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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>4 de enero 2009</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT
size=3>Palestina/Urgente</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>La furia
autojusticiera de Israel y sus víctimas en Gaza<BR><BR>Ilan Pappé
*</FONT></STRONG><BR></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Electronic
Intifada</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://electronicintifada.net/v2/article10100.shtml"><STRONG>http://electronicintifada.net/v2/article10100.shtml</STRONG></A><STRONG>
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Traducido del inglés para
Rebelión por Germán Leyens<BR></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial
size=2></FONT><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Mi regreso a casa a Galilea coincidió con el genocida ataque
israelí contra Gaza. El Estado, mediante sus medios noticiosos y con la ayuda de
sus académicos, emitió una voz unánime – aún más fuerte que la escuchada durante
el criminal ataque contra el Líbano en el verano de 2006. Israel está absorto
una vez más en una furia autojusticiera que se traduce en sus políticas
destructivas en la Franja de Gaza. Esta espantosa autojustificación para la
inhumanidad y la impunidad no sólo es insoportable, es un tema que vale la pena
considerar en detalle, si se quiere comprender la inmunidad internacional para
la masacre que arrasa Gaza. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Se basa ante todo en puras mentiras transmitidas en una
neolengua reminiscente de los peores días de la Europa de los años treinta. Cada
media hora un boletín noticioso en la radio y la televisión describe a las
víctimas de Gaza como terroristas y los masivos asesinatos cometidos por Israel
como acto de autodefensa. Israel se presenta a su propia gente como víctima
autojusticiera que se defiende contra un gran mal. El mundo académico es
reclutado para explicar lo demoníaca y monstruosa que es la lucha palestina, si
es dirigida por Hamas. Son los mismos eruditos que satanizaron al difundo líder
palestino Yasir Arafat en una era pasada y deslegitimaron su movimiento Fatah
durante la segunda Intifada palestina. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero las mentiras y las representaciones distorsionadas
no constituyen la peor parte del asunto. Lo que más enfurece es el ataque
directo contra los últimos vestigios de humanidad y dignidad del pueblo
palestino. Los palestinos en Israel han mostrado su solidaridad con la gente de
Gaza y son ahora estigmatizados como quinta columna en el Estado judío; su
derecho a permanecer en su patria es presentado como dudoso en vista de su falta
de apoyo para la agresión israelí. Aquellos de entre ellos que aceptan aparecer
– erróneamente, a mi juicio – en los medios locales son interrogados, y no
entrevistados, como si fueran reclusos en la prisión del Shin Bet [servicio de
inteligencia israelí, N. del T.]. Su aparición es precedida y seguida por
humillantes observaciones racistas y son enfrentados por acusaciones de que son
una quinta columna, un pueblo irracional y fanático. Y sin embargo no es la
práctica más indigna. Hay unos pocos niños palestinos de los territorios
ocupados que son tratados por cáncer en hospitales israelíes. Dios sabe qué
precio sus familias han pagado para que sean admitidos en ellos. La Radio Israel
va a diario al hospital a demandar a los pobres padres que digan a la audiencia
israelí cuánta razón tiene Israel al atacar Gaza cuán maligno es Hamas al
defenderse. </DIV>
<DIV align=justify><BR>No hay fronteras en la hipocresía que produce una furia
autojusticiera. El discurso de los generales y de los políticos se mueve
erráticamente entre auto-congratulación por la humanidad que el ejército muestra
en sus operaciones “quirúrgicas” por una parte y, por la otra, la necesidad de
destruir Gaza de una vez por todas, de una manera humana, claro está. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La furia autojusticiera es un fenómeno constante en el
desposeimiento israelí, y antes de eso, sionista, de Palestina. Cada acto, sea
limpieza étnica, ocupación, masacre o destrucción fue siempre presentado como
moralmente justo y como un puro acto de autodefensa perpetrado a regañadientes
por Israel en contra de la peor clase de seres humanos. En su excelente volumen:
“The Returns of Zionism: Myths, Politics and Scholarship in Israel,” Gabi
Piterberg explora los orígenes ideológicos y la progresión histórica de esa
furia autojusticiera. Hoy en día en Israel, de la izquierda a la derecha, del
Likud a Kadima, de los círculos académicos a los medios noticiosos, se escucha
esa furia autojusticiera de un Estado que está más ocupado que ningún otro
Estado del mundo en la destrucción y desposeimiento de una población indígena.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es crucial que se exploren los orígenes ideológicos de
esa actitud y que se deriven las conclusiones políticas necesarias de su
prevalencia. Esta furia autojusticiera blinda a la sociedad y a los políticos en
Israel de toda crítica o rechazo externo. Pero mucho peor todavía, se traduce
siempre en políticas destructivas contra los palestinos. Sin un mecanismo
interno de crítica y sin presión externa, cada palestino se convierte en un
objetivo potencial para esa furia. En vista del poder de fuego del Estado judío
sólo llevar a más matanzas masivas, masacres y limpieza étnica.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Este tono autojusticiero es un poderoso acto de
autonegación y justificación. Explica por qué la sociedad judía israelí no puede
ser impresionada por palabras de sabiduría, persuasión lógica o diálogo
diplomático. Y si no se quiere apoyar la violencia como medio para oponérsele,
queda sólo un camino: cuestionar directamente esa arrogancia moral como una
ideología maligna hecha para cubrir atrocidades humanas. Otro nombre para esa
ideología es sionismo y un rechazo internacional del sionismo, no sólo para
políticas israelíes en particular, es la única manera de argumentar contra esa
arrogancia moral. Tenemos que tratar de explicar no sólo al mundo, sino también
a los propios israelíes, que el sionismo es una ideología que apoya la limpieza
étnica, la ocupación y ahora matanzas masivas. Lo que se necesita en este
momento no es sólo una condena de la actual masacre sino también la
deslegitimación de la ideología que produjo esa política y la justifica moral y
políticamente. Esperamos que voces significativas en el mundo digan al Estado
judío que esa ideología y la conducción general del Estado son intolerables e
inaceptables y que mientras persistan, Israel será boicoteado y sometido a
sanciones. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero no soy ingenuo. Sé que incluso el asesinato de
cientos de palestinos inocentes no bastaría para producir un cambio semejante en
la opinión pública occidental; es incluso aún menos probable que los crímenes
cometidos en Gaza lleven a los gobiernos europeos a cambiar su política hacia
Palestina. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Y sin embargo, no podemos permitir que 2009 sea sólo un
año más, menos importante que 2008, el año conmemorativo de la Nakba, que no
satisfizo las grandes esperanzas que todos teníamos respecto a su potencial para
transformar dramáticamente la actitud del mundo occidental hacia Palestina y los
palestinos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Parece que hasta los crímenes más horrendos, como el
genocidio en Gaza, son tratados como eventos discretos, sin conexión con nada
que haya sucedido en el pasado y sin asociación con ninguna ideología o sistema.
En este nuevo año, tenemos que tratar de reajustar la opinión pública respecto a
que la historia de Palestina y los males de la ideología sionista sean los
mejores medios para explicar las operaciones genocidas, como la actual en Gaza,
y para impedir que sucedan cosas aún peores. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Académicamente, ya ha sido hecho. Nuestro principal
desafío es encontrar una manera eficaz de explicar la conexión entre la
ideología sionista y las pasadas políticas de destrucción y la crisis actual.
Puede que sea más fácil hacerlo mientras, bajo las más terribles circunstancias,
la atención del mundo es dirigida una vez más hacia Palestina. Sería aún más
difícil en tiempos en los que la situación parezca ser “más tranquila” y menos
dramática. En esos momentos “relajados”, la incapacidad de los medios
occidentales de concentrar la atención más allá de unos breves momentos
marginaría una vez más la tragedia palestina y la desatendería sea por los
horribles genocidios en África o la crisis económica y las catástrofes
ecológicas en el resto del mundo. Aunque es poco probable que los medios
occidentales se interesen por acopios históricos, sólo se puede denunciar
mediante una evaluación histórica la magnitud de los crímenes cometidos contra
el pueblo palestino durante los últimos 60 años. Por ello, el papel de
académicos activistas y de los medios alternativos es insistir en este contexto
histórico. Esos agentes no deben dejar de educar a la opinión pública y ojalá
incluso lleguen a influenciar a los políticos más escrupulosos para que vean los
eventos en una perspectiva histórica más amplia. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Del mismo modo, tal vez podamos encontrar la manera
popular, a diferencia de la académica altamente intelectual, de explicar
claramente que la política de Israel – en los últimos 60 años – proviene de una
ideología racista hegemónica llamada sionismo, protegida por interminables capas
de furia autojusticiera. A pesar de la previsible acusación de antisemitismo y
de lo que sea, es hora de asociar en la mente pública la ideología sionista con
las características históricas ya familiares del país: la limpieza étnica de
1948, la opresión de los palestinos en Israel durante los días del gobierno
militar, la brutal ocupación de Cisjordania y ahora la masacre de Gaza. De un
modo muy similar a cómo la ideología del Apartheid explicó las políticas
opresoras del gobierno sudafricano, esta ideología – en su variedad más
consensual y simplista – permitió que todos los gobiernos israelíes del pasado y
del presente deshumanicen a los palestinos dondequiera estén y se esfuercen por
destruirlos. Los medios utilizados cambiaron de un período al otro, de un sitio
a otro, como lo hizo la narrativa para encubrir esas atrocidades. Pero existe un
modelo obvio que no puede ser discutido en las torres de marfil académicas, sino
que tiene ser parte del discurso político sobre la realidad contemporánea en la
Palestina actual. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Algunos de nosotros, a saber los que están comprometidos
con la justicia y la paz en Palestina, evaden inconscientemente este debate al
concentrarse, y es comprensible, en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO),
Cisjordania y la Franja de Gaza. La lucha contra las políticas criminales en
ellos es una misión urgente. Pero eso no debiera transmitir el mensaje, que los
que dominan en Occidente adoptaron gustosamente siguiendo una señal de Israel,
de que Palestina está sólo en Cisjordania y la Franja de Gaza, y que los
palestinos son sólo la gente que vive en esos territorios. Debemos expandir la
representación de Palestina, geográfica y demográficamente, haciendo conocer la
narrativa histórica de los eventos en 1948 y desde entonces y exigiendo igualdad
de derechos humanos y civiles para todos los que viven, o solían vivir, en lo
que es actualmente Israel y los Territorios Palestinos Ocupados. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Al conectar la ideología sionista y las políticas de las
atrocidades pasadas y presentes, podremos suministrar una explicación clara y
lógica de la campaña de boicot, desinversión y sanciones hacia Israel.
Cuestionar por medios no-violentos un Estado autojusticiero que se permite, con
la ayuda de un mundo mudo, desposeer y destruir al pueblo indígena de Palestina,
es una causa justa y moral. Es también un medio efectivo de galvanizar a la
opinión pública no sólo contra las actuales políticas genocidas en Gaza, sino
que ojalá impida futuras atrocidades. Pero, más importante que cualquiera otra
cosa, es que reventará el globo de furia autojusticiera que sofoca a los
palestinos cada vez que se infla. Ayudará a terminar la inmunidad occidental
ante la impunidad de Israel. Sin esa inmunidad, hay que esperar que más y más
gente en Israel comience a comprender la verdadera naturaleza de los crímenes
cometidos en su nombre y que su furia se dirija contra los que la atraparon
junto a los palestinos en este ciclo innecesario de derramamiento de sangre y
violencia. <BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Ilan Pappé dirige el Departamento de Historia de la
Universidad de Exeter. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT color=#800000 size=3>Correspondencia de Prensa -
Agenda Radical - Boletín Solidario<BR>Ernesto Herrera (editor):
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT size=3><FONT
color=#800000>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de
los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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