismo contemporáneo, como la de Hardt y Negri, lo
cual es el imprescindible primer paso para trazar un panorama más claro y
realista tanto de los desafíos que el imperialismo presenta a nuestros pueblos
como para construir las estrategias, tácticas e instrumentos políticos e
ideológicos más apropiados para combatirlo exitosamente.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR> <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">* Atilio A.
Boron es Director del PLED, el Programa Latinoamericano de Educación a Distancia
en Ciencias Sociales del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, de
Buenos Aires. Profesor Titular de Teoría Política en la Universidad de Buenos
Aires e Investigador Superior del CONICET.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><STRONG><U><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><o:p><SPAN
style="TEXT-DECORATION: none"></SPAN></o:p></SPAN></U></STRONG></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><STRONG><U><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"></SPAN></U></STRONG> </P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><STRONG><U><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">Notas</SPAN></U></STRONG><SPAN
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><BR><BR>1] Consultar entre muchos
otros: Alex Callinicos, “Toni Negri en perspectiva” (<A
href="http://revoltaglobal.cat/IMG/pdf/form_CallinicosToniNegrienperspe.pdf">http://revoltaglobal.cat/IMG/pdf/form_CallinicosToniNegrienperspe.pdf</A>);
Néstor Kohan, “El “Imperio” de Hardt & Negri y el Regreso del Marxismo
Eurocéntrico” <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">(<A
href="http://www.cuestiones.ws/semanal/030503/sem-may03-03-kohan.htm">http://www.cuestiones.ws/semanal/030503/sem-may03-03-kohan.htm</A>)<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">Slavoj Zizek,
¿Han re-escrito Michael Hardt y Antonio Negri el Manifiesto Comunista para el
siglo XXI? (2001) <A
href="http://es.geocities.com/zizekencastellano/arthardtnegri.htm">http://es.geocities.com/zizekencastellano/arthardtnegri.htm</A><o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">François
Houtart, Tarik Ali, Peter Gowan y Rafael Hernández, “¿Qué imperialismo?”, en
Temas (La Habana: 2003), Nº 33-34, Abril-Septiembre; Leo Panitch y Sam Gindin,
“Capitalismo global e imperio norteamericano” parte I y II, en Socialist
Register en Español (Buenos Aires: CLACSO, 2004 y 2005); John Bellamy Foster,
“Imperialism and ‘Empire’ ”, en Monthly Review, Vol. 53, Nº 7, Diciembre de
2001. <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">2] Ver nuestro
Imperio & Imperialismo. Una lectura crítica de Michael Hardt y Antonio Negri
(Quinta Edición, Premio Extraordinario de Ensayo 2004 de Casa de las Américas)
[Buenos Aires: CLACSO, 2004].<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">3] En el Prólogo
a la Quinta Edición de nuestro Imperio & Imperialismo decíamos que “la
guerra de Irak, declarada en solitario por los Estados Unidos, ha tenido sobre
el análisis propuesto en aquella publicación el mismo efecto que sobre la
autoestima norteamericana tuviera la caída de las Torres Gemelas de Nueva York.”
(Cf. op, cit, p. 6) <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">4] Sobre el tema
de las bases militares estadounidenses en América Latina consultar los diversos
trabajos de Ana Esther Ceceña y, especialmente, “Subjetivando el objeto de
estudio, o de la subversión epistemológica como emancipación”, en Ana E. Ceceña,
compiladora, Los desafíos de las emancipaciones en un contexto militarizado
(Buenos Aires: CLACSO, 2006), pp. 13-43. También de la misma autora Álvaro Uribe
y la base de Manta <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><A
href="http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=3833">http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=3833</A>
y, por último, su muy instructivo sitio web: <A
href="http://www.geopolitica.ws">www.geopolitica.ws</A><o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">5] Stella
Calloni, “Alertan sobre una base estadounidense para estudios nucleares en
Tierra del Fuego”, en La Jornada (México), 14 de Octubre de
2007.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">6] Aclaremos,
para que no haya la menor duda, que condenamos sin atenuantes la utilización de
los secuestros como un arma de lucha política y que por eso mismo celebramos la
puesta en libertad de los rehenes en manos de las FARC. De todos modos subsisten
demasiadas incógnitas acerca de la naturaleza de ese “rescate” que, seguramente,
con el paso del tiempo podrán ser despejadas deparando no pocas
sorpresas.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">7] Cf. “La
importancia de trabajar juntos”, en La Nación (Buenos Aires) 10 de Junio
de 2008.<BR>8] Horacio López, Secesionismo, anexionismo, independentismo en
Nuestra América (Caracas: El perro y la rana, 2008), p. 23. El libro fundamental
en el cual Mahan expone su doctrina es The Influence of Sea Power upon History,
1660–1783 (1890, no por casualidad re-editado en los años de Ronald
Reagan: 1987). <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">9] Ramón
Grosfoguel. “Los límites del nacionalismo: lógicas globales y colonialismo
norteamericano en Puerto Rico”, en Jorge Enrique González, Editor. Nación y
nacionalismo en América Latina (Buenos Aires: CLACSO,
2007)<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">10] Demás está
subrayar que esta estrategia, la de la secesión, en fechas recientes ha sido
desempolvada por el Departamento de Estado para contener la marea izquierdista
que crece en el continente. No es casual que intentos separatistas, abiertamente
alentados por Washington, hayan aparecido en Zulia, Venezuela; en el litoral
ecuatoriano, resucitando una ancestral pero largamente olvidada demanda en pro
de la fundación de la República del Guayas, con sede en Guayaquil; y en la Media
Luna boliviana, en donde la estrategia de la secesión está a la orden del día,
potenciada sin duda por la apabullante victoria de Evo en el referendo
revocatorio del pasado 10 de Agosto que parece haber convencido a la reacción
racista y fascista de Bolivia que la “solución” a la crisis contempla sólo dos
posibilidades: o golpe de estado o secesión. El primer ensayo exitoso de esta
estrategia imperialista de secesión tuvo lugar en Texas, en 1845, por entonces
perteneciente a México y que luego terminaría siendo anexada al territorio de
Estados Unidos. Desde entonces tiene un lugar privilegiado en el manual de
operaciones del Departamento de Estado.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">11] Según la
Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC en sus sigla en
inglés), en el año 2006 el cultivo de amapola creció un 59 por ciento mientras
que la del opio lo hizo en un 49 por ciento. En un reciente articulo Peter van
Ham y Jorrit Kamminga [“Poppies for Peace: Reforming Afghanistan’s Opium
Industry”, en Washington Quarterly, Invierno 2006-2007, pp. 69-81] examinan a
fondo la situación de la economía de la droga en Afganistán y su posible
reconversión. Nada de esto ha ocurrido, sin embargo, bajo la ocupación
norteamericana. <BR>12] UNODC, Informe Anual 2008, p. 1. <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial"><A
href="http://www.unodc.org/documents/wdr/WDR_2008/Executive%20Summary.pdf">http://www.unodc.org/documents/wdr/WDR_2008/Executive%20Summary.pdf</A><o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">13] Sobre el
caso Posada Carriles y la cuestión de “los 5” consultar nuestro “El
terrorismo como política de estado”, en Página/12 y Rebelión del día 11 de
Diciembre de 2007. <BR>14] Pese a esto, a mediados de Junio de 2007 la Cámara de
Diputados de la Argentina transformó en ley un proyecto del Poder Ejecutivo que
reprime el accionar del terrorismo y también su financiamiento. La ley responde
tanto a un reclamo de Estados Unidos. como a una presión del Grupo de Acción
Financiera Internacional amenazaba con hacer un pronunciamiento público
declarando a la Argentina país no seguro. Ese mismo chantaje fue ejercido sobre
casi todos los países de la región que, salvo algunas pocas excepciones,
aprobaron en tiempo record la legislación solicitada por el imperio. Tan vaga es
la caracterización que hace la ley que en varios países de la región han surgido
fuertes protestas por su aplicación para perseguir luchadores sociales o
movimientos que se oponen a las políticas neoliberales. Cf. “Aprueban una ley
antiterrorista que era reclamada por Estados Unidos”, en Clarín (Buenos Aires),
14 de Junio de 2007. Véase también la nota de Fernanda Balatti, “El terrorismo
según Argentina”, en Le Monde Diplomatique (Buenos Aires), año IX, Número 108,
Junio 2008, p. 6.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">15] <A
href="http://www.defenselink.mil/releases/release.aspx?releaseid=11862">http://www.defenselink.mil/releases/release.aspx?releaseid=11862</A><o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">16] Cf. Hugo
Alconada Mon, “Estados Unidos con más presencia en la región”, en La
Nación (Buenos Aires), 28 de Abril del 2008.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">17 Hugo Alconada
Mon, “Estados Unidos pone en marcha la IV Flota”, en La Nación (Buenos
Aires), 13 de Julio de 2008.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">18] <SPAN
style="mso-spacerun: yes"> </SPAN>“El militarismo estadounidense en América
del Sur”, en Le Monde Diplomatique (Buenos Aires), Año IX, Número 108, Junio
2008, p. 5. Este artículo forma parte de un excelente dossier dedicado al tema y
que incluye los siguientes trabajos: Fernanda Balatti, “El terrorismo según
Argentina”; “¿Adiós a la base de Manta en Ecuador”, por Adriana Rossi; “La
construcción de la soberanía regional”, por Daniel Pignotti; y “Apropiación de
recursos naturales”, por Serena Corsi. <BR>19]Ibid., p. 5.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">20] Sobre la
criminalización de la protesta social existe una amplísima literatura
especializada. En conexión con el tema de nuestro trabajo remitimos a la lectura
del texto de Fernanda Balatti mencionado más arriba.<o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial">21] No sólo no
leyeron a Friedman. En realidad, no leyeron a ninguno de los numerosos
intelectuales orgánicos del imperialismo como Robert Kagan, Charles Krauthammer,
Michael Ignatieff, Samuel Huntington, William Kristol, Norman Podhoretz y tantos
otros, muchos de ellos nucleados en torno al proyecto del Nuevo Siglo Americano
y del cual la Administración Bush Jr. habría de reclutar numerosos
funcionarios para ocupar cargos clave en la estructura gubernamental como
Richard Cheney, Paul Wolfowitz, Elliot Abrams, John R. Bolton, Donald Rumsfeld y
muchos más. <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify><SPAN lang=EN-GB
style="FONT-SIZE: 10pt; FONT-FAMILY: Arial; mso-ansi-language: EN-GB">22] Thomas
L. Friedman, “Foreign Affairs; Techno-Nothings”, en New York Times, 18 de Abril
de 1998. <o:p></o:p></SPAN></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-ALIGN: justify"
align=justify></FONT><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000><FONT
size=4>Correspondencia de Prensa - Agenda Radical - Boletín
Solidario</FONT><BR>Ernesto Herrera (editor): </FONT></FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><BR><BR><BR><BR><BR></DIV></FONT></BODY></HTML>