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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>7 de diciembre 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Colombia<BR> <BR>En qué va la
guerra</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><FONT size=2><STRONG>La gente se pregunta,
entonces, sobre cuál es la verdad y en qué estado está la guerra. ¿Estamos
doblando la página del conflicto o aún falta mucho trecho por recorrer para que
algún día lleguemos a la paz?. Para responder a estos interrogantes, la
Corporación Nuevo Arco Iris adelantó un concienzudo estudio de los actores
armados recurriendo a toda la información oficial y realizando también un
esmerado trabajo de campo en todas las regiones del país.</STRONG>
</FONT><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>León Valencia *</STRONG></FONT><BR> <BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Revista Cambio, Bogotá, 3-12-08</STRONG><BR><A
href="http://www.cambio.com.co/"><STRONG>http://www.cambio.com.co/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR> <BR>El 2008 fue un año en el que el conflicto
armado registró mucha intensidad. Algunos grupos irregulares recibieron
verdaderos sacudones y se transformaron radicalmente. El Gobierno del presidente
Uribe rompió el proceso de negociación con los paramilitares y envío en
extradición a 14 de los grandes jefes; el escándalo de la parapolítica tocó las
puertas de todos los partidos de la coalición de gobierno y hundió al Congreso
de la República en una crisis jamás vista; las Farc vieron morir a su máximo
comandante y fundador, y recibieron otros golpes contundentes: la 'Operación
Jaque' que liberó a un grupo de secuestrados entre quienes se encontraban Íngrid
Betancourt y tres ciudadanos norteamericanos, y la baja de varios miembros del
Estado Mayor Central; el Eln canceló las conversaciones que venía adelantando
con el Gobierno y se puso en la tarea de sobrevivir eludiendo los combates y
disminuyendo sus operaciones con la intención de conservar sus fuerzas en medio
de la ofensiva gubernamental.<BR><BR>El Gobierno se atrevió entonces a proclamar
que los paramilitares eran cosa del pasado y que las Farc estaban derrotadas o,
en palabras del comandante general de las Fuerzas Armadas, general Freddy
Padilla de León: "Entramos en el fin del fin de esta guerrilla". No
obstante, los medios de comunicación traen a diario noticias de la presencia y
acciones de reductos paramilitares, y de nuevos grupos criminales; las Farc
continúan dando qué decir en muchas regiones y en algunos lugares han vuelto a
crecer; el Eln mantiene su presencia silenciosa en muchas zonas y no ceja en su
empeño militar. <BR><BR>La gente se pregunta, entonces, sobre cuál es la
verdad y en qué estado está la guerra. ¿Estamos doblando la página del conflicto
o aún falta mucho trecho por recorrer para que algún día lleguemos a la paz?.
Para responder a estos interrogantes, la Corporación Nuevo Arco Iris adelantó un
concienzudo estudio de los actores armados recurriendo a toda la información
oficial y realizando también un esmerado trabajo de campo en todas las regiones
del país. <BR><BR>Las conclusiones no son tranquilizantes. Los
reductos paramilitares y grupos emergentes están creciendo y se están
expandiendo en forma desa-forada. Las Farc se han reacomodado para seguir en la
guerra y ahora se van a favorecer de la recesión económica, los cambios en
Estados Unidos y la grave crisis social que vive el sur del país con motivo de
la caída de las llamadas 'pirámides'.<BR> <BR><STRONG>Como antes</STRONG>
<BR> <BR>Si sumamos los paramilitares reinsertados que han vuelto a las
armas, los que no se desmovilizaron y las bandas emergentes, tenemos otra vez
10.200 personas en armas, distribuidas en 102 grupos que utilizan 21
denominaciones distintas, con presencia en 246 municipios del país. Tal como
dice el Gobierno, el propósito de algunos de estos núcleos es el narcotráfico,
pero la mayoría están asumiendo muchas características de las anteriores
Autodefensas: atacan a líderes sociales, organizaciones comunitarias y
dirigentes políticos, y buscan influir en el poder local y controlar el
territorio. <BR><BR>En el caso de las llamadas 'Águilas negras', que están
hacia el norte y el oriente del país, estas tienen una posición antisubversiva y
cuentan con la permisividad de sectores de la fuerza pública. En
espacios como la Universidad Nacional, estos grupos recurren a nombres que
evocan a las viejas autodefensas para amenazar al estudiantado: Bloque Capital
de las Águilas Negras. Quizás estamos entrando en uno de los escenarios que
prefiguró la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, CNRR, que
advirtió hace un año sobre la posibilidad de que surgiera una tercera generación
de paramilitares.<BR><BR>Al lado del resurgimiento del fenómeno paramilitar se
mantiene viva la parapolítica. Es cierto que la Justicia está haciendo su tarea
en medio de grandes dificultades y que ha logrado procesar a 59 congresistas en
ejercicio y a 23 ex parlamentarios, lo mismo que a cerca de 300 líderes
políticos regionales o funcionarios del Gobierno, y que en ese proceso se han
destapado siete pactos -Ralito, Chivolo, Pivijai, Urabá, de Coordinación,
Magdalena Medio y Eje Cafetero- en los cuales se hicieron explícitos los
compromisos entre los líderes políticos y los jefes paramilitares. No obstante,
no se ha avanzado un ápice en el establecimiento de la responsabilidad política
y en su consecuente castigo. <BR><BR>No se ha disuelto ninguno de los partidos
-Convergencia Ciudadana, Colombia Viva, Alas-Equipo Colombia, Colombia
Democrática y Apertura Liberal- que tienen a la mayoría o la totalidad de sus
parlamentarios titulares vinculados a los expedientes judiciales, y tampoco han
sido sancionados otros partidos grandes como La U, el Partido Conservador,
Cambio Radical y el Partido Liberal, con prestantes miembros encarcelados o
enjuiciados. La figura de la "silla vacía" no pudo aplicarse porque el
presidente Uribe hundió el primer proyecto de reforma política con el argumento
de que no iba a dejarse quitar las mayorías en el Congreso. En las pasadas
elecciones locales, los cinco partidos más estrechamente vinculados a la
parapolítica presentaron 29.000 candidatos y, a pesar de que aunque en
algunas partes empezaron a ser castigados por sus electores, lograron ampliar su
influencia a otras regiones y mantuvieron su poder local y regional.
<BR> <BR><STRONG>Reacomodo de las Farc<BR></STRONG> <BR>Cuando empezó
el gobierno del presidente Uribe, las Farc tenían aproximadamente 18.200 hombres
distribuidos en 81 frentes. Ahora tienen cerca de 10.800 distribuidos en 64
frentes, y han disminuido sus compañías y columnas. Sus fuerzas han sido
desplazadas de los grandes centros poblacionales y de producción a lo profundo
de las montañas. Su mando central ha sido duramente golpeado. Muchas de las
rutas de abastecimiento logístico han sido cortadas y las fuentes de recursos
económicos obstruidas. Y con el rescate o la liberación de los secuestrados han
perdido el factor de presión política que los mantenía comunicados con la
comunidad internacional. <BR><BR>Pero esta guerrilla tiene aún posibilidades de
subsistir a la política de seguridad democrática y continuar la guerra a lo
largo y ancho del país. En los días posteriores a la 'Operación Jaque', algunos
sectores del Gobierno abrigaron la esperanza de que las Farc entrarían en una
desbandada general con la desmovilización de frentes y bloques enteros. Pero lo
que se ha visto en estos meses es que 'Alfonso Cano' ha logrado consolidar su
mando y definir una estrategia propia para resistir a la ofensiva gubernamental.
<BR><BR>Ahora tenemos unas Farc con gran movilidad, distribuidas en pequeños
grupos, que utiliza intensivamente el minado de grandes zonas, recurre a la
fabricación de morteros y armas artesanales, apela a francotiradores, busca
alianzas con bandas emergentes para retomar corredores del narcotráfico y las
rutas de acceso a las ciudades. En varias regiones han empezado a recuperar
terreno y a crecer. En el Bajo Cauca antioqueño, por ejemplo, donde habían
quedado reducidas a menos de 100 hombres, ahora tienen cerca de 600.<BR><BR>En
cuanto al Eln, aun en medio de su debilidad militar conserva intacto su mando
central, y en algunas regiones como Arauca y Nariño ha ganado el pulso que
mantenía con las Farc, y mediante la vinculación parcial de algunas estructuras
al narcotráfico sobrevive a la ofensiva del Estado. Se sabe que ha vuelto a
crecer en zonas de Cauca y Nariño y en algunos puntos de la frontera con
Venezuela.<BR><BR>No obstante, la mayor preocupación no viene de la efectividad
de las estrategias defensivas de la guerrilla, sino del entorno internacional,
nacional y regional que tienen estas fuerzas para mantenerse y crecer.
<BR><BR>El país está entrando en una innegable recesión económica y los
analistas no esperan más de 3,5 por ciento de crecimiento en el PIB, cuando el
año pasado creció 7 por ciento. <BR><BR>En estas condiciones será imposible
sostener la inversión en defensa de más de cinco puntos del PIB, que fue lo que
alcanzó en los últimos años. La ayuda militar promedio de 700 millones de
dólares por año que venía desde los Estados Unidos, tampoco se sostendrá por su
situación de recesión económica y por los futuros cambios en el Gobierno, que se
darán con el triunfo de Barack Obama. Ya Washington ha anunciado el recorte y
también la reorientación de algunos fondos para una destinación distinta a la
militar. <BR><BR>Y mientras esto ocurre se ha presentado una inesperada y
explosiva situación en el sur del país donde las Farc siempre han tenido su
mayor asiento: las 'pirámides' se vinieron al suelo porque se agotó su
fraudulento sistema de captación de dineros y el Gobierno se vio obligado a
intervenir, quizás muy tardíamente. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La ruina de millones de personas que apostaron a las
'pirámides' ha desatado una verdadera rebelión popular con grandes
movilizaciones sociales antigubernamentales, hecho que ya se refleja en los
sondeos de opinión. Según Gallup, en esta región, el 62 por ciento de los
encuestados se muestra contrario a la reelección presidencial y solo un 34 por
ciento la aprueba. <BR><BR>No es difícil colegir que la guerrilla tratará de
pescar en río revuelto y que aprovechará el momento para estrechar lazos con la
población y aumentar el reclutamiento. La primera señal la dieron con su ataque
a la Inspección de Policía en Puerto Asís, Putumayo, donde murieron varios
uniformados y los guerrilleros dejaron un comunicado en el que expresaban su
solidaridad con los damnificados de las 'pirámides' y señalaban la
responsabilidad del Gobierno en la crisis. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Tampoco son desdeñables las dificultades por las que
atraviesa el Ejército. La tragedia de varios jóvenes que fueron sacados con
engaños de la población de Soacha y aparecieron muertos en Norte de
Santander a manos de militares destaparon una secuencia de "falsos
positivos" o cadena de ejecuciones fuera de combate que llevaron a la separación
fulminante de 27 altos oficiales y a la renuncia del comandante del Ejército,
general Mario Montoya. Esta situación no solo inhibe un poco la acción militar
sino que ha creado tensiones innegables entre el Ejecutivo y las Fuerzas
Armadas.<BR> <BR><STRONG>Los escenarios de 2009</STRONG>
<BR> <BR>Después de la 'Operación Jaque', lo que traslucían todas las
declaraciones oficiales era que, en lo que restaba de su segundo mandato,
el gobierno de Uribe buscaría afanosamente darle una estocada final a las
guerrillas, destruir sus fuerzas al estilo del Perú en los años noventa del
siglo pasado. Pero con la nueva situación de dificultades para la financiación
de la guerra, de fatiga del Ejército y de crisis en el sur del país, no es
descartable que empiece a abrirse paso un nuevo escenario: acercamientos entre
las partes para iniciar negociaciones. <BR><BR>Sin embargo, esto implicaría
cambios de lado y lado que no son fáciles de poner en marcha porque, en los
últimos seis años, los contendientes han estado empeñados en la derrota del
contrario. ¿Puede Alfonso Cano convencer a sus huestes de iniciar conversaciones
con un Gobierno que les ha dado tan duro? ¿Puede el presidente Uribe dejar atrás
la euforia del triunfo y nombrar un nuevo equipo que le permita tender puentes
con la guerrilla?<BR><BR>En todo caso hay dos factores que no le dan espera el
presidente Uribe y a su gobierno: el diseño de una estrategia para atender la
grave crisis del sur del país; y empezar a atacar de frente a las reductos
paramilitares y bandas emergentes para romper cualquier complicidad o
complacencia de la fuerza pública con estos grupos ilegales. <BR><BR>Los
departamentos del sur van a necesitar una intervención más de tipo económico y
social que militar, y en esto quizás resulten providenciales los cambios en el
Plan Colombia. También podría aprovecharse el remezón que trajo consigo el
destape de los "falsos positivos" para hacer una revisión profunda de las
conductas en las Fuerzas Armadas y hacer un pacto interno para cortar todo
vínculo con acciones y fuerzas ilegales. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>* Nota de Agenda Radical:</STRONG> León Valencia, es
miembro de la Corporación Nuevo Arco Iris, fue combatiente del ELN y militante
de la Corriente Renovación Socialista. Es autor de "Mis años de guerra",
Editorial Norma, Bogotá, 2008.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT color=#800000 size=3>Correspondencia de Prensa -
Agenda Radical - Boletín Solidario<BR>Ernesto Herrera (editor):
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000>Edición internacional
del Colectivo Militante - Por la Unidad de los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 -
Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo - Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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</DIV>
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