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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><EM>boletín solidario de información -
edición internacional</EM><BR><FONT color=#800000 size=5><U>Correspondencia de
Prensa</U><BR>Agenda Radical - Colectivo Militante</FONT><BR><U>22 de mayo
2009</U><BR>suscripciones y redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Estados
Unidos</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>Swaps de deuda,
el monstruo sigue vivo</FONT><BR><BR><BR>Alejandro Nadal<BR>La Jornada, México,
20-5-09</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.jornada.unam.mx/"><STRONG>http://www.jornada.unam.mx/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><BR>La administración Obama anunció la semana pasada
planes para regular el mercado de derivados. Pero el proceso legislativo es
lento y aun cuando el Congreso pudiera aprobar una legislación adecuada en el
próximo periodo de sesiones, la puesta en pie de las agencias reguladoras y la
maquinaria administrativa necesaria llevará todavía algo de tiempo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mientras tanto, el monstruo más temible jamás engendrado
por Wall Street sigue vivo. Se trata de los llamados swaps de riesgo crediticio
(en inglés, credit default swaps, CDS). De todas las innovaciones financieras de
los últimos 15 años, los swaps de deuda fueron y continúan siendo el instrumento
financiero más destructivo y mortífero.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Cuál es la naturaleza de este instrumento? Los swaps de
deuda son una cobertura de riesgo crediticio, algo parecido a una póliza de
seguro para cubrir la posible moratoria sobre una deuda. Ese contrato derivado
parece una operación estándar de seguro: hay una prima y una transferencia de
una suma cuando ocurra el evento definido en el contrato (por ejemplo, si la
empresa X es incapaz de pagar sus deudas, el asegurador paga al acreedor
asegurado el monto del crédito). Pero hay grandes diferencias. Para empezar,
estas operaciones no están reguladas. Las entidades que ofrecen este tipo de
contratos no están obligadas a mantener reservas relacionadas con estas
operaciones.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los CDS fueron inventados por bancos precisamente para
eludir los requerimientos sobre reservas. Si otra entidad absorbía el riesgo (a
cambio de una prima), el banco podía liberar sus reservas e incrementar sus
operaciones. Los CDS también fueron usados para darle la vuelta a restricciones
que tenían inversionistas institucionales (como fondos de pensión) para prestar
recursos a empresas con una calificación insuficiente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El tufo de gran especulación se intensifica al ver que
los adquirentes de swaps de deuda no tienen que ser propietarios del instrumento
subyacente (digamos, de la deuda original). En contraste con un contrato de
seguro, el comprador de un CDS no tiene que demostrar que en caso de moratoria
de deuda él sería directamente afectado. Por eso los swaps de deuda dejaron de
parecerse a operaciones de cobertura de riesgo crediticio y se fueron
convirtiendo más en apuestas sobre si tal o cual empresa caería en
bancarrota.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otra diferencia es que las compañías aseguradoras
administran riesgos sobre la base de un análisis estadístico en el que las
pérdidas son estimadas a través de variantes de la ley de los grandes números
(que no es otra cosa que un teorema probabilístico). En cambio, el riesgo en los
swaps de deuda es administrado sobre la base de coberturas financieras y
transacciones en los mercados secundarios de bonos (de ahí el nombre de
swaps).<BR>En el colmo del libertinaje, las reglas contables usualmente
aceptadas no se aplican en el caso de swaps de deuda. Por eso los estados
financieros de las entidades que intervinieron en operaciones con CDS son tan
poco informativos. Muchos de los males que aquejan al sistema bancario se
desprenden de esta falta de transparencia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿De qué tamaño es el problema de los swaps de deuda? De
acuerdo con la Asociación Internacional de Swaps y Derivados, el valor de los
CDS en Estados Unidos es de 62 billones (castellanos) de dólares. Eso es
equivalente a más de cuatro veces el PIB de Estados Unidos y es mucho mayor que
el valor total de los títulos comercializados en el mercado de valores (22
billones) o el valor de los títulos respaldados por hipotecas en ese país (7
billones).</DIV>
<DIV align=justify><BR>La proliferación de los CDS en Estados Unidos fue
espectacular, pero no se detuvo en ese país. JP Morgan comenzó sus operaciones
con estos instrumentos en 1994-95, pero muy rápidamente le siguieron bancos
comerciales, de inversión, fondos de pensiones y fondos de cobertura en Europa.
Los principales bancos europeos tienen 426 mil millones de dólares en
operaciones de swaps con el colapsado gigante AIG. Y es que esos bancos vieron
en los CDS el camino para evadir requerimientos de reservas prudenciales y
liberar recursos para ampliar sus operaciones crediticias. El sector bancario y
financiero contribuyó a la expansión de operaciones con swaps de deuda a escala
planetaria.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los swaps de deuda supuestamente debían servir para
diversificar riesgos y mejorar los servicios financieros. En realidad, el riesgo
aumentó y llegó a contaminar a todo tipo de empresas, sanas o enfermas. La
madeja de interrelaciones entre agentes que intervinieron en los swaps introdujo
un ingrediente de fragilidad y de vulnerabilidad insospechado. Por eso una
moratoria o una calificación a la baja de una empresa podrían volver a colapsar
todo el mercado, generando una crisis más devastadora que la del mercado
hipotecario en Estados Unidos. Esta eventualidad no puede descartarse porque
simple y llanamente, las agencias reguladoras de estas operaciones no conocen ni
su monto exacto, ni su entramado institucional. La aberración que destruyó a
Wall Street aún respira.</DIV>
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size=3>Gaboto 1305 - Teléf: (5982) 4003298 - Montevideo -
Uruguay</FONT></STRONG><BR></DIV>
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