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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>15 de diciembre 2008</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Cuba y el
antiimperialismo</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entre la revolución y la razón de
Estado<BR></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Samuel
Farber *</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Sin Permiso</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.sinpermiso.info/"><STRONG>http://www.sinpermiso.info/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR> <BR>En el 50 aniversario de la Revolución cubana,
nuestro amigo Samuel Farber escribió el artículo que reproducimos a continuación
y que será publicado en el próximo número de la edición boliviana de Le Monde
Diplomatique. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Para una gran parte de la izquierda latinoamericana, el
gobierno cubano ha representado una fuerza antiimperialista y un baluarte de los
movimientos progresistas y de liberación nacional. Esa reputación de los líderes
cubanos se ha fortalecido en los últimos tiempos por el contraste entre su
histórica oposición al imperialismo estadounidense y la política de entrega a
Washington de muchas personalidades, incluyendo a muchos ex izquierdistas y ex
revolucionarios. </DIV>
<DIV align=justify><BR>No obstante, un examen detenido de la política exterior
cubana revela que, si bien Cuba ha seguido una trayectoria continua de oposición
al imperialismo propiciado por EE.UU., no ha ocurrido lo mismo con respecto a la
agresión imperial de otros países y, de hecho, en varias ocasiones se ha puesto
del lado de los estados opresores. <BR>Esfera soviética </DIV>
<DIV align=justify><BR>Fidel Castro apoyó la invasión soviética de
Checoslovaquia en 1968. Su apoyo a esa invasión fue muy reveladora: mas allá de
la deuda política incurrida con la Unión Soviética por su indispensable ayuda
económica, el líder cubano claramente expuso su oposición a las reformas del
gobierno de Alexander Dubcek, a las que caracterizó como "furia liberal" que,
junto con la libertad de prensa "burguesa", le estaba permitiendo a la
contrarrevolución hablar libremente contra el socialismo. Castro también apoyó
la supresión etíope del movimiento nacional eritreo y la invasión soviética de
Afganistán en los '70 y '80. </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cómo se explican las políticas contradictorias de Cuba
con respecto al derecho de las naciones a su autodeterminación? En primer lugar,
hay que señalar la larga alianza que Cuba mantuvo con la URSS como socio
minoritario del imperio soviético. Hacia fines de los '60, la URSS, bajo presión
de EE.UU., debió aceptar la noción de que el hemisferio occidental era parte
indisputable de la esfera de influencia norteamericana. Como resultado, Moscú
presionó a La Habana para que retirara su apoyo abierto a las guerrillas
latinoamericanas. El gobierno cubano se plegó a las exigencias soviéticas aunque
no completamente, ya que siguió apoyando los movimientos insurgentes de América
Latina de una manera más discreta y limitada bajo el control del comandante
Manuel "Barbaroja" Piñeiro. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Esto contribuyó a que Cuba se orientara cada vez más
hacia África, una región en la periferia del ámbito geopolítico estadounidense,
donde las iniciativas cubanas eran más compatibles con la política extranjera
soviética. La presencia política y militar cubana en África (y en otras partes
del mundo) también afectó significativamente las relaciones de poder entre Cuba
y la URSS al darles a los líderes cubanos un margen de negociación más amplio
con los soviéticos, quienes por ese motivo no podían tratar a Cuba como si fuera
un simple satélite de la Europa Oriental. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Nacionalismo africano</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>La estrategia de Cuba en África se orientó hacia una
alianza con el nacionalismo africano. En el curso de la implementación de dicha
estrategia, Cuba tomó iniciativas independientes sin consultar previamente con
el Kremlin -como en el caso de Angola- pero fueron generalmente compatibles con
la política soviética, lo que evitó las ásperas fricciones que habían surgido en
el contexto de la guerra de guerrillas en América Latina. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En el caso de Angola, la estrategia cubana junto con su
alianza con el imperio soviético le permitió a Cuba jugar un papel muy
importante en la defensa de ese país contra el imperialismo occidental y sus
agentes derechistas de la UNITA propinando un duro golpe militar y político al
apartheid surafricano que apoyaba a UNITA (1). Pero la política de Cuba en el
conflicto entre Eritrea y Etiopía siguió una trayectoria diferente. Cuba apoyó
inicialmente la lucha de los eritreos para independizarse del régimen etíope
encabezado por el emperador Haile Selassie, pero cambió su actitud cuando
Selassie fue derrocado por el Dergue, un grupo nacionalista de izquierda
favorable a la URSS. Fidel decidió aliarse entonces con los nacionalistas
etíopes contra los nacionalistas eritreos arguyendo que la lucha eritrea podía
destruir la "integridad territorial" de Etiopía, pasando por alto el hecho que
Eritrea había sido una nación aparte que había sido colonizada y después anexada
a la fuerza por la Gran Etiopía. El apoyo de Cuba al Dergue no fue sólo
retórico; armó y entrenó fuerzas etíopes y envió tropas cubanas a Ogaden en la
guerra de Etiopía con Somalia. La intervención militar cubana fue imprescindible
para que Etiopía pudiera conducir su guerra contra Eritrea. Desde un principio,
Cuba coordinó su intervención muy de cerca con la URSS. Para Moscú, esa región
tenía una prioridad estratégica mayor que Angola por las facilidades portuarias
en Massawa y Assab, en la costa eritrea frente a la Arabia Saudita, que le
permitirían controlar la vía marítima que conectaba la parte occidental de la
URSS con Vladivostok en el lejano Oriente. Es importante añadir que demás de los
efectos sobre el conflicto eritreo, la alianza indiscriminada que Cuba forjó con
el nacionalismo africano derivó en apoyos a los regímenes sangrientos de Idi
Amin en Uganda y de Nguema Macías en Guinea Ecuatorial. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Razones de Estado</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque forzada por los soviéticos a replegar su apoyo a
las guerrillas latinoamericanas, Cuba siguió ayudando a los movimientos
antiimperialistas en el continente. Sin duda alguna, jugó un papel importante,
por ejemplo, en el derrocamiento de Anastasio Somoza en Nicaragua. Pero para
poder comprender cabalmente la política cubana en América Latina, es necesario
entender que su apoyo a los movimientos antiimperialistas ha estado subordinado
a los intereses del Estado cubano conforme a las pautas trazadas por sus
líderes. Basado en la descripción de Jorge I. Domínguez sobre las formas en las
que el Estado cubano ha ajustado su política exterior para lograr sus propias
metas, señalo, en primer lugar, que en sus relaciones de Estado a Estado, el
gobierno cubano ha supeditado su apoyo a los movimientos de oposición al cálculo
de los beneficios que podía obtener de su relación con el gobierno de esos
países. Cuba nunca ha apoyado un movimiento revolucionario contra un gobierno
que tiene buenas relaciones con La Habana y que rechazara la política
norteamericana hacia la isla, más allá del color ideológico de estas
administraciones. Y los casos más paradigmáticos fueron la relación amigable que
Cuba tuvo con el México del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y con la
España franquista. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Asimismo, Cuba ha suspendido su ayuda a movimientos
revolucionarios o progresistas en aquellos países dispuestos a suspender
hostilidades con Cuba. Quizás el ejemplo más extremo de esta norma es el
mantenimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con Argentina después del
golpe militar de 1976 a expensas de la ayuda que pudiera haberle prestado a los
movimientos de oposición en ese país. En el caso de El Salvador, en 1983 Fidel
Castro indicó estar dispuesto a suspender su apoyo al FSLN a condición de que
los EU dejaran de apoyar al gobierno salvadoreño. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El gobierno cubano incluso ha dividido y socavado
movimientos que no han estado dispuestos a reconocer su liderazgo. Es así como
en 1966 los líderes cubanos atacaron el movimiento encabezado por Yon Sosa en
Guatemala mientras que al mismo tiempo apoyaron al movimiento de Luis Turcios
Lima. (2) </DIV>
<DIV align=justify><BR>Esa también fue la razón por la cual cuando Cuba reanudó
relaciones con los partidos comunistas tradicionales, como el venezolano, que
entonces reconocieron el liderazgo cubano, Fidel rompió con el movimiento
dirigido por Douglas Bravo, al cual había anteriormente apoyado a expensas del
PCV. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Relaciones pragmáticas</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>En los '70 y '80, Cuba adoptó una política abiertamente
pragmática de establecer lazos cercanos con cualquier país latinoamericano y de
la cuenca del Caribe dispuesto a tener relaciones con La Habana. Esa política se
volvió más viable por la decisión tomada por la OEA, en 1975, de levantar sus
sanciones multilaterales contra la isla y permitir que cada uno de sus estados
integrantes decidiera por cuenta propia las relaciones que tendrían con la isla.
Después del 1989, el colapso de la URSS y la grave crisis económica que provocó
en Cuba, acentuó ese pragmatismo en su política extranjera a un grado tal que
hasta clausuró el Departamento de las Américas, que había dirigido las
actividades clandestinas de Cuba en el continente. Desde entonces, el gobierno
cubano ha enfatizado su oposición al imperialismo norteamericano y al
neoliberalismo más que al capitalismo mismo, aunque en el caso del
neoliberalismo de Lula, y a pesar de las críticas recientes de Fidel Castro con
respecto al etanol, él y Raúl han seguido apoyando al líder brasileño. En su
reciente entrevista con Ignacio Ramonet, Fidel expresó todo tipo de encomios no
solamente con respecto a Lula sino a figuras conservadoras como el Rey Juan
Carlos de España y el Papa Juan Pablo II. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En última instancia, el apoyo cubano a los movimientos de
liberación se ha basado en los intereses del Estado cubano como lo han definido
sus líderes, y no en un compromiso ineludible con cualquier doctrina
revolucionaria. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><U>Notas</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>(1) Aun así, cabe señalar que la ayuda de Cuba tuvo un costo
para el pueblo de Angola, como cuando las tropas cubanas intervinieron en las
luchas internas del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) para
asegurar la victoria de la facción de Agostino Neto contra la de Nito Alves. (2)
Yon Sosa y Luis Turcios Lima fueron ambos tenientes del ejército que se
rebelaron contra el gobierno guatemalteco en los sesentas. Yon Sosa estuvo
influido por el trotskismo y por lo tanto seguía una política mas independiente
con respecto a Cuba que Turcios Lima que era cercano al Partido Guatematelco de
los Trabajadores (Comunistas). </DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>* Samuel Farber nació y se crió en Cuba. Su libro más
reciente es The Origins of the Cuban Revolution Reconsidered [Una revisión de
los orígenes de la revolución cubana] (University of North California Press).
Colabora regularmente con Foreign Policy in Focus. De Farber puede leerse en
castellano, en el número 3 de SinPermiso (en papel), una larga reseña del libro
de entrevistas de Ignacio Ramonet a Fidel Castro. En SP electrónico, puede verse
su interesante debate con Saul Landau, a propósito de Cuba.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT color=#800000 size=3>Correspondencia de Prensa -
Agenda Radical - Boletín Solidario<BR>Ernesto Herrera (editor):
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>