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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000><EM><FONT
size=5><U>correspondencia de prensa - boletín solidario</U></FONT></EM>
<BR><FONT color=#ff0000 size=6>Agenda Radical</FONT><BR>Edición internacional
del Colectivo Militante<BR><U>17 de febrero 2009</U><BR>Redacción y
suscripciones:</FONT> </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<HR>
</DIV>
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<DIV align=justify><FONT size=3><STRONG>Estados
Unidos</STRONG></FONT></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La aceptación del “paquete de
estímulo económico”</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><FONT size=3><STRONG>Una victoria que
esconde una importante derrota</STRONG></FONT> </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Paul Krugman
*<BR></FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>T</STRONG><STRONG>he New York Times<BR>Traducción de
Mirta Rosenberg para La Nación<BR>Socialismo o Barbarie<BR></STRONG><A
href="http://www.socialismo-o-barbarie.org/"><STRONG>http://www.socialismo-o-barbarie.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Según los parámetros políticos normales, la aceptación en el
Congreso de un paquete de estímulo económico fue una gran victoria para el
presidente Barack Obama. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Consiguió más o menos lo que había pedido: casi 800.000
millones de dólares para rescatar la economía, con la mayoría de ese dinero
asignado a gastos más que a recortes impositivos. ¡Ya podemos destapar el
champagne! O tal vez no. Estos no son tiempos normales, de manera que los
parámetros políticos normales no se aplican: la victoria de Obama parece un poco
una derrota. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La ley de estímulo parece útil pero inadecuada,
especialmente cuando se la combina con un decepcionante plan de rescate de los
bancos. Y la política de la lucha sobre el estímulo ha convertido en una
insensatez todos los sueños pospartidarios de Obama. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Empecemos con la política. Uno hubiera esperado que los
republicanos actuaran al menos un poco como gente que ha recibido un escarmiento
durante estos días, teniendo en cuenta las palizas que recibieron en las dos
últimas elecciones y la debacle económica de los últimos ocho años. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero ahora queda claro que el compromiso del partido con
el vudú profundo –impuesto en parte por los grupos de presión, dispuestos a
producir retadores de las primarias contra los heréticos– es tan fuerte como
nunca. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado,
la mayoría de los republicanos apoyó la idea de que la respuesta apropiada para
el abyecto fracaso de los recortes impositivos de la era Bush era más
reducciones impositivas al estilo Bush. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Y la respuesta retórica de los conservadores al plan de
estímulo –que costará considerablemente menos que lo que la administración Bush
invirtió en recortes impositivos o que lo que gastó en Irak– ha sido casi
desquiciada. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es "un robo generacional", dijo el senador John McCain,
sólo unos días después de votar a favor de recortes impositivos que hubieran
costado cuatro veces más durante la próxima década. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es "destruir el futuro de mis hijas. Es como sentarme
aquí a ver cómo mi casa es saqueada por una banda de salvajes", dijo Arnold
Kling, del Instituto Cato. <BR>La suciedad del debate político importa porque
suscita dudas acerca de la capacidad del gobierno de Obama de volver por más en
el caso de que, como parece probable, la ley de estímulo resulte inadecuada.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Porque, aunque Obama consiguió más o menos lo que había
pedido, casi con seguridad no pidió lo suficiente. Oficialmente, la
administración no deja de repetir que el plan es adecuado para las necesidades
de la economía. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero pocos economistas están de acuerdo. Y se cree en
general que las consideraciones políticas llevaron a plantear un plan que era
más débil y contiene más recortes impositivos de los que debería? que Obama hizo
concesiones anticipadas con la esperanza de conseguir un amplio respaldo
bipartidario. Y acabamos de ver lo bien que funcionó. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora, las posibilidades de que el estímulo fiscal pueda
llegar a ser adecuado serían mayores si se lo acompañara con un efectivo rescate
financiero, un rescate que descongelara los mercados crediticios y volviera a
impulsar la circulación de dinero. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero el muy esperado anuncio del plan de Obama en ese
frente, que también se produjo esta semana, cayó con un golpe seco. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El plan esbozado por Tim Geithner, el secretario del
Tesoro, no era exactamente malo. En cambio, era vago. Dejó a todo el mundo
preguntándose adónde quería ir verdaderamente la administración. </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Esas sociedades entre la esfera pública y la privada
terminarán por ser una manera encubierta de rescatar a los banqueros a expensas
de los contribuyentes? ¿O la "prueba con esfuerzo" requerida actuará como una
salida hacia la nacionalización temporaria de los bancos (la solución favorecida
por un creciente número de economistas, incluyéndome a mí)? Nadie lo sabe.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>El efecto general fue el de patear la lata para que
avanzara unos metros en la calle. Y eso no alcanza. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Reacción insuficiente</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta ahora, la respuesta de la administración Obama a la
crisis económica se parece demasiado a la de Japón en la década de 1990: una
expansión fiscal suficientemente importante como para evitar lo peor, pero no
suficiente para impulsar la recuperación; apoyo al sistema bancario, pero
reticencia a obligar a los bancos a enfrentar sus pérdidas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Todavía es temprano, pero ya estamos descendiendo por la
pendiente. Y no sé ustedes, pero yo tengo una fea sensación en la boca del
estómago? la sensación de que los Estados Unidos no están a la altura del mayor
desafío económico de los últimos 70 años. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es posible que los mejores no carezcan de convicciones,
pero parecen alarmantemente dispuestos a conformarse con medidas a medias.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y los peores, como siempre, están colmados de apasionada
intensidad, ajenos al grotesco fracaso que su doctrina experimentó en la
práctica. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Todavía hay tiempo para revertir la situación. Pero Obama
debe ser más fuerte de ahora en adelante. </DIV>
<DIV align=justify><BR>De otra manera, el veredicto de esta crisis puede ser:
"No, no podemos". <BR><BR><BR>* Paul Krugman es profesor de Economía de
Princeton y premio Nobel de Economía en 2008.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Las contradicciones del “Plan de
Estímulo” </FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El "centrismo" destructivo
</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Paul
Krugman</FONT></STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>The New York Times<BR>Traducción de Mirta Rosenberg
para La Nación (Buenos Aires, 10-2-09)</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cómo se le dice a alguien que elimina cientos de miles
de empleos, priva a millones de personas de una atención de salud y de nutrición
adecuadas, socava las escuelas, pero ofrece bonificaciones de 15.000 dólares a
personas en situación acomodada que compran propiedades para venderlas a un
precio más alto? </DIV>
<DIV align=justify><BR>Un centrista orgulloso. Porque eso es exactamente lo que
lograron los senadores que terminaron modificando la ley de estímulo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Incluso si el plan original de Barack Obama –alrededor de
800.000 millones de dólares para estímulo, con una fracción considerable de esa
suma destinada a infructuosos recortes impositivos– hubiera sido aprobado, no
hubiera bastado para llenar el gigantesco agujero de la economía estadounidense,
que, según estima la Oficina Presupuestaria del Congreso, ascenderá a 2,9
billones de dólares durante los próximos tres años. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, los centristas hicieron todo lo posible por
empeorar y debilitar el plan. Uno de los mejores aspectos del plan original era
la ayuda a los gobiernos estatales escasos de fondos, lo que hubiera
proporcionado un rápido impulso a la economía preservando al mismo tiempo
servicios esenciales. Pero los centristas insistieron en que se recortaran los
40.000 millones destinados a ese gasto. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El plan original también incluía un muy necesario gasto
destinado a construcción de escuelas; de ese gasto se recortaron 16.000
millones. También incluía ayuda a los desempleados y para mantener el seguro de
salud, que había sido recortada. En total, se recortaron 80.000 millones. Y gran
parte de esos recortes se realizaron sobre las medidas que hubieran sido las más
eficaces. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otro lado, los centristas no tuvieron nada que
objetar a una de las peores provisiones de la ley del Senado, un crédito
impositivo para los compradores de viviendas. <BR>En suma, la insistencia de los
centristas en dar comodidad a los que están cómodos mientras afligen aún más a
los afligidos, si se refleja en la ley definitiva, conducirá a un mayor
desempleo y sufrimiento general. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero ¿cómo ocurrió esto? Yo le echo la culpa a la
convicción de Obama de que él puede trascender el cisma partidario, una
convicción que distorsionó su estrategia económica. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Obama ofreció un plan que era claramente demasiado
pequeño y demasiado dependiente de las reducciones impositivas. ¿Por qué? Porque
quería que el plan tuviera amplio respaldo bipartidario, y creía que así lo
conseguiría. Los anhelos bipartidarios de Obama también pueden explicar por qué
no hizo algo de crucial importancia: hablar convincentemente sobre la manera en
que el gasto del gobierno puede ayudar a sostener la economía. En cambio, esperó
hasta fines de la semana pasada para decir lo que hacía falta que dijera: que el
aumento de los gastos es la base del plan. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Y Obama no consiguió nada a cambio. Ni un solo
republicano de la Cámara de Representantes votó a favor del plan original. Y en
el Senado, los republicanos arremetieron contra el "derroche". Así, a Obama sólo
le quedó negociar por los votos de los centristas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora, los negociadores de la Cámara de Representantes y
del Senado tienen que reconciliar sus versiones, y es posible que la versión
final del plan logre reparar los peores daños perpetrados por los centristas.
También es posible que Obama pueda regresar al ring para un segundo round. Pero
ésta era su mejor oportunidad para una acción decisiva, y se quedó corto. </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Ha aprendido algo Obama de esta experiencia? Los
primeros indicios no son buenos. Porque en vez de reconocer el fracaso de su
estrategia, el presidente trató de poner una feliz cara pospartidaria. </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT color=#800000 size=3>Correspondencia de Prensa -
Agenda Radical - Boletín Solidario<BR>Ernesto Herrera (editor):
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=3>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR><STRONG><FONT color=#800000
size=3>Edición internacional del Colectivo Militante - Por la Unidad de los
Revolucionarios<BR>Gaboto 1305 - Teléfono (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay<BR></FONT></STRONG><A
href="mailto:Agendaradical@egrupos.net"><STRONG><FONT
size=3>Agendaradical@egrupos.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><BR><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV></FONT></BODY></HTML>