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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>10 de noviembre 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>México</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Brad Will sigue
muerto<BR><BR>La tumba intranquila de
Oaxaca</FONT></STRONG><BR><BR><STRONG><FONT size=3>John Ross
*</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2> </DIV>
<DIV align=justify><BR><A
href="http://www.counterpunch.org/"><STRONG>http://www.counterpunch.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Rebelión</STRONG><BR><A
href="http://www.rebelion.org/"><STRONG>http://www.rebelion.org/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><BR>Brad Will, el fotógrafo de prensa estadounidense
asesinado durante el clímax de la rebelión en Oaxaca hace dos años, sigue muerto
– aunque su espíritu sigue muy vivo. <BR>La muerte de Brad Will sigue
persiguiendo a su familia y amigos a ambos lados de la frontera. Por cierto,
recientes afirmaciones del gobierno mexicano de que amigos de Brad y otros
activistas serían los responsables de su asesinato han provocado una tormenta de
amargura, frustración y franca incredulidad. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En un artículo publicado en 25 semanarios alternativos en
EE.UU., el año pasado, seguí el rastro de los pasos de Brad Will el día de su
muerte. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Toda la mañana del 27 de octubre de 2006, mientras la
rebelión por imponer la remoción del brutal gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz,
escalaba hacia el sangriento desenlace, Will caminó de una barricada a otra
entrevistando y filmando a partidarios de la Asamblea Popular de los Pueblos de
Oaxaca, o APPO. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En Santa Lucía de los Caminos, un suburbio de clase
trabajadora de la capital del Estado, los pistoleros de Ruiz acababan de abrir
fuego contra militantes de la APPO agazapados tras una barricada en la amplia
Avenida Ferrocarril. Cuando los pistoleros desaparecieron por una estrecha calle
lateral, Brad siguió a los partidarios de APPO que perseguían a los atacantes,
filmando mientras los pistoleros se lanzaban al interior de un complejo bien
fortificado en la calle Juárez. Hubo disparos desde las ventanas del piso
superior, pero a medida que pasaba la tarde, la confrontación disminuyó de
intensidad. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Entonces aparecieron cinco policías locales vestidos de
civil a entre 35 y 50 metros de distancia, al comienzo de la calle, y apuntaron
sus armas contra los partidarios de la APPO que se aglomeraban alrededor del
complejo. Cuando los policías de civil comenzaron a disparar, Brad se volvió
hacia ellos, y siguió filmando. Una bala de calibre .38 le dio directamente en
el pecho. El impacto hizo que soltara su cámara de vídeo y se volviera hacia la
izquierda, y una segunda bala le dio en su lado derecho, destruyendo órganos
vitales. Mortalmente herido, Bad Will cayó sobre la acera mientras las balas
seguían estallando alrededor. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los nombres de los asesinos de Bad Will son: Abel
Santiago Zarate alias "El Chino", Manuel Aguilar alias "El Comandante", Juan
Carlos Soriano alias "El Chapulin", Juan Sumano, y Pedro Carmona, detective de
Santa Lucía con una temible reputación, quien parecía dirigir la operación. Una
foto de los cinco asesinos disparando sus armas fue publicada el día siguiente
en la primera plana de El Universal, uno de los diarios más importantes de
México, y desde entonces ha aparecido en todo el mundo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Arriesgando sus vidas bajo el aluvión de balas disparadas
desde la calle Juárez, cuatro jóvenes corrieron hacia el cámara que todavía
respiraba y lo llevaron apresuradamente a la vuelta de la esquina, fuera de
peligro, donde se quedó muriendo en la acera. El Volkswagen blanco de Gualberto
Navarro estaba estacionado a unos pocos metros. Acostaron a Brad en el asiento
trasero. El fotógrafo Gustavo Vilchis y Leonardo Ortiz acompañaron al moribundo
periodista estadounidense al hospital – Vilchis le aplicaba continuamente
respiración boca a boca para mantenerlo en vida. El cuarto rescatador, Miguel
Cruz, no partió con ellos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La tarea de llevar a Brad Will al hospital de la Cruz
Roja en la ciudad de Oaxaca se convirtió rápidamente en una trágica comedia de
errores. El VW se quedó sin gasolina después de algo más de un kilómetro.
Leonardo y Gualberto trataron de parar un taxi pero ninguno se detuvo. Comenzó a
llover. Finalmente, el conductor de una camioneta pick-up se compadeció y
cargaron a Brad Will en la parte trasera, pero falleció en camino antes de
llegar al hospital de la Cruz Roja. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Dos de los tiradores, agentes de la policía de Santa
Lucía, fueron brevemente detenidos, les examinaron sus pistolas de .38, y luego
los liberaron. 13 días después, la procuradora del Estado de Oaxaca, Lizbeth
Caña, operadora política de Ruiz que ahora sirve al gobernador como enlace con
la legislatura estatal, culpó por el asesinato de Brad a los cuatro jóvenes que
arriesgaron sus propias vidas para tratar de salvar al periodista basado en
Nueva York. Caña mintió al decir que sus rescatadores le habían dado el tiro de
gracia en camino a la Cruz Roja – evidencia fotográfica muestra claramente que
Brad había recibido dos tiros antes de ser llevado a la ciudad. El motivo para
el asesinato, según Lizbeth Caña, fue “internacionalizar” el conflicto en
Oaxaca. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La "Fabricación de culpables" es un elemento básico en la
industria de la justicia mexicana. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque las extrañas afirmaciones de Caña nunca llegaron
más allá de la prensa local, acusaciones de haber secundado e instigado a la
ejecución de Brad Will fueron resucitadas por el subprocurador federal Víctor
Camilo Corzo en una conferencia de prensa el 19 de octubre en Oaxaca cuando
Corzo implicó que los presuntos salvadores del fotógrafos habían participado en
un encubrimiento para ocultar la identidad del que describió como el “verdadero
asesino:” Juan Manuel Martínez Moreno, partidario de la APPO y director de
actividades deportivas en la ciudad de Santa Lucía de los Caminos. El
subprocurador federal afirma que Martínez Moreno estaba parado junto al
periodista y disparó a Will desde una distancia de menos de dos metros. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En el tipo de ejercicio en hipocresía por el que se
destaca la justicia mexicana, el subprocurador federal se hizo acompañar por
Octavio Orellana Wiarco a quien el gobierno de Felipe Calderón ha designado para
investigar crímenes contra periodistas. 20 periodistas mexicanos han sido
asesinados en los últimos siete años. – Orellana Wiarco no ha solucionado ni un
solo caso. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Según Corzo, dos testigos anónimos (después se reveló que
se trataba de un ex cámara de Televisa y del sobrino del alcalde de Santa Lucía
de los Caminos que supuestamente ordenó a los policías que actuaran)
identificaron a Martínez Moreno como la persona que gritó a Will que dejara de
firmar – la advertencia fue grabada en la cinta recuperada de la cámara de Brad.
Aunque al parecer ninguno de los testigos vio a Martínez Moreno disparar dos
balas de calibre “.9 mm” a Brad, ha sido acusado de su asesinato – el cambio del
calibre de las balas de .38 mm como cita el informe oficial de autopsia a .9 mm
parece diseñado para sacar de una situación difícil a los policías de Santa
Lucía. </DIV>
<DIV align=justify><BR>A Juan Manuel Martínez Moreno lo detuvieron de inmediato
y ahora está encarcelado en el temido penal regional Santa María Ixcotel de
Oaxaca. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las afirmaciones del gobierno mexicano son contradichas
vehementemente por expertos forenses de la Comisión Nacional de Derechos Humanos
(CNDH), una agencia gubernamental, y por Médicos por los Derechos Humanos, una
ONG a la cual los padres de Brad solicitaron que investigara el asesinato. Por
cierto, ambas organizaciones han concluido que Brad Will fue muerto por una bala
de calibre .38 disparada desde 35 a 50 metros. La ausencia de quemaduras de
pólvora en la ropa de Brad es un indicio obvio de que no le dispararon de cerca
como afirma el subprocurador federal. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las acusaciones del subprocurador son “infundadas e
inexactas” según el doctor Epifanio Salazar, experto forense del CNDH – el
doctor Salazar dirigió anteriormente los servicios forenses del departamento
federal de justicia. Las observaciones de Salazar fueron hechas después del
arresto de Martínez Moreno y de otro partidario de la APPO, Octavio Pérez Pérez,
quien ha sido acusado de participar en el “encubrimiento.” Otros ocho autos
judiciales están pendientes, en los que se cree incluyen a Gualberto Navarro,
Gustavo Vilchis, Leonardo Ortiz, y Miguel Cruz. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El asesinato de Brad Will el 27 de octubre de 2006 sirvió
de luz verde para que el presidente mexicano de entonces enviara miles de
policías federales (PFP) entrenados por los militares a Oaxaca para reprimir
brutalmente la rebelión. Cientos de partidarios de la APPO fueron encarcelados y
torturados durante la represión. La decisión de Fox de enviar a los PFP fue
elogiada por el embajador de EE.UU., Tony Garza, quien acusó en la noche del
asesinato de Brad a la APPO de incitar a la violencia. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde el comienzo, la investigación federal del asesinato
ha sido coloreada por la “política,” acusa el presidente de la CNDH, José Luis
Soberanes, que usualmente no se destaca por ser muy vocal cuando se trata del
asesinato de activistas por el gobierno. (Se dice que Soberanes es miembro muy
apreciado en la confabulación católica conservadora, Opus Dei.) ¿Por qué,
después de dos años de pereza el gobierno aclara repentinamente el caso 15 días
antes del aniversario del asesinato? preguntó el defensor del pueblo. Su
respuesta: La Comisión Nacional de Derechos Humanos había insistido en que el
asesinato de Brad fuera resuelto antes del segundo aniversario de su asesinato.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Además, Soberanes sostiene que el Departamento de Estado
de EE.UU. ha estado presionando al gobierno de Calderón para que resuelva el
caso antes de liberar 1.400 millones de dólares en fondos contra la droga
asignados bajo la así llamada “Iniciativa Mérida.” </DIV>
<DIV align=justify><BR>El verano pasado, durante audiencias en el Congreso sobre
la iniciativa contra la droga, un grupo de amigos de Bad Will cabildeó
considerablemente ante la Cámara de Representantes y al Senado de EE.UU. para
que no liberaran ningún fondo para rearmar a las fuerzas represoras de seguridad
hasta que se aclarara el asesinato del periodista fotográfico. Un resultado de
su obstinación: el senador Patrick Leahy (demócrata de Vermont) incluyó una
frase en la autorización de la Iniciativa Mérida solicitando que se acelerara la
investigación. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Este viernes (24 de octubre) después del arresto de
Martínez Moreno, el zar de la droga de la Casa Blanca, John Water, anunció que
el dinero de Mérida iba finalmente en camino a México. Mientras tanto, Harry
Bubbins, jardinero comunitario, y Rob Jereski, dos de los asociados más cercanos
de Brad Will en el Lower East Side de Nueva York, estuvieron en huelga de hambre
delante de las oficinas en Park Avenue de la senadora Hillary Clinton exigiendo
que Clinton intervenga en el encubrimiento y el montaje. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La facilidad con la que el gobierno mexicano ha extendido
la impunidad a los cinco asesinos policiales de Santa Lucía de los Caminos es
notable y sólo puede haber sido ordenada desde arriba. El modus operandi usual
del sistema de la justicia mexicana es “sacrificar” a los asesinos del gobierno
y proteger a lo que aquí llaman “autores intelectuales” de semejantes crímenes
violentos. Pero acusar a la policía del asesinato de Brad Will hubiera apuntado
a la colaboración del gobernador Ruiz y de su partido, el otrora gobernante
(durante 71 años) PRI, y habría introducido una cuña entre el PRI y el
derechista PAN de Felipe Calderón en un momento en el que el presidente elegido
bajo circunstancias dudosas, necesitaba desesperadamente el apoyo del PRI para
hacer pasar su paquete legislativo por el congreso mexicano. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Muy arriba en esa lista de deseos legislativa estaba la así
llamada “Reforma Energética,” es decir la privatización de la compañía petrolera
nacionalizada PEMEX. La apertura de PEMEX a la inversión privada por
transnacionales basadas en EE.UU. como Exxon y Halliburton ha sido desde hace
tiempo una prioridad para Washington cuyos intereses en México ha jurado
defender el embajador Garza. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El jueves pasado (23 de octubre) después de meses de
enconados pleitos en el Senado mexicano, el PAN y sus aliados del PRI terminaron
por aprobar la “reforma” de privatización de Calderón – aunque la medida no
incluye todo lo que querían los gigantes del petróleo, les permite poner su pie
en la puerta de PEMEX. El izquierdista Andrés Manuel López Obrador, a quien
millones de mexicanos creen que Calderón robó la elección en 2006, unos pocos
meses antes de que ametrallaran a Brad, se opuso vigorosamente a la medida. El
golpe del PRI y del PAN fue votado en un edificio de oficinas del Congreso bajo
fuerte protección del PFP en lugar de hacerlo en el Senado, que estaba rodeado
por miles de manifestantes. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Trágicamente, Brad Will muerto se ha convertido en un
peón en ese cínico juego del poder del gobierno de Calderón y del
definitivamente corrupto PRI. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Brad Will no fue la única víctima del caos homicida de
Ulises Ruiz, aunque su muerte es una de las pocas que han llegado a ser
investigadas. 26 víctimas perecieron bajo las balas de las armas de Ruiz entre
agosto y octubre de 2006. Ahora, cuando los Días de los Muertos vuelven a
México, los “muertos” de Ulises siguen clamando justicia desde sus tumbas
intranquilas. </DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>* John Ross, periodista, escritor y poeta. De origen
estadounidense, considerado uno de los cronistas más importantes a nivel mundial
del zapatismo, colaborador de varios diarios y revistas como La Jornada, The
Texas Observer, The Bay Guardian de San Francisco, El Otro Periodismo Narco
News, Nation Books, Noticias Aliadas de Perú </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT color=#800000 size=3>Correspondencia de Prensa -
Agenda Radical - Boletín Solidario<BR>Ernesto Herrera (editor):
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>