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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><U><FONT
size=5>correspondencia de prensa - boletín solidario</FONT></U></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>16 de febrero 2009</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Colombia<BR><BR>¿Para qué masacran a
los Awá?</FONT></STRONG><BR><BR><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Convocamos la Minga Social y Comunitaria. Pongamos a
marchar la agenda para resistir el modelo de muerte que viene con el TLC, con
las leyes de despojo, con el terror, con los convenios incumplidos, con la
ausencia de un tejido de los pueblos por la libertad. Decidamos en Minga como
detener el horror de las FARC, del Estado y de todos los grupos armados en
Nariño y en Colombia. Cómo respaldar el pueblo Awá y defender con ellos su
territorio y cómo defender la vida y nuestros territorios de esta muerte segura
que avanza para que unos pocos sigan acumulando.</STRONG>
<BR><BR><BR><STRONG>Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca -
ACIN<BR><A
href="http://www.nasaacin.org/">http://www.nasaacin.org/</A></STRONG></DIV><STRONG></STRONG>
<DIV align=justify><BR><BR>Eventualmente, la ineficiencia del Estado, las leyes
y el terror, se habrán combinado para consolidar el despojo y la expropiación de
modo que este se convierta en un hecho histórico consumado. Para entonces, los
megaproyectos y los usurpadores de la riqueza se habrán establecido, el
territorio habrá sido explotado y la lucha, sacrificio y sufrimiento de las
víctimas, será enterrada por la infamia de una historia escrita por la codicia y
la inconciencia.<BR><BR>Embargados por el dolor y la tristeza escribimos estas
líneas. Las escribimos desde la ira compartida ante este acto criminal que al
parecer han cometido las FARC a quienes condenan los hechos inalterables y la
sangre de inocentes derramada. <BR><BR>Escribimos, mientras el Ministro de
Defensa Juan Manuel Santos llega al Departamento de Nariño a dirigir las
operaciones militares como respuesta del Estado ante las masacres y el terror a
que viene siendo sometido ese pueblo indígena. Ante los medios de comunicación
el Ministro Santos al señalar que ha sido muy difícil obtener la cooperación de
los indígenas, declaró: "Esperamos poderlos convencer de que la mejor posición,
la mejor actitud que pueden asumir es la de colaborar con las autoridades, con
la fuerza pública". <BR><BR>“Al caído, caerle”, es el proverbio que aplica el
Gobierno en estas terribles circunstancias, basando su reacción en que, según la
información disponible, fueron las FARC quienes cometieron la masacre. Ahora
resulta que es culpa de las víctimas de esta masacre, del desplazamiento masivo,
de las personas desaparecidas, de las comunidades confinadas en medio del terror
lo que les está sucediendo. Culpa de ellas, dice el Ministro, porque no han
querido colaborar con la Fuerza Pública. Pretende convencernos de que, si la
Fuerza Pública hubiera estado en la zona, estos hechos no se habrían presentado.
En consecuencia, llega la hora de militarizar el territorio por completo, con el
argumento de proteger a los Awá. Los propios indígenas angustiados y corriendo
por las selvas y algunos de sus líderes, no ven más opción que la de pedir ayuda
a la fuerza pública. Los medios de comunicación y los voceros del Gobierno y de
la coalición de partidos que lo respaldan, le hacen eco a este llamado.
Colombianos y colombianas aterrados ante el horror de este genocidio en curso,
reclaman lo mismo. <BR><BR>Unidos al llamado a que se proteja a estos pueblos y
se haga justicia, denunciamos a los asesinos, sean quienes sean y, en este caso,
a las FARC, quienes, de haber realizado estos actos atroces, confirman una
terrible verdad: se han convertido en un factor más de terror contra los
pueblos. Se suman en estas actuaciones perversas, a los paramilitares, a la
fuerza pública y a todos los que a fuerza de violencia someten a los pueblos y
comunidades en Colombia. Lo hemos denunciado y hoy lo reiteramos: en últimas, el
terror es un medio para alcanzar fines que deben reconocerse. Si ignoramos los
fines, el delito atroz aparece como el resultado esperado. No habría intención
ulterior a la masacre y al terror. Serían un fin en si mismas. Pero el terror,
venga de donde venga, es un medio para alcanzar otros fines. Por eso, la verdad
exige otra reacción desde toda la ciudadanía del país, desde las organizaciones
y pueblos indígenas, con el respaldo de Gobiernos y pueblos del mundo.
<BR><BR>La verdad se encuentra en la respuesta a una pregunta necesaria: ¿Para
qué matan a los Awá? Es indispensable plantearnos esta pregunta y reaccionar con
coherencia y firmeza en consecuencia. De lo contrario, el terror de esta masacre
servirá como excusa para cometer otras y como medio para despojarlos de su
territorio, de su cultura, de su forma de vida y desaparecerlos en un genocidio
planificado. Habrán luchado para nada quienes se hayan sacrificado por defender
sus vidas, culturas y territorios. Nos habrán convencido una vez más, que estas
masacres contra los Awá en Nariño no tienen nada que ver con las de San José de
Apartadó, Urabá, Catatumbo, Amazonía, Cauca y todo el territorio Nacional. Que
nada tienen que ver con los asesinatos de mujeres, sindicalistas, campesinos,
defensores de derechos humanos, falsos positivos y toda la parafernalia de
hechos y actos de terror, vengan de donde vengan. Porque sabemos que el terror
es un medio perverso hacia un fin perverso, hacemos memoria, señalamos unos
hechos, denunciamos y condenamos a las FARC con ira y dolor, por el crimen
cometido y por contribuir de esta manera no solamente a sembrar muerte, miseria
y dolor sino a ayudar a que se despoje a los pueblos indígenas de pueblos y
territorios. <BR><BR><STRONG>Los hechos:<BR><BR>1. El Terror como
Herramienta:</STRONG> <BR><BR>“Somos Gente de la Montaña, hijos de la
selva y por ella nos van a sacar muertos”, declaró premonitoriamente Eder
Burgos, Coordinador de Camawari, el 10 de Agosto de 2008, durante la Audiencia
Defensorial que dio cuenta de la crítica situación de Derechos Humanos y Derecho
Internacional Humanitario (DIH) que vive el pueblo indígena Awá. Esta audiencia
fue realizada, ante funcionarios de diferentes entidades del Estado, de
organismos de control, representantes de la ONU, de ONGs defensoras de DDHH, con
la custodia de más de 70 indígenas en su mayoría de este pueblo que se movilizó
desde el sur de Colombia. Según el comunicado oficial de la ONIC, “En dicha
audiencia se presentó el Informe Defensorial que es el resultado de un tejido
participativo adelantado con las autoridades y representantes del pueblo Awá, la
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la
Defensoría del Pueblo y el SAT.” La Audiencia y el Informe dieron cuenta,
de manera dramática del desarrollo de la disputa territorial por parte de todos
los actores armados, contra la población indígena. Señalaba este comunicado que
las comunidades ubicadas en los municipios de Tumaco, Barbacoas, Roberto Payán,
Samaniego y Ricaurte, denunciaron casos puntuales como “que desde hace tres días
su territorio ancestral está siendo bombardeado, incluso los sitios de
concentración de la población desplazada en el municipio de Ricaurte,
concretamente en los resguardos de Maguí e Imbima”, tal como lo denunció el
defensor regional de Nariño a su superior en carta de la fecha.” Estas son los
territorios donde se vienen realizando las masacres contra las comunidades.
<BR><BR>Tanto la Resolución como el Informe Defensorial, denuncian y presentan
evidencia contundente sobre la realidad de terror que se vivía en ese
territorio, las acciones de guerra sucia contra la población que involucran a la
Fuerza Pública y a los actores armados ilegales, documentando la implementación
del terror contra las comunidades indígenas como una estrategia para someterlas
y despojarlas de sus territorios. <BR><BR>La evidencia contenida en el Informe,
Audiencia y Resolución Defensoriales dejan sin piso de manera contundente las
aseveraciones del Ministro de Defensa. La Fuerza Pública ha sido y es un factor
de terror contra los Awá y por ello, lejos de constituirse en garantía de
protección contra abusos y violaciones de derechos humanos, son una amenaza
directa contra su salvaguarda. Todos los actores armados ejercen violencia
contra los Awá.<BR><BR><STRONG>2. La codicia y los
Megaproyectos:</STRONG> <BR><BR>a. Agro-negocio y plantaciones: La Costa
Pacífica y el pie de monte de la Cordillera Occidental que incluyen el
territorio ancestral del pueblo Awá afectado por las masacres y el
desplazamiento en curso, son zonas estratégicas de interés para proyectos de
acumulación económica legales e ilegales que incluyen grandes plantaciones de
caucho, palma aceitera, lo mismo que plantaciones y laboratorios de
procesamiento de coca. Al igual que en el resto del país, estos proyectos
agro-comerciales, requieren y se apoyan en el uso de la violencia y del terror
contra los moradores ancestrales del territorio en la perspectiva de despojarlos
y desterrarlos.<BR><BR>b. Minería y Recursos Vitales: Según concluye el
Boletín Situacional sobre los Derechos Humanos y el DIH en Nariño: “La riqueza
de la geografía nariñense ha conllevado a que se realicen estudios
de inversión de multinacionales que ejecutan exploraciones sobre
recursos estratégicos como uranio y oro. La Sociedad Kedahda S.A.,
filial de la Anglo Gold Ashanti, presentó en el mes de julio de 2007, 110
solicitudes de contratos de concesión en el Departamento de Nariño, según
el reporte de Ingeominas. Dichas solicitudes han producido inquietud, por
la experiencia que ha dejado la incursión de la mencionada empresa, pues
en los lugares del país en donde ha realizado sus trabajos se ha
desatado una marcada violación a los derechos humanos de las comunidades
de éstas regiones. Entre los 37 municipios nariñenses en los que la
sociedad Kedahda S.A., ha realizado sus solicitudes se encuentran:
Taminango, Leiva, Rosario, Policarpa, Cumbitara, Samaniego,
Barbacoas donde existe una inmensa riqueza de Oro, Zinc, Cobre,
plata, platino, molibdeno y demás concesibles, y coincidencialmente
ha sido en éstos municipios en donde existe mayor presencia de
fuerza pública y grupos armados al margen de la ley, situación que ha
derivado en el desconocimiento de los derechos humanos y en la
inobservancia del DIH de la población civil, quien se ha visto sometida
a tratos crueles, inhumanos y degradantes.” La riqueza hídrica, maderera,
de biodiversidad, biotecnología, hidrocarburos y oxígeno de esta región es
notoria. El territorio ancestral del pueblo Awá es un territorio en disputa de
interés por parte de la gran industria extractiva
transnacional.<BR><BR>c. Infraestructura: El Eje Multimodal Amazonas de la
IIRSA (Integración de la Infraestructura Regional Sur Americana), atraviesa por
el territorio Awá desde la Costa Pacífica Nariñense. Los 284kmts de la carretera
Pasto-Tumaco, atraviesan el territorio Awá en disputa y hacen parte del corredor
multimodal Tumaco-Puerto Asís-Bélem do Pará que une la Costa Pacífica con la
Atlántica atravesando el Continente Suramericano por la Amazonía. Más allá de
los beneficios que pudieran generar estas modernas y costosas vías y de su
enorme y destructivo impacto ambiental, estas vías se construyen con el
propósito fundamental de abrir los territorios de modo que sus riquezas puedan
ser privatizadas, explotadas y extraídas por transnacionales. Las vías se
entregan en concesión a intereses privados. Su construcción, existencia y uso
imponen el sometimiento, desplazamiento y la destrucción de los pueblos que se
encuentran en su camino y área de influencia. El pueblo Awá vive en medio del
trazado de este megaproyecto infraestructural y por lo tanto, se ha convertido
en un estorbo en vías de remoción. Eventualmente, la ausencia o sometimiento de
los Awá, sirve a los intereses de quienes se benefician de este
megaproyecto que amenaza y afecta a los pueblos con derechos sobre los
territorios que atraviesan. <BR><BR>d. Turismo y Otros intereses. La belleza y
enorme riqueza de los territorios Awá del piedemonte y la Costa Pacífica de
Nariño resultan ideales para consorcios de explotación turística, frecuentemente
articulados a proyectos de exploración, explotación y patentamiento privado de
la vida y de los conocimientos del territorio y de sus pueblos. Los proyectos
turísticos expulsan o explotan a los despojados indígenas llevándose enormes
ganancias, apropiándose de los territorios autónomos y de sus pueblos como
mercancías privadas con fines de acumulación.
<BR><BR><STRONG>Garrote y Zanahoria: El terror y la Ley</STRONG><BR><BR>Quienes
promueven y en últimas se benefician de la muerte y el despojo, combinan “todas
las formas de lucha” para acceder a las riquezas y recursos que les
interesan. Mientras el trabajo sucio del terror es realizado por diversos
actores armados legales e ilegales con acciones criminales de guerra entre sí y
contra los pueblos, cuyo resultado estratégico, esperado e inevitable es el
despojo y la privatización del territorio, el Estado Colombiano, implementa
políticas que proveen el blindaje legal institucional para la explotación de los
territorios. <BR><BR>Un ejemplo contundente se encuentra en el Estatuto Rural o
Ley 1152 de 2007. En el parágrafo único del artículo 123 de esta Ley se lee: “No
se podrán surtir procedimientos de constitución, ampliación o saneamiento de
resguardos indígenas dentro de los límites geográficos determinados en el
artículo 2o de la Ley 70 de 1993 u otras zonas del país que presenten similares
condiciones.” El artículo 2º de la Ley 70 de 1993 delimita la Cuenca del
Pacífico como un Territorio ubicado en la línea que va entre volcán de Chiles en
la frontera con Ecuador y el Golfo de Urabá en la Costa Atlántica, hasta el
Océano Pacífico. Este inmenso territorio que abraca cordillera, piedemonte y
costa, incluye el territorio Colombiano del Pueblo Awá de Nariño. <BR><BR>Según
lo establecido en el artículo citado del Estatuto Rural, no se pueden
constituir, ampliar o sanear resguardos indígenas en la Cuenca del Pacífico. El
pueblo Awá, pierde así, por Ley, el derecho a gran parte de su territorio
ancestral y actual. Territorio que queda de esta manera “liberado” para los
intereses económicos a quienes terminan beneficiando de manera directa o
indirecta los actores del terror. El pueblo Awá tiene represadas 4 solicitudes
de Constitución de Resguardos, 8 de ampliación y 15 de Saneamiento, para un
total de 27. <BR><BR>En estos momentos, la Corte Constitucional se encuentra
próxima a emitir sentencia frente al Estatuto Rural. Si esta Ley 1152 es
declarada inexequible, como lo fuera la Ley Forestal en Abril de 2008 por
violar la obligación de realizar consulta previa con las comunidades afectadas,
el pueblo Awá, lo mismo que los demás pueblos afro e indígenas del Pacífico,
podrían adelantar acciones legales tendientes a resolver sus derechos
territoriales. A quienes masacraron, a quienes están desplazando, a quienes
confinan, a quienes amenazan, les resulta imposible realizar los trámites
legales que se requieren. Mientras tanto, aparecerán nuevos propietarios de los
territorios, con títulos fabricados que serán legalizados sin mucha dificultad.
<BR><BR>Eventualmente, la ineficiencia del Estado, las leyes y el terror, se
habrán combinado para consolidar el despojo y la expropiación de modo que este
se convierta en un hecho histórico consumado. Para entonces, los megaproyectos y
los usurpadores de la riqueza se habrán establecido, el territorio habrá sido
explotado y la lucha, sacrificio y sufrimiento de las víctimas, será enterrada
por la infamia de una historia escrita por la codicia y la inconciencia.
<BR><BR>El pueblo Awá lucha por su dignidad, por su vida y por la vida de su
territorio. Al pueblo Awá lo exterminan para que la codicia insaciable pueda
despojarlos y exterminarlos. Aunque es importante y urgente saber quienes
cometieron esta terrible e imperdonable masacre para que se haga justicia, se
conozca la verdad y se repare y respete a los afectados y a sus familias, aún
más importante es entender que los masacran para despojarlos y que, en
consecuencia, debemos denunciar y movilizarnos para resistir este proyecto que
se sirve del terror como medio y que hoy está matando a nuestros hermanos para
robarles.<BR><BR><STRONG>Convocamos</STRONG><BR><BR>En primer lugar, nos unimos
a la ONIC, a todos los pueblos indígenas y a todas las organizaciones y personas
que sentimos el compromiso y la necesidad de acompañar de manera solidaria a las
víctimas y llamamos a sumarnos a la Minga Humanitaria que se viene organizando
para hacer presencia con firmeza y convertir el dolor en compañía y acción
concreta.<BR><BR>En segundo lugar, nos sumamos a quienes vienen llamando a que
se movilice la Minga de Resistencia Social y Comunitaria. El mensaje es claro.
El magnicidio contra Aida Quilcué que llevó a la muerte del compañero Edwin
Legarda, ejecutado por el Ejército Nacional bajo órdenes de quienes orientan e
implementan la Política de Seguridad Democrática como un falso positivo contra
la resistencia popular, es seguido ahora por masacres, cometidas por las FARC,
que sirven como excusa para escalar el despojo ante la insensibilidad de la
sociedad y del mundo. <BR><BR>Este no es un problema de los Awá, no es un
problema de los indígenas, no es un crimen contra un pueblo en Nariño. Este es
un acto de terror que hace parte de la implementación acelerada de unas
políticas conducentes al despojo por vía de la muerte. Este es el Plan Colombia
en marcha. Un megaproyecto económico que entrega e integra nuestros territorios
y nuestras vidas a la codicia del capital global. <BR><BR>Ante tanto horror, tan
evidente, no podemos seguir mirando desde lejos o esperando nuestro turno. Es
hora de saber para qué los mataron, para qué nos matan y de levantarnos para
detenerlos y resistir. Es hora de rechazar de una vez por todas, el horror que
cometen las FARC a nombre de los pueblos, así como rechazamos el del
régimen.<BR><BR>También es dolorosamente evidente que de poco sirve ante este
Estado tener tierras, denunciar violaciones de derechos humanos o negociar
acuerdos con un Gobierno ilegítimo cuando el modelo de desarrollo con sus
tratados y sus leyes se sirven del terror, venga de donde venga para masacrar,
desplazar y despojar. Es indispensable e impostergable la obligación de resistir
el modelo en su integralidad y como prioridad. En estas condiciones y ante estos
hechos tan terribles, es necesario reconocer que todo lo demás, aún lo
político-electoral, debe supeditarse con urgencia a una agenda de movilización y
acción en Minga que resista y detenga el acelerado curso del despojo del que
esta masacre es un evento.<BR><BR>Convocamos la Minga Social y Comunitaria.
Pongamos a marchar la agenda para resistir el modelo de muerte que viene con el
TLC, con las leyes de despojo, con el terror, con los convenios incumplidos, con
la ausencia de un tejido de los pueblos por la libertad. Decidamos en Minga como
detener el horror de las FARC, del Estado y de todos los grupos armados en
Nariño y en Colombia. Cómo respaldar el pueblo Awá y defender con ellos su
territorio y cómo defender la vida y nuestros territorios de esta muerte segura
que avanza para que unos pocos sigan acumulando. <BR><BR>Para que descansen los
muertos y sus familias puedan rehacer la vida, para que la dignidad Awá se
convierta en camino, para que nadie pueda robarse el territorio, para que unos y
otros se larguen con sus armas y su odio y nos dejen en paz, para que no nos
declaren que luchan por el pueblo o que vienen a protegernos los asesinos, para
que tengamos un país de los pueblos y sin dueños, para que no los hayan
masacrado para nada: Minga Social y Comunitaria. Encontrémonos en un territorio
colectivo y hagamos de la Minga desde el dolor conciencia y camino. Los Awá no
están solos. </DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT color=#800000 size=3>Correspondencia de Prensa -
Agenda Radical - Boletín Solidario<BR>Ernesto Herrera (editor):
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=3><FONT color=#800000>Edición internacional
del Colectivo Militante - Por la Unidad de los Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 -
Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo - Uruguay</FONT><BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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